Esta semana vuelvo a estar en el hospital, acompañando a mi madre en uno de los momentos más difíciles y complicados de su vida, en una situación especialmente dolorosa para mí. Ahora mismo soy una bomba de emociones que estalla en cualquier momento y prefiero aislarme del mundo, refugiarme en mi interior y buscar sosiego en el silencio y los brazos de mi pareja. Por tanto, vuelve a quedar en el aire la actividad del blog, vuelven a quedar los libros esperando mi regreso y vuelvo a ausentarme de vuestros rincones hasta que soplen vientos mejores o sea capaz de recomponer mis pedazos.
↧