Nacionalidad: España
Director: Gustavo Hernández
Reparto: Javier Gutiérrez, Adriana Ugarte, Rubén Ochandiano, Juana Acosta, Antonio Dechent, Fernando Tejero, Manuel Vega, Luna Fulgencio, Elena Martínez, José Chaves
Género: Thriller
Sinopsis: Un policía al borde de la ley y una mujer en busca de venganza cruzan sus caminos obsesionados con descubrir al asesino que se esconde tras los brutales crímenes de varias niñas. Ambos están dispuestos a hacer lo que sea necesario para lograr su confesión, aunque para ello tengan que tomarse la justicia por su mano. Una modélica detective luchará contra el reloj evitar que se cometan errores irreparables y que esa desesperada búsqueda de la verdad se convierta en el más feroz de los lobos.
Ni me sonaba esta película.¿Ha pasado por cartelera? Si lo hizo ni lo advertí, cosa extraña, teniendo en cuenta que ando siempre a la saga de lo que haga Javier Gutiérrez. La cuestión es que la encontré por pura casualidad buscando algo que ver en Netflix, el pasado fin de semana. Me entusiasmé al toparme con Lobo feroz, al conocer la sinopsis y al percatarme del reparto. Me arrellané en mi sofá, pensando que estaba ante una gran película, pero el resultado ha sido bastante mediocre. Os cuento.
Lobo feroz es un remake de otra película tan desconocida para mí como lo era esta misma. Basándose en la historia que se narra en la cinta israelita titulada Big Bad Wolves de Aharon Keshales y Navot Papushado, el director Gustavo Hernández (No dormirás, 2018) dirige esta historia a la española. Dicen los que han visto ambos largometrajes que el remake calca algunas escenas y diálogos pero también introduce novedades. No lo sé. No la he visto, así que me limitaré a hablar de Lobo feroz, sin tener en cuenta su origen.
La acción se inicia en el pasado a modo de introducción. Mientras se va dando paso a los créditos iniciales, unas imágenes en blanco y negro nos contará la historia de dos niñas, enfrentadas a la maldad del hombre, testigos de un episodio que marcará sus vidas para siempre. Lo que se cuenta en estas escenas iniciales tendrá su explicación más adelante. Pero, del pasado volamos al presente.
Lobo feroz se articula en dos líneas argumentales que terminarán por confluir. Por un lado, conoceremos a Alonso (Javier Gutiérrez), un guardia civil encargado de investigar el secuestro y asesinato de unas niñas. Estamos ante un asesino en serie que secuestra, tortura, viola y mata a las pequeñas. Hay un sospechoso. Se trata de Elías (Rubén Ochandiano), un profesor de música sobre el que recae todo tipo de desconfianza. Pero Alonso no es un guardia que se ajuste al protocolo.Él tiene su propio sistema para hacer hablar a los sospechosos y eso le reporta grandes problemas. De entrada, y por no conseguir ninguna prueba determinante, Elías será puesto en libertad, mientras que a Alonso lo retiran del caso y lo suspenderán de empleo y sueldo. En su lugar, la investigación la llevará a cabo Ana Vidal (Juana Acosta), una sargento que no goza de buena fama entre sus compañeros. Algo que le ocurrió en el pasado le ha pone justo en el centro de la diana de todo tipo de bromas por parte de sus compañeros.
Por otro lado, conoceremos a Romero (Antonio Dechent) y a su hija Matilde. Son dos personas que viven al margen de la sociedad.Él es un borracho que invierte su tiempo en apuestas. Ella acaba de salir de la cárcel donde ha cumplido condena por robo. A través de la televisión, ambos sabrán del hallazgo del cadáver de otra niña, que ha aparecido en un paraje lejano. Nada más oír la noticia, Matilde entra en estado de ebullición y sale disparada del hogar que comparte con su padre. A partir de ahí la veremos tratando de averiguar todo lo posible sobre la investigación que lleva a cabo la guardia civil. Para ello contará con la ayuda del que fue su abogado, un tipo excéntrico de nombre Hipólito (Fernando Tejero) que aportará información importante a lo largo de la película.
