¿Qué sería de nosotros sin el humor?¿Si no fuéramos capaces de ver aquello que más nos importa con un sesgo divertido y cómico? Para mí, el humor es fundamental. Valoro muchísimo a las personas por su sentido del humor, por su ingenio, por su picaresca -en el buen sentido, claro- y por sus ganas de reírse de todo, hasta de sí mismos. Pero ojo, siempre con muchísimo respeto porque una cosa no está reñida con la otra. Por eso me gusta leer libros como el que os traigo hoy, novelas que son capaces de acercarse a los más significativo de mi ciudad, la Semana Santa, a un mundo que es complejo, que guarda una íntima relación con la tradición, que está lleno de fe y devoción, con sus propias normas y su propia idiosincrasia. Hoy hablamos con Manuel Moreno Reina que acaba de publicar Operación Torrija: El robo de las siete coronas, una novela cofrade-policíaca, que tiene mucho que ver con nuestra Semana Mayor, cuya trama desarrolla el robo a siete hermandades de la ciudad, con mucho respecto pero también con mucho humor, porque a esta ciudad y a su gente, otra cosa no sé, pero humor no le falta.
Marisa G.- Manuel, lo primero que te tengo que preguntar es lo que se pregunta en estos casos, ¿por qué este libro?
Marisa G.- Manuel, lo primero que te tengo que preguntar es lo que se pregunta en estos casos, ¿por qué este libro?
Manuel M.- Soy un enamorado de la Semana Santa desde pequeño, gracias a que me lo inculcaron mis padres. Tenía claro que, como también me gustaba escribir, si daba el paso de escribir un libro tendría que estar relacionado con la Semana Santa. Incluso desde la editorial, me dijeron que era bueno iniciarse en un entorno muy local para conocer cómo se mueve este mundo. Así que el trasfondo lo tenía claro pero no el grueso de la historia. Eso llegó en verano, cuando tengo más tiempo libre y leo más. Se me ocurrió la historia y empecé a escribirlo en otoño, con una idea bastante cerrada. El libro lo compuse de atrás hacia delante porque tenía muy claro cuál debía ser el final. Pensé en algo que fuera llamativo desde el principio, como el robo de la corona de la Macarena, pero desde un punto de vista muy humorístico, aunque también con muchísimo respecto.
M.G.- Entonces, ¿esta es tu primera incursión en literatura? ¿No eres de esos autores que llevan escribiendo toda su vida y tienen buena parte de su producción en un cajón?
M.M.- No, no. Este es mi primer libro. No tengo escrito absolutamente nada. Como mucho tengo ideas esquematizadas. Es lo primero que hice antes de escribir la primera palabra de este libro, tener un esquema muy general de lo que quería contar. No sabía si el libro iba a tener siete capítulos o doce. Al final se compone de diez, cada uno de una extensión muy distinta. Los siete primeros sí son más parejos pero los tres últimos, donde se desengrana todo el misterio, son totalmente diferentes. Una vez que tenía el esquema hecho de lo que quería contar en cada capítulo y lo que quería sacar a debate, porque esa es otra de las bazas con las que cuenta la novela, que saca muchos temas a debate, entonces fue cuando empecé a escribir. Dicen que este sistema de escritura es de arquitecto y debe ser así porque soy arquitecto técnico. Así que, con el esquema hecho, poco a poco fui añadiendo ideas nuevas que no tenía contempladas, y deseché otras que tenía previstas.
M.G.- ¿Y tú cómo definirías la novela? Porque aquí hay humor, hay una investigación policial y está la idiosincrasia de Sevilla.
M.M.- Siempre digo que es una novela cofrade, policíaca y de humor. Esto no quiere decir que, al que no le guste la Semana Santa, no pueda disfrutarla. Habrá lectores que ni sepan ni les interese la Semana Santa pero se lo puedan pasar bien leyéndola porque también cuenta con una investigación policial. Además no está dirigida únicamente al' público sevillano sino a todo aquel extramuros que le guste una novela de aventuras, de misterio y con multitud de situaciones que hacen que la historia dé giros de 180º constantemente. Esto es algo que tenía muy presente, que las tramas se fueran encadenando antes de que se cerrasen para que el lector siempre se sintiera atrapado y siempre tuviera ganas de pasar la página. Como lector valoro que la trama enganche y eso es lo que he pretendido.
M.G.- Es verdad que es muy localista porque la historia transcurre en Sevilla. También hay alguna pincelada de Cádiz. Pero tú me ha dicho que han solicitado el libro a la editorial desde Ciudad Real.
M.M.- Sí, sí,... Es que habrá gente que se interese por el contenido cofrade de la novela y otros lectores se interesarán por la trama policial. Por cierto, que me gustaría aclarar que los hechos que se narran en la novela no transcurren durante la Semana Santa sino que todo sucede durante la Semana de Pasión, por eso no es una novela propiamente de Semana Santa. Cualquier persona la puede entender y la puede disfrutar.
M.G.- La puede leer alguien a quien no le guste la Semana Santa pero, para escribirla, tú tienes que tener un dominio de lo que aquí se vive, de la jerga cofrade, de los entresijos de nuestra 'fiesta'.
M.M.- Totalmente. Me he criado aquí y la he vivido desde siempre, así que conozco perfectamente cómo se respira, el respeto que hay que tenerle. Aunque he introducido el humor he procurado no traspasar la línea del respeto pero también pienso que el humor siempre hace falta porque, es algo que suma a la vida, máxime cuando tenemos tantísimos problemas siempre.
En el caso de la novela, creo que al final hay más humor del que pensaba inicialmente pero es que aquí somos muy dados al humor. En España, y especialmente en el sur, nos gusta mucho reírnos y en la novela sale de forma natural. No han sido cosas forzadas, es un humor blanco y transparente que tampoco afecta ni salpica de forma grosera a nadie y por supuesto, mucho menos a las hermandades.
M.G.- Para los que nos gusta la Semana Santa, esta novela la vamos a disfrutar muchísimo. Además me ha descubierto cosas que desconocía. Por ejemplo, no sabía que el pregonero visitara la Hermandad de las Aguas antes del pregón.
M.M.- He tenido que hacer una mínima labor de investigación, aunque esto que comentas sí lo sabía. Pero, por ejemplo, se aportan muchas fechas que he tenido que buscar, he tenido que consultar los derechos que tiene la policía cuando no está de servicio, también se habla de la Expo'92 Todo esto lo he aprovechado, a su vez, para hacer una crítica social.
M.G.- Entonces, sí has tenido que documentarte para algunas cuestiones.
M.M.- Sí, con algunas cosas sí, aunque hoy en día, Internet te lo pone muy fácil. De todos modos, hay que tener en cuenta que no todo lo que hay en la red es verdad. Hay que contrastar la información.
M.G.- Los dos protagonistas son Pepe Lotudo y Lola Mento, ya con el nombre de los personajes uno se puede hacer una idea del tipo de novela ante la que estamos. Pero para perfilar estos personajes, ¿cómo los construyes?
M.M.- Bueno, en principio te diré que la novela empieza sin que aparezcan los verdaderos protagonistas. Hay un primer capítulo que sirve de introducción. Los dos inspectores empiezan a aparecer en el segundo capítulo. Tenía claro que quería que fuera hombre y mujer por aquello de reivindicar la posición que tiene la mujer hoy en día dentro de la policía. Están perfilados de tal modo que uno entra al trapo del otro. Él es mucho más coloquial y suelta por la boca lo que se le ocurre pero es buen profesional y sabe hacer muy bien su trabajo. Sin embargo, le gusta poner a su compañera Lola en situaciones divertidas.
M.G.- Sin duda, Pepe es el guasón de la pareja. Dispara un chiste tras otro. ¿De dónde sacas tú, como autor, este arsenal humorístico?
M.M.- De lo que se escucha. Básicamente es el propio personaje el que se va soltando a medida que la trama avanza. Él es muy humorístico y cualquier asunto lo lleva a la comedia. La novela saca a debate muchos temas de la Semana Santa y Pepe, casi sin pensar lo que dice, habla de todo y opina, pero también propone. Creo que es importante que se ofrezcan alternativas a los diferentes asuntos que se plantean. No basta con hacer una crítica y punto. Si criticamos la seguridad de la Carrera oficial, hay que hacer propuestas para solucionarlo y ahí entra Pepe.
M.G.- Hay algunos personajes secundarios que son fabulosos, como un taxista que asoma por ahí y que no tiene desperdicio. ¿Estos personajes estaban ya configurados en tu mente o surgen a medida que vas escribiendo?
M.M.- Surgen a medida que la historia se va forjando. En el caso del taxista, tenía al pregonero en el primer capítulo que se tiene que desplazar al Teatro de la Maestranza. ¿Cómo lo hace? Pues en un taxi. Esto lo aprovecho para reivindicar el problema de las VTC que hay actualmente y meto a un personaje muy secundario pero que da juego a la trama. Será epicentro de una confusión muy divertida a raíz de los nombres de un par de hermandades.
M.G.- No lo vamos a desvelar. Y efectivamente, como has dicho antes, sí hay mucha crítica social: al sistema, a la conducta inapropiada de los nazarenos, a la cantidad de nazarenos que forman los cortejos, a los tiempos de paso, a la gestión del Consejo,... ¿Se nos está yendo de las manos la Semana Santa?
M.M.- Siempre digo que nos se va de las manos las cosas que se gestionan, lo que pasa es que hay una falta de gestión bastante importante o que la gestión no llega a tiempo. Cuando nos plantamos en Cuaresma es cuando se empieza a analizar ciertos conflictos. El año pasado se celebró un Martes Santo a la inversa y funcionó perfectamente pero Sevilla parece que es la única ciudad en la que cuando algo funciona bien se deja de hacer. Este año se sabía que no se iba a repetir lo que el año pasado funcionó y se probó una alternativa que supuestamente también va a garantizar la seguridad, cuando resulta que las hermandades están todas en contra pero claro, todo se hace tan tarde que no hay tiempo para proponer y estudiar otro planteamiento, así que se deja para el año que viene, y así se van posponiendo muchos temas que no terminan de solucionarse. ¿Se nos va de las manos? Si se gestiona a tiempo y se cuenta con todos los participantes -Ayuntamiento, Cecop, Consejo, hermandades,...-, no se nos va de las manos. Por otra parte, si yo soy abonado de las sillas, ¿está en peligro mi seguridad? ¿Tengo que tener voz para decir si hay que hacer algún tipo de reajuste? Creo que son cosas que se deberían plantear todas las instituciones.
M.G.- Pero de todas las cuestiones que están encima de la mesa, ¿cuál crees tú que es el más sangrante?
M.M.- Para mí la seguridad de las personas. Es algo que tengo claro desde hace mucho tiempo. La seguridad no solo a nivel de Carrera oficial sino también a nivel de la calle, del centro. Tenemos un casco histórico pequeño, donde convergen muchísima gente, muchísimos cortejos, muchísimos niños que, si van en los cortejos, probablemente no estén ni con sus padres y encima llevan la cara tapada. Hay que tener mucho cuidado porque hay cosas que están coordinadas pero otras no tanto y ya sabemos lo que, por desgracia, ha ocurrido otros años.
M.G.- La crítica no solamente recae sobre la Semana Santa sino sobre el urbanismo de la ciudad. Tú, que eres arquitecto técnico, ¿estamos remodelando Sevilla de manera correcta?
M.G.- La crítica no solamente recae sobre la Semana Santa sino sobre el urbanismo de la ciudad. Tú, que eres arquitecto técnico, ¿estamos remodelando Sevilla de manera correcta?
M.M.- Creo que todas las generaciones tienen derecho a dejar su huella. No soy de los que piensa que no podemos pasar de la catedral porque tiene cinco siglos de historia. Nuestra generación también tiene que aportar algo. Si alguien me pregunta si se debería haber construido las Setas, le diré que si pero ¿tienen que estar en el centro histórico? Eso es otro tema a debate. Con respecto a la Torre Cajasol pasa igualmente lo mismo. Si la torre la pagan solo los clientes de Caixa, pues muy bien, pero si al final a la Caixa hay que restacarla, entonces la cuestión cambia porque se estaría usando dinero público.
M.G.- El libro cuenta con ilustraciones pequeñas. ¿Quién las ha hecho?
M.M.- Son mías.
M.G.- ¿Con qué objeto se incorporan estas ilustraciones?
M.M.- Quería introducir aportaciones más visuales entre tanta maraña de texto y que contribuyeran a generar más humor.
M.G.- No quiero desvelar nada del final pero vamos a encontrar todo un estudio sociológico de una profundidad tremenda. No sé si todas las reflexiones son de tu cuño.
M.M.- Sí. Toda esa parte es el fundamento de la trama. Si se producen siete robos de siete coronas, todo tiene que cuadrar y tiene que estar justificado. Por eso, al final, hay un epílogo, muy extenso, en el que cada cabo está atado. En esta última parte, caso a caso, día a día, se explica cómo se produjeron los robos, quiénes lo perpetraron , por qué y en qué condiciones.
M.G.- Manuel, inevitablemente te tengo que preguntar por Julio Muñoz Gijón o rancio sevillano. ¿Has leído sus libros?
M.M.- Me leí los dos primeros. Es un periodista y humorista que contribuye con todo lo que hace. Como me dicen en mi editorial, todos los libros suman. No se puede decir que este es otro libro de humor, localista y que qué pesadez. Todo aporta algo y fomenta la lectura. Lo mismo un lector de rancio llega a mi libro o viceversa. Lo importante es poner al alcance libros que animen a leer, que la gente abra un libro, aprenda y se divierta. Eso es estupendo.
