Sevilla acoge cada otoño la publicación de las novelas galardonadas con los Premios de Novela Ateneo de Sevilla, que este año han recaído en Blanca Riestra por Últimas noches del edificio San Francisco(LII Premio de Novela Ateneo de Sevilla) y Alejandro Narden por Horizonte aquí (XV Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla).
Este año, en el que nos hemos visto obligados a adaptarnos a las extrañas circunstancias que estamos viviendo, la presentación de sendos premios se ha realizado de manera virtual, con la presencia de medios de comunicación de todo el país. Convocados por Algaida Editores, sello encargado de la publicación, el encuentro virtual con los autores tuvo lugar el pasado 1 de diciembre, en el que pudimos conversar con los premiados y formularle algunas preguntas.
Para iniciar el acto, el editor de Algaida, Miguel Ángel R. Matellanes, tomó la palabra para hacer una breve presentación. Sobre Alejandro Narden comentó que Horizonte aquí es su primera novela, aunque el autor ya ha sido premiado anteriormente en certámenes de relatos. En cuanto a Blanca Riestra, «es una autora de larga trayectoria desde que en 1996 publicó Anatol y dos más». Sobre las novelas apuntó que ambas comparten el mismo espacio geográfico: Marruecos. «La novela de Blanca Riestra transcurre en el Tánger del 57, un año muy peculiar, en el que la guerra argelina empieza a mostrar toda su crudeza. Sin embargo, Alejandro nos lleva a un mundo mucho más contemporáneo, centrándose en las relaciones entre África y Europa».
Antes de ceder la palabra a los autores, se proyectó un vídeo promocional en el que estos explican sus impresiones al recibir el premio. De igual modo, miembros del Ateneo de Sevilla, de Ámbito Cultural y de la Fundación Unicaja exponen su opinión sobre la trayectoria de estos premios.
LII PREMIO DE NOVELA ATENEO DE SEVILLA
Autora
Blanca Riestra (A Coruña, 1970) es escritora y doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Borgoña, ha sido directora del Instituto Cervantes de Albuquerque (Estados Unidos), directora literaria de la colección Versión Celeste de la editorial francesa Orbis Tertius, subdirectora de la Escuela de Humanidades de IE University en Madrid, profesora en la Universidad de La Sapienza en Roma, profesora invitada en la Universidad de Franche-Comté en Besançon y profesora de CESUGA University en A Coruña. Ha residido en la Academia de España en Roma (2003/2004) y en la Cité des Arts de Paris (2014/2015), como escritora invitada. Ha publicado las novelas Anatol y dos más (1996), La canción de las cerezas (2001, premio Ateneo Joven de Sevilla 2001), El Sueño de Borges (2005, premio Tigre Juan), Todo lleva su tiempo (2007, finalista del premio Fernando Quiñones), Madrid Blues (2008), La noche sucks (2010), Vuelo diurno (2012), Pregúntale al bosque (premio Ciudad de Barbastro 2013), Greta en su laberinto (premio Torrente Ballester, 2015), Noire Compostela (2016, premio de novela por entregas de La Voz de Galicia) y el poemario Una felicidad salvaje (2010).
SinopsisEn 1957, Tánger es ya una flor enferma. La colonia extranjera ve con desconfianza el final de los privilegios de la zona internacional, y se resiste a abandonar su vida libre. Mientras William Burroughs remata el Almuerzo salvaje en su habitación del Hotel Muniria, los Bowles se acuestan con sus sirvientes marroquís, a sabiendas de que estos los esquilman. Barbara Huttton festeja su enésimo divorcio en Dar Hosni, su casa de la casba. Francis Bacon va todas las noches a escuchar a su amante, que toca el piano en el Dean's bar. Carmen Aribau, primera ganadora del Planeta, llega a Tánger para separarse de su marido. Pero al mismo tiempo, ocurren otras cosas: una niña bien crece y se enamora, un niño pobre espía a una mujer desnuda, un hombre de veinte años jura aprender a leer y lo consigue. Varios adolescentes se pasean por los prostíbulos, juegan a la ruleta rusa y se disfrazan de mujer. Los generales y los extraperlistas fuman hachís en los bares y discuten. Burroughs escribe, Bowles escribe, todos escriben. Sólo Jane y Carmen no pueden escribir, algo no las deja, se dedican entonces a coquetear con la noche y con la muerte.
Blanca Riestra, que ya ganó el Premio Ateneo Joven en 2001 con La canción de las cerezas, nos explicó que siempre ha estado muy vinculada a la ciudad de Tánger pues, hasta hace bien poco, solía pasar los veranos allí. «Tánger es como un museo vivo del glorioso pasado como Protectorado. Aunque ahora están destruyendo muchos de los locales emblemáticos, hasta hace muy poco prácticamente todo estaba intacto, los bares idénticos, los carteles de las tiendas españolas, inglesas, francesas de los años 50 permanecían en su lugar». Para documentarse del Tánger de la época, acudió a la Librairie des Colonnes, sita en la misma ciudad, un establecimiento mítico que, según comentó la autora, parece que ya ha desaparecido, y que poseía un importante fondo bibliográfico sobre la propia ciudad de Tánger. Allí adquirió diversos libros que le han ayudado a recrear esa época increíble. «¿Cómo es posible que coincidieran en el mismo espacio y tiempo William Burroughs con los Bowles, con Tennessee Williams, o con Kerouac?», se cuestionó Blanca a la hora de encarar este proyecto. Para la autora, el Tánger de aquella época suponía un peliculón literario, en cuyos cafés tenían lugar conversaciones fascinantes. Todo este entramado de voces literarias coincidentes supuso el impulso para la gestión de esta novela.
XV PREMIO DE NOVELA ATENEO JOVEN DE SEVILLA
Autor
Alejandro Martín, alias Alejandro Narden (Plasencia, 1987). Escritor. Periodista en EL PAÍS. Licenciado en Filología Árabe por la Universidad de Salamanca (USAL) y Máster en Creación Literaria por la Pompeu i Fabra (UPF) y en Periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Residente de la XI promoción de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores. Ha ejercido como profesor y gestor cultural y residido en ciudades como Rabat (Marruecos), Roma (Italia), Barcelona, Susa (Túnez), Córdoba o Madrid.
Sinopsis
Ernesto cierra por última vez la puerta del apartamento de Hay Nahda, a las afueras de Rabat, donde residía mientras buscaba cerciorarse de qué fue de una exnovia desaparecida, tragada por la tierra de nadie que separa Sáhara Occidental de Mauritania. Vuelve a España sin respuestas, sin certezas que le ayuden a olvidar y seguir adelante, y coincide en el tren de Rabat a Tánger con un matrimonio francés -él de origen marroquí- que hace balance de su vida en común. Llevan cuarenta años casados y sólo ahora Anouar enseña a su mujer los lugares de su infancia, las calles que pisó antes de emigrar a Francia con su familia. Lo hace tras un viaje al enclave fronterizo donde su hermano, médico cooperante, murió en las postrimerías del genocidio ruandés. Sus conversaciones y remembranzas tejen todo el libro. Horizonte aquí es una novela repleta de hechos que no son ficción, de pedazos de las historias que me contaron migrantes mientras viví en el norte de África, de personajes que tienen por ahí un correlato. Es una reflexión sobre la arbitrariedad de los límites, sobre fronteras, entendidas no solamente como lindes geográficas. ¿No es nuestro propio cuerpo una frontera? ¿No funciona acaso igual la memoria? ¿Cómo establecemos el principio y el fin de algo?
Alejandro Narden inició su intervención comentando que, justo dos días después de la publicación de Horizonte aquí, se rompió el acuerdo entre el Frente Polisario y Marruecos, dando pie a nuevos enfrentamientos armados. «Justo en el lugar en el que se producen los enfrentamientos, desaparece Carlota, mi protagonista ausente, hecho que vertebra toda la búsqueda de Ernesto», señaló Narden. Según el autor, dicho lugar simboliza la arbitrariedad de los límites y la importancia que tiene caer de un lado o del otro. El ganador del Ateneo Joven confesó que, a pesar de rechazar la crítica biografista, parte de los hechos que se narran en la novela corresponden a su biografía. En Horizonte aquí tienen lugar dos historias de amor, desarrolladas en puntos que no son los usuales. Ernesto lleva dos meses en Rabat intentando reconstruir los últimos pasos de una exnovia en paradero desconocido. Le gustaría cerciorarse de que está muerta para así dar un paso hacia delante y olvidarse. La otra historia, «con la que más me identifico, aunque me sea la más lejana» es la de un matrimonio, sin hijos, que hace balance de los cuarenta años que llevan juntos, cuando ya nada tiene remedio. «Simplemente miran atrás, pensando que hicieron lo mejor que pudieron hacer, y llegarán a abrirse el uno al otro como nunca lo habían hecho hasta ahora».
En el turno de preguntas, se hizo mucho hincapié en la relación entre España y Marruecos, así como la concepción que un país tiene del otro. Se comentó que la percepción cambia según el momento histórico. En el caso de Tánger, Blanca apuntó que la ciudad era como El Dorado, durante la época de Franco. «Marruecos es un país que ha mejorado mucho, en el que ya no hay tanta pobreza como durante el reinado de Hassan II».
Se habló también de los diferentes personajes que aparecen en Últimas noches..., historia narrada por Emilio Sanz de Soto, un historiador de cine, muy culto y que dejó críticas muy interesantes. Fue amigo de los Bowles, de Buñuel y de Berlanga. Pero hay otro personaje muy conocido entre las páginas de esta novela. Sin que se la nombre específicamente, el lector puede encontrarse a Carmen Laforet, también conocida de los Bowles porque pertenecían al mismo grupo. «No he querido nombrarla porque me parece algo problemático, puesto que la autora tiene familia». Riestra asegura que, a través de textos y documentos, ha hecho una recreación de la vida de Laforet, ganadora de la primera edición del Premio Nadal en 1944. «Me he inventado algunas cosas, basándome en mi propia percepción».
Sobre Horizonte aquí, se le preguntó al autor por el amor como motor de la novela. Narden volvió a incidir en las dos historias amorosas que vertebran la narración, muy influenciada por las historias que el autor ha escuchado durante sus años en Marruecos. «En algunos casos, he tratado de ser muy respetuoso con los relatos reales que he usado en la novela. Sin embargo, en otras ocasiones me he apropiado de ellos abiertamente. Una cuestión sobre la que se hace eco uno de los personajes de la novela».
Se sucedieron algunas preguntas más y, tras una hora de encuentro, se dio por concluido el acto, con la que esperanza de que los Premios de Novela Ateneo de Sevilla 2021 se puedan celebrar con total normalidad.
Ambas novelas, Últimas noches del edificio San Francisco de Blanca Riestra y Horizonte aquí de Alejandro Narden ya se encuentran en librerías.
[Imágenes cedidas por la editorial]