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MIREN JAURNE: 'Nunca hay que tirar la toalla porque no sabes cómo será el próximo capítulo de tu vida'

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Miren Jaurne, más conocida como Mimi XXL en redes sociales, publica La Venus que rompió el espejo,a través de la editorial Zenith. Se trata de un libro testimonial en el que la joven, cuenta su experiencia, sus problemas de juventud a causa de su físico, su inseguridad, sus miedos, los episodios de bullying que sufrió,... todo un rosario de situaciones que la hundieron en un pozo y del que ha sabido salir más fortalecida. Con esta Venus, Miren quiere ayudar a otras personas que han pasado o están pasando por las mismas situaciones que vivió ella. Ese es el propósito fundamental del libro. Así nos lo contó en la entrevista que pudimos hacerle hace unas cuantas semanas. 

Fuente: Instagram Miren Jaurne
Marisa G.- ¿Quién es Miren hoy y qué la diferencia de la Miren de hace unos años?

Miren J.- Miren era una chica que creció siendo diferente por su aspecto físico, que pasó por ciertas situaciones complicadas, que un día se abrió un canal de Youtube y empezó a lanzar el mensaje que le hubiera gustado escuchar cuando era más joven. De ahí, nace el crecimiento en redes sociales, nace el libro y a día de hoy soy la persona que me hubiera gustado ser y en la que nunca pensé que podría convertirme.

M.G.- ¿Pero esa transformación se la debes de alguna manera a ese canal de Youtube?

M.J.- No, en su totalidad, aunque es verdad que a raíz del canal he ido superando otros complejos. Cuando abrí el canal, mi salud mental ya estaba muy restablecida. De todos modos, a fuerza de verme en los vídeos, de pasarme horas editando, he ido asimilando ciertos aspectos de mi imagen que antes no apreciaba o no me terminaban de gustar. 

M.G.- Al verte desde fuera te reconcilias contigo misma, ¿es eso?

M.J.- Sí, efectivamente.

M.G.- Entiendo. Miren, ¿y la idea del libro cómo surge? No sé si es una idea que tú tienes y la lanzas a una editorial o al revés.

M.J.- Fue justo al revés. Gracias a la presencia en redes, la editorial contactó conmigo. Ellos vieron el vídeo que tengo en mi canal sobre mi historia de bullying y me escribieron para proponerme hacer algo. Andaban buscando lanzar libros que cubrieran esa temática. 

M.G.- ¿Y cómo te lo tomaste?

M.J.- Si no llega a ser porque el mail que recibí venía de @planeta, ni me lo hubiera creído. Me puse a llorar de alegría. A pesar de que fue algo fortuito, he escrito toda mi vida. Tengo formación en redacción de guiones de cine y televisión, y era el sueño de mi vida. Así que encontrarme esta oportunidad en la puerta de mi casa, ya te puedes imaginar.

M.G.- ¿Cuánto tiempo has tardado en escribir el libro?

M.J.- Un año aproximadamente.

M.G.- Pues 'La Venus que rompió el espejo' se inicia con el prólogo de Penny JayG, otra youtuber. Me gusta algo que ella dice, que este libro está escrito por ti, ni por un señor o una señora que no te conoce. Y es mucha gente opina que libros como el tuyo no están escritos por el autor. 

M.J.- Eso será en algunos casos pero no en el mío. Este libro lo he escrito yo, tiene mi forma de hablar, mis expresiones, mi deje. Muchos seguidores de las redes que lo han leído, me han comentado que han sentido como si estuvieran en una habitación hablando conmigo. Siendo mi historia, tenía que contarla yo y con mis propias palabras. 

M.G.- En el libro narras tu episodio de bullying y hablas de lo mal que se portó una profesora contigo. 

M.J.- Pues sí. Aquella profesora dio el pistoletazo de salida y dio a pie a que otros compañeros empezaran a meterse conmigo, porque ella hacía comentarios bastante feos delante de todos los niños. El resto de profesores y la dirección del colegio hicieron oídos sordos a lo que estaba pasando, cuando resulta que ellos lo sabían, porque muchas situaciones ocurrieron delante de sus narices.

M.G.- ¿Nadie te apoyó?

M.J.- No. Me dieron una paliza bastante fuerte a la salida del colegio. Lo único que hicieron fue convocar una reunión a la que acudí con mi madre y también estuvieron presentes la niña que me pegó y su madre. Pero no hubo castigo, ni le abrieron expediente. Nada de nada. 

M.G.- Aprovechas para hacer una reflexión importante sobre el sistema educativo y el papel que juegan los profesores en este tipo de situaciones.

M.J.- Es que los profesores deben involucrarse más, proteger a los niños. Si estudias magisterio, sabes que vas a trabajar con niños pequeños, tienes que tener dotes y, como mínimo, los niños te tienen que gustar. Otra cosa no tiene sentido. 

M.G.- Hay otro episodio que pone los vellos del punta. Me refiero a la autolesión, o al 'cutting', si usamos la expresión en inglés. Me cuesta mucho comprender cómo una persona puede lesionarse como vía de escape. ¿Por qué ocurre este tipo de cosas?

M.J.- Una vez que llegó Internet a mi vida, lo pude investigar. Existen ciertos factores psicológicos para liberar endorfinas y demás. Pero en mi caso, cuando tenía el cutter delante, era como si el cuerpo me estuviera pidiendo un dolor físico para no escuchar el dolor mental. El caos en mi cabeza era tal que en el momento en el que empezó a brotar sangre de mi brazo entraba como en pausa.

M.G.- Todos estos episodios, ¿hasta qué edad se produjeron, Miren?

M.J.- La autolesión, entre los 14 o 15 hasta los 17 o 18 años. 

M.G.- De todos modos, muchos de los problemas no tenían que ver con el aspecto físico. En el libro cuentas que hacías dieta, que bajabas de peso pero te seguías sintiendo igual de mal.  

M.J.- Creo que lo que estaba pidiendo a gritos era acudir a un psicólogo. No lo hice nunca y no lo he hecho todavía. Fui encontrando diferentes formas de hacerme daño porque, si conseguía causarme un dolor mayor al que sentía por dentro, parece que todo era más tolerable. Y luego, de la  autolesión pasé a las drogas, a los trastornos alimenticios,... Fui saltando de un pozo a otro con dos únicos caminos, o me ahogaba o conseguía salvarme. En mi caso, caí tan al fondo que ya no podía bajar más. Y entonces cogí el impulso que necesitaba.

M.G.- ¿La intención del libro es contar tu experiencia para ayudar a otras personas que estén pasando por lo que te ocurrió a ti?

M.J.- Sí, espero que mi mensaje le llegue a alguien que esté pasando por lo que yo pasé y se esté planteando ahora tirar la toalla. Cuando eres un niño, y te hacen bullying, no ves más allá del colegio y piensas que tu vida va a ser siempre así. Son momentos en los que uno puede pensar que no hay nada por lo que merezca la pena seguir adelante. Es en esa gente en la que estaba pensando cuando escribí este libro. Si yo hubiera tirado la toalla con veinte años, me hubiera perdido todos los capítulos felices que ha tenido mi vida después.

M.G.- Ahora se habla mucho de una actitud positiva. ¿Cómo definirías tú el body-positive?

M.J.- Es un concepto muy abstracto pero es muy fácil de definir. Es el derecho y la obligación que tenemos todos de querernos y respetarnos, independientemente de nuestro físico. Y no hablo solo de los gordos sino también de, por ejemplo, una chica que tenga mucho pecho y que siempre ha estado escuchando comentarios, un chico pelirrojo con quien siempre se han metido, una persona muy bajita a la que siempre le han puesto un mote,... Seas como seas físicamente, te tienes que querer y tienes que seguir con tu vida y ser feliz. Eso es el body-positive.

M.G.- O personas con algún tipo de discapacidad física o intelectual.

M.J.- También.

M.G.- Y, en distintos capítulos, hablas de personas que se han portado muy mal contigo, a las que pones nombre y apellido. ¿Reales?

M.J.- No todos, algunos los he cambiado. 

M.G.- Y los reales, ¿cómo crees que se tomarán tu libro?

M.J.- Me da igual, sinceramente. De los niños que me pegaron la paliza en el colegio, no he vuelto a saber nada más desde aquel año porque cambié de centro. El resto, es que me da totalmente igual. 

M.G.- Pues otra cuestión espinosa es la familia. Sé que has tenido roces con algunos miembros, más concretamente con tu padre. ¿Cómo se sobrelleva eso? Porque, la familia es la que tienes, no hay más. 

M.J.- Los amigos se eligen y la familia te la imponen. Y con un hermano te puedes enfadar y bueno, luego haces las paces. Pero tu padre es tu padre. Lo que me vino bien fue poner tierra de por medio para depurar relaciones. Me di cuenta que viviendo con mis padres no arreglaba nada. En aquel caso, el roce no hacía el cariño sino todo lo contrario. Lo que hice fue irme de casa, poner distancia, encontrarme a mí misma, ganar en seguridad y en amor propio, y a partir de ahí, establecer unas reglas en nuestra relación. Se puede decir que hemos crecido juntos y nos hemos educado mutuamente. Mi padre es de otra generación, de otra mentalidad y, tras el libro, él me ha dicho que pensaba que me estaba empujando. Y claro que me empujaba, pero hacia abajo y no hacia arriba. 

M.G.- ¿Lo ha leído entero?

