Juan de Val se alza en 2019 con el Premio Primavera de Novela gracias a su última novela, Candela editada por Espasa. Su trayectoria literaria pasa por dos libros escritos al alimón con su compañera Nuria Roca, Para Ana (de tu muerto) (Espasa, 2011) y Lo inevitable del amor (Espasa, 2012). Sin embargo, hace dos años se lanzó en solitario con una novela con la que nos sorprendió a todos. Parece mentira narraba la historia de Claudio, un hombre de 46 años que echa la vista atrás y repasa su pasado. En palabras del autor, el 90% de lo que se contaba en aquella novela tenía un trasfondo real y existían muchas similitudes entre el protagonista y el propio autor, de ahí que la faja que acompaña la publicación figurara una frase de Nuria Roca en la que se leía 'Nunca pensé que se atrevería a contarlo'. La verdad es que aquella novela, a priori no me entraba por los ojos, terminó por gustarme mucho porque, como dice del Val, había mucha verdad en ella.
Lo mismo ocurre con Candela, una novela que narra una historia sencilla con sus complejidades, entretenida pero con reflexiones importantes, cotidiana pero llena de cuestiones profundas. De todo ello hablamos con el autor a su paso por Sevilla.
Marisa G.- Lo primero que te tengo que decir Juan, muchas felicidades por el premio.
Lo mismo ocurre con Candela, una novela que narra una historia sencilla con sus complejidades, entretenida pero con reflexiones importantes, cotidiana pero llena de cuestiones profundas. De todo ello hablamos con el autor a su paso por Sevilla.
Marisa G.- Lo primero que te tengo que decir Juan, muchas felicidades por el premio.
Juan V.- Muchísimas gracias. Estoy encantado de que un jurado así, tan prestigioso, haya considerado esta novela como la mejor entre más de mil.
M.G.- Mil ciento veinticinco, si no me equivoco.
J.V.- Es impresionante que la novela cuente con este aval. Estoy muy contento.
M.G.- Además, con un premio cuantioso. No me había fijado anteriormente en la dotación.
J.V.- Es prestigio y dinero, aunque Hacienda entrará a morder pero bueno, eso está asumido. De todos modos, aparte de la dotación económica es más el prestigio, lo que me indica que voy por buen camino.
M.G.- Vuelves a volar en solitario. Ya lo hiciste con 'Parece mentira', una novela de la que yo recuerdo muchos de sus fragmentos. ¿Cómo funcionó?
J.V.- De maravilla. En la vida, todo lo que somos y todo lo que hacemos es producto de una evolución. 'Candela' es consecuencia de 'Parece mentira' en todos los sentidos, incluso el premio tiene mucho que ver con aquella otra novela. Y si la recuerdas será porque tenía algo que también tiene esta, mucha verdad. Cuando las cosas son verdad, solemos recordar más y mejor.
'Candela' es pura ficción pero también tiene mucha verdad.
M.G.- 'Candela' es la historia de tres mujeres, de tres generaciones. Son mujeres humildes y con una vida que podría ser la de cualquier persona que te encuentres en la calle, ¿cierto?
J.V.- Sí, así es. La gran protagonista de la historia es Candela, una mujer de unos cuarenta años y efectivamente, hay dos generaciones más, su madre y su abuela, y sí que son mujeres normales, lo que pasa es que yo creo que todos somos bastante extraordinarios. La vida de Candela parece monótona y algo aburrida. Todo se reduce al bar que regenta, que encima no parece gustarle mucho, como tampoco le gusta su entorno, ni las cosas que le pasan. Desde ese punto de vista, puede haber cierta identificación entre ella y los lectores, pero no solo por parte de las mujeres sino por parte de todos, incluidos los hombres. Pero me apetecía contar la historia de un personaje que evolucionase y mejorara muchísimo a lo largo de la novela, sin que hubiera un enorme cambio en su vida. Quería contar una historia de una mujer cuya vida cambiara mucho sin movernos del mismo sitio. Candela es una novela muy pegada a la tierra pero también muy optimista. No hace falta que te toque la lotería, que aparezca el hombre de tus sueños, tener un trabajo maravilloso, ni nada de eso para ser feliz porque todo eso no existe. Candela se da cuenta de que se puede ser feliz y mirar de otra manera su entorno, de una forma mucho más positiva, sin intentar cambiarlo. A lo mejor, todo lo que nos rodea no es tan malo como creemos. Y eso es una de las cosas, entre otras muchas, que me apetecía contar con 'Candela'.
M.G.- 'De vez en cuando, todo empieza de nuevo' es una frase de la novela que podría resumirla perfectamente, ¿no te parece?
J.V.- Esa frase ya la recojo en 'Parece mentira'. Es una de las cosas que Claudio entiende. Él se da cuenta que, aunque parece que todo empieza el día que nacemos no es verdad porque, de vez en cuando, todo empieza de nuevo. La he incluido en 'Candela' para hacerle un guiño a Claudio. De vez en cuando, algunas personas que conocemos o algunas cosas que nos pasan, es como empezar de nuevo.
Estoy muy alejado de todo eso de los 'coach' y de la autoayuda, son cosas que incluso hasta me sientan mal, pero estos mensajes positivos que doy a través de las novelas son otra cosa distinta. Candela, con todas las cosas malas que le han pasado en su vida y las que le pasan, termina por cambiar su mirada hacia lo positivo. Hacer es cambio me parece muy importante. Por eso, cuando tú terminas de leer la novela, estás contenta y alegre, a pesar de la cantidad de cosas durísimas que has leído. Ahora bien, también te has reído.
M.G.- Efectivamente, hay mucho humor en la novela. Tiene su parte de drama pero también de comedia porque Candela es un personaje divertido.
J.V.- Sí y se puede reír de todo. Es verdad que en esta novela se habla de abusos, de maltrato, de inmigración, de machismo,... de cosas muy duras, pero todo eso puedes verlo de una manera ácida. Siempre digo que nos tenemos que reír de todo lo que nos rodea. A Candela le pasan muchas cosas malas pero tiene un sentido del humor fabuloso, al igual que yo. A la hora de escribir, me tengo que reír aunque también llore.
M.G.- ¿Pero ha habido más dolor que risa a la hora de escribir la novela?
J.V.- Ha habido de todo. Especialmente ha habido mucha emoción en todos los sentidos, mucha emoción, alguna pena, mucha risa, excitación,... Escribo de una manera bastante compulsiva y lo que me pasa a mí escribiendo es lo que procuro que le pase al lector cuando lo lee. Y a veces hasta lo logro. Es una cosa muy mágica.
M.G.- En 'Parece mentira' te metiste en la piel de un hombre, de Claudio, y ahora eliges a una mujer, ¿cómo ha sido esa transformación?
J.V.- Bueno, lo primero que me gustaría decirte es que este personaje tenía que ser una mujer. Las cosas que le pasan le tenían que pasar a una mujer y es un personaje que está inspirado en mujeres, construido gracias a las mujeres que me rodean. Pero quería escribir la historia en primera persona y por tanto, mientras estaba delante del ordenador, tenía que ser una mujer, sintiendo como siente una mujer, enamorándome, desenamorándome, teniendo sexo, yendo al ginecólogo,... Todo eso. Evidentemente tenía ciertas dudas porque, a la vista está que no soy una mujer, y resulta que lo más importante es que, las mujeres que lo han leído me han dicho que parece increíble que lo haya escrito un hombre, lo que demuestra que he acertado.
M.G.- Pero habrás ido tomando retazos de mujeres que te rodean, imagino.
J.V.- Sí. Todo empieza por algunas conversaciones con una amiga que me cuenta que fue una niña abusada. Me cuenta cosas que me llamaron mucho la atención y, a partir de ahí, escribo de lo que vivo y siento. Pero sí hay una mezcla de muchas mujeres y de muchas partes de mi vida.
M.G.- Me gusta especialmente la elección del nombre del personaje protagonista. Candela siempre me ha parecido un nombre muy racial, con mucho temperamento.
J.V.- El nombre tiene mucha fuerza. Mira, me ha pasado algo muy curioso. Hay gente que me dice que ve muchas cosas de Almodóvar en esta novela.
M.G.- ¡Pues yo soy una de esas personas! A mí a veces me recordaba un poco a 'Volver'
J.V.- Sí, entre 'Volver' y 'Qué he hecho yo para merecer esto'. Soy un gran admirador de Almodóvar y creo que tiene grandes películas pero es verdad que siendo personas distintas, él un gran cineasta y yo solo un novelista, hay referentes que todos tenemos y de los que no nos podemos desprender. Yo he vivido con muchas poderosas, con madres y abuelas fuertes, de barrio, de pueblos,... Todo eso lo he mamado. Es un universo muy próximo para mí y son de esas cosas de las que escribo. No sé escribir de cosas que no he vivido. No sé hacer ciencia-ficción, bueno no es que no sepa hacerlo es que es un tema que me da igual. No me interesan ni los alienígenas ni los zombis. Y tampoco puedo crear una novela del siglo XVI y me voy a ir a Egipto a documentarme. Me documento en los bares, en la calle, en la vida, por eso 'Candela' es el producto de un barrio, de un pueblo, de un bar, de una forma de vivir.
M.G.- Pero tú cómo la describirías.
M.G.- Pero tú cómo la describirías.
J.V.- Candela es un mujer maravillosa que no sabe que lo es. Hay gente que me dice que Candela es feminista pero es que ella no tiene ni tiempo para pensar en eso. Es una mujer maravillosa pero no se da cuenta hasta que no avanza más la novela y entiende que su vida tiene muchas cosas que parecen que son muy malas pero que no lo son tanto.
M.G.- Pero lo mismo, lo que le ocurre es que tiene mucha inseguridad por algo que le pasó en el pasado.
J.V.- Seguramente lo que le ocurrió la marcó pero ella lo afronta desde la distancia, como muchas veces pasa.
El tema de los abusos a menores es algo que me llama muchísimo la atención. He hablado con muchas mujeres que lo han sufrido y creo que es lo peor que le puede ocurrir a alguien. Sin embargo, creo que es mucho peor todo lo que rodea esos episodios de abusos, que me parecen tremendos, que el hecho en sí. El entorno tiende a silencias estas cosas y esas mujeres, encima, lo viven con culpabilidad. Todo eso me interesaba mucho pero no he querido hacer una novela que trate sobre los abusos y, sin embargo, aparecen y creo que es algo que había que contar de una manera distendida. Y claro que a Candela le marca eso, pero como le puede marcar ser la hija de una señora que lleva un parche en el ojo. Ella tiene vivencias que construyen su personalidad y crece como una adulta que tiene muchísimas virtudes de las que tampoco se da cuenta. En la novela terminará por descubrirse a sí misma y comprender que todo lo que la rodea es bonito, que es producto del amor de su madre, de su abuela, de Fermín,... de toda la gente que la rodea.
M.G.- Candela está rodeada de otros personajes, más secundarios, pero que también tienen su importancia. Por ejemplo, Akanke, una mujer de Mali que trabaja como cocinera en el bar, un personaje que te permite hablar de la inmigración.
J.V.- Si lo piensas, en la novela no hay ni un tema fácil. La inmigración y el racismo también aparecen en 'Candela', pero contado de una manera graciosa como cuando la abuela se encuentra por primera vez con Akanke y le suelta: '¡Es que es muy negra!' Ese comentario no es racista, es simplemente el de una señora de ochenta años poco acostumbrada. De todos modos, el drama de la inmigración es tremendo.
En 'Candela' cuento la vida de Akanke en un folio y medio y aunque a ella le va bien, lleva sobre la espalda la tragedia de su madre que se quedó cruzando. Este tipo de cosas nos rodean cada día pero parece que no va con nosotros, que no nos incumbe y estamos equivocados. Por eso te digo que 'Candela' es una novela muy positiva, muy optimista, que te deja buena sensación tras la lectura pero aborda cuestiones muy serias.
M.G.- Sí que hay temas de mucho calado pero Juan, tú cuando escribes, ¿qué pretendes ofrecer al lector?
J.V.- Es que yo no soy nada pretencioso. No pretendo nada. Lo único que quiero es que, cuando una persona se enfrente a una novela mía, se lo pase bien, que disfrute, que le enganche, que no le resulte una pesadez. Pero también me importa provocar emoción, por es lo que soy. Así que, si se entretiene y luego además el lector se ríe, se emociona, llora, me siento satisfecho y si encima reflexiona sobre alguna frase o algún pensamiento mío durante un ratito entonces eso sería un gol por la escuadra. Pero yo no quiero reivindicar nada, ni dar lecciones de nada, ni solucionar los problemas sociales,... Simplemente los expongo porque no sé cómo se soluciona la inmigración, pero sé que es un drama, no sé cómo se puede solucionar los abusos ni los malos tratos pero sí sé que son una tragedia.
M.G.- Se pude reflexionar sobre estos temas y también sobre las relaciones porque en 'Candela' hay mucho de relación personal, entre madres e hijas, entre hombres y mujeres,...
