Nacionalidad: EE.UU.
Director: Guillermo del Toro.
Reparto: Sally Hawkings, Doug Jones, Michal Shannon, Octavia Spencer, Richard Jenkins, Michael Stuhlbarg, Lauren Lee Smith, David Hewlett, Nick Searcy, Morgan Kelly, Dru Viergever, Maxine Grossman, Amanda Smith, Cyndy Day, Dave Reachill.
Género: Drama. Fantástico.
Sinopsis: En un inquietante laboratorio de alta seguridad, durante la Guerra Fría, se produce una conexión insólita entre dos mundos aparentemente lejanos. La vida de la solitaria Elisa, que trabaja como limpiadora del laboratorio, cambia por completo cuando descubre un experimento clasificado como secreto: un hombre anfibio que se encuentra ahí recluido.
Desde un primer momento no tenía intención de ver esta película. Su argumento no me atraía en absoluto y, salvo excepciones -El espinazo del diablo-, son pocas las ocasiones en las que he conectado con los trabajos del Guillermo del Toro. Sin embargo, me convencieron y ayer mismo me sumergí en la imaginación del cineasta mexicano. El resultado ha sido el esperado. Su universo y el mío no congenian.
La sinopsis que aporta Filmaffinity es un tanto imprecisa, así que os contaré un poco más sobre el argumento. Elisa es una joven huérfana y muda que parece estar sola en el mundo. Tan solo tiene dos amigos, su vecino Gilesy su compañera de trabajo Zelda. Ambas trabajan como limpiadoras en un organismo del gobierno en el que se llevan a cabo experimentos de alto secreto. Un día, mientras están realizando sus tareas de limpieza, llega a las instalaciones una enorme cápsula en la que flota un ser vivo e indeterminado. Elisa inmediatamente se siente interesada por la extraña criatura a la que el personal militar maltrata y pretende acabar con su vida para estudiar su organismo. Elisa, junto a su compañera Zelda y un miembro del equipo médico, intentará impedirlo, primero porque es una mujer compasiva que no puede soportar el maltrato a un ser vivo, pero también porque parece haber conectado emocional y espiritualmente con el hombre anfibio. Los problemas de incomunicación de ella, debido a su discapacidad, se salvan con las miradas tiernas. La película se convierte en una huida, una aventura para sus protagonistas que luchan por salvar a la criatura de un negro designio.
La forma del agua es una historia de amor, imposible a primera vista pero llena de magia y para eso hay que poner de nuestra parte. Vale, sin problemas. Sin embargo, el guion, bajo mi punto de visa, va perdiendo consistencia a medida que avanza el metraje. Si a la mitad de la película podemos más o menos empatizar con los personajes, llega un momento que, a Guillermo del Toro se le va la pinza. Hay detalles por los que se pasa muy por encima, y virajes que rozan lo absurdo o lo cómico. No quiero dar detalles de escenas concretas pero, cuando pensabas que la cosa no podía ir más allá, nos coloca un número musical de lo más surrealista. No todo vale para expresar el gozo, la dicha y la felicidad, o la pena y la tristeza de un personaje. A todo ello hay que sumarle una subtrama en la que entran en juegos unos rusos muy malos, aunque los militares americanos tampoco escapan muy bien en esta ocasión. La ciencia y el amor ganan la partida. Y así hasta llegar a un desenlace más que previsible y con falta de coherencia. De esto carece bastante la película.
Y para recrear la sociedad de época, entendemos que los años 50 por aquello de la Guerra Fría, se hace puntualmente hincapié en algunas cuestiones como la homosexualidad o el racismo, sin que haya un desarrollo profundo. No obstante, la película cuenta con una muy buena banda sonora y una muy buena ambientación. Además, visualmente es muy atractiva, con un inicio mágico, un mundo subacuático en el que el mobiliario de las casas flotan, y una joven, a modo de bella durmiente, que levita bajo las aguas.
En cuanto a los personajes, Elisa es una joven meticulosa y muy soñadora. Lleva una vida muy rutinaria en la que solo tienen cabida Zelda y Giles, su vecino dibujante, enamorado del cine de la época, olvidadizo y despistado a quien ella se encarga de atender. Elisa duerme durante el día pues tiene turno de noche. No es una mujer especialmente atractiva pero emana algo de misterio. Nació con tres marcas en el cuello y fue hallada a orillas de un río. ¿Qué nos quieres decir con esto del Toro? Venga, pensemos que la joven fue en otros tiempos remotos una sirena o algo similar. El personaje está interpretado por Sally Hawikings que, a mí no me ha dicho mucho. Ni me he sentido especialmente conmovida por su soledad o su situación ni tampoco he vivido con angustia su deseo de salvar al anfibio.
[Fuente: Filmaffinity]
La forma del agua del director Guillermo del Toro, aspiraba a llevarse el Oscar a la Mejor Película en la gala del pasado mes de febrero. Con trece nominaciones, competía por el máximo galardón con otros largometrajes como Dunkerque o Los archivos del Pentágono pero al final consiguió cuatro Oscars: Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Música y Mejor Diseño de Producción.
