En 2017, Éric Vuillard se alzó con el prestigioso Premio Goncourt con su novela El orden del día, en la que se narra 'de un modo trepidante e inédito las bambalinas del ascenso de Hitler al poder. Autor de otras obras como Tristeza de la Tierra (2014), el autor de origen galo visitó Sevilla hace unas semanas para hablarnos de su última publicación 14 de julio (Tusquets Editores), con la que se pretende contar la toma de la Bastilla a través del testimonio de sus 'verdaderos protagonistas, gentes anónimas impulsadas por el hambre, el malestar, la carestía de lo indispensable'. Hasta ahora, conocíamos este hito histórico por lo que se recoge en los libros de historia. Sin embargo, Vuillard ha querido dar voz al pueblo y lo hace a través de un 'relato vibrante del día en que una multitud anónima cambió el curso de la Historia'.
La presentación tuvo lugar en la sede de la Fundación Tres Culturas y con anterioridad se convocó una rueda de prensa en la que algunos medios de comunicación pudieron formularle preguntas directas sobre su nueva novela.
Aunque alega que las historias siempre lo eligen a él, comentó que siempre le había interesado analizar el episodio de la toma de la Bastilla, ese acontecimiento histórico que tuvo lugar el 14 de julio de 1789, a través de la voz de sus participantes, un acontecimiento en el que unas 'treinta mil personas se levantaron en armas' y que dejó una impronta importantísima recogida en los archivos. Nos relató que un total de novecientos cincuenta nombres figuran en la documentación que ha consultado y de los que podemos conocer datos personales, como el nombre de sus padres, de sus esposas e hijos,... todo tipo de detalles. Con todo el material al que ha tenido acceso ha conseguido escribir una historia que está viva, un nuevo punto de vista, porque, según comentó, el 14 de julio y la Revolución francesa abren una secuencia que va a modificar no solo la historia política sino también la literaria. 'Se ve perfectamente cómo, después de la Revolución francesa, los escritores se sintieron liberados del poder que los controlaba'. Así surgen las obras de Balzac, Stendhal, Hugo o Flaubert, todos ellos escritores que escriben contra el poder establecido y para el pueblo de forma universal.
Me interesaba especialmente qué tipo de archivos y documentos ha tenido que consultar para acceder a toda la información que configura el libro. Aunque está en francés, lo explica en este vídeo.
Pero, grosso modo, os comentaré que Vuillard ha consultado tres o cuatro grandes bloques de documentación. Recalcó especialmente que no hay ningún dato o nombre inventado y que todo lo ha extraído de los archivos. Es algo que siempre procura hacer con sus libros aunque, en este caso concreto, 14 de julio, exigía un trabajo mucho más estricto y concienzudo. 'No deja de ser una novela pero una novela que contiene hechos reales y el trabajo de archivo debe ser muy serio', apuntó.
El primer bloque corresponde a pequeños relatos que los propios participantes escribieron días después de la toma. En ellos se cuentan lo que vieron con sus propios ojos. 'Son testimonios muy interesantes de participantes a pie de calle. No se trata de meros testigos sino de actores cuyos relatos son extremadamente sinceros'. Entre ellos, encontró relatos escritos por cerrajeros, vinateros o algún otro algo más detallado que el autor ha completado con descripciones de París, pues se van mencionando los lugares y calles por los que el testigo caminaba.
Luego está el relato de los vencedores. La victoria los incita a señalarse, a citar su nombre, oficio, estado civil. A eso se añade que las familias de muchos que murieron ese 14 julio exigieron algún tipo de contra-prestación económica, alguna pensión mucho tiempo después y presentaron una reclamación ante Lafayette. Ahí figura un dossier muy preciso. A través de todos los archivos y toda la documentación a la que ha tenido acceso, el autor dice haber podido sentir la debilidad y la fragilidad de la existencia de estos ciudadanos. 'Me he dado cuenta de lo que vivieron, he podido incluso seguir su trayectoria a través de las mudanzas que realizaron, siempre a barrios más pobres, en la periferias en algunos casos.'
Otra fuente importante han sido la de los comisarios, una mezcla entre policías, notarios y jueces. A ellos se les entregaban los cadáveres de las personas que murieron ese 14 de julio. En las actas que ha consultado se describen las ropas que vestían, dónde fueron hallados, las heridas que causaron su muerte. Son dosieres que posteriormente se completaban con la identificación del fallecido, cuando sus familiares acudían a reconocernos, historias también muy tristes las de los parientes.
Por último, ha podido revisar las memorias que se escribieron mucho tiempo después, veinte o treinta años después de la toma. En este punto, Vuillard hizo un aparte para describir el papel de la mujer en semejante acontecimiento histórico. Nos contó que apenas encontró datos sobre mujeres participantes. De los novecientos cincuenta nombres que se recogen en los archivos solo se nombran a dos mujeres. Por otra parte, también figuran algunas mujeres en las actas levantadas por los comisarios pero muy pocas. Y ninguna de ellas escribió su testimonio. 'Todo esto está vinculado con la desigualdad de hombres y mujeres de la época', un asunto que con la Revolución francesa cambiaría porque en el mismo ejército francés se producían reivindicaciones feministas. 'Hemos encontrado huellas de mujeres que no solamente se dedicaban a alimentar a los soldados o a ejercer labores sanitarias; algunas incluso se vestían de hombres para pasar por soldados'.
La presentación tuvo lugar en la sede de la Fundación Tres Culturas y con anterioridad se convocó una rueda de prensa en la que algunos medios de comunicación pudieron formularle preguntas directas sobre su nueva novela.
Aunque alega que las historias siempre lo eligen a él, comentó que siempre le había interesado analizar el episodio de la toma de la Bastilla, ese acontecimiento histórico que tuvo lugar el 14 de julio de 1789, a través de la voz de sus participantes, un acontecimiento en el que unas 'treinta mil personas se levantaron en armas' y que dejó una impronta importantísima recogida en los archivos. Nos relató que un total de novecientos cincuenta nombres figuran en la documentación que ha consultado y de los que podemos conocer datos personales, como el nombre de sus padres, de sus esposas e hijos,... todo tipo de detalles. Con todo el material al que ha tenido acceso ha conseguido escribir una historia que está viva, un nuevo punto de vista, porque, según comentó, el 14 de julio y la Revolución francesa abren una secuencia que va a modificar no solo la historia política sino también la literaria. 'Se ve perfectamente cómo, después de la Revolución francesa, los escritores se sintieron liberados del poder que los controlaba'. Así surgen las obras de Balzac, Stendhal, Hugo o Flaubert, todos ellos escritores que escriben contra el poder establecido y para el pueblo de forma universal.
Me interesaba especialmente qué tipo de archivos y documentos ha tenido que consultar para acceder a toda la información que configura el libro. Aunque está en francés, lo explica en este vídeo.
Pero, grosso modo, os comentaré que Vuillard ha consultado tres o cuatro grandes bloques de documentación. Recalcó especialmente que no hay ningún dato o nombre inventado y que todo lo ha extraído de los archivos. Es algo que siempre procura hacer con sus libros aunque, en este caso concreto, 14 de julio, exigía un trabajo mucho más estricto y concienzudo. 'No deja de ser una novela pero una novela que contiene hechos reales y el trabajo de archivo debe ser muy serio', apuntó.
El primer bloque corresponde a pequeños relatos que los propios participantes escribieron días después de la toma. En ellos se cuentan lo que vieron con sus propios ojos. 'Son testimonios muy interesantes de participantes a pie de calle. No se trata de meros testigos sino de actores cuyos relatos son extremadamente sinceros'. Entre ellos, encontró relatos escritos por cerrajeros, vinateros o algún otro algo más detallado que el autor ha completado con descripciones de París, pues se van mencionando los lugares y calles por los que el testigo caminaba.
Luego está el relato de los vencedores. La victoria los incita a señalarse, a citar su nombre, oficio, estado civil. A eso se añade que las familias de muchos que murieron ese 14 julio exigieron algún tipo de contra-prestación económica, alguna pensión mucho tiempo después y presentaron una reclamación ante Lafayette. Ahí figura un dossier muy preciso. A través de todos los archivos y toda la documentación a la que ha tenido acceso, el autor dice haber podido sentir la debilidad y la fragilidad de la existencia de estos ciudadanos. 'Me he dado cuenta de lo que vivieron, he podido incluso seguir su trayectoria a través de las mudanzas que realizaron, siempre a barrios más pobres, en la periferias en algunos casos.'
Otra fuente importante han sido la de los comisarios, una mezcla entre policías, notarios y jueces. A ellos se les entregaban los cadáveres de las personas que murieron ese 14 de julio. En las actas que ha consultado se describen las ropas que vestían, dónde fueron hallados, las heridas que causaron su muerte. Son dosieres que posteriormente se completaban con la identificación del fallecido, cuando sus familiares acudían a reconocernos, historias también muy tristes las de los parientes.
Por último, ha podido revisar las memorias que se escribieron mucho tiempo después, veinte o treinta años después de la toma. En este punto, Vuillard hizo un aparte para describir el papel de la mujer en semejante acontecimiento histórico. Nos contó que apenas encontró datos sobre mujeres participantes. De los novecientos cincuenta nombres que se recogen en los archivos solo se nombran a dos mujeres. Por otra parte, también figuran algunas mujeres en las actas levantadas por los comisarios pero muy pocas. Y ninguna de ellas escribió su testimonio. 'Todo esto está vinculado con la desigualdad de hombres y mujeres de la época', un asunto que con la Revolución francesa cambiaría porque en el mismo ejército francés se producían reivindicaciones feministas. 'Hemos encontrado huellas de mujeres que no solamente se dedicaban a alimentar a los soldados o a ejercer labores sanitarias; algunas incluso se vestían de hombres para pasar por soldados'.
