Editorial: Plaza & Janés.
Fecha publicación: octubre, 2016
Precio: 9,90 €
Precio: 9,90 €
Género: Humor.
Nª Páginas:128
Edición: Tapa blanda con solapa
ISBN: 9788401017551
[Disponible en eBook;
[Disponible en eBook;
Autor
Enfermera Saturada se define como una enfermera española que busca hacerse un hueco en la sanidad. Empieza los turnos en planta, baja a la UCI, sube a prematuros y termina en urgencias. Esta enfermera se maneja como pocas en las redes sociales, desde donde a diario decenas de miles de personas ven cómo repasa, con humor y descaro, la actualidad de su hospital y la de cualquier hospital de España.
Sinopsis
COMPOSICIÓN
Principio activo (75%): Humor sanitario.
Excipientes (25%): Ironía, humor negro, algún tuit y mucha retranca gallega.
POSOLOGÍA
En adultos no sanitarios, administrar un capítulo cada 8 horas. Si se pertenece al gremio, administrar libremente.
INDICACIONES
Capítulos de humor sanitario para enfermeras saturadas, estudiantes, supervisoras, mujeres que llaman de la bolsa de empleo, sanitarios en general y pacientes en particular.
CONTRAINDICACIONES
No se recomienda su administración en ministros de Sanidad.
PRECAUCIONES
Aplicar con cuidado en consejeros de Sanidad y directoras de Enfermería.
EFECTOS SECUNDARIOS
Explosiones descontroladas de risa, pérdidas leves de orina, deseo irrefrenable de estudiar enfermería y adicción al mundo de Enfermera Saturada.
INTOXICACIÓN
En caso de sobredosificación, no llamar al Centro Nacional de Toxicología.
PRESENTACIÓN
100% digital. Tinta electrónica no comestible.
ADVERTENCIAS
Mantener fuera del alcance de enfermeras tristes.
Laboratorios Enfermera Saturada®. Mirando al dolor con una sonrisa desde 2012.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
************************************
Bueno pues aquí vengo con el último libro de Enfermera Saturada. Leídos y reseñados los anteriores (La vida es suero y El tiempo entre suturas), no iba a dejar de leer Las uvis de la ira y menos aún cuando se anuncia nuevo libro para el mes de noviembre y que llevará por título Suero de una noche de verano. Además, con una sinopsis como esta, ¿quién se resiste? La verdad es que no puedo estar más de acuerdo con el prospecto de este libro, ese que Enfermera Saturada nos aconseja no leer porque entonces, con tantas contraindicaciones y efectos secundarios, cualquiera se toma la medicación que nos ha prescrito el médico. Efectivamente Las uvis de la ira tiene un alto contenido de humor e ironía. Me hace gracia como Satu, o lo que es lo mismo Héctor Castiñeira (a estas alturas ya sabréis que es este enfermero gallego el que se esconde tras el disfraz de Enfermera Saturada) incide en la forma de ser de los gallegos cuando menciona la retranca que tienen. No hay más que leer el primer párrafo de la Introducción:
«Satu está ya en la treintena, esa edad en la que o bien te estrenas como señora o te quedas de eterna adolescente, y ella apunta maneras a lo segundo. Claro que ya se venía venir de una mujer a la que siempre le han fascinado esas señoras en chándal y con bolso de lentejuelas, de las que ponen AA en el móvil por si ocurre una emergencia y que son las mismas que salen diciendo por la tele que en A Coruña nunca se había visto un temporal así cada vez que sopla un poco de viento».
Precisamente la introducción es distinta a los anteriores libros. Si bien en El suero de la vida, las palabras iniciales venían de la mano de Señorita Puri y en El tiempo entre suturas fue Luis Piedrahita el encargado de escribir el prólogo, en esta ocasión la introducción parece escrita en primera persona por el propio Héctor, aunque viene sin firma, y dónde se nos recuerda que Satu ya tiene una edad y que sigue sin plaza fija y sin pareja, fija o móvil.
Pero siguiendo con el prospecto-sinopsis también estoy muy de acuerdo con la Posología. Este tipo de libros conviene leerlo en pequeños sorbos, algo que yo jamás hago pero a mí no me hagáis caso en esto. Sinceramente creo que se disfrutan mucho más si lees un capítulo de vez en cuando y no te lo administras todo del tirón. A veces la saturación de humor es contraproducente y por eso se recomienda en pequeñas dosis, especialmente si no formas parte del gremio porque, como detallaré más adelante, hay algunos capítulos en los que los ajenos al sector sanitario podemos sentirnos algo perdidos.
No obstante discrepo bastante con el apartado Contraindicaciones. Precisamente, y aunque sean libros de corte humorístico, los ministros de Sanidad o otros gerifaltes deberían echarle una ojeada porque, aunque todo está presentado desde una perspectiva irónica y socarrona, Satu mete alguna cuñita a modo de reivindicación, como por ejemplo cuando nos habla del instrumental y la aparatología, anticuado, defectuoso y obsoleto a veces, o hace mención a los recortes en Sanidad o hace referencia a la escasez de trabajo en este país. Son cuestiones sumamente importantes en el sector sanitario y que solo los profesionales y los pacientes padecen en sus carnes.
Estructuralmente, Las uvis de la ira se compone de quince capítulos muy cortos en los que Satu aborda diferentes cuestiones como la moda sanitaria. Si en otras ocasiones ya ha hablado del uniforme o pijama en este libro se centra en los accesorios y complementos que se pueden usar para tunearlo. Ya sea con chapas, grapas o esparadrapos, cada una de las enfermeras le pondrá su toque personal a su outfit sanitario porque lo cortés no quita lo valiente. Eso sí, no hagas como Dolores, la enfermera cotilla y parlanchina de la serie Allí Abajo que se pone muñequitas de fieltro en el uniforme. Eso está totalmente pasado de moda. Sin embargo, Satu nos desvela las nuevas tendencias para la próxima temporada que se verá por los pasillos de los hospitales españoles.
Por otra parte, dedicará un capítulo a las supervisoras, a las que ella llama «nubes». La explicación la encontraréis en el libro y lógica no le falta ninguna. O comentará cómo se trabaja en la sala del Despertar o lo complicado que es conciliar vida laboral con la búsqueda del amor.
Pero de todos los capítulos, hay dos o tres que me han gustado especialmente. Uno de ellos se centra en la teletienda sanitaria, esos programas de madrugada donde se venden todo tipo de productos que prometen devolvernos la ansiada juventud. Este capítulo no solo es divertido por el repaso a los distintos artículos que han ido saliendo a lo largo de los años y que a la postre no servían de nada sino que además podemos llegar a saber qué fue de todas esas empresas que al final fueron denunciadas por estafa.
Geriatría es otro capítulo con el que he disfrutado mucho y no por el contenido propiamente del mismo sino porque siento que aquí Satu saca su lado más dulce. Me ha parecido un acercamiento muy tierno y muy cariñoso a la vida en las residencias de anciano sin faltar el humor negro.
Pero como ya me pasó en los libros anteriores en los que se centra en hacer casi un ensayo de diversos productos que se venden en los supermercados, en Las uvis de la ira me he tenido que reír muchísimo con el repaso que le pega a los distintos tipos de leche. Y es que tiene razón. Antes una iba a comprar leche y la decisión se movía entre leche entera, semidesnatada o desnatada. Ahora no, ahora tienes una amplísima gama y es un quebradero de cabeza decidirte por un tipo de leche u otro porque, claro, si quieres tener los huesos fuertes debes tomar leche con calcio, pero si ya sufres de sofocos tendrás también que tomar leche de soja y no puedes olvidar que está mucho más de moda la leche de almendras o de avena. ¡Un auténtico caos! Pero te vas a reír mucho con este capítulo.
Y después de hablar de las bondades tengo que hacer una parada en lo que menos me ha gustado. Se trata del capítulo Enfermeras por el mundo. En esas páginas Satu nos cuenta cómo muchas enfermer@s se ven abocados a emigrar a Reino Unido y cómo es la metodología de trabajo allí. La información no deja de ser muy interesante pero creo que profundizar en las categorías de enfermeras o médicos es excesivo. Considero que es un capítulo claramente dirigido a lectores del gremio pero a los restantes que no tenemos ningún tipo de vinculación con el mundo de la enfermería se nos hace algo arduo. En cualquier caso también tengo la impresión que es un capítulo reivindicativo, como comentaba más arriba, y que se le nota que está algo dolida por la situación por la que pasa el sector, obligando a los profesionales a emigrar.
Con algunas ilustraciones, el estilo sigue siendo fresco, actual, guasón, de lo más idóneo para una lectura de estas características cuyo principal objetivo es el puro entretenimiento.
En definitiva, Las uvis de la ira es un libro que sigue la misma estela trazada en las dos entregas anteriores. Estamos ante un libro que cualquier lector, desde el punto de vista del paciente, podrá disfrutar, y más aún lo harán aquellos que formen parte del sector. Para un rato de diversión resulta ideal.
[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]
Retos:
- Autores de la A a la Z
- 25 Españoles
- 100 libros
[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]
Retos:
- Autores de la A a la Z
- 25 Españoles
- 100 libros
Puedes adquirirlo aquí: