Año: 2013
Nacionalidad: Británica.
Director: Richard Curtis.
Reparto: Domhnall Gleeson, Rachel McAdams, Bill Nighy, Tom Hollander, Margot Robbie, Rowena Diamond, Vanessa Kirby, Lindsay Duncan, Matt Butcher, Lee Asquith-Coe.
Género: Romántica. Comedia.
Sinopsis: Tim Lake (Domhall Gleeson) es un joven de 21 años que descubre que puede viajar en el tiempo. Su padre (Bill Nighy) le cuenta que todos los hombres de la familia han tenido desde siempre ese don, el de regresar en el tiempo a un momento determinado, una y otra vez, hasta conseguir hacer "lo correcto". Así pues, Tim decide volver al pasado a intentar conquistar a Mary (Rachel McAdams), la chica de sus sueños.
Mi cuñada me lleva hablando de esta película desde hace un tiempo. Al parecer se la habían recomendado mucho y tenía muchas ganas de verla. Yo recordaba haber visto el trailer y por las pocas escenas que vi me parecía una comedia romántica más. Tras leer la sinopsis, mis sospechas salían fortalecidas, así que tampoco tenía especial interés en verla, pero tanta insistencia, tanta insistencia.... Al final me animé y aquí os la traigo hoy, una película del director Richard Curtis que ya estuvo al frente de los guiones de Cuatro bodas y un funeral, Notting Hill, las dos cintas de Bridget Jones y Love actually (como guionista y director).
¿Qué harías si pudieras viajar en el tiempo? ¿Qué error te gustaría subsanar? ¿A qué momento de tu vida te gustaría regresar?
Tras la estupenda cabecera de Universal (confieso que me encanta), los primeros minutos sirven como introducción al personaje principal y su familia. Tim Lake (Domhnall Gleeson) es un joven desgarbado, flacucho, pelirrojo y poco agraciado que vive junto a la playa con una madre encantadora pero bastante peculiar, un padre al que le encanta jugar al pin pon con su hijo ahora que tiene mucho tiempo libre, tras renunciar a su plaza de profesor universitario a los 50 años, su tío Desmond, encantador, poco inteligente y bastante despistado y Katherine, su hermana pequeña, un espíritu libre a la que le encanta andar descalza. Es una familia totalmente atípica con costumbres muy arraigadas como tomar el té todos los días en la playa llueve, nieve o ventee.
Tim tiene 21 años y no tiene mucho éxito entre las chicas. Le gustaría conocer a una joven para pasar el resto de sus días junto a ella pero su patosidad le hace cometer errores una y otra vez. El día de Año Nuevo su padre le hace un maravilloso regalo, le cuenta un secreto increíble. Durante generaciones, los hombres de la familia pueden viajar hacia el pasado pero siempre en unas condiciones concretas. De este asunto, las mujeres de la familia Lake no tienen ni idea. En ningún momento se explica de donde procede tal prodigio y por qué ellos son capaces de algo similar. La ausencia de explicación no chirría en ningún momento, queda como un escenario de fondo porque lo importante no será el por qué sino el para qué.
Reconozco que, tras la revelación, me quedé a cuadros. Los viajes en el tiempo no son precisamente una de mis temáticas preferidas así que el argumento me empezó a parecer demasiado rocambolesco. Sin embargo, ya no había vuelta de hoja. Tenía que verla.
Pero, en su defensa, tengo que decir que el desarrollo de la cinta comenzó a atraerme más y mis impresiones iniciales, no demasiado halagüeñas, se difuminaron.
«He leído dos veces todo lo que un hombre puede leer en su vida, y a Dickens, tres veces», le dice el padre al hijo para explicarle de qué manera él usa el increíble don que la naturaleza ha regalado a estos hombres. Y ahí me quedé pillada, imaginándome lo maravilloso que debe ser estirar de esa manera el tiempo y encima para un propósito igualmente maravilloso.
Tim no está por la labor de aprovechar su capacidad para profundizar en la literatura. Para él el amor está por encima de los libros y es con las chicas con quien quiere probar suerte. Para enmendar cada error que comete con alguna de ellas basta con encerrarse en un lugar oscuro, apretar los puños y pensar en los minutos previos al patinazo. Todo vuelve atrás y con la ventaja que da el conocimiento, Tim arregla sus errores sentimentales.
Acabados sus estudios se marcha a Londres a trabajar en un bufete de abogados. Vivirá de alquiler en casa de Harry, un dramaturgo amigo de su padre, algo excéntrico e histriónico. Se hará amigo de Rory, un compañero de trabajo. Y conocerá, de la manera más original, a Mary (Rachel McAdams), una lectora editorial(otro punto más a favor).