M.G.- Bueno y dejando el libro a un lado, ¿qué te ha parecido el pregón de Charo Padilla?
M.M.- Muy biográfico y muy cercano. Todo el mundo dice que es de los pregones que se entienden.
M.G.- Totalmente de acuerdo.
M.M.- Sí, ha sido casi una reportera en el escenario del Maestranza. No sé si miraría de reojo al Hermano Mayor de la Macarena por si le robaban la corona a la virgen (risas) pero bien. Creo que ha sido un pregón que ha contribuido y ha permitido a la gente identificarse con lo que es la Semana Santa para muchos. Lo que más me gustó fue que dijo que se mete en la vida de los demás sin pedir permiso, y es verdad. Yo soy un poco 'jartible' y cuando termino de ver todas las cofradías del día, me voy a casa y a lo mejor son las dos o las tres de la madrugada, me pongo la radio y está ella, retransmitiendo alguna entrada.
M.G.- Hablando de pregones y haciendo colación a algo que se recoge en el libro y que también menciona Antonio Cattoni, prologuista del libro, ¿es verdad que existen los negros de pregón?
M.M.- Es algo que no se dice pero que se rumorea. Sobre todo pasa cuando son partes en verso. Se dice que, para esos fragmentos, algunos pregoneros han necesitado la colaboración de otras personas.
M.G.- No lo había pensado nunca. Bueno, Manuel, lo dejamos aquí. Muchas gracias por este rato que has compartido conmigo. Te deseo mucha suerte con el libro y feliz Semana Santa.
M.M.- Gracias. Igualmente.
Estamos a escasos dos días para que comience la Semana Santa, para que salga la Hermandad de la Paz en su barrio del Porvenir, para que por la rampa del Salvador, desciendan cientos de niños vestidos con sus túnicas blancas acompañando a Jesús en su entrada a Jerusalem. ¿Estarán a salvo todas las coronas de las vírgenes? Date una vuelta por este libro y pasa un buen rato con su lectura.
El libro lo podéis conseguir en los puntos de venta habituales al igual que en Amazon.es y en Libros.cc. También podéis contactar con el autor en redes sociales (@donnatorrija) para solicitar un ejemplar dedicado.
Ficha novela
Editorial: Samarcanda.
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
Nº Páginas: 264
Publicación: Enero, 2018
Precio: 15,00€
ISBN: 9788417672195
Ficha completa aquí.
M.G.- Bueno y dejando el libro a un lado, ¿qué te ha parecido el pregón de Charo Padilla?
M.M.- Muy biográfico y muy cercano. Todo el mundo dice que es de los pregones que se entienden.
M.G.- Totalmente de acuerdo.
M.M.- Sí, ha sido casi una reportera en el escenario del Maestranza. No sé si miraría de reojo al Hermano Mayor de la Macarena por si le robaban la corona a la virgen (risas) pero bien. Creo que ha sido un pregón que ha contribuido y ha permitido a la gente identificarse con lo que es la Semana Santa para muchos. Lo que más me gustó fue que dijo que se mete en la vida de los demás sin pedir permiso, y es verdad. Yo soy un poco 'jartible' y cuando termino de ver todas las cofradías del día, me voy a casa y a lo mejor son las dos o las tres de la madrugada, me pongo la radio y está ella, retransmitiendo alguna entrada.
M.G.- Hablando de pregones y haciendo colación a algo que se recoge en el libro y que también menciona Antonio Cattoni, prologuista del libro, ¿es verdad que existen los negros de pregón?
M.M.- Es algo que no se dice pero que se rumorea. Sobre todo pasa cuando son partes en verso. Se dice que, para esos fragmentos, algunos pregoneros han necesitado la colaboración de otras personas.
M.G.- No lo había pensado nunca. Bueno, Manuel, lo dejamos aquí. Muchas gracias por este rato que has compartido conmigo. Te deseo mucha suerte con el libro y feliz Semana Santa.
M.M.- Gracias. Igualmente.
Estamos a escasos dos días para que comience la Semana Santa, para que salga la Hermandad de la Paz en su barrio del Porvenir, para que por la rampa del Salvador, desciendan cientos de niños vestidos con sus túnicas blancas acompañando a Jesús en su entrada a Jerusalem. ¿Estarán a salvo todas las coronas de las vírgenes? Date una vuelta por este libro y pasa un buen rato con su lectura.
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Editorial: Samarcanda.
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
Nº Páginas: 264
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ISBN: 9788417672195
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