Alonso y Matilde emprenden su propia investigación, cada uno por su cuenta. Ambos están obsesionados por encontrar al culpable de los crímenes y cada uno tendrá sus propias motivaciones. Lo que ocurre es que, para llegar al mismo punto, inevitablemente sus vidas se cruzarán.
Una vez que coincidan ambos personajes, se irán desgranando las claves del crimen, hasta llegar a una resolución que deja a cada uno en el lugar que le corresponde.
Qué me ha gustado de la película
Aquí voy a aportar poco y lo que tengo que decir tampoco es que sea muy positivo. El argumento está bien, aunque trillado. No son pocas las películas en las que encontraremos a un pedófilo que secuestra niñas y sobre el que gira una investigación. Ni la trama ni los personajes aportan nada novedoso que no hayamos visto ya. De todos modos, es una trama entretenida aunque... (los peros en el siguiente apartado).
En el limbo
Hablamos de secuestro de niñas, de tortura, de violación y asesinato. En una trama así, ¿creéis que cabría el humor? Pues, por lo visto sí. Esta cuestión la pongo en el limbo, es decir, entre lo que me ha gustado y lo que no me ha gustado de la película y es que no tengo muy claro qué efecto ha causado en mí el uso del humor en una historia como esta. Creo que funciona a medias y dependiendo de la secuencia. Algunas escenas de humor sirven de contrapeso. Por ejemplo, y sin hacer spoilers. Imagina que estáis ante un tipo duro, de esos que nadie les tose a la cara, y de repente, recibe una llamada que cambia radicalmente la visión que tenemos del personaje. Viendo cómo se las gasta el tipo nos cuesta creer que luego se convierta en una especie de corderito ante otras personas. Bueno, pues ahí está la gracia.
Y luego está Hipólito, el abogado de Matilde, otro personaje que equilibra la balanza del drama y la tensión pero, ¿en un thriller hay que restar tensión o sumarla? Desde luego este personaje va protagonizar escenas que tienen la intención de arrancarte una sonrisa (como mínimo). Otra cosa es que lo consiga.
Pero también la música contribuye a romper la atmósfera del thriller en favor de un ambiente mucho más relajado. Hay temas musicales alegres, vivarachos, bailables, que difícilmente nos imaginaríamos en una historia como esta.
Cada cual que juzgue.
Qué no me ha gustado de la película
Lo he dicho mil veces. A mí me gusta que me expliquen las cosas porque me parece muy fácil dejar ciertas cuestiones en el aire y que el espectador vaya colocando las piezas. En Lobo feroz he encontrado muchas lagunas. Por poner un ejemplo, la película se inicia cuando la investigación por el secuestro y la muerte de las niñas está ya en curso. No hay mucho background, es decir, no sabemos cuándo comenzaron a secuestrar a las niñas, cuántas niñas han sido secuestradas, qué pesquisas se han llevado a cabo para dar con el sospechoso. Nada. De golpe y porrazo nos encontramos con que ya hay un tío sobre el que recaen todas las miradas. Lo único que se dice es que hubo un testigo, un niño, que asegura que vio a Elías con la víctima, pero el testimonio tiene poca credibilidad. Entonces, siento que me falta recorrido, que se priva al espectador de ese contexto tan necesario para que todo encaje.
Con respecto a Matilde, en su forma de actuar hay cosas que no tienen sentido. La menos importante es que guarda dinero en sitios un tanto insospechados. Puedo entender que, con un padre como el suyo, quien aleja la tentación, aleja el peligro, pero a mí me ha parecido algo rocambolesco. Y, por otra parte, la veremos llevar a cabo ciertas averiguaciones que están justificadas, sabemos de dónde le viene la información pero no siempre es así. Otra vez nos toca rellenar lagunas. No puedo ser más explícita. Solo diré que hay ciertos trámites burocráticos sobre los que pesan estrictas medidas de seguridad para evitar filtraciones de información, pero Matilde averigua algunas cosas y no se explica cómo lo hace.
Y ya por último, y con respecto a este personaje, ¿cómo es posible que se haga cargo del cuerpo de dos personas inconscientes y los llevé de aquí para allá ella sola? Siento si estoy desvelando parte de la trama pero es que esto lo tenía que decir. Que será una mujer muy fuerte pero, en las circunstancias en las que se desarrolla la acción, va a ser que ella sola no puede hacer lo que hace.
Debo añadir otro tema. Si queréis recoger a un niño que no es vuestro hijo en el colegio o cualquier centro educativo, ¿cómo podéis hacerlo? Ahí lo dejo. En Lobo feroz, todo son facilidades para los malos.
Y suma y sigue por que el final se alarga. La resolución del caso prácticamente tiene lugar en un sótano y son demasiados minutos metidos ahí abajo. Se hace muy pesada al final.
Personajes e interpretación
Entre los personajes, como no puede ser de otro modo, destacan Alonso y Matilde. Serán los que soporten el peso de la película, más ella que él. Alonso tiene sus propias reglas y aunque también ha pasado por un episodio traumático y su vida personal en estos momentos no es que sea muy positiva, parece que no aprende. Es un guardia civil que no entiende de normas. Lo que él quiere es cazar al criminal. No por llevarse una medalla sino por hacer justicia. El problema es que tomarse la justicia por su mano no es lo más correcto.
La interpretación de Javier Gutiérrez está dentro de lo que solemos ver cuando interpreta a un agente de la autoridad (ya lo hemos visto en otras ocasiones) aunque, en este caso, su personaje tiene matices. Alonso es un tipo chulesco que, sabiéndose con la sartén por el mango, hace y deshace a su antojo. Es un temerario, un rebelde y Gutiérrez ha sabido darle ese aire al personaje.
En cuanto a Matilde es una mujer que no teme a nada porque ya lo ha perdido todo. Por circunstancias de la vida se ha visto relegada a ser un despojo social. Pasa por el mundo como con desgana, arrastrando su cuerpo que se encorva vencida por sus desdichas. Hay muchos espectadores que ven en la interpretación de Adriana Ugarte cierta sobreactuación, sin embargo, a mí me ha convencido. Me resulta meritorio encarnar un papel como el de Matilde, de mujer dura, sin escrúpulos, luchadora y que no piensa dejarse abatir.
Elías es otro de los personajes potentes de la película. Parece ser el tipo de individuo al que la vida le está gastando una broma macabra. Es un simple profesor de música, que ha tenido la mala suerte (o no) de estar en el punto de mira de un guardia civil, obcecado con su persona. Y esa triste coincidencia le hace perderlo todo. Ya no puede seguir ejerciendo en el colegio en el que trabaja. Su mujer tampoco quiere saber nada de él y además no le deja ver a su hija. Triple carambola. Se afanará por mantener su inocencia, batallando contra la cabezonería de un guardia civil que solo piensa en colgarle la etiqueta de la culpabilidad.
Será Rubén Ochandiano quien encarne al personaje y a mí me parece que lo hace bastante bien. No digo más nada porque es mucho más interesante que veáis vosotros mismos cómo se comporta el personaje.
Con respecto a los secundarios, mencionaría a Antonio Dechent, que no suele aportarme nada y a Fernando Tejero como Hipólito. Sobre este último, en alguna opinión he leído que parece un personaje innecesario. No lo veo así. Realmente este abogado cumple una función importante en la trama. Lo que sí me sobra es la caracterización del personaje. Hipólito es un tipo excéntrico, extravagante, que va por la vida con un coche tuneado y se da rayos UVA. No sé si este personaje es así en la película original y no sé si se pretende dar un toque de originalidad. Como he dicho antes, hay contraste en esta cinta, lo negro y lo humorístico, pero no toda contraposición funciona correctamente.
En definitiva, y con una escena algo durilla, para mí Lobo feroz tiene más contras que pros. Os diré que se deja ver pero creo que no hay que ir con las expectativas muy altas. La trama está vista, algunos personajes rozan el cliché y tampoco la salva que tenga un reparto respetable. En fin, para una tarde-noche de "no importa si me quedo dormido". Ah, la acción se desarrolla en Cádiz pero la ciudad tiene un escasísimo protagonismo.
La tenéis en Netflix.
Tráiler: