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QUIÉN MUEVE LOS HILOS de Lorena Franco

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Editorial: La esfera de los libros.
Fecha publicación: enero, 2019.
Precio: 21,90 €
Género: Thriller.
Nº Páginas: 471 
Encuadernación: Tapa blanda con solapa.
ISBN: 9788491644767
[Disponible en eBook;
puedes empezar a leer aquí]



Autora

En tan solo cuatro años Lorena Franco (Barcelona, 1983), ha conseguido seducir a más de 150.000 lectores con sus novelas publicadas en Amazon. Su serie La trilogía del tiempo, que dio comienzo con La viajera del tiempo, ha enganchado a lectores de todo el mundo y ha sido número uno en España, México y Estados Unidos.

Con Quién mueve los hilos, su segundo thriller tras el éxito en varios países de Ella lo sabe, la autora regresa a todas las librerías y nos sorprende con esta historia enrevesada, retorcida, amoral, que ahonda en la parte oscura del ser humano. Una novela que combina a la perfección lo elegante con lo perverso, el sexo con la ingenuidad, y en la que el más inocente puede ser el culpable.

Sinopsis

Cuando buscas la verdad
corres el riesgo de encontrarla.

Una mujer rica y de éxito muere en el mismo momento en el que el hombre al que amaba aparece en la lista de pasajeros del fatídico vuelo de Germanwings estrellado en los Alpes franceses el 24 de marzo de 2015.

Sara Mendieta, propietaria del edificio de la zona alta de Barcelona donde se halla el cadáver, será el objetivo de la investigación y la obsesión de los policías Joel Sanz e Isabel Morgado.

Sexo, violencia, riqueza, asesinatos, en definitiva lo más oscuro del alma humana. Todo ello orquestado por dos mujeres, frágiles y letales a la vez, que descubrirán quién mueve los hilos.

[Información tomada directamente del ejemplar]


Me gustó mucho Ella lo sabe. Fue con aquella novela, publicada en 2017, como conocí a Lorena Franco, actriz y además escritora, con una amplia trayectoria en Amazon. Con aquella novela me adentré en un domestic noir, con personajes femeninos muy potentes, donde el observador también era observado. Era una novela coral con un componente metaliterario muy atractivo, en la que ningún personaje se podía fiar de otro. La verdad es que disfruté mucho con aquella lectura, por eso le seguí la pista a Lorena Franco y por eso ahora he leído Quién mueve los hilos, su última publicación, que guarda alguna semejanza con la anterior, por ejemplo, en cuanto al protagonismo que da a los papeles femeninos.

Quién mueve los hilos se inicia con un capítulo introductorio enclavado en la noche de San Juan del año 2015. Una mujer desconocida medita y dialoga consigo misma. Sabemos dónde está y qué hace en ese lugar pero poco más. Este será un breve avance de la escena que más adelante dará pie al inicio del desenlace de la novela, un capítulo inicial del que te vas a olvidar una vez que te sumerjas en la trama, lo que me parece estupendo. Porque, en realidad, la historia comienza varios meses antes, en el mes de marzo. Justo en este mes, arranca el argumento de Quién mueve los hilos con dos personajes principales. Por un lado Sara Mendieta, una mujer rica que ha enviudado recientemente. Sara reside en un impresionante edificio de su propiedad, en la zona alta de Barcelona. Su marido Marco, un empresario dueño de un grupo inmobiliario y treinta años mayor que ella, ha fallecido hace poco en un accidente de coche. Por raro que parezca, su muerte es una liberación para Sara, pues su vida junto a Marco, a pesar de que se casó muy enamorada de él, ha sido un calvario.  

Por otra parte, Isabel será la otra gran protagonista. Policía de profesión, vive sumida en una profunda depresión por lo que ha sido retirada del Cuerpo temporalmente. Hace unos meses, Leo, compañero y pareja sentimental de Isabel, ha muerto en acto de servicio. Ella se siente culpable pues lo incitó a saltarse el protocolo cuando investigaban una red de narcotráfico. Por si fuera poco, no han podido apresar al asesino de Leo y eso le produce más dolor aún. Isabel es una mujer frágil en estos momentos pero la aparición de un cadáver en cuya investigación está involucrado su compañero y amigo Joel, la sacará de su letargo. Aunque inicialmente ella muestre cierta desgana y reticencia, enseguida se sentirá atraída por el caso pues, lo que aparentemente parece un suicidio, no lo es tanto. 

Y ese cadáver será descubierto precisamente en el edificio Mendieta. Sara tiene alquilado dos viviendas más en el inmueble. Una la ocupa Elisa, una mujer con la que Sara tuvo una vinculación en el pasado, a la que perdió la pista y ahora regresa a su vida no con muy buenas intenciones. Elisa está casada con Santiago López, un joven apuesto, dulce y encantador. En la otra vivienda reside Gustavo, un excéntrico escritor de novela negra cuyas obras lo han encumbrado a la fama. Prepotente y provocador, se le pondrán las cosas muy cuesta arriba. 

El argumento de Quién mueve los hilos debe responder a diversas preguntas: ¿Suicidio o asesinato? ¿Quién es el causante de la muerte de Leo? ¿Quién está detrás de todo lo que le sucede a estos personajes? Son preguntas que el lector se irá formulando a lo largo de la lectura, dudas que nos irán surgiendo desde las primeras páginas y que nos mantendrán en vilo a lo largo de toda la historia hasta llegar a un desenlace que, lo mire por donde lo mire, no vi venir. Justo cuando estaba llegando al final, cuando se desvela un detalle que puede ayudar al lector a resolver el enigma, me frené en seco y repasé todo lo leído y todo lo que sabía de los personajes. Ni por asomo descubrí la identidad de la persona que mueve los hilos en esta novela. Es más, una vez que supe su nombre, volví a pararme con la intención de verificar si realmente podía ser así, si a Lorena no se le había escapado ningún detalle que pudiera delatarla. No lo encontré. Era perfectamente factible. En ese aspecto, la novela tiene un cierre más que satisfactorio. Por si fuera poco, el desenlace tiene un segundo impass, bastante angustioso también y que te hace pensar en las afiladas garras del poder y del dinero.

Pero el presente de todos estos personajes se irá alternando con su pasado. Resulta fundamental para la trama que sepamos qué tipo de vida han llevado pues cada uno de ellos ha sufrido vivencias que marcarán su personalidad y forjarán su presente. En lo que respecta a Sara, la parte que más me ha gustado por la dureza de la temática que se aborda, conoceremos el tipo de familia a la que pertenecía, qué relación mantenía con sus padres o su hermano Rodrigo. Sabremos que el ambiente en el que fue educada le dejó profundas secuelas por lo que ella intenta alejarse de todo el mal que se le infringe. Buscará trabajo y lo encontrará, sin saber que precisamente ese será una continuación de una vida llena de sinsabores. Todo su pasado nos llegará a través de sus reflexiones, de su monólogo interior, de sus recuerdos. Lo mismo ocurrirá con Isabel, personaje que procede de una familia más estable que la de Sara pero que tampoco ha tenido una vida fácil. De pequeña el destino le dio un buen zarpazo que ha intentado asimilar como buenamente ha podido. Solo con Leo parece que había encontrado la felicidad anhelada pero la vida no quiere ponérselo fácil y Leo, como he comentado antes, muere en acto de servicio. Desde entonces no hace más que dar tumbos sin levantar cabeza. 

Pero Franco profundizará también en otros personajes, como en la propia Elisa porque ella, al igual que Santi, Gustavo o Fermín (el conserje del edificio Mendieta) son personajes que, sin alcanzar la cota de máximos protagonistas, ayudan a sostener la trama. Unos y otros, principales o no, me parecen personajes sólidos. La autora procura vestirlos con todo tipo de matices y es muy fácil hacerse una composición de todos, imaginarse a una Isabel en horas bajas pero que mantiene su sagacidad y perspicacia, a una Sara que ha sufrido lo indecible y ahora ha resurgido de sus cenizas, a un Gustavo que se cree invencible pero que temblará de miedo, o a un Santi, derrotado por la crueldad de Elisa. Todos guardan secretos. Todos tienen un lado oscuro. Todos son interesantes. 

Y precisamente sobre los personajes quisiera puntualizar algo. En algún momento, la reacción de Sara no me ha parecido creíble. El ser humano es curioso por naturaleza y ella es una gran observadora que tiene importantes medios a su alcance para cotillear en la vida de los demás. Sin embargo, justo en un momento en el que todo humano sentiría la necesidad de mirar, no lo hace. No sé, creo que ahí el personaje no actuó de forma verosímil. Por otra parte, el asesino comete un error tremendo que él mismo reconoce. Entiendo que puede tener un despiste pero no sé, me parece que ese detalle era algo forzado. Y por último, al principio no entendía las motivaciones de Isabel. Ella es policía de profesión y aunque esté de baja, lleva el protocolo interiorizado por eso no comprendí que reaccionara como lo hace en determinados momentos. Me desconcertó mucho su actitud y me hizo pensar que el argumento flaqueaba en algún capítulo pero, por suerte, la actitud de Isabel queda debidamente explicada hacia el final. Aunque nos parezca absurdo cómo reacciona, resulta necesario para que la historia se desvíe en la dirección que el argumento exige.

Dicho lo cual, con esos detalles y sintiendo que no terminaba de entrar en la historia porque el inicio me parecía poco consistente, considero que Quién mueve los hilos es una novela que va ganando con el avance de la lectura, de esas novelas de las que solemos decir que va de menos a más, que termina por engancharnos y convencernos. Celebré enormemente los giros y vericuetos por los que, poco a poco, nos van conduciendo los sucesos.El lector se va a llevar algún sobresalto, los mismos que se llevarán los personajes cuando, como caídas del cielo y sin que sepamos quién las envía, reciban notas escritas, mensajes en el móvil u observen atónitos como una mano misteriosa manipula sus ordenadores. En resumen, que sucederán diversas cosas inconcebibles que indudablemente generarán mucha intriga y suspense en el lector. 

En cuanto a la cronología, ya he comentado que el pasado y el presente se entremezclan, así que encontraremos muchos saltos en el tiempo pero las oportunas coordenadas cronológicas y referencias temporales ayudan a no perderse en ningún momento. Ambos hilos temporales, el que corresponde al pasado más reciente y al presente de los personajes, se irán acercando cada vez más de tal modo que la horquilla temporal se va a ir estrechando, hasta el punto en el que ambas líneas confluyan en un punto concreto.

Estructurada en cinco grandes bloquescorrespondientes a los meses de marzo a julio, dentro de los cuales se va a desarrollar el presente de la novela, los capítulos de corta extensión, siendo los últimos muy intensos, van a estar narrados siempre en primera persona, ya sea a través de la voz de Isabel o la de Sara, alternativamente. Serán pocas las ocasiones en las que las dos voces coincidan en el mismo capítulo, lo que nos permite observar la misma secuencia desde un punto de vista y otro. Como digo, ellas serán las narradoras principales si bien es cierto que, un par de capítulos serán narrados por otras voces. Imaginaos cuál será una de ellas.

En definitiva, Quién mueve los hilos es una novela con buenos personajes, oscuros, con aristas, que parecen una cosa y son otra, sumidos en una trama llena de negocios sucios, amenazas, malos tratos, violencia, sexo y venganzas, cuyo desenlace es totalmente imprevisible. Salvo algún pequeñísimo detalle, tengo que reconocer que el planteamiento y la resolución me han convencido y por tanto, solo me queda recomendaros esta lectura.

Os dejo por aquí el booktrailer:










 

[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]


Puedes adquirirlo aquí:




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