J.V.- Siempre me han interesado mucho las relaciones entre madres e hijas, mucho más que las de padres e hijos. Las relaciones de madres e hijas son muy potentes para lo bueno y para lo malo. Una bronca de una madre con una hija, aunque sea por algo tan tonto como comprarse unos pantalones, es algo tan brutal.
La relación entre Candela y su madre es muy potente. Ella le hace muchos reproches a su madre y con razón, pero es que su madre también le puede reprochar cosas a Candela. Al final, cuando ellas se van dando cuenta de que se quieren mucho y que su relación merece mucho la pena, ya llegan demasiado tarde a algunas cosas pero es igualmente bonito.
M.G.- El sexo también vuelve a aparecer en esta novela, como ya lo hizo en la anterior.
J.V.- Claro, es lo que te digo. Si escribo sobre lo que vivo, sobre lo que veo, pues el sexo tiene que estar ahí. Al principio, Candela se enfrenta al sexo de una manera muy lánguida porque tampoco ha tenido mucha suerte, ni le ha dado mucha importancia. Sin embargo, de repente comienzan a pasarle cosas buenas cuando está más receptiva para que le pasen cosas buenas. O a lo mejor es al revés. Sea como sea, el sexo es uno de los detonantes, sin ser el más importante, donde se ve verdaderamente su cambio como persona.
M.G.- Es curioso que, como mujer de cuarenta y tantos años, descubra lo mucho que le gusta el sexo tan tarde.
J.V.- Es que ella es así. Ha ido viviendo sin prestar demasiada atención al sexo. El primer novio que tiene no servía para nada y luego llegan los amantes. Comienza a descubrir que el sexo le gusta incluso más que la propia persona. En fin, evoluciona en ese sentido.
M.G.- La novela también tiene su punto de suspense porque conoceremos a un personaje un tanto misterioso al principio.
J.V.- Sí, es que juego con todo. La novela tiene su suspense pero también un punto surrealista que me pareció muy divertido.
M.G.- Estamos hablando de mujeres pero es una novela que también cuenta con su elenco de personajes masculinos: el vecino entrañable, el homosexual, el joven karateca, el amante,... ¿Tú te reconoces en alguno de estos personajes masculinos?
J.V.- En todos.
M.G.- ¿En Iván, el karateca también? (Risas)
J.V.- El karateca me parece un gilipollas sideral (risas). Bueno, fundamentalmente me reconozco en Candela, en su madre,... pero te diré que tengo algo de cada uno de los personajes que salen en la novela. Iván es un personaje casi cómico pero que permite abordar el machismo y lo que me parece desolador es que él es muy machista pero su novia también lo es. Esto es algo que seguimos viendo en nuestros días.
M.G.- Efectivamente, ambos lo son a pesar de su juventud.
J.V.- Ni siquiera la edad tiene algo que ver. El problema no es que los hombres sean machistas y las mujeres lo padezcan. Lo verdaderamente problemático es que los hombres son machistas y algunas mujeres también lo son. Pero bueno, retomando la pregunta, yo me veo en todos los personajes, es que si no, no sabría hacerlo. De algunos tendré más y de algunos tendré menos. De quien más tengo es de Candela.
M.G.- ¿Vas a seguir volando solo? ¿Le has cogido gusto a esto de escribir en solitario?
J.V.- Sí, creo que sí. Además, Nuria no está en esto ahora. Cuando hemos escrito juntos es porque los dos estábamos en eso. De hecho, ya le estoy dando vueltas a la siguiente y de momento, creo que seguiré andando solo, pero nunca se sabe.
M.G.- Compaginar el trabajo que tienes con la escritura, ¿es muy complejo?
J.V.- Es imposible. Cuando me puse con 'Candela' no estaba en el Hormiguero, tenía más tiempo y pasé unas cuantas semanas escribiendo de manera muy compulsiva. Ahora no podría sentarme porque estoy con el Hormiguero y con Alsina por las mañanas, así que para la siguiente tendría que parar un poco el ritmo. De momento estoy disfrutando la promoción de 'Candela'. Cuando termine la temporada del Hormiguero, a ver si a finales de junio, me pudo sentar y pienso qué hago con mi vida y con la siguiente novela.
M.G.- La última vez que nos vimos me comentaste que recibías mucha cultura a través de las películas y las series. Para terminar, me gustaría que me recomendaras algún largometraje.
