Editorial: Nórdica.
Fecha publicación: febrero 2011
Precio: 15,00 €
Género: Ilustrado.
Nº Páginas: 104
Encuadernación: Rústica.
ISBN: 978-84-92683-39-0
[Disponible en eBook;
puedes empezar a leer aquí]
Fecha publicación: febrero 2011
Precio: 15,00 €
Género: Ilustrado.
Nº Páginas: 104
Encuadernación: Rústica.
ISBN: 978-84-92683-39-0
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Autor
Nikolái Gógol (Soróchintsi, Ucrania, 1809 - Moscú, 1852).Escritor ucraniano en lengua rusa. Hijo de un pequeño terrateniente, a los diecinueve años se trasladó a San Petersburgo para intentar, sin éxito, labrarse un futuro como burócrata de la administración zarista. Entre sus primeras obras destacan Las veladas de Dikanka, Mirgorod y Arabescos.En 1836 publicó la comedia El inspector, una sátira de la corrupción de la burocracia que obligó al escritor a abandonar temporalmente el país. Instalado en Roma, en 1842 escribió buena parte de su obra más importante, Almas muertas, donde describía sarcásticamente la Rusia feudal. También en ese año publicó El capote, obra que ejercería una enorme influencia en la literatura rusa.
Sinopsis
El capote, escrito por Nikolái Gógol entre los años 1839 y 1841, y publicado en 1842, nos presenta uno de los más conmovedores personajes de la Literatura: Akaki Akákievich Bashmachkin, un funcionario de la escala más baja de la administración civil, que se ve ultrajado por las injusticias sociales y la indiferencia egoísta de los fuertes y ricos, y cuyo destino es el de ser un «hombre insignificante». Akaki, para protegerse del gélido invierno de San Petersburgo, necesita un capote nuevo, pero cuando por fin lo consigue seguirá notando frío, el frío gélido que habita en los corazones de las personas que le rodean.
Este maravilloso relato y su protagonista tendrán gran influencia en la literatura posterior: Herman Melville y Franz Kafka nos presentarán a Bartleby y a Gregor Samsa, dos personajes descendientes directos de Akaki.
Las ilustraciones, que harán que este libro sea inolvidable para lectores de todas las edades, son de Noemí Villamuza, quien ya ilustró en esta misma colección El festín de Babette y ABCdario.
[Información tomada directamente de la web de la editorial]
Asomarse a los ilustrados de Nórdica es siempre un placer. No es la primera vez que me sumerjo en un libro de esta colección. Ya pasaron por aquí La cata, Noches blancas, Una rubia imponente, Blancanieves o La navidad para un niño de gales, y no será la última. Esta vez le toca el turno a Nikolái Gógol, descubierto hace unos años y del que, hasta ahora, solo he leído Nochebuena.
Asomarse a los ilustrados de Nórdica es siempre un placer. No es la primera vez que me sumerjo en un libro de esta colección. Ya pasaron por aquí La cata, Noches blancas, Una rubia imponente, Blancanieves o La navidad para un niño de gales, y no será la última. Esta vez le toca el turno a Nikolái Gógol, descubierto hace unos años y del que, hasta ahora, solo he leído Nochebuena.
Leyendo esta breve historia se me hizo más patente el eterno debate que mantengo ocasionalmente con algunos escritores. ¿Qué es relato y qué es cuento? Muchos autores alegan escribir siempre cuentos, afirmando ser seguidores de aquella tradición oral que se inició al principio de los tiempos, mientras que el término 'relato' es una etiqueta sin sustancia e inventada después. La verdad es que El capote me ha parecido un auténtico cuento quizá porque su autor ha conseguido que me integre totalmente en la narración. Y lo hace mediante un recurso tan sencillo como dirigirse directamente al lector. He sentido a Gógol como un verdadero cuentacuentos, a cuyo alrededor se reúnen un grupo de oyentes con deseos de oír una buena historia. La sensación ha sido fabulosa.
Pero hablemos de El capote. Estamos ante un cuento publicado por primera vez en 1842 y que Nórdica ha rescatado para embellecerlo con las ilustraciones de Noemí Villamuza, dibujos que asemejan la técnica del carboncillo. La historia es sencilla pero en realidad encierra mucho más de lo que aparentemente parece.El capote cuenta la historia de Akaki Akákievich, un funcionario ruso, un oficinista, cuyo trabajo consiste simplemente en copiar documentos pero eso sí lo hace con tremenda pulcritud y esmero. Akaki es un hombre sencillo y de escasos recursos económicos. Volcado únicamente en su trabajo de copista, intenta pasar por la vida de manera desapercibida pero no lo consigue, pues será objeto de burla y mofa por todos sus compañeros de trabajo.
