Editorial: Destino.
Fecha publicación: septiembre, 2017.
Precio: 19,00 €
Género: Novela negra.
Nº Páginas: 320
Encuadernación: Rústica con solapas.
ISBN: 9788426403995
[Disponible en eBook y audiolibro;
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Autores
Lorenzo Silva (Madrid, 1966) es el creador de la popular serie policíaca de los investigadores Bevilacqua y Chamorro, que le ha valido premios como el Nadal y el Planeta y del que la última entrega es Lejos del corazón. También es autor de numerosas novelas (como La flaqueza del bolchevique, Carta blanca o Recordarán tu nombre, entre muchas otras), relatos, ensayos y libros de reportajes y viajes.
Noemí Trujillo (Barcelona, 1976) ha publicado once poemarios y varios libros de literatura infantil y juvenil. Es editora del sello Playa de Ákaba y autora de las novelas Suzanne y El amor tan temido.
Silvia y Trujillo han escrito a cuatro manos las novelas juveniles Suad y El palacio de Petko y, tras adentrarse juntos en el género policíaco con Nada sucio, empiezan esta andadura con una nueva investigadora, la inspectora de policia Manuela Mauri.
Lorenzo Silva (Madrid, 1966) es el creador de la popular serie policíaca de los investigadores Bevilacqua y Chamorro, que le ha valido premios como el Nadal y el Planeta y del que la última entrega es Lejos del corazón. También es autor de numerosas novelas (como La flaqueza del bolchevique, Carta blanca o Recordarán tu nombre, entre muchas otras), relatos, ensayos y libros de reportajes y viajes.
Noemí Trujillo (Barcelona, 1976) ha publicado once poemarios y varios libros de literatura infantil y juvenil. Es editora del sello Playa de Ákaba y autora de las novelas Suzanne y El amor tan temido.
Silvia y Trujillo han escrito a cuatro manos las novelas juveniles Suad y El palacio de Petko y, tras adentrarse juntos en el género policíaco con Nada sucio, empiezan esta andadura con una nueva investigadora, la inspectora de policia Manuela Mauri.
Sinopsis
La inspectora de homicidios Manuela Mauri lleva siete meses de baja cuando recibe la visita de la oficial Guadalupe Larbi para pedirle que se reincorpore al trabajo: sólo ella, le dice, tiene la autoridad y el empuje necesarios para sacar adelante una complicada investigación en la que la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid no consigue avanzar.
Tres meses atrás aparecieron restos humanos en los vertederos de Pinto y Valdemingómez. Pese a haber dedicado ingentes recursos, no se ha encontrado el cadáver completo y no hay una sola pista de la autoría del crimen. Y lo que es peor: tres meses después sigue sin identificarse a la víctima. Manuela se enfrentará de esta manera al mayor desafío de su carrera como inspectora de homicidios: la Operación Vertedero.
La búsqueda de la verdad pondrá de nuevo a Manuela en el punto de mira de sus compañeros y superiores, que han perdido la confianza en ella por los hechos acaecidos en torno al suicidio del inspector jefe Alonso, por los que Manuela quedó injustamente salpicada.
Una novela que señala los puntos oscuros de nuestra sociedad, cuestionando nuestra ceguera ante el sistema en el que vivimos. Ante todo lo que la ciudad desecha que, nos guste o no, la define.
