Editorial: Algaida
Fecha publicación: enero, 2021
Precio: 20,00 €
Género: narrativa
Nº Páginas: 448
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 9788491893929
[Disponible en ePub]
Autor
Fernando de Artacho nació en Sevilla. Es doctor en Historia y licenciado en Derecho por la Universidad Hispalense, abogado de su Ilustre Colegio. También ha realizado estudios de Ciencias Políticas en España y de doctorado en Ciencias Sociales y Políticas en la prestigiosa Universidad Técnica de Lisboa. Es diplomando en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Asiduo colaborador en revistas especializadas y medios de comunicación escritos; ha publicado cuarenta libros, entre los que destacan Manuscrito sevillano, Los Caballeros Veinticuatro del Puerto de Santa María, Padrón de Nobles e Hijosdalgos de la ciudad de Sevilla en el siglo XVIII, Estudio de las Reglas de la Primitiva Archicofradía de la Coronación de Espinas de 1567 o La Nobleza sevillana a través del Privilegio de Oratorios; posteriormente ha publicado un ensayo titulado Los otros Alba. Es presidente de la Academia Andaluza de la Historia, miembro de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, de la Real Academia Belgo-Española de la Historia y de la Real Academia de la Mar, entre otras varias academias e instituciones españolas y extranjeras.
Desde hace algunos años alterna la labor investigadora con la divulgación histórica en novelas como Hija de la Iglesia, Las dos verdades, El enigma de la Santa Espina (Finalista del Premio de Novela Ateneo de Sevilla), La gubia del alumbrado (I Premio Ateneo de Sevilla de Novela Histórica), El trono y el altar, Narraciones y leyendas, El almirante Mediohombre, Campanas de duelo y El corro de Tánger.
Sinopsis
A principios del siglo XX se cruzan las vidas de dos señoritos sevillanos con la de un sobrio castellano. La amistad de tres estudiantes de Derecho se verá consolidada por sus vivencias estudiantiles, donde las correrías de juventud, el desamor, las pasiones y los sueños de futuro, se alternan con el honor y el deber hacia una clase social que ya comenzaba su decadencia. El amor apasionado, la lealtad entre amigos y el embrujo social de la época son los ingredientes perfectos para que Fernando de Artacho nos deleite con su nueva novela elegantemente escrita.
[Información tomada directamente del ejemplar]
Me gustan las cubiertas que me transmiten algo, esa primera impresión que construyo nada más tener el libro entre mis manos. Un título, una imagen, un objeto suele conducirme a imaginar lo que puedo llegar a encontrarme en el interior de un libro. Es cierto que ese pálpito no siempre resulta certero, pero es inevitable dejarse llevar por el primer contacto visual. Dicho todo esto, vuelvo a mirar la portada de Donde navega el olvido, la última novela de Fernando de Artacho, y asiento con un gesto al reafirmarme en mi parecer. Ese primer instante en el que el libro y yo nos miramos las caras se convirtió en flechazo.
Donde navega el olvido une dos hermosas ciudades: Sevilla y Salamanca. Lo hace a través de los personajes de una novela que nos conduce a principios del siglo XX. Pablo Somoza y Quintanilla y Gonzalo de las Infantas son dos primos de la aristocracia sevillana. Respaldados por la posición y economía de sus familias, podrían ser tildados de dos auténticos calaveras, dos señoritos sin oficio (aunque con beneficio) que se dedican a la vida contemplativa. Para enderezar el curso de sus vidas son enviados a estudiar a Salamanca. Allí conocerán al castellano Justo de Salcedo, un joven de familia humilde que estudia con la intención de labrarse un futuro y una vida mejor. La vida de los tres jóvenes se cruza. Juntos correrán diversas aventuras en la ciudad salmantina. También aparecerá en escena una joven que... Bueno, no os cuento más. Solo apuntar que, en esta vida, todo esfuerzo, tesón y voluntad siempre tiene su recompensa.
Lo primero que llama la atención en la nueva novela del autor sevillano es el giro en la trama principal de la historia que nos narra. Acostumbrados a leer sus obras, principalmente centrados en el género histórico, Donde navega el olvido es una obra de difícil clasificación. Habrá historia sí, pero también otras muchas cuestiones. En esta novela se nos refleja la sociedad de una época ya pasada. El lector es trasladado a los «felices años veinte» como telón de fondo. Por las calles de la ciudad de Salamanca veremos correr a Pablo y a Gonzalo, junto a Justo. Este último vendría a ser todo lo contrario a lo que representan los primos. Sin embargo, desde que sus vidas se cruzan, veremos cómo Justo se va abriendo camino en la vida con mucho esfuerzo y pundonor, llegando a ser determinante para los otros protagonistas citados. Sus sueños de futuro deben regirse por la disciplina y el estudio, y este hecho choca con el estilo de vida alegre y desenfadada de los jóvenes sevillanos, miembros de una familia con una economía muy desahogada. Son personajes minuciosamente descritos e insuflados de vida. Lo mismo ocurre con los femeninos, entre los que encontramos a la bella Isabel, Flora, la alegre Patrocinio o Doña Delfina. Todos juntos conforman una amplia galería de protagonistas.
Y si decía antes que Donde navega el olvido es de difícil clasificación, es porque en ella encontramos también una historia llena de aventuras, sazonada con un extenso abanico de sentimientos, entre los que destacan el amor y el desamor, las pasiones carnales, el instinto de superación, así como el honor y el deber.
Independientemente del
gran trabajo de documentación que se observa en sus páginas, cuando se está inmerso en la lectura del libro cabe preguntarse qué proporción de
tintes autobiográficos hay volcados en sus páginas. Como no podía ser de otra manera, preguntamos al autor por tal aspecto, en la entrevista que le hicimos al autor (puedes leerla
aquí), y en la misma que nos confesó que
se trataba de una época que conocía bien, gracias a su familia.
Con un lenguaje preciso, elegante, muy descriptivo y rico, Fernando de Artacho nos muestra la sociedad de la época y las distintas clases sociales. En definitiva, esos dos mundos que se entrecruzan por manos del destino. Resulta llamativo ver a Justo, con esa forma de vivir tan espartana, frente a la existencia frívola y desahogada de los sevillanos. Con ellos asistiremos a los salones de baile, a los tablaos, donde se beberá hasta bien entrada la madrugada. Son jornadas nocturnas llenas de derroche sin miramiento, y de mujeres que alegran la vida a los señoritos. El autor describirá en estas páginas una sociedad que está dando sus últimos coletazos, muy próxima a extinguirse en cuanto estalle la guerra civil.
Escrito en tercera persona y con un total de dieciocho capítulos, la lectura de Donde navega el olvido resulta amena. Contribuye a un ritmo constante de lecturas, los continuos cambios de escenario entre Sevilla y Salamanca, y los sopesados diálogos entre los protagonistas, dotando a la historia de bastante fluidez.
Poco más debo añadir. Si os gustan las novelas en las que se aúnan elementos de distintos géneros, Donde navega el olvido puede ser una gran apuesta. Por lo tanto, desde aquí, sólo me queda recomendárosla.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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