Nacionalidad: EE.UU
Director: Paul Thomas Anderson.
Reparto: Daniel Day-Lewis, Vicky Krieps, Lesley Manville, Richard Graham, Bern Collaco, Jane Perry, Camilla Rutherford, Pip Phillips, Dave Simon, Ingrid Sophie Scharm.
Género: Drama.
Sinopsis: En el Londres de la posguerra, en 1950, el famoso modisto Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis) y su hermana Cyril (Lesley Manville) están a la cabeza de la moda británica, vistiendo a la realeza y a toda mujer elegante de la época. Un día, el soltero Reynolds conoce a Alma (Vicky Krieps), una dulce joven que pronto se convierte en su musa y amante. Y su vida, hasta entonces cuidadosamente controlada y planificada, se ve alterada por la irrupción del amor.
[Fuente: Filmaffinity]
Ha vuelto a ocurrirme. Tenía muchas ganas de ver esta película en el cine pero la opinión de alguien cercano, a quien considero bastante entendido, me hizo cambiar de idea. La verdad es que me sorprendió la tibieza de su dictamen pero opté por seguir su consejo y preferí dejarla para otra ocasión. No ha sido hasta hace relativamente poco que he podido disfrutarla y digo disfrutarla porque, aunque puedo entender la opinión de mi amigo, es una película que a mí, en general, no me ha disgustado. Ya sabéis lo que suele ocurrir con las expectativas. Uno le pone muchas ganas a algo y termina decepcionado y al contrario, si alguien te pone sobre aviso, bajas las expectativas.
El hilo invisible se inicia con una mujer conversando con alguien cuyo rostro no se muestra. Habla de Reynolds, un hombre exigente y puntilloso, meticuloso y ordenado, del que está profundamente enamorada. Pronto sabremos que ese hombre es un sastre prestigioso en el Londres de la posguerra, dueño de la famosa sastrería Woodcock que viste a la realeza de muchos países y a las damas de la alta sociedad británica. Ella es Alma, su última musa.
Con una elipsis en el tiempo, sabremos que Reynolds Woodcock es un soltero empedernido, que salta de flor en flor, y solo se entrega a sus diseños, creando hermosos vestidos que suponen la encarnadura de las mujeres valientes de la época. Reynolds es el creativo mientras que su hermana Cyril es su paladín, la que se encarga de las finanzas y de controlar el negocio. Siempre a su lado, lo respaldará en todo momento y servirá de hombro en el que llorar cuando las muchas mujeres que entran y salen de la vida del modisto terminen por decepcionarlo. No son más que musas cuya magia sirve de inspiración efímera. Pasado el efecto hipnotizador del principio, el interés por ellas irá en declive.
Sin embargo, en un momento de crisis aparecerá ante sí un nuevo ángel. Alma es una sencilla camarera con una belleza singular. Ambos quedarán prendados el uno del otro e iniciarán una vida juntos. Alma deja atrás su vida rural y campesina para trasladarse a la residencia Woodcock y servir de musa a Reynolds. Sin embargo, la historia se repite pero Alma no está dispuesta a convertirse en una más. Encontrará un remedio inusual, alejado totalmente de los encantos femeninos, con los que atrapar a su amor.
El hilo invisible pivota sobre tres personajes principales. Reynolds es un hombre atormentado y esclavo de su creatividad. Parece sufrir complejo de Edipo pues tiene algún tipo de obsesión con la figura materna, con la suya y con las ajenas. Aparentemente huye del compromiso porque solo se debe a sus vestidos, porque se sabe voluble y terminaría por ser deshonesto. Se cree un tipo fuerte pero en el fondo es mucho más débil de espíritu de lo que aparenta, algo que combina con su excentricidad. Me gusta Daniel Day-Lewis en este papel. Su personaje irrita, incomoda, molesta por su intransigencia y su desconsideración yél, con tan solo una mirada y sin pronunciar palabra, sabe transmitir con precisión la peculiaridad de su carácter.
Alma no es más que una provinciana. No tiene modales ni entiende de moda. Es un cuerpo sobre el probar los vestidos de su amado pero hay una entrega total en su amor. Reynolds es el centro de su universo y no siempre es valorada ni su actitud premiada. Ella aprende a base de reveses, y lo hace de un modo peculiar, con un punto maquiavélico. Será Vicky Krieps la que le dé vida al personaje sin que me haya transmitido ni un ápice de su ilusión y entusiasmo a la hora de luchar por su relación, ni tampoco la angustia de sentirse rechazada. La actriz me ha parecido una cara bonita, de una belleza natural.
La relación entre ambos avanza con dificultad. Momentos de plenitud dan paso a otros en los que reina el hastío y la decepción. Hay roces, tensión, palabras malsonantes pero luego llega la calma, una calma extraña, casi enfermiza porque esta relación tiene un punto tóxico, no es sana, siempre gobernada por los resortes de un individuo psicológicamente inestable y una joven interesada.
En cuanto a Cyril, es el perro guardián de su hermano. Soporta los caprichos de Reynolds porque, al fin y al cabo, él es el sostén de su existencia pero vigila que nadie lo trastorne. No se anda por las ramas y sabe colocar a todo el mundo en su sitio. El dios es Reynolds, y la reina consorte es Cyril. Los demás son meros bufones. Lesley Manville vestirá la piel del personaje con una interpretación que transmite ese poder que se oculta en las sombras. Está contenida y sin embargo, exultante.
Con algo más de dos horas de duración, cabe pensar que la película se torna algo lenta en un momento dado. La intensidad sube y baja pero a mí me parece que requiere de cierta parsimonia, se vuelve delicada, cadenciosa, con el ritmo que precisa la elaboración de un vestido de manera artesanal. No me he aburrido como he leído en otras opiniones, aunque sí que es cierto que el desenlace me ha parecido raro, neutral, poco acorde con lo que esperaba, lo que ha provocado cierta decepción. El golpe de efecto final tiene unas consecuencias que pueden dejar al lector con cara de póker.
Pero por otra parte, la ambientación es fabulosa. La casa en la que transcurre prácticamente el noventa por ciento de la película, con múltiples detalles y una decoración exquisita, invita a encerrarse entre sus paredes. Reconforta pasear por sus estancias lo que contribuye a crear una atmósfera cómoda y confortable, favorecida por la preciosa luz que se utiliza y que arroja una fotografía cálida y amable.
Aporta distinción y elegancia la banda sonora a cargo de Jonny Greenwood, una auténtica delicia que nos transporta a la sala de un concierto de música clásica, predominando los acordes del piano y del violín, hasta el extremo de que, en algún momento, alguna melodía cobra más protagonismo y solapa el desarrollo de los hechos.
¿Qué historia se narra en El hilo invisible? ¿Es la biografía de un importante modisto? (según parece hay cierta inspiración en la vida de Balenciaga) ¿Es la historia de un amor? ¿Cuál es ese hilo invisible y qué extremos une? No sabría muy bien decirlo. Para mí El hilo invisible se inicia con coherencia pero va perdiendo fuelle con el avance del metraje y ahí, como decía al principio, puedo entender las reticencias de mi amigo. Creo que en mi percepción final ha contribuido mucho la atmósfera, la fotografía y la banda sonora, pero si me tengo que ceñir al guion siento que la película va de más a menos. Quizá por eso, de las seis nominaciones a los Oscar, solo consiguió el de Mejor Vestuario. Impecable.
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Tráiler:
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