Editorial: Ediciones B
Fecha publicación: junio, 2017
Fecha publicación: junio, 2017
Precio: 20,00 €
Género: Novela negra.
Nª Páginas: 536
Edición: Tapa dura con sobrecubierta.
Nª Páginas: 536
Edición: Tapa dura con sobrecubierta.
ISBN: 978-84-17001-09-4
Lorena Franco (Barcelona, 1983), es actriz con una larga trayectoria en cine, series de Tv y publicidad a nivel nacional e internacional.
Después de autopublicarse 12 novelas en Amazon que la han convertido en una de las autoras más vendidas, en 2016 su novela La viajera del tiempo (finalista del Concurso Indie de Amazon), se convierte en un fenómeno de ventas sin precedentes en la plataforma y sus otros diez títulos consiguen alcanzar el número uno de ventas en digital a nivel nacional. Ha sido traducida a varios idiomas y su éxito internacional acaba de empezar.
En la actualidad compagina su carrera como actriz con la literatura.
Sinopsis
«Vi irse a María con Víctor el jueves a las dos y media de la madrugada. Él volvió y ella, desde entonces, está desaparecida.»
La rutina de Andrea, una escritora de thrillers traumatizada por un horrible suceso del pasado y un matrimonio que está a punto de romperse, se ve interrumpida por la inesperada llegada de su cuñado. Víctor es un tipo silencioso y extraño del que no sabe nada.
Su manía de fisgonear a través de la ventana de la cocina la vida de sus vecinos, la llevará a descubrir que una madrugada estival cualquiera, en la calle de la urbanización en la que vive y donde nunca pasa nada, su vecina María se sube en el coche de su cuñado. Él vuelve pero María no.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
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Está claro que hay libros que atraen tras un primer vistazo. Frases como «Sálvate tú. Yo ya estoy muerta» o la conocida cita de Maquiavelo «Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos», funcionan como auténticos reclamos que, como mínimo, incitan a tomar la novela de la mesa de novedades de una librería para leer su sinopsis y echarle un ojo.
Esto es lo que ocurre con la nueva novela de Lorena Franco, Ella lo sabe, una novela que constituye la duodécima que escribe la joven actriz y escritora catalana, tras tener once anteriores colgadas en la plataforma Amazon. De la mano de Ediciones B, Lorena Franco nos presenta lo que se ha denominado un Domestic Noir, es decir, una novela negra con asesinatos y una investigación por desarrollar en la que los protagonistas no son ni policías, ni inspectores, ni detectives, sino gente normal y corriente que se ve implicada de algún modo en un truculento suceso y decide llegar al fondo del asunto por sus propios medios. Todo esto aderezado con una importante carga psicológica que permite al lector adentrarse en los confines de la mente de los personajes.
Antes de contaros con detalle lo que me ha parecido esta novela os adelanto que la he disfrutado mucho y que, mientras la leía, me resultaba del todo inevitable acordarme de otras dos lecturas previas, La chica del tren de Paula Hawkins y No confíes en nadie de S.J. Watson y no porque tengan similitudes con respecto a la trama, sino porque en ambas, como en otras tantas, también es una persona de a pie la que lleva sobre sus espaldas el peso de una investigación.
Habría que añadir que Ella lo sabe podría constituir también una novela coral. Son varios los personajes que toman cierta relevancia a lo largo del argumento, hablándonos en primera persona y ofreciéndonos un punto de vista íntimo y subjetivo. Por un lado conoceremos al matrimonio compuesto por Andrea y Nico que residían inicialmente en el barrio gótico de Barcelona. Andrea sueña con convertirse en escritora de novela negra e invierte sus días tecleando en un ordenador. Mientras tanto, Nico ejerce de abogado en un importante bufete. Es una pareja feliz sin apenas preocupaciones, y menos económicas, que entabla una estrecha amistad con Clara, su vecina del mismo rellano. Lamentablemente, la pareja tendrá que mudarse a un barrio residencial, a las afueras de Barcelona, tras acontecer un trágico suceso en el edificio del que no quiero desvelar nada.
En el momento en el que la acción se inicia, han transcurrido dos años desde el momento en el que el trágico suceso los obligó a cambiar de residencia. Andrea ya no es la que era. La mudanza y los hechos del pasado la han sumergido en una espiral de alcohol y pastillas que le provoca un profundo insomnio. Pasará las noches y los días observando a sus vecinos, acechando tras la ventana de su cocina el ir y venir de cada uno de ellos y construyéndoles una vida con un lado oscuro. Dolores, Federico, Antonio, Alicia y su novio y por supuesto María y Carlos, la pareja que vive justo enfrente, estarán constantemente vigilados por los ojos enrojecidos de Andrea, mientras bebe café con whisky. De todos ellos, entablará amistad con María, a quien inicialmente verá como una mujer feliz hasta que poco a poco va conociéndola más en profundidad. A mí es uno de los personajes que más me ha gustado. María es la que más despista y la que, a mi juicio, tiene una vida más interesante, sirviendo de nexo entre los restantes personajes. Pero la mudanza no solo ha supuesto un cambio en la actitud de la joven. Su matrimonio también hace aguas. Nico ya no mira a Andrea con amor, entre otros motivos porque ella ha cambiado también físicamente y él ya no se siente atraído por ella. Las consecuencias no se hacen esperar.
Además de estos personajes, surgirá otro más. Víctor es el hermano de Nico que acaba de llegar de San Francisco y se instala con la pareja. Los hermanos no parecen llevarse muy bien. Hace años que no se ven y aún así el trato es frío y distante. Por su parte, Andrea no se siente cómoda en presencia de Víctor porque resulta ser un tipo extraño, silencioso, amenazante e intimidatorio, algo que genera mucha tensión dentro de la casa. Serán pocas las ocasiones en las que Víctor nos contará su vida de primera mano y e ellas descubriremos que no tiene un pasado limpio, lo que le ocasionó alguna que otra desgracia personal. Bueno, en realidad Andrea no se siente cómoda
Como dije antes, en Ella lo sabe los personajes principales nos irán hablando directamente. Andrea, Nico, Víctor, María o Carlos nos irán contando en primera persona sus propias vivencias a través de una estructura que secciona la trama en bloques, cada uno de ellos bajo el nombre de uno de los personajes, y divididos a su vez en capítulos que ocasionalmente terminan con un cliffhanger. Es una estructura que grosso modo funciona muy bien pues, la percepción que un personaje tiene de otro difiere mucho de la realidad por eso resulta muy interesante, no solo que podamos ver a los distintos protagonistas a través de los ojos de sus vecinos o familiares, sino también a través de los suyos propios. Y es que son personajes que nos irán sorprendiendo pues ninguno parece ser lo que es, como bien dice la cita de Maquiavelo que figura en la cubierta. El lector tendrá que ir descubriendo quiénes son realmente y si esconden algo o no. Alrededor de todos ellos irán surgiendo dudas que acrecientan el misterio y quedan debidamente resultas en un final que, a mi juicio, podría ser autoconclusivo aunque deja una puerta abierta quizá para una segunda parte.
De todos modos, esta estructura nominal, por llamarla de algún modo, este esqueleto en el que cada sección está dedicada a un personaje, rompe un poco el fluyo de la lectura pues cambiar frecuentemente de un narrador a otro supone que el lector también tiene que cambiar el chip. Además, en lo que se refiere a la cronología, os diré que la acción se inicia en junio de 2015 y finaliza en diciembre de ese mismo año. Seis meses que suponen el presente de la novela aunque también hay algunos flashbacks que se remontan al año 2013 y 2014 y que son narrados a modo de diario por uno de los personajes.
La novela de Lorena Franco es bastante introspectiva pues se trata de adentrarnos en el interior de los personajes y vivir los hechos a través de sus propios ojos. Es por ello que no hay abundancia de diálogo, algo que queda sustituido por las reflexiones y pensamientos en las que se sumergen los personajes. Aún así, el ritmo es ágil y la lectura avanza favorablemente, ayudada por una trama que engancha, que cuenta con numerosos giros argumentales, algo que me ha gustado especialmente. En Ella lo sabe ocurren muchas cosas, el lector va de sorpresa en sorpresa y sientes como el suspense crece de manera exponencial al avance de las páginas.
Por si todo esto fuera poco, la novela posee un componente metaliterario que me ha parecido un precioso homenaje. Una de las novelas más leídas, y que ha dado pie a una tetralogía muy conocida -El cementerio de los libros olvidados-, figura magistralmente colocada en uno de los vértices de esta novela. Me refiero a La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón, un libro sin el que Ella lo sabe no podría existir pues en cierto modo es el causante de los hechos que se producen entre sus páginas. Si Ruiz Zafón no hubiera escrito esa novela nada de lo que se narra en este libro hubiera sucedido, pues no sería el libro favorito de Andrea y ella no hubiera seguido la pista de su protagonista Daniel Sempere por las calles de Barcelona.
Llegados a este punto hay que mencionar que la ciudad Condal cobra importante protagonismo en la novela de Lorena Franco. Ya sea por las referencias a La sombra del viento o por el propio devenir de los personajes de esta novela, lo cierto es que el lector hace un recorrido por sus calles y barrios hasta tal punto que prácticamente Franco nos ofrece una guía turística con los lugares más emblemáticos, más curiosos, más pintorescos o más hermosos. Así pues, son múltiples las referencias a restaurantes, cafés o librerías que para mí han sido muy convenientes pues tengo intención de visitar la ciudad en el futuro y esta novela me ha permitido ir anotando lugares de interés.
En resumen, me ha gustado Ella lo sabe. Creo que cuenta con una trama interesante, bien urdida y meticulosamente planteada con la presencia de muertes inesperadas, desapariciones o episodios espinosos del pasado que arrastran consecuencias trágicas. Lorena Franco distribuye la información de manera que al lector le surjan dudas y sea él mismo quien vaya atando cabos pero prácticamente hasta el final no quedarán resueltos todos los interrogantes ni las conexiones entre los personajes. Y en cuanto a los personajes, el abanico es amplio y todos ellos están bien construidos, con un perfil psicológico trabajado y fundamentado.
En definitiva, no me queda otra más que recomendaros Ella lo sabe. Resulta una lectura idónea para la época en la que estamos con una trama que engancha y que te abstraerá de lo que te rodea porque ¿realmente conocemos a quienes nos rodean? Yo diría que no.