Editorial: Grijalbo.
Fecha publicación: noviembre, 2018.
Precio: 15,90 €
Género: Humor ilustrado.
Nº Páginas: 112
Encuadernación: Tapa blanda con solapa.
ISBN: 9788425356827
[Disponible en eBook;
puedes empezar a leer aquí]
Fecha publicación: noviembre, 2018.
Precio: 15,90 €
Género: Humor ilustrado.
Nº Páginas: 112
Encuadernación: Tapa blanda con solapa.
ISBN: 9788425356827
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Autora
Maestra de pueblo se ha convertido en un fenómeno para el mundo docente. Su desternillante perfil en las redes sociales cuenta con cientos de miles de seguidores que disfrutan con su ingenio a la hora de plasmar la realidad en las aulas. Su primera novela gráfica Maestra de Pueblo con L de novata tuvo una exitosa acogida en los claustros de profesores de todo el país.
Cristina Picazo nació en Barcelona con un lápiz en la mano. Después de estudiar Bellas Artes, dio clases de grabado, pintura y plástica a niños y adultos durante muchos años. Desde 1999 se dedica exclusivamente a la ilustración y a crear libros de manualidades para todas las edades. Ha publicado e ilustrado más de una cincuentena de obras, además de colaborar en diferentes publicaciones. Con esta nueva novela gráfica vuelve a acompañar a maestra de pueblo en sus aventuras.
Sinopsis
María ya no es una maestra novata, pero continúa de sustitución en sustitución: quince días aquí, tres allá, veinte un poco más para acá. Pese a que lleva más kilómetros a las espaldas que Forrest Gump y a que ya se conoce los colegios de media provincia, esta joven no pierde la esperanza de obtener su propia plaza algún día. Además, este año le toca presentarse a las oposiciones, así que no le queda otra que liarse la manta a la cabeza.
Entre las noches en vela por el estudio y las mañanas dando clases en pueblos remotos, no podrá disimular las ojeras de oso panda ni con un brocha. Aun así, María tendrá que enfrentarse a las vaciladas de los de sexto, a la primitiva tecnología de las aulas de informática, a las puñaladas traperas del claustro y, por si fuera poco, este curso, además, también aprenderá quién lleva realmente la batuta en las escuelas (¡incluso más que inspección!).
[Información tomada directamente del ejemplar]
Vuelve a asomar por aquí una novela gráfica, un género con el que tan bien me lo paso, un aliado perfecto para combinar con las novelas habituales, y por eso me gusta ir descubriendo autores en este género tan visual. Conocí a Maestra de Pueblo cuando sacó su primer volumen, Maestra de Pueblo con L de novata. El hecho de que retratara el mundo de los maestros, algo tan concreto y específico, no supuso suficiente tentación como para animarme a la lectura, sin embargo, ahora que ha sacado un segundo volumen centrado en el mundo de las oposiciones, -aquí sí tengo amplia experiencia-, he visto la ocasión perfecta para acercarme a esta mujer que intenta encontrar su hueco en el sector de la enseñanza.
Preparar oposiciones es una pesadilla terrible y a pesar de ello, no dejo de recomendarlo a todo el mundo. Todos los que hemos pasado por ahí, sabemos lo que significa. Muchas horas amarrada a una silla, rodeada de miles de post-it de colores, marcadores fluorescentes, lápices y bolígrafos. El mundo más allá de las cuatro paredes en las que estás encerrada se desdibuja por completo. No existen las Navidades, ni la Semana Santa, ni la Feria, ni el verano. Recuerdo que la primera vez que me preparé oposiciones, me marché cuatro días a la playa y mi temario se vino conmigo. Fue muy interesante hacer test y simulacros de examen tumbada en la toalla entre baño y baño pero es que no hay otro remedio. Las oposiciones son una carrera de fondo en la que solo vencen los perseverantes, los que tienen una voluntad férrea y los que no se desaniman jamás. Podrás intentarlo repetidas veces sin éxito alguno pero solo tienes que pensar que un día conseguirás tu plaza y entonces todo tu esfuerzo habrá valido la pena.
En esta novela gráfica, María vuelve a ser la protagonista. Actualmente comparte piso con Laura y se pasa las horas entre los libros a la espera de que la llamen para hacer una suplencia. Está tan cansada que no es de extrañar que se quede dormida encima de la mesa, mientras tiene unas pesadillas espantosas en las que pierde el resuello intentando controlar a sus alumnos. Su vida actual es una gran burbuja gris. Tan solo quedan unos cuantos meses para el examen, así que todo nanosegundo importa y hay que aprovecharlo para estudiar. Un buen opositor no piensa nunca en comer, no tiene tiempo para ducharse, ni se le pasa por la cabeza salir a la calle ni a comprar el pan y por supuesto pierde a todas sus amistades por el camino. Desde que te levantas hasta que te acuestas, lo único en lo que piensas es en las oposiciones. Y así está María, a la espera de conseguir alguna vacante que reactive su economía, y acudiendo una vez por semana a las clases con el preparador donde se relaciona con el típico opositor que se cree que esto es un camino de rosas y con aquel otro cuyo pesimismo hunde a cualquiera.
Pero, como dije antes, quien la sigue la consigue y no hay que desesperarse nunca. Mientras ella sigue estudiando, volverán a llamarla para ocupar una vacante y nos pondrá al día de la fauna que uno puede encontrar en un centro educativo. Esta parte es tremendamente divertida porque, si bien es cierto que los profesores tienen que lidiar con sus alumnos, capítulo aparte merecerían los padres. Me han contado cada caso que daría perfectamente para una novela de terror. Por otra parte, también nos explicará cómo se desarrollan las oposiciones de educación, que a mí me parecen realmente duras pero, tratándose de una novela gráfica en la que impera el humor, se le quita mucho hierro al asunto. Pero bueno, no os cuento más sobre el argumento. Solo os diré que este volumen es ideal para aquellos profesores que quieran asomarse a su propio mundo desde una perspectiva cómica. Creo que les puede hacer pasar un buen rato. También es una buena lectura si estáis preparando oposiciones porque, si bien es cierto que cada una es diferente, hay muchas cuestiones que son comunes entre todos los opositores, todos tenemos una vida triste y gris hasta que conseguimos una plaza. Para mí ha sido divertido verme reflejada en María en relación a todo lo relativo con las oposiciones. De hecho, hasta me han entrado ganas de ponerme a estudiar de nuevo.
[Fuente: Megustaleer.com] |
Con respecto a las ilustraciones, os puedo decir que son muy coloridas y alegres. Me encanta por ejemplo la que figura en las gualdas que nos muestra una habitación cuyas paredes y ventanas están a rebosar de post-it y es que no hay mejor método para no olvidar algo que colocarlo delante de tus narices todo el tiempo. Cada viñeta está repleta de detalles en los que me ha gustado detenerme. Con estos dibujos en los que vemos a María echa un guiñapo o saltando de alegría cada vez que la vida le recompensa su esfuerzo, sentiremos un poco de ternura por ella y nos sacará más de una sonrisa.
Lo dicho, es una lectura muy simpática y entrañable con la que, según tu caso, te puedes sentir identificado. Me ha gustado acercarme al humor tan realista de Maestra de pueblo, así como a las ilustraciones de Cristina. Un rato entretenido de lectura bastante agradable.
Lo dicho, es una lectura muy simpática y entrañable con la que, según tu caso, te puedes sentir identificado. Me ha gustado acercarme al humor tan realista de Maestra de pueblo, así como a las ilustraciones de Cristina. Un rato entretenido de lectura bastante agradable.