M.J.- No, pero sabe de lo que hablo. Estaba muy equivocado porque creía que con su actitud me alentaba y era justo lo contrario. 

M.G.- Pero también pides perdón a algunas personas en el libro. Gente a la que tú has hecho daño y se merecen una disculpa.

M.J.- Sí, en concreto a un ex novio. No me porté bien con él durante el tiempo que tuvimos una relación pero era porque yo no me quería. He entendido que si tú no te quieres, no te va a querer nadie. En aquella época yo no me considera digna de que me quisiera alguien y pensaba que aquel chico estaba conmigo solo para echar el rato. Infravaloré sus sentimientos y maltraté la relación o no le di la importancia que tenía. Traté la relación del mismo modo que me trataba a mí misma.

M.G.- Y también tuviste roces con personas que creías amigas pero luego te volvieron la espalda.


M.J.- Efectivamente. Hubo un poco de todo, amigas que se avergonzaban de que fuera a sitios con ellas. Así que hice lo mismo que con la familia, depurar amistades. O aportas o aparta.


M.G.- Y ahora, con la fortaleza que sientes, ¿cómo te enfrentas hoy a algún comentario despectivo?


M.J.- Hubo una época en la que sí oía insultos por la calle pero ya hace mucho tiempo que no me dicen nada. Otra cosa son las redes sociales. Por ahí sí me llegan muchos comentarios porque ya sabes que la gente se esconde en el anonimato. Afortunadamente, con el callo que yo tengo en este tema, me resbala bastante. Es complicado que algo me afecte. Tiene que ser un mal día para que un insulto me importe.


M.G.- ¿Y tú crees que vamos evolucionando, aceptando a la gente tal y como es? ¿O seguimos siendo crueles?


M.J.- Con todas las noticias que vemos hoy en día, con chavales que se están quitando la vida por temas de acoso, parece que no hemos cambiado nada pero hay que ser justos. Hace veinte años, cuando a mí me pasó todo esto, era todo muy distinto. Ahora hay mucha más variedad. Tienes el movimiento body-positive, hay chicas con curvas en revistas y pasarelas, el movimiento LGTBI y el feminismo están muy presentes. Sí, hemos cambiado algo, sí se está haciendo algo y hay impacto. Que sea suficiente o no, eso es ya otra cuestión. 


M.G.- ¿Te ha costado más escribir algún pasaje que otro?


M.J.- Pues me ha costado escribir algo que yo pensaba que tenía muy superado. Tuve una época de ansiedad social durante la veintena. El mero hecho de tener que salir a la calle me provocaba ataques de pánico. Me quedaba en mi casa a oscuras, llorando porque no lo soportaba. Eso me ha costado mucho contarlo, sin embargo, lo más alejado en el tiempo, el bullying, los desórdenes alimenticios,... todo eso lo he contado con mucha más facilidad.


M.G.- Imagino que te habrás guardado cosas para ti, ¿no?

M.J.- Hablando mal y pronto, he ido a calzón quitado. Es la única vez que voy a escribir sobre mi vida. Si la cuento, lo cuento todo. No tiene sentido guardarme cosas.

M.G.- Sé que has escrito con anterioridad aunque esta es la primera vez que publicas. ¿Veremos algo más tuyo?

M.J.- Lo que tengo guardado es ficción. De momento vamos a esperar a ver qué pasa con la Venus, vamos a darle su tiempo, y luego intentaré volver con ficción que es realmente lo que me gusta.

M.G.- ¿Y el título de dónde sale?

M.J.- Uno de mis cuadros favoritos es la 'Venus del espejo' de Velázquez. Me gusta la historia de ese cuadro. Está en la National Gallery y a principios del siglo XX, con el movimiento sufragista, una de las mujeres entró en el museo y acuchilló el cuadro, porque representaba los cánones de la belleza femenina. Pensando en el body-positive, en el feminismo, en los cánones de belleza, se me ocurrió que mi Venus, en vez de mirarse al espejo, lo iba a romper.

M.G.- Por último, ¿eres feliz ahora?

M.J.- Soy muy feliz y por eso el mensaje del libro. Lo he pensado mucho estos días que hemos estado de promo. Si me hubiera tirado por la ventana cuando tenía diecisiete años, me hubiera perdido esta felicidad. Por eso, no hay que tirar la toalla porque no sabes cómo será el próximo capítulo de tu vida.

M.G.- Es un bonito mensaje. Miren, gracias por compartir este tiempo con nosotros. Te deseo mucha suerte.

M.J.- Muchas gracias a ti. 







Ficha libro

Editorial: Zenith.
Encuadernación: Rústica con solapas.
Nº Páginas: 192
Publicación: Junio, 2019
Precio: 15,00 €
ISBN: 978-84-08-20946-1
Disponible en e-Book
Ficha completa aquí.









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