Editorial: Planeta
Fecha publicación: octubre, 2019
Precio: 20,90 €
Género: Novela
Nº Páginas: 368
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 9788408215615
[Disponible en ebook y Audiolibro]
Autora
Pilar Eyre (Barcelona, 1951) estudió Filosofía y Letras y Ciencias de la Información. Ha ejercido el periodismo como columnista, entrevistadora y reportera en diversos periódicos y revistas (Hoja del Lunes, Mundo Diario, La Vanguardia, Interviú, El Periódico de Catalunya, El Mundo y Lecturas) y ha colaborado también en varias emisoras de radio y televisión. Es autora de numerosos libros, entre ellos Dos Borbones en la corte de Franco; Secretos y mentiras de la Familia Real; Ricas, famosas y abandonadas; Vips: Todos los secretos de los famosos; Mujeres, veinte años después; Cibersexo, La reina de la casa y Franco confidencial. También es autora de las novelas Todo empezó en el Marbella Club y Callejón del olvido, y de la biografía Quico Sabaté, el último guerrillero. Sus relatos históricos Ena, Pasión imperial, María la Brava y, sobre todo, La soledad de la reina la han convertido en todo un fenómeno editorial. En 2014 resultó finalista del Premio Planeta con su novela Mi color favorito es verte, que tuvo una gran acogida de los lectores, al igual que su continuación: Nomeolvides. En 2018 Pilar Eyre publicó Carmen la rebelde, una novela sobre la bella historia de amor que mantuvieron el rey Alfonso XIII y la actriz Carmen Ruiz Moragas.
Sinopsis
En enero de 1939, las tropas de Franco entran triunfantes en Barcelona. Con ellas va Mauricio Casasnovas, heredero de una empresa textil, al que espera una mujer sumisa y un futuro dorado de noches en el Liceo, los mejores sastres y fulanas de lujo. Pero la brutalidad de la guerra ha abierto una grieta en su corazón que no deja de agrandarse. Mauricio, a pesar de estar casado, conoce por primera vez el amor y la pasión con una obrera de su fábrica, cuyo marido está encarcelado. Atormentado al no poder poseer a esta mujer por completo, Mauricio comete un hecho terrible cuya culpa lo perseguirá para siempre.
Pilar Eyre nos invita a mirar por el ojo de la cerradura los secretos más ocultos, fascinantes y vergonzosos de una Barcelona de contrastes, desde las orgías en el hotel Ritz a las devotas misas de doce. La vida íntima de sus protagonistas en pisos elegantes o en humildes cuevas. Criados y señores, pobres y ricos, honrados y canallas cuentan su magnética historia con un final tan arrebatador como todo el libro.
[Información tomada directamente del ejemplar]
El pasado mes de febrero acudí a la presentación de Un perfecto caballero, la última novela de la periodista Pilar Eyre, en Sevilla (tienes la crónica aquí). En aquel acto se comentó que esta novela es una historia de ficción pero cargada de recuerdos familiares de la autora. Se mencionaron datos que me resultaron de sumo interés y despertaron mi curiosidad. Aprovechando el confinamiento, he podido leerla estos últimos días, siendo la primera vez que leo algo de esta autora. El resultado, si bien no es el que esperaba, no me ha disgustado. Un perfecto caballerome ha permitido asomarme a la vida catalana de posguerra y conocer una historia de amor y sufrimiento.
