Todavía no me he comido la última uva y ya estamos a mediados de enero. A mí que me lo expliquen porque no doy crédito a lo mucho que corre el tiempo.
Mi intención durante estas pasadas vacaciones de Navidad era leer y leer, como si no hubiera un mañana. Sin embargo, volvió a ocurrir lo que mismo que me pasa siempre que estoy de vacaciones, que leo menos de lo habitual, porque me enredo con otras cosas que me apetecen. La verdad es que me lo he pasado genial y tampoco está mal dar espacio a otras actividades que resultan igual de placenteras que la lectura. En cualquier caso, procedo a contaros qué tal fue el último mes de 2019.
Mi intención durante estas pasadas vacaciones de Navidad era leer y leer, como si no hubiera un mañana. Sin embargo, volvió a ocurrir lo que mismo que me pasa siempre que estoy de vacaciones, que leo menos de lo habitual, porque me enredo con otras cosas que me apetecen. La verdad es que me lo he pasado genial y tampoco está mal dar espacio a otras actividades que resultan igual de placenteras que la lectura. En cualquier caso, procedo a contaros qué tal fue el último mes de 2019.
[Para conocer la sinopsis de los libros expuestos
solo tienes que clicar en cada título o en los enlaces a las reseñas]
Los comprados
Entre que Círculo de Lectores cerró y que estas Navidades no he subido a Madrid para pasear por su Cuesta Moyano, las adquisiciones en diciembre han brillado por su ausencia. Ya comenté en su día que, dado que Círculo cerraba, acudiría con más frecuencia a la librería. Siempre me gustó entrar en esos templos llenos de historias, aunque solo sea para echar un ojo, pero os diré que echo muchísimo de menos eso de sentarme con un café y un bolígrafo en la mano, mientras leo la revista de Círculo.
Los recibidos
Edhasa ha puesto en mis manos tres novelas que no pueden ser más apetecibles. Os hablo de Las batallas silenciadas de Nieves Muñoz, y Los ojos de Galdós de Carolina Molina.
Y debo confesar que los ojos me hicieron chiribitas cuando vi Fierro de Francisco Narla. Del autor he leído poco, lo reconozco, pero todo lo que ha pasado por mis manos me ha gustado. Así que, estos tres libros me parecen tan atractivos que voy a tener que hacerles hueco.
Miguel Griot me hizo llegar Los diarios de Tony Linx (SM), un libro juvenil con el que los adultos también podemos disfrutar. Ya está leído y reseñado en el blog. Encuentras mi opinión más abajo.
De Isaac Pachón leí en su día Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café. Me pareció un volumen de relatos original y novedoso en cuanto al enfoque. Ahora tengo pendiente de leer Te diré que estoy vivo (Cáprica Ediciones), su última publicación. A ver qué me parece.
Curioso es el libro que publica César Brandon. Akeva (Espasaespoesía) es poesía sin serlo. Es un diario lleno de ternura y profundas reflexiones con el que, este joven oriundo de Malabo y ganador de un programa de talentos, consigue tocarte la fibra sensible. Y es que su autor es pura sensibilidad.
Por último, otro poemario. No soy lectora asidua de poemas pero debo admitir que la poesía que se hace ahora, más callejera, me resulta más cercana. Así que, tengo pendiente leer Silencios vivos de Nach (Planeta).
Y debo confesar que los ojos me hicieron chiribitas cuando vi Fierro de Francisco Narla. Del autor he leído poco, lo reconozco, pero todo lo que ha pasado por mis manos me ha gustado. Así que, estos tres libros me parecen tan atractivos que voy a tener que hacerles hueco.
Miguel Griot me hizo llegar Los diarios de Tony Linx (SM), un libro juvenil con el que los adultos también podemos disfrutar. Ya está leído y reseñado en el blog. Encuentras mi opinión más abajo.
De Isaac Pachón leí en su día Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café. Me pareció un volumen de relatos original y novedoso en cuanto al enfoque. Ahora tengo pendiente de leer Te diré que estoy vivo (Cáprica Ediciones), su última publicación. A ver qué me parece.
Curioso es el libro que publica César Brandon. Akeva (Espasaespoesía) es poesía sin serlo. Es un diario lleno de ternura y profundas reflexiones con el que, este joven oriundo de Malabo y ganador de un programa de talentos, consigue tocarte la fibra sensible. Y es que su autor es pura sensibilidad.
Por último, otro poemario. No soy lectora asidua de poemas pero debo admitir que la poesía que se hace ahora, más callejera, me resulta más cercana. Así que, tengo pendiente leer Silencios vivos de Nach (Planeta).
Los ganados
No hubo lugar a que la diosa Fortuna hiciera su trabajo. Creo que me apunté a muy pocos sorteos pero retomaré tan buena costumbre.
Las lecturas y el cine
En cuanto a las lecturas, como dije antes, he leído menos de lo que esperaba. Pero es que... ¡había tanto que ver por las calles, tantas cervezas que tomarse con los amigos y tantas celebraciones familiares!,... que he faltado a mi cita con la lectura más de lo que había planeado. Aún así, he tocado un poco de todo.
Diciembre comenzó con la lectura de El velo alzado de George Eliot. Defiendo que hay que acercarse de vez en cuando a autores de otros siglos para apreciar la literatura que se hacía entonces. El libro me pareció una lectura imprescindible.
La siguiente lectura también me hizo disfrutar muchísimo. No había leído nada de Antonio Garrido hasta ahora y mi estreno con su última novela,El jardín de los enigmas, no ha podido ser mejor. Una historia con una ambientación fabulosa y una trama llena de incógnitas y misterio. Muy recomendable.
