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PARA OLVIDAR QUIÉN FUISTE de Fernando García Calderón

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Editorial: Algaida. 
Fecha publicación: noviembre, 2019. 
Precio: 20,00 € 
Género: Narrativa. 
Nº Páginas: 360 
Encuadernación: Tapa blanda con solapas. 
ISBN: 9788491891529 
[Disponible en ebook]



Autor

Fernando García Calderón nació en Sevilla, aunque reside en Madrid desde los diez años, donde estudió Ingeniería de Caminos. Es autor de nueve novelas y tres volúmenes de relatos. Tras ser galardonado en numerosos certámenes de cuentos como el Gabriel Miró o el Max Aub, en 1997 obtuvo el premio Félix Urabayen por la novela El vuelo de los halcones en la noche y dos años después el Ateneo de Valladolid por El hombre más perseguido.

Desde entonces ha publicado las novelas Lo que sé de ti (2002), La noticia (2006), La judía más hermosa (2006), La resonancia de un disparo (2008), Yo también fui Jack el Destripador (2015), Nadie muere en Zanzíbar (2016) y De lo visible y lo invisible (2018). Durante todo ese tiempo también ha intercalado volúmenes de relatos como El mal de tu ausencia (2000), Sedimentos en un pantano (2005, Eulalia Banda) y Diario de ausencias y acomodos (2016)

Sinopsis

Para olvidar quién fuiste se inicia en 1945, en plena caída de Berlín, construyendo un relato de la Europa de posguerra que nos traslada desde el campo de concentración de Mauthausen hasta la Alemania de los encubridores de criminales del nazismo, el Vaticano, la España preconstitucional y una Lisboa que recibe con júbilo la revolución de los claveles. Un marco irrepetible para la persecución sin cuartel de uno de los muchos médicos tristemente famosos por el trato que concedieron a los prisiones de la contienda mundial.

Para olvidar quién fuiste es una historia de cazadores de nazis, personajes atípicos que dedican su vida a una causa justa que, desgastada por el paso del tiempo, acaba adquiriendo resonancias de venganza. Y es en los personajes, perseguidores y perseguidos, donde se cimienta esta novela. Porque los primeros, personas tan corrientes como extraordinarias, dan vida a una anómala saga familiar, mientras los segundos constituyen el retrato fijo del clan en fuga.

[Información tomada directamente del ejemplar]

Así empieza Para olvidar quién fuiste:



[Lectura de las páginas 15 a 17; 
música: That Kid in Fourth Grade Who Really Liked the Denver Broncos 
de Chris Zabriskie (*)]



Europa. Posguerra. Mauthausen. Alemania. Nazis. Cazanazis. 

Seis ingredientes con los que espero llamar vuestra atención porque Para olvidar quién fuiste es una novela que no te debes perder. Ya lo dije en la entrevista con el autor (que puedes leer aquí). Y ya lo he dicho en varias ocasiones en las que he reseñado novelas o relatos de Fernando García Calderón. Espero que mi insistencia no provoque un efecto rebote porque, en mi ánimo, solo está el daros a conocer a un autor con cuyas novelas siempre disfruto mucho.

Para olvidar quién fuiste narra la historia de una familia por lo que, en este sentido, se podría considerar una saga familiar, es decir, la historia de varios miembros de un mismo clan, entre los que existen secretos inconfesables. Y sí, algún que otro secreto existe en esta familia pero, como bien dice la sinopsis, es una saga familiar anómala, dado que los protagonistas de esta historia tienen una ocupación singular, la de cazanazis.

La figura del cazanazis surge con el fin de la Segunda Guerra Mundial. Cuando Alemania pierde la contienda frente a los Aliados, se liberaron los campos de concentración y se descubrió una realidad ante la que el mundo no daba crédito. Se habla de millones de víctimas sin que todavía se haya podido precisar una cifra exacta. Mujeres, hombres y niños fueron masacrados, sometidos a terribles torturas, ultrajados, asesinados. Y cuando todo llegaba a su final, los nazis y los miembros de la SS huyeron como las ratas que abandonan los barcos que se hunden. Dejaron atrás su país, se repartieron por el mundo y se escondieron en los lugares más recónditos. No obstante, el daño que habían causado era de tal magnitud que no se podía mirar hacia otro lado. Aunque muchas de las víctimas que sobrevivieron o las familias de los que fallecieron en manos de estos criminales, optaron por continuar con su vida y tratar de olvidar, lo cierto es que, hubo quienes canalizaron su rabia persiguiendo a los que habían cometido semejantes atrocidades. Y así nació la figura del cazador de nazis, hombres o mujeres que recorrieron el planeta, tras la pista de manos manchadas de sangre para hacer justicia y honrar, de algún modo, la memoria de los muertos.

En Para olvidar quién fuiste, el novelista Fernando García Calderón recupera esta figura y construye una novela coral en la que diversos protagonistas van dándose el relevo. La historia comienza con el joven Wilhem Lohaus, un soldado convaleciente que, en 1945, está a punto de ser padre. Procedente de una familia de la burguesía berlinesa, deciden abandonar Alemania en 1943, justo cuando prevén lo que va a ocurrir con Hitler al frente, pero Wilhem se niega a seguir los pasos de sus padres. Arquitecto de profesión, joven y con una prometedora carrera por delante, está tan enamorado de Gretl, su Moira, una criada menor de edad y judía, cuya familia estaba protegida por los Lohaus que decide permanecer a su lado. Alemán y judía se quedan juntos a verlas venir pero Wilhem se reclutado por Gobbels -había que dar algún escarmiento a las familias que abandonaban la patria- y mandado al frente ruso.Herido regresa junto a su joven judía pero algo en su interior se ha roto. El prometedor arquitecto se quiebra en dos y ni siquiera su amor consigue sacarlo del desánimo. 

Cuando su hija Anna (la que trae el bien) está a punto de nacer, tiene que marcharse de nuevo. Se embarcará en una aventura junto a otros miembros de la Werwolf, los hombres lobos, una organización ideada por Himmler para defender Alemania de los aliados, por medio de una guerra de guerrillas. Wilhem y su equipo de sabotaje tienen como misión escamotear los archivos de Mauthausen y dinamitar los barracones. Los aliados no podían ver lo que allí había ocurrido, era del todo necesario que toda aquella información no cayera en manos del otro bando. No obstante, lo que Wilhem encuentra en Mauthausen terminará de hacerle entender la locura en la que ha estado inmerso. Su objetivo cambia de dirección. Lo único que le interesa es ayudar a los prisioneros del campo, y entre ellos, al español Fernando Dieste, un adolescente que se encarga de enseñarle los horrores del campo. Sin embargo, el joven alemán está tan abatido por lo que ha ocurrido, que no encuentra más que una salida. 

"Cargó sobre sus espaldas y su corazón la culpa de toda Alemania, la Alemania de los perversos que se creyeron superiores, la Alemania de los que obedecieron para sacar tajada, la de los que callaron y miraron para otro lado por miedo a las represalias." [Pág. 36]

Pero hablo de Wilhem Lohaus como si él fuera el protagonista absoluto de esta historia y no es así. Como apunté antes, Para olvidar quién fuiste es una novela muy coral, con diversos protagonistas que se van dando el relevo uno a otro. El papel de Wilhem es prácticamente introductorio, el que da paso al grueso de esta novela, que estará protagonizada por Fernando Dieste, el joven prisionero que adoptará una identidad falsa y se unirá a otros personajes en la persecución y captura de los viejos nazis. Y ya, en el último tercio de esta novela, Anna (o Hannah, pues modificará levemente su nombre), la hija de Wilhem y Gretl, será la encargada de soportar el peso de la trama. 

Ellos interactuarán con otros personajes, algunos reales, como Simon Wiesenthal, el famoso cazanazis, fallecido en 2005, el hombre que, tras liberarse el campo de concentración de Mauthausen donde estuvo recluido, prometió dedicar el resto de su vida a hacer justicia, el que en 1947 funda el Centro de Documentación Judía, el que colaboró con el Mossad, y recibió amenazas. 

Así, Fernando y Hannah, con el respaldo de Wiesenthal y la información recopilada en el Centro de Documentación, rastrearán el mundo tras la pista de los nazis, pero también de los deportados españoles o tratarán de localizar igualmente a los kapos de los campos, tan permisivos con las atrocidades. Esta singular pareja, , dedicarán su vida a perseguir a hombres como Adolf Eichmann, Frank Stangl, Leon Degrelle, Josef Menguele, o algún otro que fue cambiando su nombre una y otra vez. Por cierto, hago un inciso, sobre el hijo de Menguele leí un artículo interesantísimo hace muy poco cuya lectura os recomiendo). Y en esa búsqueda, diversos escenarios. En la novela se hace especial hincapié a la colonia nazi en España, afincada en diversas ciudades o puntos estratégicos, como Zahara de los Atunes (Cádiz), donde existe una playa maravillosa que con el tiempo se la empezó a conocer como Playa de los Alemanes y así se la sigue llamando. Imaginaos por qué. 

Pero García Calderón no construye una novela histórica como tal. Aunque aporta datos, fechas e hitos que sobresalen en el caminar del mundo, el autor se centra principalmente en los personajes que tienen que lidiar con el contexto que les toca vivir. Es verdad que, entre estas páginas asomará la caída de Berlín, la revolución de los claveles, o parte de la dictadura argentina, pero si algo sobresale por encima de todo lo demás, son los personajes. El lector se va a encontrar con hombres y mujeres a los que les corre sangre por las venas. El abatimiento de Wilhem Lohaus, el poco valor que Fernando le da a su vida, el sentimiento de culpa que Hannah tiene con respecto a su hija, son emociones que humanizan a los personajes porque estos cazanazis, estos personajes que se mueven entre las sombras, solitarios la mayoría de las veces, reservados y que intentan volverse invisibles para el resto, también tienen otros sentimientos más allá del rencor, la rabia o el deseo de venganza. 

"Si en la guerra hubo colaboracionistas que traicionaron a los suyos, en la paz ha de haber peones que mantengan viva la memoria del horror causado por la sevicia de los que se creyeron superiores y por la cobardía de sus cómplices. Ninguno de los caídos en Mauthausen y en los restantes campos de concentración se merece el olvido" [Pág. 55]


Y si tengo que hablar de personajes, no puedo olvidarme de Bruno. Poco os voy a desvelar de él. Su nombre aparecerá estando muy avanzada la trama. Al principio pensé que era un niño hasta que comprendí quién era realmente y qué papel juega en esta historia. El autor consigue conectar unos personajes con otros de manera brillante. Y este Bruno será el encargado de un giro importante en el argumento. 

Por todo lo que llevo expuesto, Para olvidar quién fuiste es una gran novela, que aporta datos nuevos, menos manidos y más novedosos que los se suelen encontrar en las novelas sobre nazis, el Holocausto y la II Guerra Mundial. Y aunque lo he dicho muchas veces, lo repito. Me gustan los libros que me obligan a parar en la lectura para indagar más sobre lo que acabo de leer, libros que alimentan mi curiosidad, que me instruyen, que aportan un grano de arena en mi conocimiento. En esta novela, el lector se va a encontrar con una amena descripción sobre las rutas que emplearon los nazis para huir, un suceso en el que estuvo muy implicada la Iglesia, Roma y el Vaticano, e incluso algunos organismos que jamás hubiera imaginado. Y si además, esos libros me llevan a otros tantos, o me hablan de viejas películas o documentales, el placer de la lectura se multiplica. 

Con una prosa evocadora, elegante, cautivadora, unas estructuras gramaticales sólidas y bellas, un estilo poético y algo periodístico por momentos, un ritmo tranquilo al que no le falta suspense en las escenas claves, y un narrador que nos conquistará en un desenlace muy visual, Para olvidar quién fuiste es de esas novelas que van a ocupar un lugar predominante en tu estantería. Narrada de manera lineal, aunque con importantes saltos en el tiempo hacia delante, consigue atrapar al lector y no soltarlo hasta un final con frase lapidaria.

Más que recomendable.


Novelas y películas mencionadas en Para olvidar quién fuiste:

- Odessa de Frederick Forsyth (1972)
- ¿Vencedores o vencidos? El juicio de Nuremberg (Stanley Kramer, 1961)
- El tercer hombre (Carol Reed, 1949)
- Las chicas de la Cruz Roja (Rafael J. Salvia, 1958)
- Una noche en la ópera (Sam Wood, 1935)
- Cartas de amor a Nora Barnacle de James Joyce







 

[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
(*)That Kid in Fourth Grade Who Really Liked the Denver Broncos de Chris Zabriskie está sujeta a una licencia de Creative Commons Attribution (https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/)
Fuente: http://chriszabriskie.com/uvp/
Artista: http://chriszabriskie.com/]

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