Mary una chica dulce y sencilla de la que Tim se enamora inmediatamente. Como es habitual, cometerá más de un error cuando se dispone a conquistarla pero cuenta con un as en la manga, su maravilloso don. Sin embargo, alterar el pasado en un sentido también implica alterarlo en otro y es ahí donde radica la trampa de su cualidad. No es fácil jugar con el tiempo, tenerlo a tu alcance y poder modificarlo a nuestro antojo. Todo conlleva unas consecuencias que obligarán a Tim a tomar decisiones importantes en su vida y que no solo le afectará a él sino a todo su entorno.
Los personajes me han gustado y creo que en el casting hicieron un buen trabajo. No conocía a Domhnall Gleeson en trabajos anteriores (aparece en la saga Harry Potter) y no sé si su aspecto medio alelado le viene de fábrica pero, sea como fuere, en esta película encaja bastante bien con el personaje que le toca interpretar. Un personaje cuya evolución con los años se aprecia en la pantalla, que parte de ser un joven bobalicón a un adulto responsable y maduro que sabe valorar lo que tiene.
Con Rachel McAdams sí tengo más perspectiva. La hemos visto en más de un largometraje y alguno bastante conocido. De hecho, fue la protagonista de El diario de Noa. (Atención, voy a ser bastante moñas) Me encanta esta película. En Una cuestión de tiempo le han colocado ese aire anticuado propio de una mujer anclada en el pasado, para encarnar a una joven bastante inocente, y diría que casi demasiado provinciana con su flequillo y sus vestiditos recatados.
Tanto a Tim como a Mary se les coge bastante cariño. Es una pareja sin pizca de malicia que solo desean vivir su relación con sencillez, calma y tranquilidad. Ambos poseen la misma ternura que derrocha toda la película pero que conste, que con esto no quiero decir que sea una película para mujeres, aunque, como nos gusta tanto etiquetar, es bastante posible que encaje más con el gusto de las féminas.
Por destacar otro personaje al margen de los muy protagonistas, me gustaría hablaros del tío Desmond (Richard Cordery). Hace un papel con frecuentes apariciones aunque con poco texto, pero eso sí, cuando habla es inevitable reírte. Siempre va a su bola y no se entera absolutamente de nada pero es feliz a su manera.
Ya veis, que la película, siendo una comedia romántica, cuenta con diversos toques de humor pero no son excesivos. La sonrisa nos la saca Tim con sus meteduras de pata y su forma de enmendar los errores y el tío Desmod, que como ya he dicho antes, tiene algunos golpes bastante simpáticos.
A un argumento que, de primeras, puede echar para atrás, hay que unir una estupenda banda sonora, en la que destaca el conocido tema del grupo británico The Cure, Friday, I'm in love. Se trata de un temazo que, con tan solo los primeros acordes hace saltar tu corazón de alegría, en la que se habla de lo maravilloso que son los viernes y lo bien que sienta el amor ese día. No dejéis de escucharla.
No me voy a marchar sin ponerle una pequeña pega a esta película. Creo que es un pelín larga. Son 123 minutos y para mi gusto le sobran unos diez, en los que se frena demasiado en un punto melodramático.
En definitiva, disfruté viendo Una cuestión de tiempo, una comedia romántica sin demasiado almíbar que cae bien. No se alzará como la película de tu vida ni tampoco perdurará en tu memoria mucho tiempo, pero creo que es una buena opción de entretenimiento. Una historia que está llena de amor, risas, simpatía, reflexiones, decisiones, ternura y su puntito dramático sin llegar a la lágrima. El mensaje final se puede resumir en el típico Carpe diem y Tempus fugit, una lección que no está de más que nos recuerden de vez en cuando.
Por cierto, se nota que es británica. Un valor añadido.
Mi puntuación final es:
Trailer:
Reconozco que, tras la revelación, me quedé a cuadros. Los viajes en el tiempo no son precisamente una de mis temáticas preferidas así que el argumento me empezó a parecer demasiado rocambolesco. Sin embargo, ya no había vuelta de hoja. Tenía que verla.
Pero, en su defensa, tengo que decir que el desarrollo de la cinta comenzó a atraerme más y mis impresiones iniciales, no demasiado halagüeñas, se difuminaron.
«He leído dos veces todo lo que un hombre puede leer en su vida, y a Dickens, tres veces», le dice el padre al hijo para explicarle de qué manera él usa el increíble don que la naturaleza ha regalado a estos hombres. Y ahí me quedé pillada, imaginándome lo maravilloso que debe ser estirar de esa manera el tiempo y encima para un propósito igualmente maravilloso.
Tim no está por la labor de aprovechar su capacidad para profundizar en la literatura. Para él el amor está por encima de los libros y es con las chicas con quien quiere probar suerte. Para enmendar cada error que comete con alguna de ellas basta con encerrarse en un lugar oscuro, apretar los puños y pensar en los minutos previos al patinazo. Todo vuelve atrás y con la ventaja que da el conocimiento, Tim arregla sus errores sentimentales.
Acabados sus estudios se marcha a Londres a trabajar en un bufete de abogados. Vivirá de alquiler en casa de Harry, un dramaturgo amigo de su padre, algo excéntrico e histriónico. Se hará amigo de Rory, un compañero de trabajo. Y conocerá, de la manera más original, a Mary (Rachel McAdams), una lectora editorial(otro punto más a favor).
Mary una chica dulce y sencilla de la que Tim se enamora inmediatamente. Como es habitual, cometerá más de un error cuando se dispone a conquistarla pero cuenta con un as en la manga, su maravilloso don. Sin embargo, alterar el pasado en un sentido también implica alterarlo en otro y es ahí donde radica la trampa de su cualidad. No es fácil jugar con el tiempo, tenerlo a tu alcance y poder modificarlo a nuestro antojo. Todo conlleva unas consecuencias que obligarán a Tim a tomar decisiones importantes en su vida y que no solo le afectará a él sino a todo su entorno.
Los personajes me han gustado y creo que en el casting hicieron un buen trabajo. No conocía a Domhnall Gleeson en trabajos anteriores (aparece en la saga Harry Potter) y no sé si su aspecto medio alelado le viene de fábrica pero, sea como fuere, en esta película encaja bastante bien con el personaje que le toca interpretar. Un personaje cuya evolución con los años se aprecia en la pantalla, que parte de ser un joven bobalicón a un adulto responsable y maduro que sabe valorar lo que tiene.
Con Rachel McAdams sí tengo más perspectiva. La hemos visto en más de un largometraje y alguno bastante conocido. De hecho, fue la protagonista de El diario de Noa. (Atención, voy a ser bastante moñas) Me encanta esta película. En Una cuestión de tiempo le han colocado ese aire anticuado propio de una mujer anclada en el pasado, para encarnar a una joven bastante inocente, y diría que casi demasiado provinciana con su flequillo y sus vestiditos recatados.
Tanto a Tim como a Mary se les coge bastante cariño. Es una pareja sin pizca de malicia que solo desean vivir su relación con sencillez, calma y tranquilidad. Ambos poseen la misma ternura que derrocha toda la película pero que conste, que con esto no quiero decir que sea una película para mujeres, aunque, como nos gusta tanto etiquetar, es bastante posible que encaje más con el gusto de las féminas.
Por destacar otro personaje al margen de los muy protagonistas, me gustaría hablaros del tío Desmond (Richard Cordery). Hace un papel con frecuentes apariciones aunque con poco texto, pero eso sí, cuando habla es inevitable reírte. Siempre va a su bola y no se entera absolutamente de nada pero es feliz a su manera.
Ya veis, que la película, siendo una comedia romántica, cuenta con diversos toques de humor pero no son excesivos. La sonrisa nos la saca Tim con sus meteduras de pata y su forma de enmendar los errores y el tío Desmod, que como ya he dicho antes, tiene algunos golpes bastante simpáticos.
A un argumento que, de primeras, puede echar para atrás, hay que unir una estupenda banda sonora, en la que destaca el conocido tema del grupo británico The Cure, Friday, I'm in love. Se trata de un temazo que, con tan solo los primeros acordes hace saltar tu corazón de alegría, en la que se habla de lo maravilloso que son los viernes y lo bien que sienta el amor ese día. No dejéis de escucharla.
No me voy a marchar sin ponerle una pequeña pega a esta película. Creo que es un pelín larga. Son 123 minutos y para mi gusto le sobran unos diez, en los que se frena demasiado en un punto melodramático.
En definitiva, disfruté viendo Una cuestión de tiempo, una comedia romántica sin demasiado almíbar que cae bien. No se alzará como la película de tu vida ni tampoco perdurará en tu memoria mucho tiempo, pero creo que es una buena opción de entretenimiento. Una historia que está llena de amor, risas, simpatía, reflexiones, decisiones, ternura y su puntito dramático sin llegar a la lágrima. El mensaje final se puede resumir en el típico Carpe diem y Tempus fugit, una lección que no está de más que nos recuerden de vez en cuando.
Por cierto, se nota que es británica. Un valor añadido.
Mi puntuación final es:
Trailer: