Año: 2013
Nacionalidad: EE.UU.
Director: Brian Percival.
Reparto: Sophie Nélisse, Geoffrey Rush, Emily Watson, Nico Liersch, Ben Schnetzer, Sandra Nedeleff, Hildegard Schroedter, Gotthard Lange.
Género: Drama. II Guerra Mundial.
Sinopsis: Narra la historia de una animosa y valerosa jovencita llamada Liesel, que transforma las vidas de todas las personas en su entorno cuando le envían a vivir con una familia de acogida en la Alemania de la II Guerra Mundial. Para Liesel, el poder de las palabras y de la imaginación se convierte en una forma de escapar de los tumultuosos eventos que la rodean, tanto a ella como a toda la gente que conoce y quiere.
La ladrona de libros, como todos sabéis, es la versión cinematográfica de la novela homónima de Markus Zusak, una novela que leí al poco tiempo de su publicación y que me atrajo enseguida tanto por la aparición de la palabra «libros» en su título como por su argumento.
Hace tanto tiempo de aquella lectura que ahora mismo sería imposible contaros con exactitud qué me pareció. Sí recuerdo que me resultó original y novedosa la voz del narrador, que el libro me gustó bastante aunque no llegó a convertirse en la lectura del año.
En cuanto me enteré de que había «versión palomitas» no me lo pensé mucho. Estas son mis impresiones.
Estamos en la Alemania de 1938. Febrero es un mes duro en el que la precariedad y las bajas temperaturas hacen la supervivencia un tanto difícil. Liesel (Sophie Nélisse) es la pequeña protagonista, la que se convertirá posteriormente en la ladronzuela de libros, que viaja junto a su madre y su hermano pequeño Berner en un tren rumbo a la Himmelstrasse, una calle ficticia donde le espera el matrimonio compuesto por Hans (Geoffrey Rush) y Rosa (Emily Watson) Hubermann, como padres adoptivos, pues la madre de los pequeños no puede hacerse cargo de ellos. Durante el trayecto, el hermano pequeño de Liesel fallece y se ven obligados a enterrarlo casi en cualquier lugar.Será durante este entierro donde la pequeña robará su primer libro, «El manual del sepulturero», aunque de poco le servirá en un principio porque no sabe leer.
Irónicamente, la llegada a la calle del cielo (Himmelstrasse) no será fácil. Sola y con la tristeza por la reciente pérdida de su hermano será recibida por el matrimonio Hubermann al que no le motiva ni el amor, ni el cariño, ni la ternura. Todo se resume a un puro interés económico. Un niño, un subsidio. Rosa se muestra como una mujer arisca y seca mientras que Hans es todo cariño. Sabe que la pequeña está asustada y para aligerar miedos y tensiones, suele llamarla con ternura «su majestad». Aferrada al libro que rescató de la nieve durante el entierro de su hermano intentará adaptarse a su nueva vida.
En el colegio la cosa no irá mejor. No sabe leer, no sabe escribir y eso genera que sus compañeros se burlen de ella a cada momento dentro de un recinto que está a rebosar de banderitas con la cruz gamada. Su padre adoptivo le enseñará a leer y este hecho la marcará para siempre. Mientras tanto, Liesel entablará una estrecha amistad con Rudy Steiner, un pequeño rubiales cuyo sueño es convertirse en el gran velocista afroamericano Jesse Owens, un deseo que le traerá más de un problema.
Los pequeños no comprenden el por qué de la vida que les ha tocado vivir. Por qué se persigue a los judíos, por qué Rudy no puede admirar a un deportista de color. Ven pasar los acontecimientos ante sus ojos con la inocencia propia de la infancia, adoptando en ocasiones conductas temerarias. En un mundo donde todo es miedo y dolor, ellos también encuentran hueco para los juegos.
Cuando Liesel consigue convertirse en lectora gracias a su padre, conocerá a Ilsa Hermann, la esposa del alcalde, una mujer que arrastra una pena y que encontrará cierto alivio y refugio en la pequeña. A espaldas de su marido, Ilsa compartirá horas con Liesel en la biblioteca de su casa pero lamentablemente el alcalde llegará a enterarse de tales reuniones clandestinas y prohibirá a su mujer volver a ver a la niña. ¿Renunciará Liesel al tesoro de papel y tinta que se esconde en aquella casa? La solución está en el apodo que el propio Rudy pone a su amiga, ladrona de libros.
Con la Noche de los cristales rotos en noviembre de 1938, un nuevo personaje entrará en la vida de la pequeña Liesel y sus padres adoptivos. Max huye de Sttugart y de la persecución de los judíos. Escondido en el sótano de la casa de los Hubermann, entre Liesel y Max se crea un fuerte vínculo a través del amor a los libros y a la vida. Con Max, la pequeña ladrona aprenderá a observar y describir su mundo que esconde belleza bajo el horror. Max y Liesel son dos víctimas que se sienten almas gemelas pues ambos, en cierto modo, están solos en el mundo al haber tenido que abandonar a sus familias.
No os voy a contar más sobre el argumento. Lo que le ocurrirá a estos personajes tendréis que descubrirlo vosotros mismos a través de una historia en la que tiene presencia el valor, la amistad, el cariño, el miedo, la esperanza, el dolor,... Llegareis a temer lo peor pero la vida da muchas vueltas.
Me ha gustado la historia que se narra en esta película. ¿Pero cuál es el mensaje que nos quiere transmitir? Entiendo que quiere reflejar cómo una niña pequeña encuentra en los libros el alivio que necesita frente a la difícil situación que vive y que la rodea. Mientras unos queman libros en mitad de una plaza como si quisieran salvar a la humanidad de las dañinas palabras de algunos autores, Liesel contempla atónita cómo las llamas destruyen las mismas palabras que para ella son sinónimo de salvación. Tengo que decir que el mensaje me quedó más claro en la versión escrita que en la cinematográfica, donde creo que se hace más hincapié en las relaciones personales.
Los personajes están bien interpretados. A Sophie Nélisse (Liesel) la conocí en Profesor Lazhar, una película que si bien no me gustó especialmente, sí destaqué el papel de esta pequeña actriz. Tiene candidez en sus grandes ojos con los que consigue transmitir muchísimo. Creo que su perfil se ajusta mucho al personaje que creó Zusak, especialmente cuando llega a la casa de los Hubermann y es aún pequeña con su pelo corto y lleno de bucles. Me ha gustado sí.
Emily Watson (Rosa) está formidable. Una mujer dura por fuera pero tierna por dentro. Las circunstancias y la dificultad de la vida han hecho que se construya una coraza a su alrededor pero tiene un gran corazón que late cálido por dentro. Al principio, su relación con Liesel es fría y distante pero ¿quién puede mantenerse hierático cuando el miedo y el dolor nos rodea? También me ha gustado.
Con Ben Schnetzer (Max) no puedo decir lo mismo. Interpretando el papel de un judío que huye de los nazis, llega a casa de los Hubermann asustado y enfermo. No he sentido el miedo en sus ojos.
Pero de todos ellos, Geoffrey Rush es el más maravilloso. Encarna el papel de un hombre bondadoso, cariñoso, paciente,... muy humano y no sé si es algo que él crea de manera artificial o bien su personalidad es así, con esos rasgos agradables, con esa dulzura en la mirada. Me decanto por lo segundo porque si pienso en sus anteriores películas, El sastre de Panamá, El discurso del rey, La mejor oferta,... me transmite las mismas sensaciones. Bien es cierto que los personajes que ha interpretado en esos largometrajes han sido siempre de «tipo bueno». Desconozco si ha interpretado alguna vez algún personaje malvado (no lo he visto en Piratas del Caribe) pero me gustaría verlo en esa bis para saber cómo se desenvuelve.
¿Y qué decir del narrador omnisciente? A lo largo de toda la película y en momentos muy puntuales escuchamos una voz en off que pertenece a un personaje más, un personaje especial, que conoce al ser humano a la perfección. Los que hayáis leído el libro sabréis a quién me refiero. La Muerte. Se trata de una voz grave, cálida, en la que a veces se intuye la ironía y el sarcasmo como no podía ser de otro modo. Tanto en el libro como en la película, el uso de este personaje como recurso me parece muy acertado. Creo que imprime a la narración un aire de misterio y suspense. ¿Quién pone voz a este personaje en la versión española? Tenía curiosidad por saberlo porque tiene una voz realmente bonita. Mientras que en la versión original es el actor Roger Allam quien interpreta a la Muerte, en la versión española contamos con el actor de doblaje Manolo García, una magnífica voz y un nombre de lo más castizo.
