Autor
Mikel Santiago nació en Portugalete (Vizcaya) en 1975. Consagró su juventud a tocar en bandas de rock y más tarde comenzó a publicar relatos y novelas cortas por internet, con los que consiguió llegar a la lista de best sellers en España y Estados Unidos. Sus novelas La última noche de Tremore Beach y El mal camino, ambas publicadas por Ediciones B, han cosechado un éxito rotundo de crítica y público en todo el mundo. Tras vivir en Irlanda y Países Bajos durante casi una década, ahora reside en Bilbao y combina su actividad como escritor con la música.
Mikel Santiago nació en Portugalete (Vizcaya) en 1975. Consagró su juventud a tocar en bandas de rock y más tarde comenzó a publicar relatos y novelas cortas por internet, con los que consiguió llegar a la lista de best sellers en España y Estados Unidos. Sus novelas La última noche de Tremore Beach y El mal camino, ambas publicadas por Ediciones B, han cosechado un éxito rotundo de crítica y público en todo el mundo. Tras vivir en Irlanda y Países Bajos durante casi una década, ahora reside en Bilbao y combina su actividad como escritor con la música.
Sinopsis
«Yo estaba en Roma cuando Bob Ardlan me llamó. Para ser exactos: estaba con una mujer en Roma, cuando Ardlan me llamó. Así que cuando vi su nombre en la pantalla del teléfono pensé: “Qué demonios, Bob. No me llamas en una eternidad y vienes a estropearme el mejor momento del verano”. Y lo dejé sonar.
Dos días después, supe que Bob había caído desde el balcón de su mansión en Tremonte pocos minutos después de marcar mi número. ¿O tal vez le habían empujado? No me quedaba más remedio que pisar el acelerador del coche y plantarme allí para hacer unas cuantas preguntas.»
Un lugar idílico, bañado por la luz cegadora del Mediterráneo. Una galería de personajes estrafalarios, carismáticos y sospechosos. Un «quién-lo-hizo» a ritmo de thriller en el que todo el mundo puede ser culpable hasta que se desvele la verdad.
Dos días después, supe que Bob había caído desde el balcón de su mansión en Tremonte pocos minutos después de marcar mi número. ¿O tal vez le habían empujado? No me quedaba más remedio que pisar el acelerador del coche y plantarme allí para hacer unas cuantas preguntas.»
Un lugar idílico, bañado por la luz cegadora del Mediterráneo. Una galería de personajes estrafalarios, carismáticos y sospechosos. Un «quién-lo-hizo» a ritmo de thriller en el que todo el mundo puede ser culpable hasta que se desvele la verdad.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
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Por las redes sociales sabréis que hace unos días recibimos a Mikel Santiago en Sevilla. El autor venía a hacer radio y aprovechamos para organizar un encuentro informal, sin mediación editorial, simplemente para conocernos, charlar un rato y tomar unas cervezas junto a los que se quisieron unir. Hubiéramos prolongado mucho más tiempo el encuentro porque lo pasamos genial pero Málaga y Marbella esperaban al autor.
Durante esas horas me tuve que reír de lo lindo porque Mikel es realmente divertido. Afable y cercano, estuvimos conversando sobre sus orígenes como escritor, su método de trabajo y por supuesto, sus tres novelas publicadas con Ediciones B. Siempre con una sonrisa en los labios y entre broma y broma, Mikel nos dejó con ganas de más. Al tiempo.
Su última novela, El extraño verano de Tom Harvey, pasó por mis manos en el mes de junio. Sin duda, es una novela muy recomendable para el verano, para disfrutarla junto a la orilla del mar o en la piscina o bien, si te toca trabajar, zambullirte en su lectura a la vuelta de la oficina bajo un chorro de aire frío y desconectar del caluroso exterior. Mi reseña sobre esta novela puedes leerla aquí. Ahora os dejo con lo que Mikel Santiago nos contó.
Durante esas horas me tuve que reír de lo lindo porque Mikel es realmente divertido. Afable y cercano, estuvimos conversando sobre sus orígenes como escritor, su método de trabajo y por supuesto, sus tres novelas publicadas con Ediciones B. Siempre con una sonrisa en los labios y entre broma y broma, Mikel nos dejó con ganas de más. Al tiempo.
