Nacionalidad: España
Director: Paco Plaza
Reparto: Almudena Amor, Vera Valdez, Karina Kolokolchykova, Chacha Huang, Michael Collis, Pía Laborde Noguez
Género: Terror
Sinopsis: Susana (Almudena Amor) tiene que dejar su vida en París, donde trabaja como modelo, para regresar a Madrid, debido a que su abuela Pilar (Vera Valdez) acaba de sufrir un derrame cerebral. Años atrás, cuando los padres de Susana murieron, su abuela la crió como si fuese su propia hija. Susana necesita encontrar a alguien que cuide de Pilar, pero lo que deberían ser solo unos días con su abuela se acabarán convirtiendo en una terrorífica pesadilla.
Que me perdone Paco Plaza, director de esta película, pero no he entendido la trama de La abuela. Bueno, entenderla diría que sí, pero me ha faltado un hilo conductor más sólido, que dé más consistencia a los hechos. Os cuento.
La abuela cuenta con una introducción en la que veremos a una distinguida señora mayor en el interior de una cafetería. Parece estar esperando a alguien pero, en realidad, lo que está es esperando algo. Algo que tiene que ocurrir a una hora determinada, unos minutos antes de las ocho de la tarde, momento en el que el reloj de pulsera de la señora se para. Pasado ese tiempo, la mujer se dirige a un edificio señorial en Madrid, entra en una vivienda de grandes techos, suelos de madera que crujen al paso, lámparas enormes y pesados cortinajes. En el interior, la señora se encontrará con una mesa dispuesta para una opípara merienda y, junto a esta, el cuerpo sin vida de una anciana. La recién llegada no parece inmutarse. En lugar de asistir a la fallecida, se dirige a un mueble en cuyo interior hay una fotografía y la trenza rubia que, alguna vez, estuvo unida al cabello de la niña que aparece en la foto. Y de repente, surge del interior de la vivienda una joven de cabellos rubísimos, ojos azules, que se acerca desnuda a la mujer. Ambas se abrazan.
De ahí, viajaremos a París. Allí reside Susana Lázaro, una joven modelo que trata de abrirse camino. Parece que las cosas le van bien pero recibirá una llamada desde España, concretamente desde un hospital. Su abuela Pilar, con la que está tremendamente unida, pues fue ella la que la crió cuando sus padres fallecieron en un accidente, acaba de sufrir un derrame cerebral, y prácticamente ha quedado en estado vegetativo. Sin pensarlo mucho, Susana viajará a Madrid para hacerse cargo de su abuela. Al principio, todo se le hace muy cuesta arriba. Es normal. Su abuela necesita todo tipo de atenciones y ella tiene poca experiencia en el tema. Le aconsejarán internar a la mujer en una residencia, pero la nieta no quiere apartar a la mujer de la vivienda en la que ha estado residiendo desde siempre. Su intención es buscar a alguien que se ocupe de ella, y así poder volver a París para continuar con su vida. Sin embargo, a medida que pasan los días, Susana advierte cosas extrañas en el comportamiento y actitud de su abuela. Y a su alrededor comienzan a suceder hechos que no tienen una explicación lógica. Hasta aquí os voy a contar.
¿Me ha gustado esta película? Pues la verdad es que no mucho. Como dije antes, tampoco he entendido muy bien lo que pasa. El desenlace te hace intuir por dónde van los tiros pero no sé, un poquito más de información no hubiera estado mal. No diré que las escenas introductorias no despiertan la curiosidad del espectador. Empieza bien pero luego todo se tuerce. Hay momentos, la mayor parte de la cinta, en los que no ocurre nada. Solamente la rutina de una nieta cuidando de su abuela inválida llenan minutos y minutos de metraje. Esta ausencia de elementos de enjundia aportan lentitud y tedio al avance de la trama. Como espectadora, sentí que me llevaba demasiado tiempo esperando a que algo sucediera.
A eso se suma que, a lo largo del desarrollo, a Susana le asaltan recuerdos de su infancia, momentos que vivió con su abuela, único pariente que siempre ha tenido, y que le producen cierta desazón. ¿Pero qué pasó cuando era una niña? ¿Qué es esa trenza guardada con celo en un mueble? ¿Qué extraño poder se esconde tras todos los hechos? Ni idea, sinceramente. Tengo la sensación de que La abuela es un puzle incompleto. Es como si se hubieran tomado las piezas más llamativas y se hubieran colocado en el hipotético lugar que les corresponde, pero dejando entre ellas grandes lagunas de vacío. El mismo vacío que le queda dentro al espectador.
Por lo tanto, el terror en La abuela brilla por su ausencia. Os diría que me ha dado más miedo esas situaciones en las que Susana no sabe cómo reaccionar ante un atragantamiento de su abuela, mientras almuerza, que todo lo sobrenatural que rodea la vida de la mujer.
En cuanto a las interpretaciones, de Almudena Amor haciendo de nieta tengo poco que decir. Es cierto que el dulzor de su rostro es un buen contrapunto con el supuesto terror que se vive en el interior de la vivienda, pero no he podido conectar en ningún momento con las tensiones de su personaje. En cambio, sí me ha parecido interesante el trabajo de Vera Valdez, como la abuela misteriosa, y eso que la mujer no dice ni una palabra.Que no es fácil convulsionar y fingir que te estás ahogando a los 86 años. Su papel es, a mi juicio, el más creíble.
Cuestión aparte es todo lo relativo a la técnica. Buena ambientación, mucha oscuridad -como es habitual en estas películas-, sensación de asfixia o de estar en un callejón sin salida, y una banda sonora que contrasta muchísimo con la trama. Bien, pero el guion falla y eso consigue que el espectador acabe con la sensación de haber perdido el tiempo.
La abuela es de esas películas que, tal como la ves, la olvidas. En eso se resume la última película de Paco Plaza, del que también en visto y reseñado, Quien a hierro matay Verónica. Esta última de terror. Me gustó un poco más pero tampoco para tirar cohetes.
En definitiva, para echar el rato si no tienes otra cosa que hacer.
Como siempre, os dejo el tráiler con la advertencia de que, si pretendéis ver esta película en algún momento, no le deis al play porque vais a ver lo mejor que tiene la cinta.
Tráiler: