Editorial: Algaida
X Premio Logroño de Novela
X Premio Logroño de Novela
Fecha publicación: abril, 2017
Precio: 20,00 €
Género: Narrativa
Nº Páginas: 272
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Autora
Paula Izquierdo es doctoranda en Psicología, pero lleva más de veinte años dedicada a la escritura como novelista, ensayista y traductora.
Ha publicado cinco novelas: La vida sin secreto, El hueco de tu cuerpo, La falta (finalista del VI Premio Fernando Quiñones), El nombre no importa y El diario oculto de la princesa de Éboli, además es autora del libro de relatos Anónimas y ha participado en varias antologías de renombre. En su faceta de traductora encontramos títulos como Bubu de Montparnasse, de Charles-Louis Philippe; Jérôme Lindon, mi editor, de Jean Echenoz o Los apaches de París, Memorias de Caque d'Or, de Amélie Élie. También ha publicado los ensayos Picasso y las mujeres y Sexoadictas o amantes.
Trabaja como coordinadora de ACE (Asociación Colegial de Escritores) y colabora con distintos medios escritos, entre ellos ABC, Revista de Occidente y la revista Texturas, de la que forma parte del consejo editorial. Ha impartido clases de escritura creativa de forma presencial y en la actualidad en yoquieroserescritor.blogspot.com
Sinopsis
Mirna es una mujer fiel a sí misma, cuya honestidad le ha llevado a poner fin a su relación sentimental con Miguel y renunciar a un trabajo que no le satisface. Decidida a iniciar una nueva vida -que no comienza con buen pie- se matriculará en los estudios de doctorado en Psicología Social, embarcándose en un trabajo sobre el silenciado papel de las mujeres de los intelectuales españoles en la primera mitad del siglo XX.
Pero su vida también le deparará sorpresas inesperadas. Sin pretenderlo en absoluto, pronto Mirna se encontrará en el centro de un peculiar triángulo amoroso. E irá descubriendo que tiene más en común de lo que ella pensaba con aquellas mujeres de otra época, que renunciaron a su propia existencia en beneficio de los hombres con los que compartían sus vidas.
[Información tomada directamente del ejemplar]
Siempre me gustó la cubierta de este libro, desde el mismo momento en que la vi. Me parece sugerente y atractiva, y aprovechado que estoy rescatando lecturas atrasadas de mis estanterías, estos días me he lanzado a su lectura.
El callejón de los silencios narra la historia de Mirna, una joven madrileña, atractiva y resuelta, que comparte piso con Miguel, el que fue su pareja durante algún tiempo. De aquella relación solo queda una profunda amistad, basada en la gran complicidad que tienen y en la total confianza que uno deposita en el otro. Miguel se ha convertido en ese gran amigo al que contarle todo, en quien buscar apoyo y consejo. Y lo que para los demás podría ser un convivencia llena de tensiones e incomodidades, Mirna y Miguel han sabido transformarlo en un remanso de tranquilidad y sosiego.
"Mirna se dio cuenta de que, a veces, hay una etapa en que el amor se acaba y se transforma en otra cosa, quizá pueda llamársele cariño, amistad, costumbre o necesidad." [pág. 15]
Mirna trabaja como profesora en un instituto, pero, con el beneplácito de Miguel, lleva un tiempo madurando la idea de dejar la docencia, para volver de nuevo a las aulas universitarias como alumna. Su intención es cursar el doctorado en Psicología Social. Gracias a una herencia inesperada, puede permitirse el lujo de abandonar su trabajo y centrarse en el doctorado. Y será en el ámbito universitario donde conozca a Esteban, un compañero de pupitre, y a Ernesto, su profesor. Entre los tres se teje una maraña de relaciones, compleja, que viene aderezada por un episodio de violencia brutal que Mirna sufre al acudir a una fiesta, un hecho que la dejará muy marcada y que condicionará sus relaciones con los hombres.
A grandes rasgos este podría ser el argumento de esta novela en la que veremos a Mirna navegar entre dos relaciones. Ella será el vértice de un triángulo que no termina de ajustar sus lados. Las relaciones de la joven con su compañero y su profesor serán muy diferentes y le provocarán emociones muy distintas. Por ello, Mirna se sumergirá en un mar de situaciones incómodas por un lado, mientras que, por el otro, tendrá que enfrentarse a un amor que le deparará no gratas sorpresas.
Del argumento me han gustado varios aspectos.Las relaciones de Mirna con Esteban y Ernesto son muy cotidianas, por decirlo de algún modo. Quiero decir que todos, en algún momento de nuestra vida, hemos podido vivir amores pasionales y, también, hemos podido sufrir el revés de un amor no correspondido. Son cuestiones que están a la orden del día y, en ese sentido, la novela tiene muchos visos de realidad. Pero, como dije antes, se añade que a Mirna le tocará vivir un episodio duro, descrito con el nivel de detalles justo para que al lector le duela la situación. En principio creí que tal circunstancia iba a tener otro tipo de repercusión distinta a aquella que vemos en la novela. Pensé que iba a ser el detonante de una subtrama que se encaminaría en una dirección que yo me había imaginado. Sin embargo, la vivencia de una experiencia tan desagradable incide en el comportamiento posterior de Mirna con Esteban, Ernesto y Miguel. Es decir, ese episodio va a ayudar a construir el estado emocional del personaje.
A todo ello añado otra cuestión interesante. Tanto Mirna como Esteban tendrán que desarrollar una trabajo de fin de trimestre.Él ha optado por hacer un análisis sobre la violencia en el ser humano. Pretende "investigar el motivo que conduce a los hombres y algunas mujeres a ser violentas de forma gratuita, sin razón aparente, ni por un deseo de venganza, ni por celos o dinero; en definitiva, sin ningún fin en sí mismo, salvo el placer de ejecutar sus oscuros deseos". Por su parte, Mirna quiere "investigar y profundizar en la conducta de las mujeres de los primeros cincuenta años del siglo XX que cedían sin dificultad el primer plano a los hombres de los que se enamoraban, de los que eran amantes, con los que terminaban por casarse, o bien, simplemente convivían."Pues bien, sobre ambas temáticas se ofrece bastante información en la novela, y toda ella muy interesante. Esteban tendrá que bucear en los grandes crímenes de la historia, analizando el modus operandi y las motivaciones de los criminales, compartiendo la información con Mirna a la que, cada vez le provoca más repelús los detalles de los asesinatos que Esteban tiene que estudiar. Y Mirna le seguirá la pista documental a mujeres como María Zambrano, Clara Campoamor, Victoria Kent, María Teresa León,... incorporando al texto poemas y declaraciones de estas damas. Toda esta parte me ha parecido de sumo interés porque me ha permitido aprender algo de todas estas mujeres que, a pesar de ser objeto de admiración, tuvieron que vivir a la sombra de los hombres o exiliarse por sus ideas. Especialmente curioso me ha resultado la historia de Alma Mahler, esposa del compositor Gustav Mahler, quien accedió al matrimonio con la condición de que ella dejara de componer música.
¿Y en qué sentido toda esta información repercute en la lectura? Bueno, el tema elegido por Esteban es tan peculiar y enigmático que, inevitablemente tanto el personaje como el lector se sentirán perturbados, en cierto modo, por toda la información a la que tiene acceso. Y en cuanto a Mirna, el desenlace de la novela nos permite llegar a la conclusión que no estamos tan alejadas de aquellas féminas objeto de su estudio.
Como dice el jurado en el vídeo que os dejado arriba, la novela se lee con mucha facilidad y placidez. Me ha parecido una lectura muy fluida, en la que la autora nos va conduciendo por donde desea, de manera ágil y dinámica. Quizá, en la parte central, he echado en falta algo de más movimiento, pero esta novela es más un trayecto emocional que una novela de acción, con mucho acercamiento al pensamiento de Mirna, Esteban y Ernesto, para poder conocerlos en profundidad. A mí me ha encantado adentrarme en el interior de todos ellos, y con los tres he podido empatizar. Esteban resulta un poco pesado, en algún momento, pero su propósito no deja de ser comprensible.
Aun así, admito que ciertos sucesos extraños que acontecen en el piso de Mirna quedan un poco en el aire. O por lo menos, yo no he sabido descifrar qué se esconde detrás de esos hechos. Pero el suspense está ahí, más concretamente en los últimos capítulos, cuando el narrador nos adelanta una circunstancia que despertará la curiosidad del lector.
En cuanto a los personajes, veremos a una Mirna muy independiente, que necesita su espacio. Siendo hija única y de familia de posibles, ella decidió desde muy joven ganarse la vida por sí misma y no depender del sustento de los padres. No es una mujer solitaria aunque, tras lo que le va a tocar vivir, se vuelve más desconfiada, se encierra en su caparazón y se aísla un poco de sus amigas, que tienen un vida hecha o en proyecto, con pareja e hijos. En algún momento, veremos a Mirna dudar sobre el camino elegido, y plantearse si no sería más feliz con una pareja estable, con la que compartir el día a día, y con la que formar una familia. Son pensamientos que la atosigan cuando descubre que alguna amiga está embarazada o cuando ve que Miguel, su Miguel, está volando de nuevo y trenzando relaciones con otras mujeres.
"Así pues, los hombres, salvo Miguel, le producían no sólo un gran malestar psicológico, sino también físico, cuyo síntoma era una especie de eczema que le brotaba por todo el cuerpo, sobre todo en las manos". [pág. 63]
Miguel "era un superdotado en tecnología informática, de ahí que ocupara un buen puesto de trabajo en una multinacional americana de desarrollo de software", admirado por su inteligencia y apreciado por sus jefes y compañeros de trabajo. A nivel personal es muy diferente a Mirna. Si a ella le gusta improvisar, ir a su aire y tener su espacio, a él le encanta programar su vida con antelación y tener siempre una mano a la que agarrarse.
Esteban es un joven muy seguro de sí mismo. Mirna lo ve como un chico interesante, con carisma pero no especialmente guapo, ni tampoco tan atractivo como para sentirse atraído por él. El comportamiento de Esteba, unido a la temática de su estudio, lo convierten en un personaje asfixiante, que elevará los niveles de ansiedad de Mirna. Sin embargo, el lector también terminará por empatizar con él porque, lo que le ocurre, es lo más normal del mundo.
Por último, Ernesto es un hombre veinte años mayor que Mirna. De su situación personal iremos conociendo pequeñas piezas, a medida que la narración vaya exigiendo desvelar algunos detalles de su vida. En algún momento, tanto Mirna como el lector intuirán que oculta algo. Pero, en realidad, me ha parecido el personaje más flojo. Lo que hay que reprocharle me ha resultado un asunto de poco interés para una trama como esta. Además, al personaje le sucederá algo que da pie al fin de su protagonismo de una manera abrupta, que se describe de forma acelerada.
Y aprovecho ahora que estoy hablando de los personajes para decir que he tenido algunos lapsus con Esteban y Ernesto. Sus nombres son parecidos y, en alguna ocasión, me he tenido que parar para ubicar a cada uno de ellos. Creo que, salvo algún motivo que desconozco, hubiera estado mejor emplear nombres que se pudieran diferenciar mejor.
El callejón de los silencios está narrada en tercera persona, pero la narración no se centra únicamente en el personaje de Mirna. A veces la voz narrativa desplaza su mirada al resto de personajes, dejándo a cada uno de ellos su propio espacio, para que se desahoguen, para que se explayen y poder así compartir con los lectores lo que piensan. Es una técnica que siempre me ha gustado porque me permite acercarme a uno y a otro, y conocerlos algo más en profundidad.
Los capítulos, un total de treinta y cuatro, son de corta extensión y todos ellos están encabezados por un título que, según nota de la autora, llevan el nombre de algunos de los trastornos que se estudiaban en los años ochenta en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid,"salvo la adicción al sexo, que fue reconocida como tal por la Organización Mundial de la Salud en el año 1986". Lo que me induce a comentaros que la psicología es una temática que está sumamente presente en la novela, no en balde, la autora es doctoranda en Psicología, o lo era cuando publicó la novela.
Sin que se especifique exactamente, sabemos que la acción transcurre a finales de los años ochenta, porque vamos a poder asistir a la noche de fin de año que supone el cambio de década. Son tiempos fácilmente identificables, una época que evoca en el lector cierta nostalgia, rememorando aquellos años en los que todavía se podía fumar en el interior de los bares. Esa atmósfera cargada de humo ayuda mucho a la recreación de diversos encuentros que se producen en el interior de los establecimientos.
En definitiva, me ha gustado El callejón de los silencios. No será una lectura que perdure en mi memoria para siempre, pero he disfrutado conociendo a Mirna y al resto de los personajes, sumergiéndome en esta historia de amor y desamor, de dolor y traición, de amistad y lealtad.
Cierro la reseña con la frase que aparece en la cubierta. En estos tiempos de pandemia, en los que están falleciendo tantas personas, conviene grabársela a fuego.
"Hay veces que conviene decir las cosas cuando las piensas o hacerlas cuando se tiene oportunidad, por si la parca te atrapa visitándote de forma inesperada".
Algunos libros y películas mencionados en El callejón de los silencios:
- Criminales o locos. Dos peritajes psiquiátricos del doctor Lafora de Rafael Álvarez y Rafael Huertas.
- Los afeites y los clásicos españoles de Isabel Fernández de Amado Blanco.
- Picasso y las mujeres de Paula Izquiedo.
- El desprecio agradecido de Lope de Vega.
- Johnny Guitar (Nicholas Ray, 1954)
- Instinto básico (Paul Verhoeven, 1992)
- Los afeites y los clásicos españoles de Isabel Fernández de Amado Blanco.
- Picasso y las mujeres de Paula Izquiedo.
- El desprecio agradecido de Lope de Vega.
- Johnny Guitar (Nicholas Ray, 1954)
- Instinto básico (Paul Verhoeven, 1992)
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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