Su última novela, El extraño verano de Tom Harvey, pasó por mis manos en el mes de junio. Sin duda, es una novela muy recomendable para el verano, para disfrutarla junto a la orilla del mar o en la piscina o bien, si te toca trabajar, zambullirte en su lectura a la vuelta de la oficina bajo un chorro de aire frío y desconectar del caluroso exterior. Mi reseña sobre esta novela puedes leerla aquí. Ahora os dejo con lo que Mikel Santiago nos contó.
Marisa G.- Mikel, yo me he leído tus tres novelas y las tres las he disfrutado mucho.
Mikel S.- Me alegro muchísimo (Risas).
M.G.- Pero yo quiero saber por qué llegas a la literatura. Sabemos que eres músico, que has trabajado en software, pero ¿lo tuyo con la escritura es algo muy premeditado o bien un día pensaste en probar a ver lo que salía?
M.S.- Mira, en un análisis que voy haciendo con los años, me he dado cuenta que este mundo vivimos unos cuantos frikis de las historias. Nos encanta que nos cuenten historias ya sea a través de los libros o las series. En mi casa, y gracias a mi madre, mi santa madre, a la que dedico el libro, siempre nos ha gustado escuchar historias. Nos ha gustado el cine, nos ha gustado la literatura y ya de pequeño, tenía un instinto editorial. Me compraba un cuaderno, le ponía título, escribía un cuento y le ponía un precio. ¡Se lo vendía a mi padre por un duro! (Risas).
M.G.- (Risas). ¿En serio? Bueno, ¡tú ya haciendo negocio desde pequeño!
M.S.- Sí, sí, pero lo del duro también dice mucho de mi edad, ¿eh? (risas). Y empecé así, siendo un amante de las historias, que quería repetir lo que le había provocado buenos momentos, lo que le había creado intriga, suspense,...
M.G.- Pero La última noche en Tremore Beach, no es tu primera novela. Bueno, sí lo es pero me refiero a que no es la primera que escribes. También se te encuentra en Amazon.
M.S.- Es que yo empecé con muchas ambiciones. Cuando dejé mis proyectos musicales que me tenían anclado en Bilbao, me fui a Irlanda a vivir y en aquellos años, como culo inquieto que soy, pensé en darle una oportunidad a esto de escribir. Allí me propuse escribir una novela de mil páginas, así, a lo grande, pero me pegué una leche muy grande también porque no sabes hacerlo. Bueno, a ver, hay autores que escriben su primera novela y tiene mil páginas o más pero yo no pude, no sabía. Entonces, empecé con relatos en mi blog. Los iba subiendo por partes y detecté que los catorce amigos que tenía y que me leían reclamaban más, fueron ellos los que me dieron el primer aliento y me incitaron a seguir escribiendo.
Después de unos años escribiendo relatos, seguía con mi idea de contactar con una editorial pero los relatos no son una llave para entrar en el mundo editorial y me desanimé totalmente. Sin embargo, antes de desanimarme lo puse todo junto y lo mandé a varias plataformas on-line como Amazon, i-Tunes,... y me piré de Irlanda. Me pasé un año sabático haciendo un videojuego, me mudé a Amsterdam y estando en Holanda me llama un amigo y me dice que se ha bajado el ebook y resulta que era el número 1. Yo me había olvidado de todo, de escribir, de las historias, de la literatura. Ya no me interesaba nada pero resultó que todos aquellos relatos que había subido hacía mucho tiempo, estaban en el número 1, el 2, el 3,... Por entonces eran gratis pero tenían un montón de valoraciones. Es más, te voy a enseñar el puesto en el que están hoy, sin saber nada, me la voy a jugar. [Coge su móvil y abre una aplicación]. Mira en la Plataforma eBooks que vale que no es una plataforma muy popular, ¿ves?, estoy en el puesto 68. [En esa posición figura uno de sus relatos]Historia de un crimen perfecto tiene 5280 valoraciones, algo que no tiene nadie en eBooks. Este fue mi relato viral que se hizo bestseller en castellano, en Estados Unidos. Y con este relatito me llamó el primer agente editorial, en plan tú quién eres y a qué te dedicas. Era Bernat Fiol, que sigue siendo mi agente. Él se leyó el relato y me dijo que no estaba mal pero que tenía que ir a por una novela. Pues bien, estando en Irlanda, ya había escrito algunos relatos que ocurrían en una playa, ya tenía algunos personajes, y algunos escenarios y con eso escribí La última noche en Tremore Beach.
Después de unos años escribiendo relatos, seguía con mi idea de contactar con una editorial pero los relatos no son una llave para entrar en el mundo editorial y me desanimé totalmente. Sin embargo, antes de desanimarme lo puse todo junto y lo mandé a varias plataformas on-line como Amazon, i-Tunes,... y me piré de Irlanda. Me pasé un año sabático haciendo un videojuego, me mudé a Amsterdam y estando en Holanda me llama un amigo y me dice que se ha bajado el ebook y resulta que era el número 1. Yo me había olvidado de todo, de escribir, de las historias, de la literatura. Ya no me interesaba nada pero resultó que todos aquellos relatos que había subido hacía mucho tiempo, estaban en el número 1, el 2, el 3,... Por entonces eran gratis pero tenían un montón de valoraciones. Es más, te voy a enseñar el puesto en el que están hoy, sin saber nada, me la voy a jugar. [Coge su móvil y abre una aplicación]. Mira en la Plataforma eBooks que vale que no es una plataforma muy popular, ¿ves?, estoy en el puesto 68. [En esa posición figura uno de sus relatos]Historia de un crimen perfecto tiene 5280 valoraciones, algo que no tiene nadie en eBooks. Este fue mi relato viral que se hizo bestseller en castellano, en Estados Unidos. Y con este relatito me llamó el primer agente editorial, en plan tú quién eres y a qué te dedicas. Era Bernat Fiol, que sigue siendo mi agente. Él se leyó el relato y me dijo que no estaba mal pero que tenía que ir a por una novela. Pues bien, estando en Irlanda, ya había escrito algunos relatos que ocurrían en una playa, ya tenía algunos personajes, y algunos escenarios y con eso escribí La última noche en Tremore Beach.
M.G.- Una novela que en apenas dos meses alcanza su quinta edición, por lo menos esa es la que yo tengo. ¿Tenías mucha confianza en esa novela? ¿Se te pasó alguna vez por la cabeza que podría llegar a donde llegó?
M.S.- Pues mira otra vez, te voy a enseñar otra cosa. Hoy parezco un mago (risas). Para que veas la confianza que yo tenía [abre su página de Facebook en el móvil y me enseña una foto]. Esta es la portada que yo compré para esta novela y pagué por ella cien euros. Se la compré a un ilustrador de Inglaterra, pero el nombre se lo puse yo.
M.S.- Esto era Tremore Beach, una novela autopublicada porque desde el momento que yo acabo esta novela hasta el contacto de Bernat pasan dos años. Y cuando la terminé, me paré a pensar. A ver, había escrito una novela medio paranormal, que ocurría en Irlanda, con personajes irlandeses. Llegué a la conclusión que aquello no lo iba a comprar ni Dios, pero vamos ¡ni Dios! y me empecé a desanimar yo solo. Pero al final me lancé y la subí con esta portada que no es más que Peter Harper atravesado por el rayo. Este fue el principio. Un libro que yo pensaba que no iba a interesar nada y al final a la gente le ha gustó. El manuscrito pasó por varias manos, entró en subasta hasta que Ediciones B me propuso un proyecto muy bueno y muy bien trabajado.
M.G.- El éxito de Tremore Beach te habrá condicionado mucho para las restantes novelas, ¿no? En el sentido de esta primera he vendido un montón y a ver qué pasa con las demás.
M.S.- Pues sí. Para ser un tío que saca una primera novela con bastante movimiento, que se traduce a varios idiomas, que llega a Estados Unidos, que Mod Producciones ha adquirido los derechos para hacer una película, que además es la productora habitual de Amenábar, quien por cierto se la leyó y me mandó una nota,... Después de que te pasen todas estas cosas, te distraes mucho, no eres tú mismo y pierdes la intimidad del ese escritor que no lo conoce nadie y que puede escribir de lo que le da la gana. A mí durante unos meses me costó mucho volver a lo que me gusta, encontrar de nuevo ese rollito de estar tú solo escribiendo sin que nadie se entere. Creo que es esa la verdadera esencia de escribir.
Y presión toda la del mundo porque además El mal camino lo vendí antes de escribirla. Tenía mucha presión porque había firmado con Ediciones B dos novelas más.
Y presión toda la del mundo porque además El mal camino lo vendí antes de escribirla. Tenía mucha presión porque había firmado con Ediciones B dos novelas más.
M.G.- Tenías que estar a la altura claro, para no quedar mal tú ni hacer quedar mal a la editorial que ha apostado por ti.
M.S.- Eso es, y además es que la vida sigue. Te pasan cosas, te mudas de ciudad, te nace una hija,...
M.G.- Te entiendo.
Bueno, y ahora llegas con El extraño verano de Tom Harvey. La idea del argumento, ¿de dónde nace?
Bueno, y ahora llegas con El extraño verano de Tom Harvey. La idea del argumento, ¿de dónde nace?
M.S.- En los últimos dos años, después de El mal camino, comencé dos novelas que no he llegado a terminar. Una la voy a retomar de nuevo pero tuve varios intentos que no me funcionaron. Y un día, medio desesperado, me encontré con un cuadernito de notas donde había escrito hace muchos años la idea de que alguien te llama, tú no respondes y luego te enteras que quince minutos más tarde esa persona ha muerto. Cogí esa idea de partida que era sencilla, una idea de desarrollo también muy básica, con un quién-lo-hizo a lo que le uno mi receta de los personajes en primera persona, con algo de paranormal rozando la ambigüedad, con entornos protagonistas,... Todo eso mezclado y con mucho movimiento fue el nacimiento de esta novela.
M.G.- Entonces la idea sale de ese cuaderno. ¿Siguen existiendo ese tipo de cuadernos? ¿Sigues tomando apuntes?
M.S.- Sí, sí, sigo teniendo mis cuadernitos, mis post-it,... Esto también te lo puedo enseñar si quieres (risas). Tengo muchísimas ideas desarrolladas en pequeños textos. Por ejemplo, acabo de venir de Cádiz, pues tengo notas de lo que he visto o lo que me ha pasado mientras he estado de vacaciones, o de personas que he conocido, o de escenas y noches especiales,...
A mí las ideas se me ocurren un día que baja la Virgen y me toca la cabeza y con eso ya empiezo a hacer combinaciones y a encajar una serie de elementos. Mientras tanto tienes que ir acumulando todos los ingredientes, construyendo un universo. Por ejemplo, en Cádiz he escuchado la historia de una señora que tenía el ordenador de una muerta. Una idea estupenda para una novela. Me flipan estas historias y voy tomando nota de todo.
M.G.- ¿Pero eso lo has escuchado en la radio o es una noticia del periódico?
M.S.- No, no, me lo han contado la propia señora, en el lugar donde he estado de vacaciones. Inmediatamente lo apunté. Es puro material. Yo lo voy apuntando todo y luego empiezo a relacionar esto, con esto, esto con lo otro, y ¡zas! ya tengo la novela y me pongo a escribir.
M.G.- Me estás dando las pautas. Me voy a comprar también un cuaderno de notas como el tuyo a ver si me sale algo (risas).
M.S.- (Risas) Claro, son pequeñas historias que terminan formando otra de mayor tamaño. Esto es como la historia de los samurái que llegaron a un pueblo tomado por el ejército enemigo y vieron que todo el pueblo estaba lleno de dianas hechas con tiza y en el centro de la diana una flecha. Claro los samuráis alucinaban pensando que el ejército tenía unos arqueros de la leche, que contra ellos no tenían nada que hacer pero la realidad era otra. El enemigo lo que había hecho era lanzar las flechas primero y luego dibujar la diana. Pues el escritor es lo mismo. Tú ves la novela armada y flipas pero lo que el escritor hace realmente es montar el tinglado con cosas que han pasado de verdad, como los arqueros esos.
M.G.- ¡Pero Mikel que estás contando cómo se hace el truco de magia! (Risas)
M.S.- Es que es así (Risas).
M.G.- Ya... Bueno, pues con esta última novela cambias de registro. Las anteriores eran thrillers psicológicos y aquí haces un quien-lo-hizo. ¿Por qué arriesgarse si las otras funcionaron bien?
