Editorial: Planeta
Fecha publicación: enero, 2020
Precio: 21,90 €
Género: Thriller
Nº Páginas: 416
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 9788408221685
[Disponible en eBook;
puedes empezar a leer aquí]
Fecha publicación: enero, 2020
Precio: 21,90 €
Género: Thriller
Nº Páginas: 416
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 9788408221685
[Disponible en eBook;
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Autor
FERNANDO BENZO (Madrid, 1965). Desde que a los 23 años publicara Los años felices (Premio Castilla-La Mancha), no ha dejado de escribir. Durante algunos años se centró en el relato. Tras recibir numerosos premios, sus principales cuentos quedaron reunidos en el libro Diez cuentos tristes. Regresó a la novela con Mary Lou y la vida cómoda (Premio Kutxa – Ciudad de Irún) y desde entonces ha publicado La traición de las sirenas, Después de la lluvia (Premio Ciudad de Majadahonda), Los náufragos de la Plaza Mayor, Nunca repetiré tu nombre y Las cenizas de la inocencia. En los últimos años se ha dedicado a la gestión cultural pública y ha sido subsecretario de Educación, Cultura y Deporte y secretario de Estado de Cultura. Nunca fuimos héroes fusiona su pasión por la novela policíaca con sus experiencias y conocimientos de la lucha antiterrorista, en una mezcla inseparable de ficción y realidad.
Sinopsis
Gabo es un expolicía que ha dedicado toda su carrera a la lucha contra el terrorismo. Harri es un terrorista que lleva veinte años huido en Colombia.
Cuando la Policía descubre que Harri ha vuelto a Madrid, Gabo acabará viéndose arrastrado a una angustiosa investigación extraoficial, junto a una joven inspectora de Estupefacientes, en la que se cruzará con guerrilleros colombianos, narcotraficantes y yihadistas.
El expolicía establecerá una perturbadora relación con el terrorista que le obligará a resucitar fantasmas del pasado: los atentados, las operaciones policiales, la guerra sucia, los compañeros que quedaron en el camino, el amor perdido...
Nunca fuimos héroes es un apasionante thriller, pero también un emocionante recorrido por la historia del terrorismo en nuestro país.
[Información tomada directamente del ejemplar]
Este país, siempre sacudido. Por las guerras, por el terrorismo, por el desempleo, por la precariedad, por la crisis,... y ahora también por las epidemias. Ánimo en estos días, refúgiate en la lectura y #quédateencasa. Para que vuestras horas de confinamiento no se hagan tan largas, hoy vengo a hablaros de una novela que me ha gustado muchísimo, Nunca fuimos héroes de Fernando Benzo, con quien tuve el placer de conversar hace unas semanas (puedes leer la entrevista aquí).
Fernando Benzo, ex secretario de Estado de Cultura, rescata en esta novela nuestra historia más negra, toda aquella larga, larguísima y sangrienta etapa, en la que este país estuvo golpeado por el terrorismo, por ETA. Para ello, construye una historia algo coral, aunque habrá un personaje que destaque por encima de los demás. Gabo, es un hombre de sesenta y tantos, expolicía, con treinta años de servicio a sus espaldas. Ahora que está retirado, su vida surca tranquila, entre recuerdos, soledad y visitas al bar del barrio, al bar de Dolores, con la que mantiene una relación sin compromiso. Pero durante sus años activos estuvo involucrado en la guerra antiterrorista y sus acciones lo convirtieron en una leyenda. Junto a sus compañeros Javi, Cata y Dandy, componían uno de los llamados Grupos AT, grupos antiterroristas en San Sebastián, ciudad de la que siempre se despidió mal.
Pero el pasado regresa para perturbar su presente y colocarlo al frente de lo que será, definitivamente, su último caso. Un altercado en el bar de Dolores, lo conduce directamente al calabozo, y allí es interceptado por Sixto Aldama, Comisario General de Información, y antiguo compañero en la Escuela de Policías. Lo que Sixto le propone lo deja atónito. Coloca ante él la oportunidad, la última ocasión, de capturar a Harri, un terrorista buscado, la fijación de Gabo, que hasta ahora residía en Venezuela, sin posibilidad de extradición. La policía detecta que el terrorista ha entrado en territorio español, que se mueve por Madrid con algunos desplazamientos a zonas cercanas, pero desconocen a qué ha venido. Temen que Harri esté planeando un atentado pero la policía está atada de pies y manos. Los crímenes perpetrados por el terrorista han prescrito hace muchos años y no pueden detenerlo. Hay que vigilarlo de cerca, y averiguar sus intenciones y detenerlo antes de que cometa algún acto violento. Extraoficialmente, le encargan el asunto a Gabo.¿Quién vencerá? ¿Cometerá Harri un atentado? ¿Lo detendrá Gabo a tiempo? Bueno, todo esto dejo que lo averigües con la lectura de la novela.