Como lector, el personaje de Akaki provoca ternura y compasión aunque no de primeras. Es fácil imaginárselo, encorvado sobre su mesa de trabajo, copiando letra a letra, cada documento, ajeno al mundo que lo rodea, salvo en los momentos en los que es objeto de escarnio y a pesar de ello, lo sentimos feliz en su burbuja. Pero también es cierto que, en algún momento inicial, Akaki puede llegar a irritar al lector, primero porque Gógol nos ofrece un dibujo del personaje que muestra a un individuo un poco destartalado, muy dejado de sí mismo, sin presencia y prestancia pero también porque adopta una actitud sumisa, sin cuestionarse la actitud de sus compañeros y superiores, achantando la cabeza sin revolverse, tan solo cuando la burla ha llegado a máximas cotas. Y así es su vida, una vida triste y gris que pronto adquirirá algo de luz.
San Petersburgo es la ciudad donde transcurre la historia, una ciudad gélida cuyo viento helado anida en cada recoveco. Akaki solo puede protegerse del terrible frío con un viejo capote que apenas aísla a su dueño del glacial viento. Tras consultar con un amigo sastre y una resistencia inicial, Akaki claudica y comprende que la única solución es encargar un capote nuevo pero no tiene dinero suficiente. Al final, con enorme sacrificio e ingenio conseguirá su objeto y ese capote será la puerta a una nueva vida. Y aquí debo parar. Lo que ocurre a partir de ese momento es mejor que lo descubráis vosotros.
Este cuento de Gógol no puede tener mejor título. Efectivamente no se podría llamar de otra manera porque, más allá de las constantes burlas de esa 'ralea oficinesca' y de la sumisión de Akaki, el núcleo del argumento es el capote que no deja de ser más que un símbolo. Esta prenda de vestir es el elemento principal de una historia que pretende ahondar en cuestiones como la injusticia social, el respeto a lo demás, la necesidad de sentirse integrado, la ilusión, el remordimiento y finalmente la venganza. Todo eso sale a la luz a raíz de la adquisición de un nuevo capote por parte de Akaki, una prenda que arranca a su dueño de la vida triste y anodina que ha tenido hasta ahora, despertando la ilusión en un ser que ya era feliz con lo que tenía y que, a la postre, solo traerá trágicas consecuencias. Da que pensar que un simple abrigo conduzca al protagonista a un desenlace como el que escribe Gógol.
El capote se inicia con un párrafo aclaratorio que ya deja en evidencia la naturaleza humana, la susceptibilidad de la que muchas veces hace gala el ser humano, que tiende a alterarse fácilmente, tomándose diversas banalidades como algo personal. Porque efectivamente El capote trata sobre el ser humano y es ahí donde el autor quiere hacer hincapié, en su condición de individuo, en su maldad o su bonhomía, en su compasión o su desprecio. Y para todo ello Gógol echa mano de situaciones incómodas o ridículas, de descripciones que son a veces algo crueles pero compensadas con un humor socarrón, y añade elementos fantasmagóricos de los que el mismo autor da debida cuenta y que ayudarán en la resolución del cuento.
Como podéis apreciar, Gógol nos ofrece una narración cercana, definida por un estilo sencillo en una historia en la que predomina la narración sobre el diálogo.
Y dice la sinopsis, este cuento influenciará de un modo u otro la literatura posterior y efectivamente, si has leído Bartleby, el escribiente de Herman Melville, es tremendamente difícil no pensar en ese amanuense que acostumbraba a contestar 'Preferiría no hacerlo'. Hay ciertas similitudes entre él y nuestro Akaki que no sé muy bien dónde residen, y que son más una cuestión de sensaciones.
En definitiva, un joya este capote, más por lo que subyace en la historia que por lo que cuenta en sí y especialmente por un personaje del que veremos su cara y su cruz, o su felicidad más pura frente a su felicidad más artificial porque, ¿realmente el capote nuevo mejoró su vida?
Os dejo con el booktrailer:
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
Puedes adquirirlo aquí: