Editorial: Anagrama.
Fecha publicación: junio, 2017.
Precio: 14,90 €
Género: Narrativa breve.
Nº Páginas: 120
Encuadernación: Tapa blanda con solapa.
ISBN: 9788433979865
[Disponible en eBook;
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Autora
Amélie Nothomb nació en Kobe (Japón) en 1967. Proviene de una antigua familia de Bruselas, aunque pasó su infancia y adolescencia en Extremo Oriente, principalmente en China y Japón, donde su padre fue embajador; en la actualidad reside en París. Desde su primera novela, Higiene del asesino, se convirtió en una de las autoras en lengua francesa más populares y con mayor proyección internacional. Anagrama ha publicado El sabotaje amoroso (premios de la Vocation, Alan-Fournier y Chardonne), Estupor y temblores (Gran Premio de la Academia Francesa y Premio Internet), Metafísica de los tubos (Premio Arcebispo Juan de San Clemente), Cosmética del enemigo, Diccionario de nombres propios, Antichrista, Biografía del hambre, Ácido sulfúrico, Diario de una Golondrina, Ni de Eva ni de Adán (Premio de Flore), Ordeno y mando, Viaje de invierno, Una forma de vida, Matar al padre, Barba Azul, La nostalgia feliz y Pétronille, hitos de "una frenética trayectoria prolífera de historias marcadas por la excentricidad, los sagaces y brillantes diálogos de guionista del Hollywood de los cuarenta y cincuenta, y un exquisito combinado de misterio, fantasía y absurdo siempre con una guinda de talento en su interior" (Javier Aparicio Maydeu, El País). En 2006 se le otorgó el Premio Cultural Leteo en León por el conjunto de su obra, y en 2008 el Grand Prix Jean Giono, asimismo por el conjunto de su obra.
Sinopsis
El conde Neville acude a la casa de una vidente para recoger a su hija menor. La vidente se la encontró la noche anterior en pleno bosque, en posición fetal y tiritando de frío. Al parecer la adolescente, que responde al singular nombre de Sérieuse, se había fugado del castillo familiar. Pero, antes de llevar al aristocrático progenitor ante su hija, la vidente le toma la mano y le anuncia: "Pronto dará usted una gran fiesta en su casa. Durante esa recepción, usted matará a un invitado".
En efecto, los Neville, excéntrica familia de alcurnia, van a celebrar en breve su fastuosa fiesta anual, a la que invitan a lo más selecto de la sociedad. Esa garden party es una tradición irrenunciable, pese a que los Neville pasan por serios apuros económicos y el conde incluso ha tenido que plantearse vender el castillo y el bosque que lo rodea. Con toda probabilidad ésta será la última gran fiesta que organicen allí. ¿Acabará, tal como anuncia la predicción de la vidente, con un asesinato?
Amélie Nothomb, en plena forma, ironiza sobre ese mundo anacrónico de la nobleza belga que conoce de primera mano. Y lo hace homenajeando y guiñándole el ojo al Oscar Wilde de El crimen de Lord Arthur Savile. El resultado es una deliciosa, juguetona y perversa fábula moderna con tintes tragicómicos, en la que bajo una capa de chispeante levedad asoma una sugestiva indagación literaria sobre el mundo de las apariencias, las relaciones familiares, los secretos del pasado, el dolor de la infancia, las incertidumbres de la adolescencia y el destino, que puede acabar dando sinuosos y sorprendentes giros...