[Información tomada directamente del ejemplar]
Así empieza Si esto es una mujer:
Así empieza Si esto es una mujer:
[Lectura de las páginas 13 a 15;
música: 'Tragic Story' de Myuu - Biblioteca Audio Youtube]
Bevilacqua y Chamorro son dos nombres que ya están vinculados con la literatura negra para siempre. Como también lo están Carvalho, Montalbano, Falcó,... y otros tantos que ha parido y sigue pariendo el género. Los lectores estamos acostumbrados a nuevos alumbramientos, al nacimiento de nuevos detectives que vienen con la intención de hacerse un hueco entre nuestras lecturas, con el propósito de adentrarse en investigaciones complejas que nos brinden unas cuantas tardes de entretenimiento y disfrute. En estas circunstancias nace Manuela Mauri, una inspectora de policía que ya lució palmito literario en un relato previo (Carabanchel Blues) que Lorenzo Silva escribió con anterioridad para formar parte de una antología (Madrid Negro, Siruela) en 2016, pero que bien merecía una novela y aquí la tenemos. Si será la única que esta mujer protagonice, eso dependerá de los lectores. En mi caso, me gustaría aventurarme y auguro que volveremos a ver a Mauri dentro de unos años.
Si esto es una mujer, clara alusión a la desgarradora novela de Primo Levi, es una novela negra escrita a cuatro manos, aunque a Noemí Trujillo le gusta decir que está 'escrita con dos sensibilidades' y es que en este caso, y como ya ha ocurrido otras veces, Silva comparte autoría con Trujillo, poetisa y escritora de juvenil, encargada de aportar sensibilidad y emoción a la trama.
Con una inspectora de policía como protagonista solo podemos estar ante una novela negra que, en este caso, arranca con una violación y un asesinato. El pistoletazo de salida lo da un capítulo introductorio que inicialmente queda suspendido en el aire hasta que, cercanos al desenlace, cobra todo su significado. Manuela Mauri será la encargada de resolver el caso aunque no está en su mejor momento. Un desgraciado incidente en el pasado, del que iremos teniendo noticias paulatinamente, la condenó a una baja larga y la despojó de la confianza de sus superiores y compañeros. Divorciada de un policía, mantiene una relación sentimental con Alberto, médico de profesión, y es madre de dos hijos. Cree tener mal carácter y ser constantemente malinterpretada por todo el mundo, pero tiene la habilidad de advertir aquello que otros no ven aunque lo tengan delante de sus narices. Recluía en su casa durante siete meses, es reclamada por su compañera Guadalupe, la oficial que se tomará la libertad de acudir a su casa para casi rogarle que vuelva al servicio activo. ¿Por qué? Pues porque hace tres meses se encontró restos de un cadáver en dos vertederos madrileños distintos sin que se haya averiguado su identidad ni se haya esclarecido el caso, aunque sí se sabe que es una prostituta negra. Están en un callejón sin salida y solo Manuela, con su perspicacia y su profesionalidad puede sacar la investigación del atolladero. Así que el caso se centra en averiguar quién es la chica y quién la mató. Para ello, Manuela Mauri cuenta con un equipo que coordina con recelos.
Si esto es una mujer no es simplemente un caso policíaco más. La investigación pone sobre la mesa cuestiones de índole social que permiten al lector reflexionar. Nos hablará de la trata de blanca, de la invisibilidad de la mujer en muchos ámbitos y más cuando se trata de una prostituta de color, cuya muerte no parece importante a nadie, ni a la prensa, ni al gobierno ni a la opinión pública. Así que si el caso se archiva porque no se encuentra al culpable, se etiquetará como el asesinato de una puta más y punto. ¿A quién le importa? Si seguramente no tiene familia aquí y llegó a nuestro país de manera ilegal. Además ejerce la prostitución porque quiere y ella solita se lo ha buscado. Pero Manuela Mauri no está dispuesta a dejar las cosas como están, máxime cuando es una adicta al trabajo. 'El veneno de la investigación podía ser tan potente como el propio crimen'. Pero también sale a relucir la maldad del ser humano.¿Hasta dónde podemos llegar? ¿En qué tipo de monstruos nos podemos llegar a convertir? ¿Conocemos realmente a nuestras parejas, a nuestros hijos, a nuestros vecinos?