El 26 de enero de 1939, las tropas nacionales, lideradas por Juan Yagüe, militar de prestigio que, en su día, combatió en el Rif junto a la Legión, entran en Barcelona. Entre ellos, regresa Mauricio Casasnovas, protagonista principal de esta novela, junto a un extenso elenco de personajes que irán teniendo mayor o menor presencia en la trama. Mauricio es hijo de un empresario textil, Juan Casasnovas, propietario de Casasnovas e Hijos, y está casado con Conchita, hija también de una familia burguesa catalana, propietaria igualmente de una empresa lanera. La pareja tiene un hijo de tres años, Agustinet, o Tinet como lo llaman cariñosamente, y posteriormente nacerá su hija Yanín. Con el fin de la guerra, Mauricio regresa a la vida civil y familiar. Si bien, pasa un tiempo reponiéndose del desgaste físico y mental que le ha supuesto enfrentarse al enemigo en distintos frentes, es hora de coger las riendas de su vida y de su negocio. Tras el suicidio de su padre, por circunstancias que inicialmente desconocemos, ha sido su suegro, Agustín Prat, el que ha dirigido y gestionado la empresa de Mauricio, mientras este último estaba en el frente. Pero tras un discurso alentador por parte del suegro, Mauricio se hace cargo de la dirección de su fábrica. Junto a su encargado, hará un recorrido por las instalaciones, conociendo a todos los empleados y descubrirá a una operaria, Amparo, una murciana que se muestra dura, hosca, esquiva con Mauricio.Él se enamorará inmediatamente de ella y, salvando las reticencias iniciales, Amparo terminará por caer rendida igualmente en los brazos de él. Mauricio descubrirá junto a ella el verdadero amor y la pasión, pero también el doloroso sentimiento de la culpa.
Un perfecto caballero, un título con bastante carga irónica, no solamente se centrará en las aventuras amorosas de Mauricio Casasnovas. En esta novela también se hace un importante hincapié en todo el contexto político, social y económico de la época. De entrada, la autora hace un significativo despliegue descriptivo de la entrada de las tropas nacionales en Barcelona, poniendo al lector en la piel de aquellos requetés que regresaban del frente. Narrará también el proceso de colectivización que sufrieron las industrias catalanas cuando los dueños marcharon al frente, incidirá en la manera en la que las fábricas pudieron mantenerse activas durante los años de la guerra, y contará cómo era la vida tras la guerra, tan llena de contrastes:
Sin duda, Pilar Eyre se adentra en la burguesía catalana haciendo un gran despliegue. La novela nos va a permitir conocer cómo era la vida de las clases acomodadas que acudían al Club de Golf, a cenas de postín, siempre ricamente vestidos, ellas luciendo joyas y ellos alternando también con las mujeres de prostíbulos. Pero toda moneda tiene su cruz, y podremos ver igualmente la vida de los más desfavorecidos, cómo esas mujeres de establecimientos como La Carola, intentaban arrimarse a un hombre de posibles para que las sacara del hoyo, o cómo los operarios acudían a las puertas de las fábricas a buscar trabajo, malviviendo en lugares inhóspitos, donde pasaban las pocas horas de descanso, hacinados y sin los servicios mínimos.
Para mí, Un perfecto caballero se articula en dos ramas. Por un lado, todo lo relativo a las andanzas amorosas de Mauricio y Amparo -la vida fastuosa de los "elegidos" y la vida de los más pobres-, así como lo referente a su relación con su esposa Conchita. Por otra parte, toda la temática sobre la industrialización catalana, los negocios de las familias burguesas y la política. Es decir, lo personal frente a lo profesional, y en este punto debo reconocer que lo que más me ha gustado ha sido la parte de la trama que atañe a lo personal, y no solo en relación con Mauricio, sino también en todo lo concerniente a Conchita, un personaje que, si a priori podemos pensar que es un mero decorado, en realidad, tendrá mucho más peso en la trama. Y quizás porque me interesaba más lo personal frente a la economía o la política, me costó un poco entrar en la historia. Aunque estamos ante una novela que se lee con suma facilidad, encontré cierta dificultad a la hora de hallar ese punto inicial de enganche que te permite meterte en la historia y no querer salir de ella. Para mi gusto, hay mucha profundidad en las crónicas económicas y políticas, tan necesarias para ubicar al lector pero que, en este caso, y bajo mi particular opinión, me ha parecido algo excesivo. Eso ha hecho que me alejara frecuentemente de lo que a mí realmente me interesaba, la sociedad, los amores, las infidelidades,... Ha sido una tendencia que se ha mantenido a lo largo de toda la lectura, pero tampoco ha supuesto un gran obstáculo porque la trama que enreda a Mauricio, a Amparo y a Conchita, tenía la suficiente fuerza como para querer seguir leyendo.
Por otra parte, también me he topado inicialmente con una narración con "efecto sierra",como yo lo suelo llamar. Ese ir adelante y atrás en el tiempo, para vincular unos hechos con otros que, en circunstancias normales no me suponen ningún problema pero que, en esta novela, me ha provocado una ligera y leve desorientación, de tal modo que, en algún momento me tenía que parar a pesar si tal suceso ocurrió antes o después de algún otro. Pero aclaro que la sensación de pérdida ha sido esporádica y liviana, y seguramente provocada más por la falta de concentración -debido a la situación actual que vivimos- que por la narración en sí.
Eso sí, esperaba conocer más a la familia Eyre. Pensé que ellos serían los grandes protagonistas de esta historia. Al menos es la impresión que saqué de la presentación pero ellos aparecen y desaparecen en la trama, como meros "consortes".
De cualquier modo, y en cuanto a los personajes, a Mauricio lo vamos a conocer en profundidad. Embaucador y seductor, tiene el aspecto de un galán de cine, "medio rubio y guapo, con ojos de pupilas febriles y pestañas tan largas como las de una mujer", muy fogoso, mujeriego y apasionado. No es un hombre familiar ni casero, le gusta vivir la buena vida y le repugna lo doméstico y lo cotidiano. Bastante desprendido y sin mostrar especialmente cariño por sus hijos ni por su esposa, a la que iremos viendo cambiar de carácter con el avance de la lectura, Mauricio tendrá que soportar un sentimiento de culpa y un dolor que lo marcará de por vida. Sin desvelar mucho, os diré que tiene una relación especial con su hermano pequeño, y lo que a este le ocurra supondrá un duro golpe para él. Por otra parte, está lo que le ocurre con Amparo, un asunto del que no os desvelo nada.
El resto de personajes, algunos reales, están lo suficientemente definidos como para poderlos imaginar con facilidad. Como comenté antes, pensé que esta novela se iba a centrar especialmente en la familia Eyre pero no es así. De cualquier modo, aparecen las tías de la autora - Marina, Esther, Maruja, María Dolores y Ofelia -, así como su propio padre, Vicente Eyre, amigo de Mauricio, un hombre que estuvo prisionero en la cárcel La Modelo y fue condenado a muerte en dos ocasiones. De hecho, la propia autora se hace un guiño que a mí me ha parecido muy simpático.
El 26 de enero de 1939, las tropas nacionales, lideradas por Juan Yagüe, militar de prestigio que, en su día, combatió en el Rif junto a la Legión, entran en Barcelona. Entre ellos, regresa Mauricio Casasnovas, protagonista principal de esta novela, junto a un extenso elenco de personajes que irán teniendo mayor o menor presencia en la trama. Mauricio es hijo de un empresario textil, Juan Casasnovas, propietario de Casasnovas e Hijos, y está casado con Conchita, hija también de una familia burguesa catalana, propietaria igualmente de una empresa lanera. La pareja tiene un hijo de tres años, Agustinet, o Tinet como lo llaman cariñosamente, y posteriormente nacerá su hija Yanín. Con el fin de la guerra, Mauricio regresa a la vida civil y familiar. Si bien, pasa un tiempo reponiéndose del desgaste físico y mental que le ha supuesto enfrentarse al enemigo en distintos frentes, es hora de coger las riendas de su vida y de su negocio. Tras el suicidio de su padre, por circunstancias que inicialmente desconocemos, ha sido su suegro, Agustín Prat, el que ha dirigido y gestionado la empresa de Mauricio, mientras este último estaba en el frente. Pero tras un discurso alentador por parte del suegro, Mauricio se hace cargo de la dirección de su fábrica. Junto a su encargado, hará un recorrido por las instalaciones, conociendo a todos los empleados y descubrirá a una operaria, Amparo, una murciana que se muestra dura, hosca, esquiva con Mauricio.Él se enamorará inmediatamente de ella y, salvando las reticencias iniciales, Amparo terminará por caer rendida igualmente en los brazos de él. Mauricio descubrirá junto a ella el verdadero amor y la pasión, pero también el doloroso sentimiento de la culpa.
Un perfecto caballero, un título con bastante carga irónica, no solamente se centrará en las aventuras amorosas de Mauricio Casasnovas. En esta novela también se hace un importante hincapié en todo el contexto político, social y económico de la época. De entrada, la autora hace un significativo despliegue descriptivo de la entrada de las tropas nacionales en Barcelona, poniendo al lector en la piel de aquellos requetés que regresaban del frente. Narrará también el proceso de colectivización que sufrieron las industrias catalanas cuando los dueños marcharon al frente, incidirá en la manera en la que las fábricas pudieron mantenerse activas durante los años de la guerra, y contará cómo era la vida tras la guerra, tan llena de contrastes:
"Le llamó la atención la riqueza de la ropa, que hubiera muchos uniformes y alguna sotana, que los hombres sonrieran, unos de forma cínica y los otros de forma automática, y los ademanes desenvueltos de las mujeres, muchas fumaban y sostenían cigarrillos americanos con la mano enguantada hasta el codo. Pero advirtió brazaletes negros en las chaquetas masculinas, arrugas prematuras en hombres que no llegaban a los treinta años y una expresión dura en los rostros femeninos" [pág. 60]
Sin duda, Pilar Eyre se adentra en la burguesía catalana haciendo un gran despliegue. La novela nos va a permitir conocer cómo era la vida de las clases acomodadas que acudían al Club de Golf, a cenas de postín, siempre ricamente vestidos, ellas luciendo joyas y ellos alternando también con las mujeres de prostíbulos. Pero toda moneda tiene su cruz, y podremos ver igualmente la vida de los más desfavorecidos, cómo esas mujeres de establecimientos como La Carola, intentaban arrimarse a un hombre de posibles para que las sacara del hoyo, o cómo los operarios acudían a las puertas de las fábricas a buscar trabajo, malviviendo en lugares inhóspitos, donde pasaban las pocas horas de descanso, hacinados y sin los servicios mínimos.
Para mí, Un perfecto caballero se articula en dos ramas. Por un lado, todo lo relativo a las andanzas amorosas de Mauricio y Amparo -la vida fastuosa de los "elegidos" y la vida de los más pobres-, así como lo referente a su relación con su esposa Conchita. Por otra parte, toda la temática sobre la industrialización catalana, los negocios de las familias burguesas y la política. Es decir, lo personal frente a lo profesional, y en este punto debo reconocer que lo que más me ha gustado ha sido la parte de la trama que atañe a lo personal, y no solo en relación con Mauricio, sino también en todo lo concerniente a Conchita, un personaje que, si a priori podemos pensar que es un mero decorado, en realidad, tendrá mucho más peso en la trama. Y quizás porque me interesaba más lo personal frente a la economía o la política, me costó un poco entrar en la historia. Aunque estamos ante una novela que se lee con suma facilidad, encontré cierta dificultad a la hora de hallar ese punto inicial de enganche que te permite meterte en la historia y no querer salir de ella. Para mi gusto, hay mucha profundidad en las crónicas económicas y políticas, tan necesarias para ubicar al lector pero que, en este caso, y bajo mi particular opinión, me ha parecido algo excesivo. Eso ha hecho que me alejara frecuentemente de lo que a mí realmente me interesaba, la sociedad, los amores, las infidelidades,... Ha sido una tendencia que se ha mantenido a lo largo de toda la lectura, pero tampoco ha supuesto un gran obstáculo porque la trama que enreda a Mauricio, a Amparo y a Conchita, tenía la suficiente fuerza como para querer seguir leyendo.
Por otra parte, también me he topado inicialmente con una narración con "efecto sierra",como yo lo suelo llamar. Ese ir adelante y atrás en el tiempo, para vincular unos hechos con otros que, en circunstancias normales no me suponen ningún problema pero que, en esta novela, me ha provocado una ligera y leve desorientación, de tal modo que, en algún momento me tenía que parar a pesar si tal suceso ocurrió antes o después de algún otro. Pero aclaro que la sensación de pérdida ha sido esporádica y liviana, y seguramente provocada más por la falta de concentración -debido a la situación actual que vivimos- que por la narración en sí.
Eso sí, esperaba conocer más a la familia Eyre. Pensé que ellos serían los grandes protagonistas de esta historia. Al menos es la impresión que saqué de la presentación pero ellos aparecen y desaparecen en la trama, como meros "consortes".
De cualquier modo, y en cuanto a los personajes, a Mauricio lo vamos a conocer en profundidad. Embaucador y seductor, tiene el aspecto de un galán de cine, "medio rubio y guapo, con ojos de pupilas febriles y pestañas tan largas como las de una mujer", muy fogoso, mujeriego y apasionado. No es un hombre familiar ni casero, le gusta vivir la buena vida y le repugna lo doméstico y lo cotidiano. Bastante desprendido y sin mostrar especialmente cariño por sus hijos ni por su esposa, a la que iremos viendo cambiar de carácter con el avance de la lectura, Mauricio tendrá que soportar un sentimiento de culpa y un dolor que lo marcará de por vida. Sin desvelar mucho, os diré que tiene una relación especial con su hermano pequeño, y lo que a este le ocurra supondrá un duro golpe para él. Por otra parte, está lo que le ocurre con Amparo, un asunto del que no os desvelo nada.
El resto de personajes, algunos reales, están lo suficientemente definidos como para poderlos imaginar con facilidad. Como comenté antes, pensé que esta novela se iba a centrar especialmente en la familia Eyre pero no es así. De cualquier modo, aparecen las tías de la autora - Marina, Esther, Maruja, María Dolores y Ofelia -, así como su propio padre, Vicente Eyre, amigo de Mauricio, un hombre que estuvo prisionero en la cárcel La Modelo y fue condenado a muerte en dos ocasiones. De hecho, la propia autora se hace un guiño que a mí me ha parecido muy simpático.
"...era feúcha y a pesar de ser muy pequeña llevaba unas gafas achinadas de cristales muy gordos [pág. 212]
Estructurada en diecisiete capítulos, ciertos acontecimientos resultan previsibles en el capitulo sexto, pero entiendo que es algo que está hecho de manera premeditada y no repercute en el interés que el lector pueda tener por la historia.
La horquilla temporal abarca desde 1939 a 1962, culminando la novela con un episodio histórico del que, curiosamente, he leído en otro libro recientemente. Me refiero a las riadas por el desbordamiento del río Ripoll. El tiempo transcurre en la novela de manera ágil sin que se especifiquen coordenadas temporales. Bastará con la descripción de ciertos acontecimientos políticos y sociales para que el lector entienda en qué momento y año estamos.
Dedicada a su padre, Un perfecto caballero ha sido una lectura entretenida. Si no ha resultado exactamente como yo esperaba es porque me hice una idea errónea en la presentación. Así que, invoco el mea culpa. Aún así, reitero que la trama se demora demasiado en la descripción política y económica, cuando a mí, lo que verdaderamente me interesaba de esta historia eran las relaciones personales, especialmente sabiendo que la historia de Mauricio está basada en un relato real que oyó contar a sus padres. Pero, como solemos decir, para gustos, los colores.
Dicho lo cual, si me preguntas si te recomiendo esta lectura, te diré que sí. La novela, además de narrar una historia de amor real, también hace un retrato bastante minucioso de la Cataluña de posguerra.
Dicho lo cual, si me preguntas si te recomiendo esta lectura, te diré que sí. La novela, además de narrar una historia de amor real, también hace un retrato bastante minucioso de la Cataluña de posguerra.