[Información tomada directamente del ejemplar]
Entre tantas recomendaciones como nos hacemos a diario es normal que muchos libros despierten nuestro interés, así que vamos anotando título tras título, con la esperanza de poder leer algún día todo aquello por lo que sentimos curiosidad. A veces suena la flauta. Puede ocurrir que, alguna de esas novelas que tenemos apuntadas resurja del olvido bien en forma de regalo, bien en forma de préstamo o simplemente porque un buen día se nos pasa por la cabeza acudir a una librería (solo a mirar, ¿eh?) y ves de casualidad el título que un día apuntaste en esa lista. Es entonces cuando te entra una inquietud tremenda. Te empiezas a cuestionar qué hacer, si desoír las voces de esas otras muchas novelas que tienes en casa esperando ser leídas, sopesas los pros y los contras (estos últimos son demasiados) y al final, haces lo que te da la gana. ¡Te lo compras! Así ha sucedido con El crimen del conde Neville de Amélie Nothomb, un título que vi por primera vez en el blog de Norah Bennet, En el rincón de una cantina.
Nada más adquirir el volumen, y de nuevo sorteando las protestas del resto de novelas, me dispuse a leerlo. Como es tan breve, apenas algo más de cien páginas, y tiene un argumento divertido aunque con trasfondo, la lectura me duró una tarde pero fue un final de jornada de lo más agradable. Os cuento mis impresiones.
La sinopsis que aporta Anagrama es bastante completa. Un padre (el conde Neville) acude a la consulta de una vidente (Madame Portenduére) para recoger a su hija menor (Sérieuse). Al parecer la mujer se encontró a la joven la noche antes en el bosque, sola y tiritando de frío. Se la lleva a casa y al día siguiente llama al padre con quien tiene unas palabras. A la vidente le parece extraño que la joven se haya fugado de casa. Cree que existe un problema de base, algún tipo de desatención o falta de cariño, que la joven se siente abandonada y por eso decide marcharse del seno familiar. Madame Portenduére sermonea al conde y al despedirse de él le da la mano. ¡Zas! (chispazo). La vidente ha tenido una visión. ¿De qué se trata? ¿Qué es eso que cambiará totalmente la vida de este ejemplo de la aristocracia belga? Pues ni más ni menos que un crimen. La vidente predice que el conde Neville matará a uno de los invitados en la próxima fiesta que organice en su castillo, un acto que tendrá lugar en un mes aproximadamente. Sin embargo, lo dice de una forma totalmente despreocupada, quitándole importancia al asunto lo que desconcierta aún más al conde, un hombre que no cree en este tipo de premoniciones, o pensaba que no creía en ellas porque, lo cierto es que desde que la vidente pronuncia estas palabras ya no dejará de pensar en ello.
El argumento de El crimen del conde Neville juega a dos bandas. Desde primer momento percibimos un lado cómico que como bien dice la sinopsis recuerda mucho a las comedias de Oscar Wilde. El personaje principal está en un verdadero aprieto y no sabe cómo salir del entuerto de la forma más airosa posible. El conde elucubrará sobre las diversas hipótesis que tiene por delante y sus planteamientos no dejarán de provocar una sonrisa en el lector. No obstante, bajo la comicidad que se respira en estas páginas subyace algunos temas más peliagudos. Buena parte de ese aire más dramático saldrá a la luz a través de su hija Sérieuse, una joven que ha sufrido una transformación de la que el lector no será testigo. Tras dejar atrás la niñez y adentrarse en la adolescencia, la joven ha perdido todo su esplendor y brillo. Si a los doce años era una muchacha alegre y risueña, ahora, cumplidos ya los dieciséis se ha tornado en una adolescente taciturna, introspectiva y silenciosa, asunto que preocupa mucho a sus padres. La joven parece no encontrar su sitio en el mundo, un entorno y una vida que ha dejado de interesarle, pues no le produce ni la más mínima sensación, ni dolor ni bienestar, ni frío ni calor. Todo ha dejado de importarle y por eso lleva a cabo experimentos como pasar una noche sola en pleno bosque. Sérieuse será un verdadero dolor de cabeza para su padre, pero su actitud, sus reacciones y sus argumentos portarán también un hálito de humor que enriquece mucho el argumento. La autora abordará a través de este personaje toda la incertidumbre que acecha a los jóvenes cuando pasan de una etapa a otra, algo que siempre se ha tratado con mucha ligereza pero que puede producir pavor.