Si tenemos que hablar del personaje, sobre Mauri habría que decir que es muy humana. En los últimos tiempos, viene siendo habitual en el género, encontrarnos con investigadores de los que no solamente vamos a conocer su faceta profesional sino también su lado más personal, su esfera doméstica, con los avatares, responsabilidades y preocupaciones del día a día, que se unen a los quebraderos de cabeza profesionales. Mauri mantiene una relación sentimental con Alberto, algo que su hijo David no acepta. Por otro lado, tiene problemas con su hermana Candela, con la que mantiene un tira y afloja por cuestiones de herencia. Y en esa tormenta laboral y personal, la inspectora contará con el apoyo de su pareja, un hombre comprensivo que conoce la presión a la que ella está sometida. No obstante, la aparición de un poema dará lugar a posibles fisuras.
Y no solamente me gusta esa humanidad que destila el personaje, si no también la cantidad de preguntas que se formula y que, nuevamente hacen reflexionar al lector. Desde cuestionarse el sistema judicial hasta asuntos más banales, Mauri repasa nuestra sociedad poniendo en evidencia la naturaleza humana.
Si esto es una mujer, clara alusión a la desgarradora novela de Primo Levi, es una novela negra escrita a cuatro manos, aunque a Noemí Trujillo le gusta decir que está 'escrita con dos sensibilidades' y es que en este caso, y como ya ha ocurrido otras veces, Silva comparte autoría con Trujillo, poetisa y escritora de juvenil, encargada de aportar sensibilidad y emoción a la trama.
Con una inspectora de policía como protagonista solo podemos estar ante una novela negra que, en este caso, arranca con una violación y un asesinato. El pistoletazo de salida lo da un capítulo introductorio que inicialmente queda suspendido en el aire hasta que, cercanos al desenlace, cobra todo su significado. Manuela Mauri será la encargada de resolver el caso aunque no está en su mejor momento. Un desgraciado incidente en el pasado, del que iremos teniendo noticias paulatinamente, la condenó a una baja larga y la despojó de la confianza de sus superiores y compañeros. Divorciada de un policía, mantiene una relación sentimental con Alberto, médico de profesión, y es madre de dos hijos. Cree tener mal carácter y ser constantemente malinterpretada por todo el mundo, pero tiene la habilidad de advertir aquello que otros no ven aunque lo tengan delante de sus narices. Recluía en su casa durante siete meses, es reclamada por su compañera Guadalupe, la oficial que se tomará la libertad de acudir a su casa para casi rogarle que vuelva al servicio activo. ¿Por qué? Pues porque hace tres meses se encontró restos de un cadáver en dos vertederos madrileños distintos sin que se haya averiguado su identidad ni se haya esclarecido el caso, aunque sí se sabe que es una prostituta negra. Están en un callejón sin salida y solo Manuela, con su perspicacia y su profesionalidad puede sacar la investigación del atolladero. Así que el caso se centra en averiguar quién es la chica y quién la mató. Para ello, Manuela Mauri cuenta con un equipo que coordina con recelos.
Si esto es una mujer no es simplemente un caso policíaco más. La investigación pone sobre la mesa cuestiones de índole social que permiten al lector reflexionar. Nos hablará de la trata de blanca, de la invisibilidad de la mujer en muchos ámbitos y más cuando se trata de una prostituta de color, cuya muerte no parece importante a nadie, ni a la prensa, ni al gobierno ni a la opinión pública. Así que si el caso se archiva porque no se encuentra al culpable, se etiquetará como el asesinato de una puta más y punto. ¿A quién le importa? Si seguramente no tiene familia aquí y llegó a nuestro país de manera ilegal. Además ejerce la prostitución porque quiere y ella solita se lo ha buscado. Pero Manuela Mauri no está dispuesta a dejar las cosas como están, máxime cuando es una adicta al trabajo. 'El veneno de la investigación podía ser tan potente como el propio crimen'. Pero también sale a relucir la maldad del ser humano.¿Hasta dónde podemos llegar? ¿En qué tipo de monstruos nos podemos llegar a convertir? ¿Conocemos realmente a nuestras parejas, a nuestros hijos, a nuestros vecinos?
Si tenemos que hablar del personaje, sobre Mauri habría que decir que es muy humana. En los últimos tiempos, viene siendo habitual en el género, encontrarnos con investigadores de los que no solamente vamos a conocer su faceta profesional sino también su lado más personal, su esfera doméstica, con los avatares, responsabilidades y preocupaciones del día a día, que se unen a los quebraderos de cabeza profesionales. Mauri mantiene una relación sentimental con Alberto, algo que su hijo David no acepta. Por otro lado, tiene problemas con su hermana Candela, con la que mantiene un tira y afloja por cuestiones de herencia. Y en esa tormenta laboral y personal, la inspectora contará con el apoyo de su pareja, un hombre comprensivo que conoce la presión a la que ella está sometida. No obstante, la aparición de un poema dará lugar a posibles fisuras.
Y no solamente me gusta esa humanidad que destila el personaje, si no también la cantidad de preguntas que se formula y que, nuevamente hacen reflexionar al lector. Desde cuestionarse el sistema judicial hasta asuntos más banales, Mauri repasa nuestra sociedad poniendo en evidencia la naturaleza humana.
Entre los personajes que acompañan a Manuela, tenemos a Guadalupe, una joven de treinta y un años, sagaz, curiosa, intuitiva, que lleva ejerciendo dieciséis años en el Grupo de Homicidios. Estarán también el resto de sus compañeros de equipo, a los que iremos conociendo en su justa profundidad y poco a poco. Y en el ámbito externo, Martina es una buena amiga de Manuela, una inspectora de la Policía Nacional retirada a los cuarenta y cinco años por problemas de ansiedad, derivados de una conciliación familiar que solo existe en la teoría y no en la práctica. Y luego, no podría faltar el periodista mordaz, en busca de la noticia estrella. Roberto Martín es un freelance que investiga por su cuenta y que intercambiará información con Mauri.
En otro orden, y dado que Mauri es inspectora de la Policía Nacional, la novela nos permite asomarnos a otro Cuerpo de Seguridad distinto a la Guardia Civil, al que tan acostumbrado nos tiene Silva. Si esto es una mujernos tiene guardada una sorpresa, un guiño curioso y simpático que va a gustar muchísimo a los lectores de la saga más famosa de Silva. Y en cuestión de guiños, los habrá también de carácter literario -no hay más que leer el título,-.
En cuanto a la construcción de la novela, los primeros capítulos -de corta longitud, por regla general- contienen mucha información, la necesaria como para ir asentando las bases y que el lector conozca los pormenores de los personajes que van a participar en la trama. La narración es totalmente lineal. En el mismo punto en el que acaba un capítulo comienza el siguiente, si obviamos el capítulo introductorio del que os hablaba antes. Si esto es una mujer, me ha parecido una novela con una estructura sencilla, sin revueltas, ni recovecos. Me gusta el objeto de la trama, la investigación de la muerte de una prostituta de la Colonia Marconi (Madrid) que me llevó a investigar sobre ese núcleo de prostitución. Abordar la trama de blanca, la invisibilidad de la mujer en todos los espacios, y especialmente en un mundo tan sórdido como la prostitución me parece de justicia social y en ese sentido, la literatura hace una gran labor. He de decir, antes de que se me pase, que la novela se sustenta en un caso real, en el asesinato de Edith Napoleón, y de algún modo, sirve de homenaje aquella joven que vio su vida truncada solamente porque buscaba futuro.
Si bien es cierto que no es la primera vez en los últimos años que leo una novela protagonizada por una mujer -policía, investigadora, detective,...- que tiene algún problema y vive recluida y apartada de su profesión, el personaje de Manuela Mauri me ha parecido interesante y con el que es fácil conectar. Así que, y concluyendo, Si esto es una mujer es una novela amena y de ágil lectura, que cumple su función de entretenimiento. Por lo tanto, recomendable.
Seguro que vemos a Manuela en el futuro.