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CINEMA PARADISO (DRAMA - 1988)

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Año: 1988

Nacionalidad: Italia

Director: Giuseppe Tornatore

Reparto: Philippe Noiret, Marco Leonardi, Salvatore Cascio, Jacques Perrin, Agnese Nano, Brigitte Fossey, Antonella Attiu, Enzo Cannavale, Isa Danieli, Leo Gullotta, Pupella Maggio, Leopoldo Trieste

Género: Drama

Sinopsis: 'Cinema Paradiso' es una historia de amor por el cine. Narra la historia de Salvatore, un niño de un pueblecito italiano en el que el único pasatiempo es ir al cine. Subyugado por las imágenes en movimiento, el chico cree ciegamente que el cine es magia; pero, un día, Alfredo, el operador, accede a enseñarle al pequeño los misterios y secretos que se ocultan detrás de una película. Salvatore va creciendo y llega el momento en el que debe abandonar el pueblo y buscarse la vida. Treinta años después recibe un mensaje, en el que le comunican que debe volver a casa.


[Fuente: Filmaffinity]



Ennio Morricone falleció el pasado 6 de julio, a la edad de 91 años. El compositor italiano deja una estela musical enorme, una huella imborrable que permanecerá intacta, mientras en algún lugar del mundo, algún espectador se siente a ver películas como Por un puñado de dólares; El bueno, el feo y el malo; La Misión; Los intocables de Eliot Ness; o, por su puesto Cinema Paradiso. Si haces una búsqueda rápida en Internet, te das cuenta de la extensa producción de Morricone, que puso música a más de quinientas películas.  Obtuvo un Oscar de Honor en 2006,  ganó el Oscar a la Mejor Banda Sonora en 2016 por la cinta The Hateful Eight y, en 2020, le concedieron el Premio Princesa de Asturias de las Artes, compartido con el también compositor John Williams.

Nada será igual tras su marcha. En el futuro, podrán estrenarse películas y series con una banda sonora espectacular, pero ya no serán de Ennio Morricone, ya no tendrán la fuerza o la sensibilidad de sus composiciones, ya no tendrán esa capacidad de hechizar al espectador, arrastrándolo a un edén melódico que, en ocasiones, arrebataba protagonismo a la trama. Las películas en las que Morricone ha participado, han tenido un algo especial, una magia que solo él sabía crear con su universo de notas. Y mágica es la película que, a modo de homenaje, traigo hoy al blog. ¿Quién no ha visto esta película alguna vez? ¿Quién no ha oído hablar de ella? Si hasta se ha vuelto a proyectar en los cines, tras el levantamiento del estado de alarma. Sí, me refiero a esa. Hoy vengo a hablaros de Cinema Paradiso.

En el pequeño pueblo siciliano de Giancaldo, María de avanzada edad, intenta localizar a su hijo Salvatore por teléfono, a Totó como todo el mundo lo llama cariñosamente. Tiene que darle un importante recado, algo que su hijo debe saber. Acaba de fallecer Alfredo, un viejo amigo de Salvatore con quien compartió muchas vivencias siendo un niño y un adolescente. Alfredo, el viejo operador de cine de Giancaldo, fue una influencia importante en la vida de Totó, y su madre cree que es necesario que acuda al entierro de su viejo amigo. No puede perdérselo.

La llamada de teléfono perturba a Salvatore, que hoy es un exitoso director de cine, afincado en Roma. Durante una noche tormentosa, acuden a él los recuerdos de su infancia y juventud, los días en aquel pequeño pueblo donde nació y vivió hasta que se marchó para buscarse la vida lejos de allí. De este modo, la película hace viajar al espectador a los años 40 y 50. Por entonces, Giancaldo era un lugar recóndito y muy pequeño, donde su gente convivía amistosamente. El párroco oficiaba las misas, mientras que un vecino, algo perturbado, reclamaba la propiedad de la plaza del pueblo cada noche a las doce en punto. Y en esa plaza, un gran edificio alberga el cine del municipio, el único entretenimiento para unas gentes que han pasado por la Segunda Guerra Mundial, una guerra de la que todavía no han regresado sus hombres.

En Giancaldo vive Totó junto a su madre y su hermana pequeña. El padre es tan solo un recuerdo para este niño, al que su madre no deja de decir, una y otra vez, que estará a punto de volver de la guerra. Y mientras el tiempo pasa, sin que el padre aparezca, Totó pasa sus días entre los libros del colegio y entre las viejas películas que proyectan en el cine. Aquel edifico, los largometrajes, las historias en blanco y negro que ve proyectadas en la pantalla encandilan al pequeño. El cine es magia para Totó, por eso se hace muy amigo de Alfredo, el operador, y por eso le gusta coleccionar fotogramas desechados por la censura, pequeñas instantáneas que le sirven para imaginar toda una historia. 

La vida sigue su curso, pero acostumbra a poner zancadillas a los hombres. Un trágico incidente unirá aún más a Alfredo y a Totó, una pareja singular que comparten ese amor por el cine que muchos sentimos. Alfredo será para el niño ese padre que nunca más regresó, como ese abuelo que comparte con su nieto la filosofía de la vida, susurrándole al oído los mejores consejos. Y Totó será para Alfredo ese hijo que jamás tuvo, al que jamás pudo guiar para que no cometiera los mismos errores que él. Totó crecerá, se hará mayor, tomará decisiones y, cuando ya su pelo se torne blanquecino, regresará a Giancaldo para despedir a su querido amigo Alfredo. 

¿Qué tiene Cinema Paradiso que gusta tanto a los espectadores? Para mí es una película que va ganando con el metraje. Confieso que, en algún momento, coincidiendo con la adolescencia de Totó, su primer enamoramiento y el cumplimiento del servicio militar, noto cierta ralentización y adormecimiento, pero con el regreso del niño hecho hombre, las emociones se disparan y nos espera un desenlace de los de tragar el nudo en la garganta.  Me parece una película muy humana, con unos personajes entrañables, que viven en su pequeño universo, y encuentran en el cine esa vía de escape y distracción. 

Cinema Paradiso nos habla del pasado, de todo aquello que nos dejó huella y a lo que nos da miedo volver. La nostalgia nos oprime el cuello y preferimos alejarnos de las calles de un pequeño pueblo, de su gente, de sus edificios a los que se les nota el paso del tiempo. Duele demasiado recordar y entender que todo aquello que fue, ya no volverá jamás.

Por supuesto, el séptimo arte es uno de los puntales de la película, convirtiéndose este largometraje en un precioso homenaje. He intentado hacer recuento de todas las películas que aparecen en esta cinta, de los carteles y de las proyecciones. Me he topado con Lo que el viento se llevó o La tierra tiembla de Visconti, pero será en el desenlace donde encontremos el mayor número de títulos como Luna Nueva con Cary Grant y Rosalind Russell, ¡Qué bello es vivir! con James Stewart y Donna Reed o Robin de los bosques con Errol Flynn y Olivia de Havilland, entre otros muchos más. ¿Cuántos besos nos ha regalado el cine? ¿Cuánto nos ha hecho soñar? Y a la vez que iremos viendo crecer a Totó, también iremos viendo evolucionar el cine. El primer tercio muestra la censura eclesiástica a la que eran sometidas las películas antes de la proyección general. El párroco, con la ayuda de una campanita, vetaba toda secuencia en la que hubiera besos apasionados. Luego, con la adolescencia de Totó, esa censura se relaja un poco y ya, hacia el final, el blanco y negro dará paso al color. El cine crece, madura, avanza, como lo hacen los hombres. Y también muere, cada vez que una sala cierra.

En cuanto a los personajes, Totó es el protagonista principal junto a Alfredo. El niño es un soñador, muy curioso, observador y revoltoso, un granujilla ingenioso, que no hace más que ir de trastada en trastada, lo que aporta un toque de humor, que compensa los momentos de tensión dramática. A Totó lo veremos en tres etapas de su vida. La infancia, siempre de travesura en travesura; de adolescente, descubriendo el primer amor; y de adulto, cuando se ha convertido en un hombre de éxito en Roma. Este es el ciclo de la vida. Estoy segura de que muchos de vosotros, al pensar en Cinema Paradiso, os aparecerá en la mente la cara del pequeño Totó, interpretado por Salvatore Cascio, con sus ojos brillantes y su sonrisa luminosa. Es imposible no sucumbir ante la inocencia y la naturalidad de este pequeño que da vida al personaje. Viendo la película estos días me pregunté: ¿Y qué ha sido de él? Aquí tenéis un artículo que responde a esta pregunta.


Qué fue de Totò de 'Cinema Paradiso'? - eCartelera
[Fuente: eCartelera.com]

En cuanto al Salvatore adolescente, el testigo lo toma Marco Leonardi. Su interpretación no me dejó tanta huella como la de Casio o la de Jacques Perrin, que da vida al Totó adulto. Pero, de los tres actores que interpretan al personaje, es la carita de Casio la que siempre recordaremos. 

Pero no nos podemos olvidar de Phillipe Noiret, que encarnará a Alfredo, el operador de cine, que emplea frases de sus actores favoritos para explicar el mundo. Poco a poco iremos conociendo a este bonachón que lleva toda su vida encerrado en la pequeña cabina de proyección, rodeado de boninas de películas, y asomado a una pequeña ventanita para comprobar que la imagen no se ha desenfocado. Es un personaje entrañable, del que descubriremos que un día tuvo sueños pero no se atrevió a ponerlos en marcha. 

La química entre ambos (los actores que protagonizan al Totó niño / joven y Noiret) fluye a la perfección. Es maravilloso verlos juntos, disfrutando de sus charlas, encerrados en la cabina de proyección, como si no hubiera más mundo que este pequeño espacio. Qué belleza la relación que se forja entre ellos, tan profunda que el Salvatore adulto jamás pudo desprenderse de las emociones que Alfredo despertó en él. 

Y como un personaje más el edificio Cinema Paradiso, que vivirá una época de esplendor, cuando a sus puertas se arremolinan los vecinos de Giancaldo, portando sillas en alto, para entrar y disfrutar de la proyección. Un edificio que vivirá un percance, pero volverá a resurgir de sus cenizas, gracias a uno de los vecinos y que, en el último tercio de la película, soportará los envites de los nuevos tiempos. Dentro de ese edificio, Totó sentirá la magia del cine. No le importará gastarse el dinero de la leche en una entrada. Y allí, en ese lugar que cambia por unas horas la realidad, se juntará todo el pueblo, los ricos y los pobres, los niños que se ríen con las películas de indios, los jóvenes que se masturban con las escenas más subidas de tono, los novios que se meten mano, o los que simplemente van a dormir. Todo cabe en este edificio.

Pero yo empecé hablando de Morricone, porque la banda sonora de este largometraje es espectacular. Escuchad.




¿Cómo no dejarse llevar por esta melodía? Diecisiete temas componen la tracklist, a cual más bonito. La melancolía lo impregna todo, la nostalgia se apodera de nosotros y cada una de estas notas consigue hacernos viajar a Giancaldo, para buscar a Totó y cogerlo de la mano, para entrar con él en ese edificio que ya no dejará de formar parte de la memoria colectiva de los espectadores, para sentarnos en una butaca, esperar a que las luces de apaguen y disfrutar de los mejores besos que se han dado en el mundo del cine. 

Cinema Paradiso es un bello canto a la nostalgia, un precioso homenaje al cine y a su magia. Y esa belleza le valió el Oscar y el Globo de Oro a la Mejor Película de Habla no Inglesa, en 1989. Ese mismo año llegó a Cannes y allí se alzó con el Premio Especial del Jurado. Y en 1990, le cayeron cinco BAFTA

Cierro esta reseña con alguna curiosidad. Por ejemplo, he leído que no tuvo mucho éxito cuando la estrenaron en Italia. También, que la versión original es mucho más extensa, y en ella se desarrolla con más profundidad la relación entre Totó y su primer amor. Por último, y esto sí que me ha resultado interesante, leo aquí que, el director se basó en una historia real, "la de un cura de un pueblo que siempre veía las películas antes de ser proyectadas y cortaba los esos y las escenas que consideraba subidas de tono"[Fuente: BurgosConecta.es]

Hasta siempre Ennio Morricone.





Tráiler: 


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