Incondicional de los libros de Julio Muñoz Gijón, Tinnitus (3 horas de vida)es una lectura que tengo que madurar. Admito que ha sido muy diferente a lo que esperaba. Tenía claro que iba a ser diametralmente opuesta a lo que había escrito con anterioridad, pero casi me estoy planteando volverla a leer. Ya os diré.
Los diarios de Tony Lynx de Miguel Griot me hicieron pasar unas cuantas horas muy entretenida. Este volumen está lleno de acertijos y, aunque está más enfocado a los jóvenes, no he sido capaz de resolver todos los enigmas. Pero es muy ameno y divertido, por no hablar, del colorido de sus ilustraciones.
Me estrené con los libros de Paul Pen a través de su última novela. Un matrimonio perfecto ha sido la lectura que esperaba. Hay libros que solo pretenden entretener sin más y eso es lo que consigue esta novela. Para mí, cumplió con el objetivo.
Y acabé diciembre con una lectura singular. Me gusta el misterio y lo paranormal y hacía tiempo que tenía en mis estanterías este volumen. Hablando con mis muertos de David López ha sido una lectura que me ha gustado a ratos. Reconozco que contiene experiencias reales muy interesantes pero otros pasajes, más teóricos y técnicos, se me han hecho algo más cuesta arriba.
En cuanto a las entrevistas, en diciembre publiqué las siguientes:
- Rut Nieves por Naciste para disfrutar.
- César Brandon por Akeva.
- Antonio Garrido por El jardín de los enigmas.
- Minerva Piquero por Nacida libre.
El cine no faltó en este espacio. Hubo documental y cine infantil. Amo el flamenco y aunque no entienda mucho, a mí se me eriza la piel cuando oigo a alguien cantar. De Camarón de la Isla sabía lo justo pero he aprendido un montón con esta película-documental de Alexis Morante. Camarón: Flamenco y Revolución es para ponerle un marco. Maravilloso.
Y, aprovechando que el cine en diciembre está muy enfocado a los más pequeños, me zambullí en dos historias. Maléfica. Maestra del mal, que para mi gusto no alcanza el nivel de la anterior, y El rey león, una nueva adaptación en animación real que a mí me conquistó.
Diciembre comenzó con la lectura de El velo alzado de George Eliot. Defiendo que hay que acercarse de vez en cuando a autores de otros siglos para apreciar la literatura que se hacía entonces. El libro me pareció una lectura imprescindible.
La siguiente lectura también me hizo disfrutar muchísimo. No había leído nada de Antonio Garrido hasta ahora y mi estreno con su última novela,El jardín de los enigmas, no ha podido ser mejor. Una historia con una ambientación fabulosa y una trama llena de incógnitas y misterio. Muy recomendable.
Incondicional de los libros de Julio Muñoz Gijón, Tinnitus (3 horas de vida)es una lectura que tengo que madurar. Admito que ha sido muy diferente a lo que esperaba. Tenía claro que iba a ser diametralmente opuesta a lo que había escrito con anterioridad, pero casi me estoy planteando volverla a leer. Ya os diré.
Los diarios de Tony Lynx de Miguel Griot me hicieron pasar unas cuantas horas muy entretenida. Este volumen está lleno de acertijos y, aunque está más enfocado a los jóvenes, no he sido capaz de resolver todos los enigmas. Pero es muy ameno y divertido, por no hablar, del colorido de sus ilustraciones.
Me estrené con los libros de Paul Pen a través de su última novela. Un matrimonio perfecto ha sido la lectura que esperaba. Hay libros que solo pretenden entretener sin más y eso es lo que consigue esta novela. Para mí, cumplió con el objetivo.
Y acabé diciembre con una lectura singular. Me gusta el misterio y lo paranormal y hacía tiempo que tenía en mis estanterías este volumen. Hablando con mis muertos de David López ha sido una lectura que me ha gustado a ratos. Reconozco que contiene experiencias reales muy interesantes pero otros pasajes, más teóricos y técnicos, se me han hecho algo más cuesta arriba.
En cuanto a las entrevistas, en diciembre publiqué las siguientes:
- Rut Nieves por Naciste para disfrutar.
- César Brandon por Akeva.
- Antonio Garrido por El jardín de los enigmas.
- Minerva Piquero por Nacida libre.
El cine no faltó en este espacio. Hubo documental y cine infantil. Amo el flamenco y aunque no entienda mucho, a mí se me eriza la piel cuando oigo a alguien cantar. De Camarón de la Isla sabía lo justo pero he aprendido un montón con esta película-documental de Alexis Morante. Camarón: Flamenco y Revolución es para ponerle un marco. Maravilloso.
Y, aprovechando que el cine en diciembre está muy enfocado a los más pequeños, me zambullí en dos historias. Maléfica. Maestra del mal, que para mi gusto no alcanza el nivel de la anterior, y El rey león, una nueva adaptación en animación real que a mí me conquistó.
¿Y qué tal se está presentando enero?
Pues a enero le queda un cuarto de hora como quien dice pero, de momento, la cosa está más o menos tranquila en cuanto a libros. Ya se han producido algunos encuentros con autores y tengo a la vista las II Jornadas de Literatura en Sevilla. Vuelvo a participar en este proyecto, organizado por el autor Antonio Puente Mayor, al que le doy las gracias por contar conmigo. El día 31 moderaré una mesa sobre corrección y estilo, en la que participarán profesores y editores. Accede a toda la programación pinchando en el enlace anterior y animaros a asistir los que estéis por Sevilla esos días.
¡¡Nos leemos!!