Nunca fuimos héroes se construye sobre diversos hechos reales. La trama en sí no tiene ningún fundamento verídico, es decir, hasta donde el autor sabe, nunca se ha encargado a un expolicia la labor de perseguir y detener a un terrorista que regresa de su refugio, pero sí se hace un retrato real de la labor policial, de los métodos y estrategias empleadas en la lucha antiterrorista, cuestiones todas ellas llenas de información interesante, o de las motivaciones de la banda terrorista. Atención al siguiente párrafo:
´
Y para dar verosimilitud a la narración, el autor emplea un léxico propio, con términos como "tronchas", que hacen referencia a las vigilancias o "taldes", vocablo empleado para designar a los comandos. De igual modo, se hace mención a numerosos atentados reales, como el ocurrido en la casa cuartel de Vic en 1991 o el asesinato de Miguel Ángel Blanco en 1997.
Como trasfondo veremos las rivalidades entre Guardia Civil y Policía Nacional, las conexiones de ETA con el narcotráfico o el terrorismo islámico, lo que permite la aparición de otro personaje que actuará en estrecha colaboración con Gabo, me refiero a la inspectora Estela Domínguez, la historia del País Vasco, la política internacional de Francia y su colaboración con España en la lucha antiterrorista, o la guerra sucia... Pero, de todos estos temas, el que más me ha impactado ha sido lo relativo a los jóvenes policías infiltrados en ETA. El personaje de Marina, una joven que fue parte del pasado de Gabo, otorga mucha tensión a una trama que, ya de por sí, cuenta con bastante suspense e intriga, narrando las desarticulaciones de los Comando Madrid y Barcelona.
En cuanto a los personajes, la narración va dejando un reguero de nombres que, en mayor o menor medida, inciden en la trama. Comentaba antes que, si bien la novela tiene un cierto toque coral, es Gabo el que ostenta mayor protagonismo. Me ha parecido un personaje muy bien construido, solvente y sólido, un ser solitario que necesita de vez en cuando el abrazo de otro ser humano, que se refugia en la música, y que ve, cómo el paso del tiempo le ha cambiado el carácter y el temple. Para Gabo, Harri siempre fue su fijación, esa obsesión que terminó por vencerle cuando el terrorista huyó de España y no pudo detenerlo. Por eso, es ahora o nunca. El retrato psicológico de este personaje es brillante, como también lo es el de Harri, un individuo al que iremos conociendo de la manera más inaudita. Pero Benzo no solo se esmera en la construcción de los personajes principales, sino que también construye buenos personajes más secundarios, como Tony Pazos, el antiguo jefe de Gabo y en el presente de la novela es un ex alcohólico que vive recluido en un residencia, pero que conoce muy bien el reverso de los terroristas y supone una gran ayuda.
La novela se desarrolla principalmente en el presente, con algún retroceso en forma de recuerdo, para que el lector conozca cómo era el trabajo de Gabo junto a sus compañeros, pero está sumamente bien narrada, enlazando un tiempo y otro, sin abruptas interrupciones.
Me ha gustado mucho Nunca fuimos héroes, un título con tintes irónicos. La nota de prensa dice que si "Aramburu narró las consecuencias del conflicto en la sociedad civil, aquí se habla de la vida de los policías que dedicaron su vida a la lucha antiterrorista". Me parece una definición muy acertada de esta novela y añadiría que es una novela para descubrir por uno mismo, y de la que se debe hablar lo sucinto. Tiene páginas y párrafos brutales, que te dejarán con los ojos como platos, así que, te animo a leerla en cuanto puedas.
Por cierto, aquellos policías y guardias civiles sí que fueron héroes, como también lo están siendo ahora, junto a todo el personal sanitario de nuestro país. No lo olvidemos nunca, ni siquiera cuando esta pesadilla haya pasado.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
Fernando Benzo, ex secretario de Estado de Cultura, rescata en esta novela nuestra historia más negra, toda aquella larga, larguísima y sangrienta etapa, en la que este país estuvo golpeado por el terrorismo, por ETA. Para ello, construye una historia algo coral, aunque habrá un personaje que destaque por encima de los demás. Gabo, es un hombre de sesenta y tantos, expolicía, con treinta años de servicio a sus espaldas. Ahora que está retirado, su vida surca tranquila, entre recuerdos, soledad y visitas al bar del barrio, al bar de Dolores, con la que mantiene una relación sin compromiso. Pero durante sus años activos estuvo involucrado en la guerra antiterrorista y sus acciones lo convirtieron en una leyenda. Junto a sus compañeros Javi, Cata y Dandy, componían uno de los llamados Grupos AT, grupos antiterroristas en San Sebastián, ciudad de la que siempre se despidió mal.
Pero el pasado regresa para perturbar su presente y colocarlo al frente de lo que será, definitivamente, su último caso. Un altercado en el bar de Dolores, lo conduce directamente al calabozo, y allí es interceptado por Sixto Aldama, Comisario General de Información, y antiguo compañero en la Escuela de Policías. Lo que Sixto le propone lo deja atónito. Coloca ante él la oportunidad, la última ocasión, de capturar a Harri, un terrorista buscado, la fijación de Gabo, que hasta ahora residía en Venezuela, sin posibilidad de extradición. La policía detecta que el terrorista ha entrado en territorio español, que se mueve por Madrid con algunos desplazamientos a zonas cercanas, pero desconocen a qué ha venido. Temen que Harri esté planeando un atentado pero la policía está atada de pies y manos. Los crímenes perpetrados por el terrorista han prescrito hace muchos años y no pueden detenerlo. Hay que vigilarlo de cerca, y averiguar sus intenciones y detenerlo antes de que cometa algún acto violento. Extraoficialmente, le encargan el asunto a Gabo.¿Quién vencerá? ¿Cometerá Harri un atentado? ¿Lo detendrá Gabo a tiempo? Bueno, todo esto dejo que lo averigües con la lectura de la novela.
Nunca fuimos héroes se construye sobre diversos hechos reales. La trama en sí no tiene ningún fundamento verídico, es decir, hasta donde el autor sabe, nunca se ha encargado a un expolicia la labor de perseguir y detener a un terrorista que regresa de su refugio, pero sí se hace un retrato real de la labor policial, de los métodos y estrategias empleadas en la lucha antiterrorista, cuestiones todas ellas llenas de información interesante, o de las motivaciones de la banda terrorista. Atención al siguiente párrafo:
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"Pero el origen, el corazón, la garra emocional, el pilar sobre el que se sostenía la causa revolucionaria era algo mucho más cercano. Era la familia. Los vínculos familiares entre los miembros de la banda se entrecruzaban en una tupida red de sangre compartida. Daba igual que fueran comunistas, leninistas, estalinistas o maoístas o lo que demonios quisieran. Daba igual que proviniesen de colegios de curas o de ikastolas. A la familia se la cuidaba, se la protegía. Se respetaba a los padres, se buscaba pareja en familias cercanas, se trataba de incorporar a la banda a hermanos, primos y cuñados. Y no había mayor triunfo que dar prestigio a la propia familia, que la ama y el aita engordaran de orgullo sabiéndose admirados por vecinos y paisanos el día que a aquellos jóvenes los metían entre rejas o les pegaban un tiro porque en su pueblo se les rendía homenaje público, con retrato colgando del balcón del Ayuntamiento y txistulari y mucho grito de guerra y mucha ovación enfervorizada en su honor." [pág. 80]
Y para dar verosimilitud a la narración, el autor emplea un léxico propio, con términos como "tronchas", que hacen referencia a las vigilancias o "taldes", vocablo empleado para designar a los comandos. De igual modo, se hace mención a numerosos atentados reales, como el ocurrido en la casa cuartel de Vic en 1991 o el asesinato de Miguel Ángel Blanco en 1997.
Como trasfondo veremos las rivalidades entre Guardia Civil y Policía Nacional, las conexiones de ETA con el narcotráfico o el terrorismo islámico, lo que permite la aparición de otro personaje que actuará en estrecha colaboración con Gabo, me refiero a la inspectora Estela Domínguez, la historia del País Vasco, la política internacional de Francia y su colaboración con España en la lucha antiterrorista, o la guerra sucia... Pero, de todos estos temas, el que más me ha impactado ha sido lo relativo a los jóvenes policías infiltrados en ETA. El personaje de Marina, una joven que fue parte del pasado de Gabo, otorga mucha tensión a una trama que, ya de por sí, cuenta con bastante suspense e intriga, narrando las desarticulaciones de los Comando Madrid y Barcelona.
En cuanto a los personajes, la narración va dejando un reguero de nombres que, en mayor o menor medida, inciden en la trama. Comentaba antes que, si bien la novela tiene un cierto toque coral, es Gabo el que ostenta mayor protagonismo. Me ha parecido un personaje muy bien construido, solvente y sólido, un ser solitario que necesita de vez en cuando el abrazo de otro ser humano, que se refugia en la música, y que ve, cómo el paso del tiempo le ha cambiado el carácter y el temple. Para Gabo, Harri siempre fue su fijación, esa obsesión que terminó por vencerle cuando el terrorista huyó de España y no pudo detenerlo. Por eso, es ahora o nunca. El retrato psicológico de este personaje es brillante, como también lo es el de Harri, un individuo al que iremos conociendo de la manera más inaudita. Pero Benzo no solo se esmera en la construcción de los personajes principales, sino que también construye buenos personajes más secundarios, como Tony Pazos, el antiguo jefe de Gabo y en el presente de la novela es un ex alcohólico que vive recluido en un residencia, pero que conoce muy bien el reverso de los terroristas y supone una gran ayuda.
Me ha gustado mucho Nunca fuimos héroes, un título con tintes irónicos. La nota de prensa dice que si "Aramburu narró las consecuencias del conflicto en la sociedad civil, aquí se habla de la vida de los policías que dedicaron su vida a la lucha antiterrorista". Me parece una definición muy acertada de esta novela y añadiría que es una novela para descubrir por uno mismo, y de la que se debe hablar lo sucinto. Tiene páginas y párrafos brutales, que te dejarán con los ojos como platos, así que, te animo a leerla en cuanto puedas.
Por cierto, aquellos policías y guardias civiles sí que fueron héroes, como también lo están siendo ahora, junto a todo el personal sanitario de nuestro país. No lo olvidemos nunca, ni siquiera cuando esta pesadilla haya pasado.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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