J.V.- Pues mira, reivindico a Woody Allen a muerte. Cualquier cosa que hace me parece una genialidad. Lamento que se esté haciendo mayor y que ahora no lo dejen rodar pero yo procuro separar su obra de otras cuestiones. Y ya que antes hablábamos de Almodóvar, te diré que tengo pendiente ver 'Dolor y Gloria'. Necesito ir a verla ya. De todos modos, aunque me sigo nutriendo del audiovisual, he leído unos libros últimamente me han gustado mucho como 'Serotonina' de Michel Houellebecq, un francés que es la alegría de la huerta, un amargado, un machista, misógino pero genial. Muy recomendable.
M.G.- Pues todo buena nota, Juan. Gracias por compartir este momento conmigo y te deseo mucha suerte con 'Candela'.
J.V.- Gracias a ti. Un placer volver a coincidir.
Pongo punto y final a esta entrevista que espero os haya resultado interesante. La semana próxima os daré a conocer mis impresiones sobre 'Candela'. Disfrutad de lo que resta de Semana Santa.
J.V.- En todos.
M.G.- ¿En Iván, el karateca también? (Risas)
J.V.- El karateca me parece un gilipollas sideral (risas). Bueno, fundamentalmente me reconozco en Candela, en su madre,... pero te diré que tengo algo de cada uno de los personajes que salen en la novela. Iván es un personaje casi cómico pero que permite abordar el machismo y lo que me parece desolador es que él es muy machista pero su novia también lo es. Esto es algo que seguimos viendo en nuestros días.
M.G.- Efectivamente, ambos lo son a pesar de su juventud.
J.V.- Ni siquiera la edad tiene algo que ver. El problema no es que los hombres sean machistas y las mujeres lo padezcan. Lo verdaderamente problemático es que los hombres son machistas y algunas mujeres también lo son. Pero bueno, retomando la pregunta, yo me veo en todos los personajes, es que si no, no sabría hacerlo. De algunos tendré más y de algunos tendré menos. De quien más tengo es de Candela.
M.G.- ¿Vas a seguir volando solo? ¿Le has cogido gusto a esto de escribir en solitario?
J.V.- Sí, creo que sí. Además, Nuria no está en esto ahora. Cuando hemos escrito juntos es porque los dos estábamos en eso. De hecho, ya le estoy dando vueltas a la siguiente y de momento, creo que seguiré andando solo, pero nunca se sabe.
M.G.- Compaginar el trabajo que tienes con la escritura, ¿es muy complejo?
J.V.- Es imposible. Cuando me puse con 'Candela' no estaba en el Hormiguero, tenía más tiempo y pasé unas cuantas semanas escribiendo de manera muy compulsiva. Ahora no podría sentarme porque estoy con el Hormiguero y con Alsina por las mañanas, así que para la siguiente tendría que parar un poco el ritmo. De momento estoy disfrutando la promoción de 'Candela'. Cuando termine la temporada del Hormiguero, a ver si a finales de junio, me pudo sentar y pienso qué hago con mi vida y con la siguiente novela.
M.G.- La última vez que nos vimos me comentaste que recibías mucha cultura a través de las películas y las series. Para terminar, me gustaría que me recomendaras algún largometraje.
J.V.- Pues mira, reivindico a Woody Allen a muerte. Cualquier cosa que hace me parece una genialidad. Lamento que se esté haciendo mayor y que ahora no lo dejen rodar pero yo procuro separar su obra de otras cuestiones. Y ya que antes hablábamos de Almodóvar, te diré que tengo pendiente ver 'Dolor y Gloria'. Necesito ir a verla ya. De todos modos, aunque me sigo nutriendo del audiovisual, he leído unos libros últimamente me han gustado mucho como 'Serotonina' de Michel Houellebecq, un francés que es la alegría de la huerta, un amargado, un machista, misógino pero genial. Muy recomendable.
M.G.- Pues todo buena nota, Juan. Gracias por compartir este momento conmigo y te deseo mucha suerte con 'Candela'.
J.V.- Gracias a ti. Un placer volver a coincidir.
Pongo punto y final a esta entrevista que espero os haya resultado interesante. La semana próxima os daré a conocer mis impresiones sobre 'Candela'. Disfrutad de lo que resta de Semana Santa.
Ficha novela
Editorial: Espasa.
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubiertas.
Nº Páginas: 432
Publicación: Marzo, 2019
Precio: 19,90€
ISBN: 978-84-670-5423-1
Disponible en e-Book
Ficha completa aquí.