En cuanto al rodaje, mucho estudio y decorados. Si no estoy equivocada, algunas escenas, concretamente la famosa quema de libros, se rodó en la ciudad de Görlitz, mientras que la mansión que hace las veces de la casa familiar del alcalde y su mujer está ubicada en la región de Wansee.
La banda sonora a cargo de John Williams opta a un Óscar. Aunque también estaba nominada para los Globos de Oro, al final se quedó sin galardón. En mi caso, y al margen de que los temas musicales son buenos, no me parecieron muy significativos, no me aportó mucho, la verdad.
Para darle quizás más veracidad a la historia, se hace uso de expresiones alemanas en los diálogos. Palabras tales como «dummkopf» (tonto) o «saukerl» (bastardo) asoman de vez en cuando, pero en todo momento se sobreentiende por el contexto que no son precisamente palabras de cariño.
Y ahora la pega. Bajo mi punto de vista es larga. Son 131 minutos para una historia que exige un ritmo pausado y lento por el propio argumento en sí, para paladear los acontecimientos y los sentimientos de las personas. Se puede pasar por alto esta circunstancia porque, si no recuerdo mal, creo que se trata de una adaptación bastante ajustada al texto original y ya se sabe que a más fidelidad, probablemente mayor longitud. También es posible que a mí me pareciera larga porque conocía de ante mano la historia y cómo iba a finalizar.
En definitiva, La ladrona de libros es una película muy recomendable. La ternura del argumento que a veces muestra su lado más crudo, unido a un reparto bastante conseguido hace de este largometraje una alternativa que no raya en lo imprescindible pero sí en lo aconsejable.La ladrona de libros es una historia agradecida y bondadosa con la que el espectador se acercará a un episodio de la Historia muy conocido, a través de los ojos de unos niños que no entienden el por qué y de unos adultos que intentan seguir con su vida a pesar de la locura del mundo. Por todo ello, desde aquí os invito a descubrir a Liesel, ya sea en formato papel o en formato celuloide. Creo que os gustará.
Un detalle final, la película nos enseña cómo darle verdadera utilidad al libro Mein Kampf.
Mi puntuación:
Trailer:
Estamos en la Alemania de 1938. Febrero es un mes duro en el que la precariedad y las bajas temperaturas hacen la supervivencia un tanto difícil. Liesel (Sophie Nélisse) es la pequeña protagonista, la que se convertirá posteriormente en la ladronzuela de libros, que viaja junto a su madre y su hermano pequeño Berner en un tren rumbo a la Himmelstrasse, una calle ficticia donde le espera el matrimonio compuesto por Hans (Geoffrey Rush) y Rosa (Emily Watson) Hubermann, como padres adoptivos, pues la madre de los pequeños no puede hacerse cargo de ellos. Durante el trayecto, el hermano pequeño de Liesel fallece y se ven obligados a enterrarlo casi en cualquier lugar.Será durante este entierro donde la pequeña robará su primer libro, «El manual del sepulturero», aunque de poco le servirá en un principio porque no sabe leer.
Irónicamente, la llegada a la calle del cielo (Himmelstrasse) no será fácil. Sola y con la tristeza por la reciente pérdida de su hermano será recibida por el matrimonio Hubermann al que no le motiva ni el amor, ni el cariño, ni la ternura. Todo se resume a un puro interés económico. Un niño, un subsidio. Rosa se muestra como una mujer arisca y seca mientras que Hans es todo cariño. Sabe que la pequeña está asustada y para aligerar miedos y tensiones, suele llamarla con ternura «su majestad». Aferrada al libro que rescató de la nieve durante el entierro de su hermano intentará adaptarse a su nueva vida.
En el colegio la cosa no irá mejor. No sabe leer, no sabe escribir y eso genera que sus compañeros se burlen de ella a cada momento dentro de un recinto que está a rebosar de banderitas con la cruz gamada. Su padre adoptivo le enseñará a leer y este hecho la marcará para siempre. Mientras tanto, Liesel entablará una estrecha amistad con Rudy Steiner, un pequeño rubiales cuyo sueño es convertirse en el gran velocista afroamericano Jesse Owens, un deseo que le traerá más de un problema.
Los pequeños no comprenden el por qué de la vida que les ha tocado vivir. Por qué se persigue a los judíos, por qué Rudy no puede admirar a un deportista de color. Ven pasar los acontecimientos ante sus ojos con la inocencia propia de la infancia, adoptando en ocasiones conductas temerarias. En un mundo donde todo es miedo y dolor, ellos también encuentran hueco para los juegos.