Pero el drama también viene de la mano de Louise, la hermana del conde Neville, una historia que pesa enormemente sobre los hombros del personaje. Esta parte lleva aparejada otro mordisco más, una crítica ácida con respecto al estilo de vida de la aristocracia, el afán por seguir unos patrones que conducen al hombre a guardar las apariencias con las consecuencias que eso conlleva. No pasa nada si nos morimos de hambre porque vivimos en un castillo, un lugar que el conde Neville llama 'amor mío', que se cae a pedazos y que debido a su honestidad - otro toque de atención de la autora - no pueden mantener y tendrán que deshacerse de él. Y es que la nobleza es pura hipocresía, un individuo con doble cara que muestra una u otra según convenga, más preocupada por el qué dirán que por el sentido de la justicia.
Los personajes están perfectamente definidos, tanto física como psicológicamente. El conde Neville es un hombre sencillo y extremadamente honesto, algo muy perjudicial si uno quiere prosperar en la vida. Considerado el perfecto anfitrión, se desvive por organizar una fiesta impoluta en la que todo esté perfectamente trazado. ¿Cómo se va a producir un asesinato en una fiesta organizada por él? Por su parte, los hijos también están dibujados con maestría. Oreste es un joven atlético y apuesto que despierta el deseo de las jovencitas. Es lo que se llama un buen partido y podría forjar un buen matrimonio. Por su parte Électre, es una joven hermosa, encantadora y toda virtud. Ninguno de los dos parece darse cuenta de la admiración que despiertan. Asisten a los actos sociales pero se aíslan, mientras que todos los demás quisieran ser ellos o casarse con ellos, hasta la propia Sérieuse, la única más sociable hasta el momento de su transformación.
Pero los hijos tienen un protagonismo que les viene impuesto por sus propios nombres.Oreste y Electra fueron los hijos de Agamenón y Clitemnestra. También tuvieron otra hija más, Iphigénie y hubiera sido más lógico que el conde usara ese nombre en vez de Sérieuse para su tercera hija pero'sérieuse' es un vocablo francés que significa 'serio'. Todo está medido en esta novela, todo tiene que ver con la historia de Agamenón que le da cierto sentido al argumento.
Algo muy curioso es el contexto temporal. Al inicio del relato sabremos en qué época se desarrolla la acción. No hay ninguna referencia temporal explícita. Sin embargo, en todo momento he tenido la sensación de estar en la época victoriana. Nothomb nos presenta una familia aristocrática que bien podría vivir en el reinado de Victoria I pero lo más gracioso es que, a medida que vamos avanzando en la lectura, vamos a descubrir un hecho sorprendente. Toda la acción transcurre en 2014. Atónita me quedé. Así se especifica en algún momento y figuran un montón de datos que corroboran que la acción transcurre en un pasado reciente. Y sin embargo, no he podido desprenderme de mi sensación inicial en ningún momento.
Escrito en tercera persona, la novela es de muy corta extensión (algo más de cien páginas) y con un total de trece capítulos sin numerar que también son muy breves. En esta novela predomina el diálogo lleno de agudeza e ingenio, lo que combina perfectamente con la parte más reflexiva. La autora emplea la ironía y la mordacidad para despertar la sonrisa del lector, al que conduce hacia un desenlace que no podía ser más brillante. Es un cierre de oro para una novela que supone una delicia y una buena manera de adentrarte en la pluma de Nothomb si no lo has hecho hasta ahora. A mí sinceramente me ha encantado. Sé que es una autora peculiar, así me lo han confirmado otros lectores y el propio librero que me vendió este volumen, pero no quisiera quedarme aquí. Es posible que vuelva a reencontrarme con esta autora en breve. Mientras tanto, yo os animo a leer El crimen del conde Neville, una comedia, con tintes trágicos, que te transporta a una época pasada para homenajear a Oscar Wilde.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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