La sinopsis que aporta Filmaffinity es un tanto imprecisa, así que os contaré un poco más sobre el argumento. Elisa es una joven huérfana y muda que parece estar sola en el mundo. Tan solo tiene dos amigos, su vecino Gilesy su compañera de trabajo Zelda. Ambas trabajan como limpiadoras en un organismo del gobierno en el que se llevan a cabo experimentos de alto secreto. Un día, mientras están realizando sus tareas de limpieza, llega a las instalaciones una enorme cápsula en la que flota un ser vivo e indeterminado. Elisa inmediatamente se siente interesada por la extraña criatura a la que el personal militar maltrata y pretende acabar con su vida para estudiar su organismo. Elisa, junto a su compañera Zelda y un miembro del equipo médico, intentará impedirlo, primero porque es una mujer compasiva que no puede soportar el maltrato a un ser vivo, pero también porque parece haber conectado emocional y espiritualmente con el hombre anfibio. Los problemas de incomunicación de ella, debido a su discapacidad, se salvan con las miradas tiernas. La película se convierte en una huida, una aventura para sus protagonistas que luchan por salvar a la criatura de un negro designio.
La forma del agua es una historia de amor, imposible a primera vista pero llena de magia y para eso hay que poner de nuestra parte. Vale, sin problemas. Sin embargo, el guion, bajo mi punto de visa, va perdiendo consistencia a medida que avanza el metraje. Si a la mitad de la película podemos más o menos empatizar con los personajes, llega un momento que, a Guillermo del Toro se le va la pinza. Hay detalles por los que se pasa muy por encima, y virajes que rozan lo absurdo o lo cómico. No quiero dar detalles de escenas concretas pero, cuando pensabas que la cosa no podía ir más allá, nos coloca un número musical de lo más surrealista. No todo vale para expresar el gozo, la dicha y la felicidad, o la pena y la tristeza de un personaje. A todo ello hay que sumarle una subtrama en la que entran en juegos unos rusos muy malos, aunque los militares americanos tampoco escapan muy bien en esta ocasión. La ciencia y el amor ganan la partida. Y así hasta llegar a un desenlace más que previsible y con falta de coherencia. De esto carece bastante la película.
Y para recrear la sociedad de época, entendemos que los años 50 por aquello de la Guerra Fría, se hace puntualmente hincapié en algunas cuestiones como la homosexualidad o el racismo, sin que haya un desarrollo profundo. No obstante, la película cuenta con una muy buena banda sonora y una muy buena ambientación. Además, visualmente es muy atractiva, con un inicio mágico, un mundo subacuático en el que el mobiliario de las casas flotan, y una joven, a modo de bella durmiente, que levita bajo las aguas.
En cuanto a los personajes, Elisa es una joven meticulosa y muy soñadora. Lleva una vida muy rutinaria en la que solo tienen cabida Zelda y Giles, su vecino dibujante, enamorado del cine de la época, olvidadizo y despistado a quien ella se encarga de atender. Elisa duerme durante el día pues tiene turno de noche. No es una mujer especialmente atractiva pero emana algo de misterio. Nació con tres marcas en el cuello y fue hallada a orillas de un río. ¿Qué nos quieres decir con esto del Toro? Venga, pensemos que la joven fue en otros tiempos remotos una sirena o algo similar. El personaje está interpretado por Sally Hawikings que, a mí no me ha dicho mucho. Ni me he sentido especialmente conmovida por su soledad o su situación ni tampoco he vivido con angustia su deseo de salvar al anfibio.
La criatura tiene su mérito. Bueno, lo tiene el actor Doug Jones que es el que tiene que soportar largas sesiones de maquillajes y trabajar usando prótesis. Todo ello resta mucha expresividad. Para el cuerpo usó un disfraz de cuerpo entero que a mí me resultó algo difuso y un tanto ortopédico. No sé, salvo las mano palmípedas y algunas agallas que se le activaban -esto lo hacían con control remoto-, cuando se enfurecía, no me pareció gran cosa.
Zeldaes afroamericana. Es una mujer protestona pero tiene motivos para ello pues su marido no la valora, ni la aprecia y jamás la ayuda. Para mí es el personaje que más me ha gustado, por su carisma, por su carácter. Al menos transmite algo y cae simpático. Además, es Octavia Spencer la que se mete en el pellejo de esta mujer de la limpieza y me ha vuelto a conquistar, como ya hizo en Figuras ocultas -ahora tengo que verla también enLa cabaña-.
Giles es un hombre desempleado al parecer por problemas de alcoholismo en el pasado. A eso se suma que también es homosexual pero sobre ese tema, como dije antes, no se profundiza mucho. Es un poco alocado y vive obsesionado por su alopecia.Él y Elisa se hacen compañía mutua pues el vecino también parece estar solo. Interpretado por Richard Jenkins, es el encargado de introducir algún toque de humor en la trama pero muy sutil.
Paso por algo el papel de Michael Shannon interpretando al militar malvado que quiere matar a la criatura a toda costa. Me ha resultado totalmente indiferente.
La forma del agua viene avalada por la crítica. Se habla de 'obra maestra', 'una de las mejores película que vamos a ver este año', etc, etc,... Yo debo ser de otro planeta porque a mí, sinceramente, no me ha gustado. Sin maravillarme, la primera mitad me parecía medio aceptable pero en cuanto vi similitudes con E.T. o La Bella y la Bestia, me vine muy abajo. En ambas cintas hay criaturas extrañas y una relación de amor que traspasa los límites. Pero, ¿me aporta algo más la película? Pues no porque, como digo, del Toro se mete por unos caminos algo absurdos en los que, por mucho que el espectador ponga de su parte, no hay sustancia. El único punto positivo que le veo a la película es su atractivo visual, más allá de eso, no entiendo cómo se ha alzado con el Oscar. Llamadme loca.