Con respecto a lo que le empuja a escribir señaló que 'lo que me interesa es el movimiento de la historia literaria en el tiempo'. Como comentó con anterioridad, la Revolución francesa cambiará el estatus del escritor pues dejará de escribir para un pequeño grupo de aristócratas y lo hará en su lugar para todo el público. 'Siempre me ha interesado contar la historia real porque la imaginación es una forma que hemos encontrado de descalificar la realidad' y aclaró que, en Estados Unidos, existen dos grandes categorías literarias: la ficción y la no ficción. 'Es una forma de decir que la ficción es fabulosa pero no tiene mucha importancia porque todo es inventado. Y la no ficción es seria pero hay que controlarla' para no caer en la difamación y proteger la vida privada. Y a este respecto sobre realidad y ficción, contó algo que a mí me pareció sumamente interesante. Cuando Flaubert publicó Madame Bovary fue juzgado y 'no se le acusó de haber contado cualquier cosa sobre la burguesía normanda. No se le dice que ha difamado a las mujeres porque engañan a sus maridos. Lo acusaron por ser demasiado fiel a la realidad'. Mencionó también el caso de Juan Goytisolo, cuyas obras Vuillard ha leído. De él dijo que sus libros se prohibieron no porque se alejaran del reflejo de la situación española sino precisamente porque ese reflejo que se veía en sus libros era demasiado real.
Como última pregunta, quise saber qué otros hechos históricos le resultan interesante narrar bajo un ángulo distinto al que nos ofrecen los libros de historia. Nos contó que no sabría responder de manera concreta. 'La elección se impone y yo no decido de antemano. De todos modos, a veces lo que me interesa no son siempre hechos históricos, puede ser un personaje cualquiera, un región,...' Con respecto a la novela con la ganó el Premio Goncourt, El orden del día, lo que le interesaba era el periodo previo a la guerra y después analizar cómo ciertas situaciones que comienzan a derrapar pueden llegar a convertirse en conflictos bélicos tan terribles. 'La idea de escribir sobre ese periodo me llegó a partir de unos textos que me habían parecido muy potentes y que cambiaron mi idea de compromiso'.
Con respecto a 14 de julio, no es una fecha que representa únicamente una fiesta nacional sino que es una fecha de carácter universal.'Era algo que tenía delante de mí y no era capaz de verlo. Me apetecía hablar esa revuelta, que nos enseña algo, hablar de ese hecho de una forma serena porque es un fenómeno que termina por afectarnos a todos'.
Y así culminó este encuentro con los medios. A mí me resulta original y novedoso el enfoque que Éric Vuillard adopta para hablar de la toma de la Bastilla. De hecho, después de haber citado todas las fuentes a las que ha acudido y habernos confesado que no hay ni un solo nombre ficticio, ha aumentado mis ganas de acercarme a este novela, cosa que espero hacer muy pronto.
Editorial: Tusquest Editores.
Encuadernación: Rústica con solapas.
Nº Páginas: 192
Publicación: Enero, 2019
Precio: 17,90€
ISBN: 978-84-9066-642-5
Disponible en e-Book
Puedes empezar a leer aquí.
Ficha completa aquí.
Como última pregunta, quise saber qué otros hechos históricos le resultan interesante narrar bajo un ángulo distinto al que nos ofrecen los libros de historia. Nos contó que no sabría responder de manera concreta. 'La elección se impone y yo no decido de antemano. De todos modos, a veces lo que me interesa no son siempre hechos históricos, puede ser un personaje cualquiera, un región,...' Con respecto a la novela con la ganó el Premio Goncourt, El orden del día, lo que le interesaba era el periodo previo a la guerra y después analizar cómo ciertas situaciones que comienzan a derrapar pueden llegar a convertirse en conflictos bélicos tan terribles. 'La idea de escribir sobre ese periodo me llegó a partir de unos textos que me habían parecido muy potentes y que cambiaron mi idea de compromiso'.
Con respecto a 14 de julio, no es una fecha que representa únicamente una fiesta nacional sino que es una fecha de carácter universal.'Era algo que tenía delante de mí y no era capaz de verlo. Me apetecía hablar esa revuelta, que nos enseña algo, hablar de ese hecho de una forma serena porque es un fenómeno que termina por afectarnos a todos'.
Y así culminó este encuentro con los medios. A mí me resulta original y novedoso el enfoque que Éric Vuillard adopta para hablar de la toma de la Bastilla. De hecho, después de haber citado todas las fuentes a las que ha acudido y habernos confesado que no hay ni un solo nombre ficticio, ha aumentado mis ganas de acercarme a este novela, cosa que espero hacer muy pronto.
Ficha novela
Editorial: Tusquest Editores.
Encuadernación: Rústica con solapas.
Nº Páginas: 192
Publicación: Enero, 2019
Precio: 17,90€
ISBN: 978-84-9066-642-5
Disponible en e-Book
Puedes empezar a leer aquí.
Ficha completa aquí.