M.S.- No lo sé, más que nada porque me apetecía cambiar. Es más, si la que tengo en mente la publico, esa sí que va a ser un cambio. Seguirá siendo el mismo refrito de referencias literarias y cinematográficas que me gustan pero, en realidad da igual el tipo de novela porque la cuestión es que te cuenten la historia bien contada, que te pongan buenos personajes, un buen escenario,... y ya está. Además tengo la intención de tener una carrera larga como escritor y por eso tengo que cambiar, aunque igual el año que viene me muero (Risas).
M.G.- ¡Toquemos madera! (Risas).
M.S.- Sí, sí, pero mi idea es escribir cincuenta libros como King y para eso, si quieres quedarte, no puedes andar con corsés. Si me encasillo como escritor de thriller psicológico con personajes en primera persona, en dos o tres años me agoto. Y yo soy una persona bastante creativa con ideas que van desde la ciencia ficción, la fantasía,... De todos modos, tengo que ir despacio. Creo que hay gente que prefiere el tipo de novelas como las dos primeras.
M.G.- Sinceramente, a mí me han gustado mucho las tres aunque sí que es cierto que esta recuerda mucho a Agatha Christie. Ella construía unas novelas con muchos personajes y todos eran sospechosos.
M.S.- Esta novela es un homenaje a los libros de Christie con los que nos lo hacía pasar tan bien. Mi ambición de verdad era esta, escribir una novela como El espejo roto o Muerte en el Nilo, que las he leído tantas veces, que las sigo leyendo, que me las llevo a la playa,... Son muy entretenidas que es lo que yo he pretendido con El extraño verano de Tom Harvey. Pero sí, es un cambio de estilo pensado también por abrir un poco el campo.
La siguiente que tengo en mente es muy King, es muy oscura, es casi de terror. Va a ser pasar de la noche al día o mejor al revés, del día a la noche porque Tom Harvey es muy luminosa y la nueva será muy oscura.
La siguiente que tengo en mente es muy King, es muy oscura, es casi de terror. Va a ser pasar de la noche al día o mejor al revés, del día a la noche porque Tom Harvey es muy luminosa y la nueva será muy oscura.
M.G.- Tan luminosa que hay una historia de amor ahí flotando,...
M.S.- Sí, tienes que tocar todos los palos. Además, al personaje tienes que darle una verosimilitud. Tom Harvey es más infantil que Peter Harper, es un flipado de la vida y el amor para él es platónico. Hay muchas mujeres en el mundo pero solo una es perfecta. Creo que todos tenemos algo de eso dentro. Es muy humano pensar que otra persona te va a completar, te va a sacar de tus errores y te va a guiar por el camino correcto de la vida. Es muy humano enamorarse, o pensar en tus ex... ¿Qué hubiera pasado si hubiera continuo con aquella chica? Este tema del amor platónico es algo que me gusta trabajar porque, aunque estemos en el siglo XXI, exista Meetic, el poliamor, tengamos Whatsapp y podamos tener mil relaciones, creo que sigue existiendo ese concepto romántico sobre las personas. Pero esto es algo que ocurre no solo en el amor sino también con las amistades. ¿Tú no has conocido alguna vez a alguien y en cinco minutos has notado que lo conoces de toda la vida?
M.G.- Sí, hay conexiones que son sumamente potentes. Me encanta cuando me ocurre eso porque siento que esa persona forma ya parte de mi vida.
Pero Mikel, es verdad que hay diferencias con las anteriores pero también hay similitudes. Ese toque fantástico, las referencias musicales de las que jamás te desprendes...
Pero Mikel, es verdad que hay diferencias con las anteriores pero también hay similitudes. Ese toque fantástico, las referencias musicales de las que jamás te desprendes...
M.S.- No, claro. A ver la música es la banda sonora del libro para mí. Sería muy aburrido si no existiera alguna referencia por pequeña que sea, la mención a una canción,.. A mí me produce una satisfacción muy grande cuando estoy escribiendo un libro, imaginarme la canción que el protagonista está escuchando por la radio, por ejemplo.
M.G.- O incorporar la canción que estás escuchando en ese momento, mientras escribes.
M.S.- Sí. En este caso me he documentado mucho sobre el jazz gracias a un amigo, muy buen conocedor de jazz. Me compré un montón de discos. Después fui filtrando y me quede con cuatro cositas. La novela la terminé a golpe de Coltrane o de Dexter Gordon.
M.G.- Yo me he parado a escuchar algunos temas que mencionas en el libro. No soy muy fanática del jazz pero algunos son muy buenos.
M.S.- Sí, el jazz es muy chulo. Hemos hecho algunas presentaciones como en Bilbao o en Madrid, con un trío de jazz que tocaba temas del libro y la gente flipaba porque mucha gente mucha gente nunca se había atrevido a ir a un concierto de jazz.
M.G.- Claro, es una forma de darlo a conocer.
M.S.- Sí, tú vas a la presentación y de camino a un concierto de jazz, gratis. La banda toca temas de jazz clásico que es muy fácil de entender. Por cierto, que he creado una lista en Spotify con los temas del libro.
M.G.- A ver si la escucho. Y otra cosa, sobre Tom Harvey, ¿no te ha salido un personaje muy descentrado, muy desubicado? Este hombre arrastra un lastre enorme. ¿Qué le pasa?
M.S.- A Tom Harvey una de las cosas que le pasa es que su padre se ha muerto. Igual a las mujeres os ocurre con vuestras madres, pero para los hombres, la muerte de un padre es un momento muy delicado. Incluso dicen los psicólogos que, cuando tu padre fallece, pasas de ser un niño a un hombre. A mí me ha pasado un poco.
Tom lleva una vida de Peter Pan en Roma, trabajando de guía turístico, con su música, y nunca se ha parado a mirarse a sí mismo con seriedad pero cuando su padre se muere, se plantea que no tiene una vida en condiciones. No tiene un buen trabajo, no tiene verdadero amor en su vida, no tiene familia. Se empieza a agobiar porque la novela comienza cuando se avecina una gran crisis de identidad. Y encima la muerte de Bob Arlan, lo que da pie a la novela, es como un revival de la muerte de su padre. Bob era como un padre para él y además es una oportunidad única para acercarse a Elena, su ex mujer, el amor de su vida, que abre una puerta emocional para él.
M.G.- Elena es un personaje que tiene mucha presencia en la novela, aunque a mí me ha gustado mucho Stelia. Me gusta cómo has construido ese personaje, con fachada y con un interior muy negro.
M.S.- Stelia es un personaje basado en la clásica imagen de un escritor que tuvo un gran pasado y que de repente se le ha ido resecando su fama y su reputación. Pero también representa la edad profesional. Ella no sabe ni lo que es Twitter. La vida la pilla con una edad y de repente se encuentra con una avalancha que se la está comiendo. Al mismo tiempo es una mujer débil a nivel nervioso, está enamorada platónicamente de Bob, es un desastre económicamente,... En definitiva, la vida le ha dado cuarenta palos y está en un momento muy débil. Es un personaje que da mucho juego.
M.G.- Sí que es verdad. Y luego ya veremos si ella es la culpable o no. De eso no vamos a decir nada pero desde luego, el final me ha gustado mucho porque es verdad que juegas con nosotros. Intentamos ser más listo que tú y adelantarnos. Ese final sorprende.
M.S.- Pues hay gente que me ha dicho que no cumplo las reglas del género porque debería dar al lector toda la información para saber quién es el culpable, como hacía Agatha Christie. Esto me lo decía el otro día un lector en Goodreads. Yo esto es algo que respeto mucho pero no es un libro igual a los de Christie. Ella se basaba mucho en la oportunidad, en informar sobre las tecnicidades del crimen. Yo he jugado con la insinuación de la motivación. Creo que he sido honesto a la hora de mostrar todas las posibles teorías que se pueden trazar pero hay una, la buena, que queda bien escondida pero está presente desde el principio.
M.G.- Pues sí, está sí que está pero a ver quién es el listo que lo averigua antes de llegar al final. (Risas)
M.S.- Ah...
M.G.- Bueno Mikel, dos preguntas más y nos vamos de cervezas. Por un lado, los escenarios. Me encanta que nos hagas viajar.
M.S.- Mis libros tienen algo de guías de viaje. Cuando me planteé en serio lo de escribir libros, empecé a leer muchísimo. Por entonces todavía trabajaba en Bilbao y me dio por leer todo lo de Truman Capote. Fue uno de esos autores que se convierten en cabecera. Capote tiene mucha biografía de unos años que pasó en Italia. Los perros ladranoColor local me parecieron los libros de viajes más bonitos que he leído en mi vida. Para mí Capote es de lo primero fuerte que me dio. Fue entonces, dejé mi trabajo y me fui a Italia como hizo él para inspirarse pero claro, él se fue con un montón de pasta y yo me fui de mochilero. Me arruiné totalmente. En Roma me gasté la mitad de la pasta.
Acabamos con la hermana de mi chica que vive en Salerno. Allí estuvimos ayudando en una pizzería, aprendiendo a hacer pizzas, leyendo en una playita que había. Y cuando nos recuperamos un poco hicimos la costa de Amalfi, buscamos los lugares que salían en los relatos de Capote. De casualidad dimos con la villa de Luciano Visconti, que era rosa, una maravilla. De ahí que en mi libro haya metido un director de cine que vive en una casa rosa.
Cuando me planteé esta novela pensé en Italia, se me apetecía mogollón volver a los recuerdos de ese viaje. Aunque ahora me están entrando ganas de volver al frío otra vez.
M.G.- ¿Sí?
M.S.- Sí. Se acabó ya el verano. Ahora toca invierno. (Risas)
M.G.- Pues se agradece porque con este calor que estamos pasando...
Oye Mikel, y para terminar. Ahora que Ediciones B ha pasado a Random, ¿qué va a pasar con los autores? ¿En qué os afecta?
M.S.- Pues yo creo que a mí me transfieren. Creo que no me van a echar o eso espero. (Risas)
M.G.- Hombre no... A ti no creo que te vaya a pasar nada.
M.S.- A mí me puede pasar de todo pero si pasa, por lo menos sé hacer pizzas. (Risas)
M.G.- (Risas) Eso sí, ya lo hiciste una vez, así que ¡no hay problemas!
M.K.- No, no... Bueno es importante pasar a una empresa más grande pero si hay cambios ya se irán viendo.
M.G.- Muy bien, pues lo dejamos ya que es hora de ir a tomar algo. Eso sí, te emplazo a venir después del verano. Hay que organizar una presentación chula aquí, ¿no?
M.K.- ¡Claro! Prometo volver en octubre. Iremos viendo qué podemos organizar, una presentación-concierto. Algo así.
M.G.- Te tomo la palabra. No me falles. Gracias Mikel por este rato.
M.K.- Gracias a ti.
La charla continuó con unas tapas y unas cervezas de por medio. Hablamos un montón, bromeamos mucho, nos reímos más y lo acompañamos hasta el momento de su partida a Marbella. Sevilla queda a la espera de su regreso. ¡Lo prometido es deuda!
[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google o del Facebook del autor]
Tom lleva una vida de Peter Pan en Roma, trabajando de guía turístico, con su música, y nunca se ha parado a mirarse a sí mismo con seriedad pero cuando su padre se muere, se plantea que no tiene una vida en condiciones. No tiene un buen trabajo, no tiene verdadero amor en su vida, no tiene familia. Se empieza a agobiar porque la novela comienza cuando se avecina una gran crisis de identidad. Y encima la muerte de Bob Arlan, lo que da pie a la novela, es como un revival de la muerte de su padre. Bob era como un padre para él y además es una oportunidad única para acercarse a Elena, su ex mujer, el amor de su vida, que abre una puerta emocional para él.
M.G.- Elena es un personaje que tiene mucha presencia en la novela, aunque a mí me ha gustado mucho Stelia. Me gusta cómo has construido ese personaje, con fachada y con un interior muy negro.
M.S.- Stelia es un personaje basado en la clásica imagen de un escritor que tuvo un gran pasado y que de repente se le ha ido resecando su fama y su reputación. Pero también representa la edad profesional. Ella no sabe ni lo que es Twitter. La vida la pilla con una edad y de repente se encuentra con una avalancha que se la está comiendo. Al mismo tiempo es una mujer débil a nivel nervioso, está enamorada platónicamente de Bob, es un desastre económicamente,... En definitiva, la vida le ha dado cuarenta palos y está en un momento muy débil. Es un personaje que da mucho juego.
M.G.- Sí que es verdad. Y luego ya veremos si ella es la culpable o no. De eso no vamos a decir nada pero desde luego, el final me ha gustado mucho porque es verdad que juegas con nosotros. Intentamos ser más listo que tú y adelantarnos. Ese final sorprende.
M.S.- Pues hay gente que me ha dicho que no cumplo las reglas del género porque debería dar al lector toda la información para saber quién es el culpable, como hacía Agatha Christie. Esto me lo decía el otro día un lector en Goodreads. Yo esto es algo que respeto mucho pero no es un libro igual a los de Christie. Ella se basaba mucho en la oportunidad, en informar sobre las tecnicidades del crimen. Yo he jugado con la insinuación de la motivación. Creo que he sido honesto a la hora de mostrar todas las posibles teorías que se pueden trazar pero hay una, la buena, que queda bien escondida pero está presente desde el principio.
M.G.- Pues sí, está sí que está pero a ver quién es el listo que lo averigua antes de llegar al final. (Risas)
M.S.- Ah...
M.G.- Bueno Mikel, dos preguntas más y nos vamos de cervezas. Por un lado, los escenarios. Me encanta que nos hagas viajar.
M.S.- Mis libros tienen algo de guías de viaje. Cuando me planteé en serio lo de escribir libros, empecé a leer muchísimo. Por entonces todavía trabajaba en Bilbao y me dio por leer todo lo de Truman Capote. Fue uno de esos autores que se convierten en cabecera. Capote tiene mucha biografía de unos años que pasó en Italia. Los perros ladranoColor local me parecieron los libros de viajes más bonitos que he leído en mi vida. Para mí Capote es de lo primero fuerte que me dio. Fue entonces, dejé mi trabajo y me fui a Italia como hizo él para inspirarse pero claro, él se fue con un montón de pasta y yo me fui de mochilero. Me arruiné totalmente. En Roma me gasté la mitad de la pasta.
Acabamos con la hermana de mi chica que vive en Salerno. Allí estuvimos ayudando en una pizzería, aprendiendo a hacer pizzas, leyendo en una playita que había. Y cuando nos recuperamos un poco hicimos la costa de Amalfi, buscamos los lugares que salían en los relatos de Capote. De casualidad dimos con la villa de Luciano Visconti, que era rosa, una maravilla. De ahí que en mi libro haya metido un director de cine que vive en una casa rosa.
Cuando me planteé esta novela pensé en Italia, se me apetecía mogollón volver a los recuerdos de ese viaje. Aunque ahora me están entrando ganas de volver al frío otra vez.
M.G.- ¿Sí?
M.S.- Sí. Se acabó ya el verano. Ahora toca invierno. (Risas)
M.G.- Pues se agradece porque con este calor que estamos pasando...
Oye Mikel, y para terminar. Ahora que Ediciones B ha pasado a Random, ¿qué va a pasar con los autores? ¿En qué os afecta?
M.S.- Pues yo creo que a mí me transfieren. Creo que no me van a echar o eso espero. (Risas)
M.G.- Hombre no... A ti no creo que te vaya a pasar nada.
M.S.- A mí me puede pasar de todo pero si pasa, por lo menos sé hacer pizzas. (Risas)
M.G.- (Risas) Eso sí, ya lo hiciste una vez, así que ¡no hay problemas!
M.K.- No, no... Bueno es importante pasar a una empresa más grande pero si hay cambios ya se irán viendo.
M.G.- Muy bien, pues lo dejamos ya que es hora de ir a tomar algo. Eso sí, te emplazo a venir después del verano. Hay que organizar una presentación chula aquí, ¿no?
M.K.- ¡Claro! Prometo volver en octubre. Iremos viendo qué podemos organizar, una presentación-concierto. Algo así.
M.G.- Te tomo la palabra. No me falles. Gracias Mikel por este rato.
M.K.- Gracias a ti.
La charla continuó con unas tapas y unas cervezas de por medio. Hablamos un montón, bromeamos mucho, nos reímos más y lo acompañamos hasta el momento de su partida a Marbella. Sevilla queda a la espera de su regreso. ¡Lo prometido es deuda!
[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google o del Facebook del autor]