Nacionalidad: EE.UU.
Director: Don Siegel.
Reparto: Kevin McCarthy, Dana Wynter, Larry Gates, Carolyn Jones, King Donovan, Virginia Christine, Tom Fadden, Guy Way, Sam Peckinpah.
Género: Terror
Sinopsis: En una pequeña ciudad de California empiezan a suceder cosas muy extrañas: el comportamiento de algunas personas cambia de tal manera que causa estupor e incluso miedo entre sus parientes y amigos.
[Fuente: Filmaffinity]
Ya sabéis que en este espacio uno puede encontrar de todo, especialmente si hablamos de cine. Películas de ayer y hoy asoman a este rincón con la intención de comentar las que están de actualidad pero también de rescatar todas esas que, de mejor o peor calidad, algún día tuvieron su sitio en el mundo del celuloide. Y no sé muy bien qué me ha llevado a visionar nuevamente la película de la que quiero hablaros hoy pero lo que sí tengo claro es que me encanta dejarme llevar por las miles de cosas que surgen en mi camino y en mi mente a diario, así que hoy vengo a hablaros de La invasión de los ladrones de cuerpos.
Tengo un grato recuerdo de esta película, de haberla visto en familia siendo muy pequeña y quedarme con la boca abierta pensando que, algún día, podría encontrarme con otro 'yo' por el pasillo de mi casa porque de esto trata este largometraje, de cuerpos duplicados supuestamente por una invasión extraterrestre, aunque en ningún momento veremos criaturas verdes con antenas venidas de otras galaxias. En esta película, ese hipotético terror procede de lo no mostrado, de lo imaginado por el espectador, aunque tendréis que entender que, siendo un filme del año 56, con unos recursos técnicos muy limitados, todo es muy naïve.
La invasión de los ladrones de cuerpo arranca con una banda sonora muy efectista en los créditos, que imprime mucho dramatismo para dar paso al protagonista principal, el doctor Miles Bennell (Kevin McCarthy), retenido en un hospital debido a su estado de nerviosismo y alteración. Con los ojos desorbitados y empapado en sudor, hablará de sucesos extraños ocurridos en la localidad de Santa Mira. Por supuesto nadie le cree y, temiendo que se haya vuelto loco, llaman a un psiquiatra. Sin embargo, Miles consigue convencer a los médicos para que escuchen su historia completa. Retrocederemos así en el tiempo y pasearemos por la pequeña localidad californiana donde todo comienza. Santa Mira es un pequeño pueblo en el que la vida transcurre de manera apacible y sin ningún sobresalto. Tiendas, granjas, colegios, afables vecinos y por supuesto la consulta del médico. El doctor Bennell acaba de regresar de un congreso. En su ausencia, parece que ha comenzado a ocurrir cosas raras en la localidad. Una inusual y excesiva afluencia de pacientes a su consulta sin que sepan decir qué les ocurre, niños asustados que huyen de sus madres y no quieren acudir al colegio, vecinos que piensan que sus familiares no son quienes deberían ser,... En definitiva, la gente parece haber cambiado, sin que haya mutado su aspecto físico ni tampoco su personalidad. Algo extraño se ha apoderado del pueblo, una extraña psicosis, una neurosis colectiva pero ¿por qué? En cuanto el doctor Bennell empieza a indagar, se produce otro giro. Las dudas sobre la identidad de algunos lugareños desaparecen y todo regresa a la normalidad pero para entonces Miles ya está sumido en la sospecha, un presentimiento que se materializa cuando en casa de un vecino aparece un cuerpo aparentemente sin vida. ¿Quién es esa persona? ¿De dónde procede? ¿Cómo ha llegado a esa casa? Todo esto quedará resuelto en los 80 minutos de metraje aunque su desenlace quedará un tanto suspendido en el aire pues, si bien seremos conocedores del problema, la película finalizará antes de que se nos cuenta cómo resuelven esta invasión.
Rodada en blanco y negro, aunque creo que hay una versión remasterizada en color, esta película es la adaptación de una novela por entregas de Jack Finney y publicada en la revista americana Collier, una historia de la que se han hecho varios remakes. En 1978 se rodó La invasión de los ultracuerpos dirigida por Philip Kaufmann y protagonizada por Donald Sutherland. El argumento de esta versión varía ligeramente de la fuente original pero aborda la misma temática, la suplantación de seres humanos. Posteriormente, y en la misma línea, Abel Ferrara dirige en 1993 la película Secuestradores de cuerpos, algo menos interesante que el primer remake y por supuesto más mediocre que la película original. Pero no fue hasta 2007 cuando veremos un largometraje que parte de la misma premisa pero que introduce elementos más acordes con el año de rodaje. Hablo de Invasión, dirigida por Oliver Hirschbiegel y protagoniza por Nicole Kidman y Daniel Craig, quienes se tendrán que enfrentar a una epidemia procedente del espacio tras el impacto de un transbordador espacial contra la tierra. Obviamente, esta cinta cuenta con una factura técnica que ni por asomo tiene la película original, en la que se recurre al caucho y a la espuma jabonosa para darle cierto realismo a la aparición de esos suplantadores de cuerpos, que nacen como de unas vainas gigantes de guisantes.
En cualquier caso, y aunque está catalogada como una película de terror, ya os he comentado que todo es muy sutil. La ciencia-ficción, etiqueta que también se le ha colocado a este largometraje, dista mucho de lo que hoy consideramos como tal pero este tipo de películas, y esto es algo que ya he mencionado otras veces, hay que verlas con los ojos del pasado para no quedar excesivamente defraudados. Lo que no puede faltar es el toque de romanticismo que coloca al protagonista en el papel de héroe empeñado en correr todo tipo de riesgos con tal de salvar a la dama en apuros, a la pequeña Becky, una hermosa mujer de la que Miles siempre ha estado enamorado y que ahora, tras un periodo de ausencia, vuelven a reencontrarse. El papel de Becky está protagonizado por la bella Dana Wynter, encorsetada en vestidos que realzan su busto y reducen su cintura a la mínima expresión. Siempre me maravillo del canon de belleza de la época. La interpretación de la actriz es correcta aunque tener que correr con tacones tiene su mérito. En cuanto a Kevin McCarthy, actor con una larguísima trayectoria posterior, me parece que está estupendo interpretando a ese médico de pueblo, agradable y siempre dispuesto a atender a sus pacientes que pasa a una desesperación indescriptible. Estupenda la escena en la que pide ayuda en un autopista llena de vehículos, sin que nadie lo socorra, tomándolo todo el mundo por loco, y cuando se asoma a la carga de un camión, ¡zas! ¡El horror!
Debo reconocer que La invasión de los ladrones de cuerpos es una película que me ha gustado bastante, que me sigue gustando, vaya aunque, considerada un clásico imprescindible y la mejor obra de Don Siegel (Harry, el sucio - 1971), le encuentro algunos puntos flacos en el guion, algunas reacciones de los protagonistas algo precipitadas, algún altibajo en el ritmo narrativo y por supuesto, como dije antes, un cierre algo incompleto. En cualquier caso, y como curiosidad, siempre recomiendo verla pero si la vas a ver por primera vez, tienes que saber a qué te vas a enfrentar. A mí me parece que parte de una idea original, no ya por abordar la temática de una invasión alienígena, algo que ya se había hecho antes y por supuesto, después, sino por el modus operandi de esos extraterrestres que querían dominar nuestro mundo y eliminar a la raza humana. Ojo que, según dicen, el argumento de la película tiene otra lectura, una relacionada con el contexto político de la época, que nos habla de una crítica contra McCarthy (el presidente por entonces, no el actor) y una visión anticomunista. A mí esta hipótesis me sobra por completo. Creo que es una película hecha para el entretenimiento, sin más aspiración 'conspiranoide', y como tal, como curiosidad, así os la recomiendo.
Tráiler [en inglés]: