Editorial: Fundación José Manuel Lara
Fecha publicación: abril, 2023
Precio: 15,00 €
Género: narrativa
Nº Páginas:272
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-19132-11-6
[Disponible en eBook]
Autora
Elisenda Hernández Janés es licenciada en Económicas por la Universidad de Barcelona y en BA Economics por la Nottingham Trent University. Máster en Edición por el IDEC y en Escritura Creativa por la escuela Aula de Escritores, colabora en varias webs culturales y combina su carrera literaria con el desarrollo web. Ha publicado relatos en distintas antologías y ganado varios premios literarios, entre ellos el IV Concurso de Narrativa Corta Carmen Martín Gaite (2017). Canción de despedida es su primera novela.
Sinopsis
La amistad de Isa, Gloria y Lucía se remonta a los años escolares. Juntas han librado mil batallas, pero el tiempo ha destensado unos vínculos que parecían irrompibles, y las heridas del pasado y los recelos de la edad adulta les impiden compartirlo todo como hacían entonces. En el ecuador de la treintena, las tres emprenden un viaje a Santa Cruz de Tenerife en busca de Marga, una cuarta amiga de la infancia que desapareció sin dar explicaciones diez años atrás. Tras sus pasos, se enfrentarán a los interrogantes del ayer al tiempo que intentarán reconciliarse con un presente distinto del que habían soñado. El miedo a envejecer, los anhelos y temores de la maternidad, la rutina conyugal, las servidumbres familiares, los traumas pasados o las inquietudes sexuales son algunos de los asuntos que salen a relucir a lo largo de este paseo emocional, también las complicidades que perduran y las que se quedaron por el camino. Narrada desde tres puntos de vista, Canción de despedida se adentra en las almas de las protagonistas por medio de sus voces. A través de sus preocupaciones e íntimos deseos, Elisenda Hernández Janés pone el foco en las dudas existenciales, los desengaños y los tabús de una generación, en esta novela agridulce, pero cargada de ternura, sobre los altibajos de la amistad y el tramposo refugio de la nostalgia.
[Información tomada directamente de la web de la editorial]
El pasado año, Elisenda Hernández Janés se alzó con el Premio de Novela Felipe Trigo, en su edición número 42, con su obra Canción de despedida, editada por la Fundación José Manuel Lara. Este galardón se convoca por iniciativa del Ayuntamiento de Villanueva de la Serena (Badajoz), y bajo su patrocinio se han publicado novelas que ya han pasado por este espacio. Aunque ya conocemos el nombre de la persona que ha ganado la nueva edición del premio -Liliana González-, la autora de Canción de despedida acudió recientemente a Sevilla y puede conversar con ella (puedes leer la entrevista aquí). Para llevar a cabo aquella entrevista, leí previamente la novela, y hoy vengo a hablaros de ella. Os cuento.
Tras un capítulo introductorio, del que luego os hablaré, el grueso de la novela se inicia en el verano de 2021, cuando el Covid estaba todavía muy presente en nuestras vidas. Isa, Gloria y Lucía son tres amigas desde la adolescencia. Ellas representan esas amistades que perduran en el tiempo, a pesar de que la vida nos propone un camino diferente a cada uno, y construimos nuestras vidas con las cartas que nos ha tocado en la partida. La situación personal y laboral de cada una es diferente. Quizá se vean poco porque a ellas, como a todos nosotros, el tiempo no nos cunde. Entre trabajo y familia queda poco espacio para el ocio y las amistades. Sin embargo, a veces, rascan unas horas para pasarlas juntas y en esos encuentros surge ocasionalmente un nombre, el de Marga.¿De quién hablan? Marga era la cuarta componente de este grupo de amigas, cuando eran adolescentes. Un día, cuando las jóvenes tenían aproximadamente 24 años, Marga desapareció. Pero no pienses que se trata de una desaparición fortuita. Lo que ocurrió es que Marga voluntariamente rompió el contacto con sus amigas y se cambió de ciudad.
«Cuando desapareció de nuestras vidas, poco después de cumplir 24 años, pasamos meses tratando de localizarla. Jamás contestó a ninguna de nuestras llamadas. Todos nuestros emails y mensajes quedaron sin responder. Contactamos con sus amigos del trabajo, con conocidos en común: nadie sabía nada». [pág. 25]
No había motivos aparentes para que Marga actuara así. ¿Qué le pasó? Las chicas tratan de indagar aquí y allá. No comprenden por qué su amiga ha tomado esa decisión, sin una sola explicación. Isa, Gloria y Lucía recurren a los padres de la amiga. Buscan conocer los motivos de Marga pero incluso los padres muestran una actitud extraña y fría. Despachan a las jóvenes con desdén, sin aportarles ningún tipo de información. Ante una situación tan incomprensible, no queda más remedio que asumir los hechos y continuar con la vida propia. Pero la sombra de Marga siempre estará ahí, en medio de las chicas. De las tres amigas, Gloria es la que estaba más unida a la amiga ausente y, por tanto, es a la que más le afectó su desaparición. Le parece algo tan incomprensible. ¿Ni siquiera sus amigas de toda la vida merecían una explicación?
«Es que Marga desapareció de nuestras vidas sin darnos ni una mísera explicación, sin ni siquiera una llamada o una palabra de despedida, es que ya le vale, en serio, que lo pienso y todavía me pongo de mal humor. Y me fastidia, porque sigo echándola de menos, echo de menos esas llamadas sin motivo solo para hablar de cualquier chorrada,... » [pág. 27]
Tanto es así que, un buen día, cuando ya habían pasado once años desde la desaparición de Marga, Gloria suelta una bomba. Confiesa que ha contratado a un detective para localizar a Marga y la ha encontrado en Santa Cruz de Tenerife. Isa y Lucía no dan crédito a lo que Gloria les cuenta. ¿Cómo se le ocurre contratar a un detective después de tanto tiempo? ¿Por qué no deja a Marga atrás definitivamente? No entienden nada. Pero menos entenderán aún cuando Gloria les proponga viajar a la isla para visitar a aquella amiga desaparecida y hacerle la pregunta que lleva tanto tiempo sin respuesta: ¿por qué? Tras varias reticencias y negativas, Isa y Lucía acceden y es que cada una de ellas llega a encontrar un motivo íntimo para hacer ese viaje. Y allá que se van las tres. No solo en busca de Marga sino en busca de ese tiempo que un día fue de ellas.
Qué me ha gustado de esta novela
Si has leído todo lo que te he explicado antes, quizás pienses que Canción de despedida es una novela que trata de resolver el misterio de la desaparición de Marga. No diré que esa búsqueda no tenga importancia en el desarrollo de la trama porque, en verdad, las chicas viajan a Santa Cruz de Tenerife con esa intención. Sin embargo, esta cuestión se irá difuminando y quedará eclipsada por lo que realmente es el puntal principal de la novela. En realidad, localizar a Marga y preguntarle qué ocurrió no es más que una excusa de la que se sirve Elisenda Hernández para poner el foco de atención en otro tipo de viaje, en uno más íntimo e introspectivo. En este sentido, me ha gustado sumergirme en los recovecos más recónditos de cada una de estas mujeres. Porque este viaje les va a conceder tiempo para ellas mismas, para mirar en su interior, para sacar a la luz toda esa basura que han estado acumulando, ocultando dentro, cada una con sus motivos, infundados o no. Este viaje les servirá para volver a reconectar con ellas mismas, recolocando en su lugar correcto todas esas piezas de un puzle que no terminaban de encajar. Y también para volver a conectar con las amigas. Todo ello, para llegar a un desenlace, a una reconciliación, en el que la amistad va a brillar intensamente.
Las tres son personajes muy creíbles, con sus problemas y sus dilemas, con lo que es fácil identificarte con una o incluso con las tres.
Personajes
Elisenda Hernández sustenta la trama de esta novela únicamente sobre tres personajes, las tres amigas, a las que el lector percibe como muy reales, por lo que es muy fácil sentirse identificado con una o incluso con las tres. La autora construye personajes muy de piel, como se suele decir, cuando nos referimos a esos protagonistas que perfectamente podemos cruzarnos por la calle. Las tres chicas son mujeres actuales, con los problemas, los anhelos, los deseos, propios de la mujer de hoy.
* Lucía.- Lleva arrastrando lastre desde que era adolescente. Hija de padres separados, lo que las demás percibían como una suerte, para ella era una maldición. Que su madre se comportara como una amiga, y que su padre fuera un hombre que no se metía en nada, no es lo que ella deseaba tener como hija. A ella le gustaban los padres de sus amigas. Quería tener unos progenitores como los de Gloria o los de Isa, padres y madres que ponen límites a sus hijos, que los obligan a ciertas cosas, a los que hay que mentir si quieres hacer algo para lo que sabes que no tienes su consentimiento. Ella lo tenía todo mucho más fácil y, paradójicamente, no es eso lo que ella quería.
Lucía no tiene una pareja estable. Mantiene una cierta relación con un carpintero portugués que no tiene mucha presencia en su vida. ¿Por qué es la única que no ha formado una familia? Bueno, hay que decir que esta mujer tiene un pozo profundo en el que no solo cabe esa adolescencia de padres separados. Hay algo más. Un terrible secreto con el que ella convive, que la atenaza, que la vuelve diminuta, sin capacidad de reacción. Puede que el viaje le sirva para gritar. O puede que no. Eso lo veréis con la lectura.
* Isa.- Es una mujer muy organizada y metódica. Tiene su vida perfectamente estructurada y le cuesta romper con su planificación. Por eso no tiene muy claro el viaje que le propone Gloria. Le parece una locura. Algo propio de la juventud que quedó atrás hace tanto tiempo. Ahora es una mujer adulta y debe comportarse con tal. Sin embargo, su pareja Carlos la anima. Isa es una mujer a la que le falta carácter. Suele dejarse llevar y que sean otros los que tomen la decisión por ella. Así que, si a Carlos le parece bien, irá.
«Eternamente indecisa, eternamente cobarde, aceptando los acontecimientos vitales por inercia, por el mero hecho de que han llegado de esa manera». [pág. 35]
Pero hay otras cuestiones que también la mantienen con duda. Isa es una mujer aprensiva y muy responsable. Y le ha tocado vivir un tiempo en el que nuestra salud puede estar en manos de los demás. Todo esto del Covid la trae por la calle de la amargura. Le asustan los contagios y la despreocupación de la gente que no se toma nada en serio.¿Cómo puede haber personas tan irresponsables que jueguen con la salud de los demás?
A ello se suma que tiene un problema de salud que la condiciona muchísimo. En ocasione sufrirá un dolor paralizante que la vuelve más vulnerable e insegura. Lo que Isa sufre lo guarda para sí porque hablar del tema es sentir aún más dolor.
* Gloria.- Es la que ha orquestado todo el viaje. Parece la más resuelta de todas ellas. Está casada con David y tiene dos hijos. Se encarga de su trabajo y de la logística familiar. Es la que lo lleva todo adelante, como buenamente puede, haciendo malabares imposibles. Gloria es ese tipo de mujer que se deja la piel en los suyos, olvidando casi que es mujer, anteponiendo su rol de madre y esposa, por encima de su identidad como persona. Y encima, nadie le agradece nada. Nadie le da una palmadita en la espalda. Por eso Gloria, harta de una vida llena de rutinas, encuentra un punto de anclaje a la vida en ese viaje a Santa Cruz de Tenerife, una ilusión nueva en esos días de esparcimiento que ha proyectado para ella y para sus amigas. Y tomará el papel de líder, encabezando esta aventura que intenta teñir del color de la adolescencia.
* Marga.- «...impulsiva, irracional, un punto excéntrica», así la veían cuando era adolescente. Marga es el personaje fantasma de esta novela. Quizá sea también el más importante porque, sin ella, sin su desaparición, esta historia no tendría sustento. De ella sabremos lo justo porque el misterio de este relato gira a su alrededor. En cualquier caso, el lector llegará a conocer qué fue lo que la empujó a desaparecer. Eso queda totalmente aclarado.
Temas
Canción de despedida toca temas de índole universal. La amistad será el que se aborde con más intensidad, centrándose en las relaciones amistosas entre mujeres. En el caso de estos personajes, el vínculo empezó a forjarse en la adolescencia, cuando nuestra personalidad comienza a definirse con más profundidad. Es una amistad como la que podemos tener cualquiera de nosotros, de esas que se inician en un momento de inflexión, e irá creciendo, modificándose, adaptándose, a medida que la vida avanza.
Pero esta novela pone sobre la mesa otras cuestiones importantes. Por mencionar algunos, os hablaría del machismo, que va a ser muy evidente en ciertas partes del relato, o los micromachismos tan extendidos y asimilados por las mujeres, porque llegan a pasar muy desapercibidos.
La maternidad será otro tema de enjundia. Elisenda Hernández explora esta cuestión tan compleja, de la que tanto se ha hablado en literatura. La autora, a raíz de uno de sus personajes, analiza hasta qué punto uno debe tolerar las intromisiones exteriores en un asunto tan personal e íntimo. ¿Quién se cree con derecho a cuestionar si una mujer tiene o no tiene hijos? ¿Por qué no nos planteamos antes de lanzar la pregunta si hay algún problema detrás de la ausencia de hijos? Acostumbramos mal a inmiscuirnos en la vida de los demás, a hablar libremente sobre asuntos que no son de nuestra incumbencia, y a juzgar erróneamente.
Y sigue la autora abordando asuntos que nos afectan a casi todos como la rutina en la pareja, el papel de las madres frente a los hijos, el sentimiento de culpa o aspectos tan espinosos como el bullying, las adicciones o los abusos sexuales.
Ya veis que la novela presenta un panorama interesante.
Estructura y estilo
Con un capítulo introductorio que nos permitirá conocer a estas mujeres cuando eran adolescentes, la narración se estructura en pasajes de corta extensión que corresponden a cada una de las tres protagonistas. Sus intervenciones, sus reflexiones, sus descripciones de los hechos se irán sucediendo y alternando, componiendo un tapiz en el que veremos la imagen narrativa de la novela. El lector se sentirá muy integrado en esa historia, tanto que tiene la sensación de ser un espectador en primera línea. Hernández Janés opta por una narración directa, en primera persona. La autora cede espacio a las tres grandes voces de esta historia, -Isa, Gloria y Lucía-, para que sean ellas las que cuenten lo que ven y lo que sienten. De este modo, tendremos acceso a mucha información, a lo que verdaderamente siente y piensan esas mujeres.¿Amigas? Si ¿Intimas amigas? Sí, o eso parece. Pero la sinceridad no es un cualidad que siempre haya que esgrimir y cada una de ellas tendrá una opinión no manifestada de la otra. Es muy difícil aceptar a otra persona al 100 %, con sus éxitos, sus miserias, sus paranoias. Esto es una realidad. Y esa realidad la vamos a ver en la novela. De tal modo que poco a poco, como espectador privilegiado, iremos viendo cómo las tres mujeres se van despojando de capas, para mostrar su verdadero yo.
Canción de despedida es una novela que nos invita a una lectura sosegada, a pesar de que es una historia del siglo XXI, en el que todos andamos con prisas. Para mostrar ese apego a la calle, a la actualidad, a nuestro día a día, Elisenda emplea un estilo muy actual y fresco, con expresiones de uso cotidiano y que corresponden al tempo y al status de las protagonistas.
La narración se impone al diálogo. Rara vez vamos a ver a las personajes conversar entre ellos de modo directo, pero no hay pesadez en la lectura. Su carácter intimista consigue que nos apeguemos a la historia para conocer mejor a estas mujeres con las que, como digo, te puedes sentir muy
Poco más puedo y debo hablar de Canción de despedida. Esta novela explora en buena parte el mundo interior del ser humano, con un cierto toque de suspense y alguna dosis de humor. Ganadora del XLII Premio de Novela Felipe Trigo, desde aquí os recomiendo su lectura. Os dejo con el booktrailer.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]