Autora
Mónica Gutiérrez Artero nació en Barcelona y es licenciada en Periodismo y en Historia. Ha sido galardonada con varios premios y menciones en concursos de narrativa breve y poesía, y desde hace unos años también escribe ficción.
Es autora de siete novelas: Próxima Estación (2020), El invierno más oscuro (2018), Todos los veranos del mundo (2018), La librería del señor Livingstone (2017), El noviembre de Kate (2016), Un hotel en ninguna parte (2014) y Cuéntame una noctalia (2012). Todas han recibido una calurosa acogida por parte de los lectores y cuentan con más de un centenar de reseñas positivas en la red.
En la actualidad, desde su página personal (monicagutierrezartero.com) comenta lecturas, lleva a cabo actividades culturales de diversa índole y recoge las opiniones de los lectores sobre sus obras. Colabora como articulista en otros blogs e imparte un taller de novela.
Sinopsis
Max Borges es un director de teatro barcelonés que conduce una pequeña y excéntrica compañía. El día del estreno de Macbeth, la obra de Shakespeare, Max está al borde del colapso. Todo parece que va a salir mal en la función que debería ser su salto a la fama más sublime: las brujas son demasiado bellas, al rey Duncan se le ha roto la corona y su Macbeth huele sospechosamente a whisky escocés…
Sin embargo, como suele recordarle su inteligente asistente de dirección, Elsa Soler, el espectáculo siempre debe continuar. Sorprendentemente, el duende del teatro parece haberles rociado con su suerte y la función es un éxito absoluto, tanto que son invitados a representar la obra en el Festival Fringe de Edimburgo, el más importante del mundo. La divertida compañía pone rumbo a una aventura en una ciudad llena de magia. Será allí donde, al caer el telón, el amor y la amistad se conviertan en los verdaderos protagonistas de esta historia.
[Información tomada directamente de la web de la editorial]
Para entrar a vivir. Así son las novelas de Mónica Gutiérrez. Y no es porque la autora catalana construya mundos idílicos donde todo es de color de rosa y el sol brilla cada día. No. En las historias de Mónica, los personajes tienen días buenos y días malos. Tienen tribulaciones, dilemas, problemas, arrebatos, angustias y disgustos como todo hijo de vecino. Y hay días soleados pero también días negros como la boca de lobo. Aún así, el lector que se acerca a títulos como Todos los veranos del mundo (2018), La librería del señor Livingstone (2017) o El noviembre de Kate (2016) sabe que le espera un dulce final, una especie de reconciliación con el universo tan placentera, que te deja una sensación de paz para unos cuantos días. Justo la misma sensación que despierta la lectura de su última novela, Sueño de una noche de teatro.
Mónica Gutiérrez hace del teatro shakesperiano el centro neurálgico de una historia en la que conoceremos a Max Borges y a Elsa Soler.Max es un director teatral de prestigio, muy exigente con su equipo, que saltó «a la fama antes de abandonar la treintena cuando los críticos alabaron unánimemente, en el teatro municipal de Manresa, un "Sueño de una noche de verano" tan brillante como asombroso». Por su parte, Elsa es su ayudante de dirección. Se conocieron de manera casual hace unos años, cuando Max acudió a la facultad de Historia donde Elsa cursaba para dar una conferencia. Conectaron enseguida. A Max le impresionó tanto el sentido común de la joven que decidió ofrecerle el puesto de ayudante de dirección, y aunque a ella jamás se le había pasado por la cabeza dedicarse al mundo de la dramaturgia, lo cierto es que se enamoró del teatro.
En el presente de la novela, ambos están envueltos en un nuevo proyecto. Tienen que llevar a escena la obra Macbeth de William Shakespeare, que se estrenará pronto en el Teatre Nacional de Catalunya. Max está muy nervioso e irritado porque, solo si todo sale bien, la Society of London Theatre (SOLT) le abrirá las puertas de los teatros del West End londinense. Pero antes, hay un requisito previo. Max y su equipo tienen que montar una obra de su elección en el Festival Fringe de Edimburgo y «dependiendo de las críticas de dicha representación, la sociedad pondría a su disposición el mismísimo Convent Garden de Londres durante toda la temporada teatral de invierno». Debido a ciertos inconvenientes, la obra elegida será también Macbeth, aunque sea la pieza más «oscura y sangrienta» del Bardo.
Así pues, todo el equipo pondrá rumbo a Edimburgo y allí ocurrirá lo que tenga que ocurrir. De todos modos, no hay que ser muy avispado para saber cómo va a acabar la historia pero ¿acaso importa? Lo mejor de las novelas de Mónica Gutiérrez es el camino, dejarse envolver por la atmósfera de magia que nos rodea mientras leemos, por esos personajes que, en ocasiones, se dejan arrastrar por sus ensoñaciones. Y cuando estamos totalmente entregados al aroma del amor, llegar a esa escena final que te deja una sonrisa en los labios tan bonita. Aunque yo hubiera preferido algún capítulo más y no despedirme tan pronto de Max y Elsa.
Personajes
La novela cuenta con un dramatis personae inicial que nos aclarará quién es quién en esta historia, y que tiene todo el sentido, a tenor de la temática de la novela.
Max es un hombre con talento y muy atractivo. «A sus cuarenta y muchos años», es dueño de «cabellos abundantes y cortos», y nada se le escapa a sus ojos castaños, que van acompañados por una nariz huesuda y un hoyuelo en la barbilla. «Alto y corpulento», suele ser silencioso y está acostumbrado a que nadie le lleve la contraria. Su situación personal no es la más propicia para estrenar una obra que puede suponer su trampolín hacia el teatro internacional. Su mujer lo ha abandonado por otro hombre, pero no por otro cualquiera, sino por Oberón, o más bien por el actor que encarnaba al personaje en Sueño de una noche de verano, en su último montaje.
Max ama el teatro pero siente un odio indescriptible por los musicales. Quizá la misma aversión que sufre por su archienemigo Dereck B. Plum, un director londinense que parece llevarle una considerable ventaja en la carrera teatral.
En cuanto a Elsa, de «piel blanquísima» y ojos grises, es una joven resolutiva y con un gran sentido común. Es capaz de resolver los problemas más enrevesados, demostrando tener una paciencia infinita, por eso es la mano derecha de Max. Pero Elsa tampoco está en su mejor momento. Sufre de amor. Se acaba de enfrentar a una visión horrible que le ha roto profundamente su corazón. Aunque ella no sabe todavía que no hay mal que por bien no venga. Aturdida y decepcionada, la joven buscará refugio en los dos lugares que más paz le proporcionan: la pista de patinaje, y la casa de sus padres. En cualquier caso, Elsa sufrirá más de una decepción a lo largo de esta historia.
Junto a ellos habrá otros tantos personajes, dándole un aire muy coral a la novela, como la diva del teatro Margot Degard que, en realidad, se llama Margarita Pérez. Con 63 años, le acaban de diagnosticar diabetes tipo II y ya empieza a tener lagunas de memoria, una circunstancia fatal para una actriz. Pero lo que realmente le da miedo a Margot es ser olvidada. O Pere Ricart, el actor que encarnará a Macbeth y que ahoga sus desdichas en alcohol. No obstante, mientras más borracho está mejor actúa. O Enzo Pooh, «que nada tenía que ver con el famoso osito», un dramaturgo que siente pasión por las obras de William Shakespeare, al que se permite el lujo de tutear.
Cada uno de los personajes está bien caracterizado y el lector sentirá por todos ellos un gran cariño. Algunos nos resultarán entrañables, otros divertidos, otros histriónicos, pero todos, incluso los más secundarios, despertarán simpatía en el lector.
Shakespeare y el teatro inglés
Lo que Mónica Gutiérrez hace en Sueño de una noche de teatro es rendir un homenaje general a las artes escénicas y, uno particular al teatro inglés de los siglos XVI y XVII, encabezado por la figura de William Shakespeare. La novela pone de manifiesto que su autora ha profundizado en la obra del Cisne de Avon. Y lo hace no solamente por la cantidad de citas de sus textos que encontramos en este libro, sino también por las curiosidades que iremos encontrando a lo largo de la lectura. Hay un pasaje interesantísimo sobre Shakespeare y Kabul que, dicho así, os puede parecer una conexión un tanto extraña, pero la respuesta la tenéis en la novela.
Escenarios
Aunque la acción se inicia en Barcelona, el escenario principal de la novela será Edimburgo. Según comenta Mónica en la nota inicial que acompaña al libro, «la geografía de esta novela es, en algunos casos, fiel a la realidad y muchos de los lugares que se describen existen de verdad». Es por ello que, a lo largo del texto se irán nombrando rincones, calles, establecimientos, como la cafetería Chicha Limoná o la tienda de telas Ribes & Casals de Barcelona, y otros tantos espacios de Edimburgo.
Mágica será Skye Island, donde tendrá lugar algunas escenas divertidas y otras especialmente románticas. Las descripciones de los parajes son tan hermosas que no puedes evitar buscar imágenes en Internet.
Estructura y estilo
Escrita en tercera persona, la novela se estructura en dos grandes bloques, que corresponden a los dos escenarios principales -Barcelona y Edimburgo-. Cuenta con un total de veintiún capítulos, que vienen encabezados por alguna cita de Macbeth. Narración y diálogos permanecen en equilibrio, dotando a estos últimos de mucha frescura, entre los que intercala frases de las obras de Shakespeare que encajan perfectamente en la conversación.
Mónica Gutiérrez ofrece descripciones exhaustivas de sus personajes, a los que envuelve con un aire elegante muy atractivo. En cuanto aparecen en escena, y a modo de carta de presentación, nos da suficientes detalles físicos y psicológicos de cada uno de ellos para que el lector los retrate en su mente.
El humor no puede faltar en las obras de esta autora, que contienen ese toque de comedia británica tan efectivo. Incluso ella misma se hace un guiño, al hacer referencia a un par de novelas anteriores.
Es todo lo que os puedo contar de Sueño de una noche de teatro, una historia romántica, llena de buen rollo, en la que las penas son menos penas. Seguro que si ya has leído a Mónica Gutiérrez, convienes conmigo en que sus novelas sientan verdaderamente bien. Y si todavía no has leído nada de ella, y quieres pasar un rato agradable y cálido, no dejes de comprar tu entrada para esta representación.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
Puedes adquirirlo aquí: