En una tarde complicada por las inclemencias del tiempo tuvo lugar el pasado viernes la presentación del volumen de relatos de Andrés González-Barba, La noche de Lear y otros cuentos navideños(Ediciones Alfar). Ahora que llegan las fechas navideñas, en las que se endulza nuestro carácter, retomamos viejas relaciones, apelamos al amor y la paz y parece que el mundo se envuelve en una capa de algodón, los relatos de este autor sevillano que debuta en el género tras un par de novelas, no pueden resultar más idóneos. Lo importante de estos diez relatos escritos entre 2010 y 2015, pues según el propio autor le gusta dejar reposar las historias, es que muestran una Navidad lejos del bullicio consumista que caracterizan estas fechas. En su lugar, «prefiero detenerme en la gente de la calle, en la gente sencilla que merecen toda una reflexión sobre sus vidas».
El acto fue inaugurado por Anabel Fernández, directora de la Biblioteca Infanta Elena, que nos dio la bienvenida y destacó que los cuentos de Andrés González-Barba es un derroche de fantasía, creatividad y el buen hacer literario del autor, algo que ya demostró en sus novelas anteriores.
Acompañando a Andrés González-Barba contamos con la presencia de Andrés Pérez Domínguez, otro autor estupendo y con una importante trayectoria, que dio las gracias a González-Barba por contar con él para conducir la presentación de este volumen de cuentos. Igualmente quiso destacar la heroicidad de la editorial Alfar por arriesgarse a publicar un género como este, tan difícil a la hora de colocarla en el mercado, cuando publicar ya de por sí es un tarea titánica.
En relación al género, Pérez Domínguez reflexionó sobre los cánones a los que supuestamente se tienen que ajustar el género del cuento. Más que encorsetar las obras, lo que hay que hacer es escribir historias y escribirlas de manera que lleguen a los lectores «y eso es lo que ha hecho Andrés González-Barba contar historias navideñas, todas bajo la misma temática como hilo conductor», diez historias cerradas en un volumen circular pues el primer cuento tiene que ver con el último.
Andrés Pérez Domínguez destacó el elemento mágico que tienen los cuentos de Andrés, más allá de la fantasía que sí tienen algunas historias aunque son realistas sino la magia propia de una época como es la Navidad. Y sin extenderse más, dio la palabra al autor y verdadero protagonista del acto.
El autor, tras agradecer la asistencia de los presentes, la oportunidad brindada por la biblioteca y el apoyo de su editor, fue desvelando detalles importantes de cada uno de los cuentos a través de una presentación en Powerpoint. En primer lugar quiso aclarar por qué escribir sobre la Navidad y afirmó que, como deudor de autores como Hoffmann, Andersen, Irving o Dickens, le atraía especialmente escribir sobre este tema. Con respecto a los relatos, el hecho de empezar a escribir relatos se debe a unión de varias circunstancias como el nacimiento de sus hijas y el poco tiempo libre del que dispone. «Me lo planteé como desafió personal escribir historias más breves porque supone condensar mucho más, jugar con las elipsis y las emociones de los lectores».
Dibujando pinceladas de los diez relatos que componen este volumen, tanto el autor como el conductor del acto nos explicaron que en estas historias podemos encontrar diversos homenajes, tanto a autores tan conocidos como Arthur Conan Doyle u Oscar Wilde, como a personas anónimas pero que han dejado una importante impronta en la vida del autor, como un profesor que tuvo en su época de estudiante que lo marcó para siempre, o bien al propio cine negro de los años 40.
Los protagonistas de estos cuentos vivirán situaciones extremas pero aún así el espíritu de la navidad no les abandonará. Protagonistas que en alguna ocasión aparecerán más de una vez o aportarán un toque kafkiano a la obra.
De entre todos ellos, Pérez Domínguez señaló que su favorito es El billete de lotería, que cuenta también con ese toque mágico que caracteriza a todo el volumen o Las cenizas de Auschwitz que denotan que no son cuentos edulcorados precisamente.
En cualquier caso, el autor quiso apuntar que no se tratan de cuentos truculentosaunque pueden tener una temática dura. «Alguna historia está basada en un hecho real y triste con la que he querido hacer un homenaje a esas personas que, a pesar de vivir una situación de sufrimiento, nos dan una gran lección de supervivencia y vida».
Con numeroso público, entre los que se encontraban unos cuantos niños muy atentos a lo que allí se decía, los asistentes pudimos hacerle alguna pregunta a Andrés González-Barba e incluso los más pequeños se atrevieron a formular sus preguntas. De todas ellas, quiero destacar una porque me parece realmente importante. Se le preguntó al autor si estos cuentos eran aptos para niños a lo que González-Barba respondió que, en principio, están concebidos para público adulto pero, no obstante, podían ser leídos por niños de secundaria pues ellos sí los van a entender.
Y tras algunas preguntas más se puso fin a la presentación. La noche de Lear y otros cuentos navideños será una de mis próximas lecturas. Por lo que pude oír durante la presentación creo que me van a gustar mucho. Ya os contaré. ¿Qué os parece a vosotros?
Os dejo con la biografía del autor y la sinopsis del libro.
Andrés González-Barba (Sevilla, 1974) es un periodista que trabaja en el diario ABC de Sevilla. En el terreno literario debutó con su novela Los diarios de Regent Street (2010), en donde revisaba el mito de Sherlock Holmes. Posteriormente ha publicado El sueño de Titania (2014), una narración juvenil dedicada a su hija Sofía, y El último tren de la estación del norte (2015), una historia en la que se combinaba la novela negra, el terror y el thriller. La noche de Lear y otros cuentos navideños supone su primera incursión dentro del mundo de los relatos.
La Navidad es el denominador común que une a estas diez historias en donde sus protagonistas vivirán una serie de situaciones límite. La noche de Lear y otros cuentos navideños muestra desde la desolación de un Londres bombardeado por los aviones de la Luftwaffe, en vísperas de la Nochevieja de 1940, hasta la emoción producida por el reencuentro entre un viejo profesor y su alumno predilecto, pasando por los recuerdos y nostalgias que suscita la última proyección en un cine de barrio o por una emotiva fiesta de Nochebuena adelantada a su fecha habitual.
En estos relatos, el lector se encontrará con unos personajes afectados por la soledad, el miedo y algún que otro fantasma del pasado, pero en el fondo de estas narraciones siempre subyace cierto halo de esperanza al que se intentarán agarrar todos ellos, aunque sea de una forma desesperada.