Cuando Liesel consigue convertirse en lectora gracias a su padre, conocerá a Ilsa Hermann, la esposa del alcalde, una mujer que arrastra una pena y que encontrará cierto alivio y refugio en la pequeña. A espaldas de su marido, Ilsa compartirá horas con Liesel en la biblioteca de su casa pero lamentablemente el alcalde llegará a enterarse de tales reuniones clandestinas y prohibirá a su mujer volver a ver a la niña. ¿Renunciará Liesel al tesoro de papel y tinta que se esconde en aquella casa? La solución está en el apodo que el propio Rudy pone a su amiga, ladrona de libros.
Con la Noche de los cristales rotos en noviembre de 1938, un nuevo personaje entrará en la vida de la pequeña Liesel y sus padres adoptivos. Max huye de Sttugart y de la persecución de los judíos. Escondido en el sótano de la casa de los Hubermann, entre Liesel y Max se crea un fuerte vínculo a través del amor a los libros y a la vida. Con Max, la pequeña ladrona aprenderá a observar y describir su mundo que esconde belleza bajo el horror. Max y Liesel son dos víctimas que se sienten almas gemelas pues ambos, en cierto modo, están solos en el mundo al haber tenido que abandonar a sus familias.
No os voy a contar más sobre el argumento. Lo que le ocurrirá a estos personajes tendréis que descubrirlo vosotros mismos a través de una historia en la que tiene presencia el valor, la amistad, el cariño, el miedo, la esperanza, el dolor,... Llegareis a temer lo peor pero la vida da muchas vueltas.
Me ha gustado la historia que se narra en esta película. ¿Pero cuál es el mensaje que nos quiere transmitir? Entiendo que quiere reflejar cómo una niña pequeña encuentra en los libros el alivio que necesita frente a la difícil situación que vive y que la rodea. Mientras unos queman libros en mitad de una plaza como si quisieran salvar a la humanidad de las dañinas palabras de algunos autores, Liesel contempla atónita cómo las llamas destruyen las mismas palabras que para ella son sinónimo de salvación. Tengo que decir que el mensaje me quedó más claro en la versión escrita que en la cinematográfica, donde creo que se hace más hincapié en las relaciones personales.
Los personajes están bien interpretados. A Sophie Nélisse (Liesel) la conocí en Profesor Lazhar, una película que si bien no me gustó especialmente, sí destaqué el papel de esta pequeña actriz. Tiene candidez en sus grandes ojos con los que consigue transmitir muchísimo. Creo que su perfil se ajusta mucho al personaje que creó Zusak, especialmente cuando llega a la casa de los Hubermann y es aún pequeña con su pelo corto y lleno de bucles. Me ha gustado sí.
Emily Watson (Rosa) está formidable. Una mujer dura por fuera pero tierna por dentro. Las circunstancias y la dificultad de la vida han hecho que se construya una coraza a su alrededor pero tiene un gran corazón que late cálido por dentro. Al principio, su relación con Liesel es fría y distante pero ¿quién puede mantenerse hierático cuando el miedo y el dolor nos rodea? También me ha gustado.
Con Ben Schnetzer (Max) no puedo decir lo mismo. Interpretando el papel de un judío que huye de los nazis, llega a casa de los Hubermann asustado y enfermo. No he sentido el miedo en sus ojos.
Pero de todos ellos, Geoffrey Rush es el más maravilloso. Encarna el papel de un hombre bondadoso, cariñoso, paciente,... muy humano y no sé si es algo que él crea de manera artificial o bien su personalidad es así, con esos rasgos agradables, con esa dulzura en la mirada. Me decanto por lo segundo porque si pienso en sus anteriores películas, El sastre de Panamá, El discurso del rey, La mejor oferta,... me transmite las mismas sensaciones. Bien es cierto que los personajes que ha interpretado en esos largometrajes han sido siempre de «tipo bueno». Desconozco si ha interpretado alguna vez algún personaje malvado (no lo he visto en Piratas del Caribe) pero me gustaría verlo en esa bis para saber cómo se desenvuelve.
¿Y qué decir del narrador omnisciente? A lo largo de toda la película y en momentos muy puntuales escuchamos una voz en off que pertenece a un personaje más, un personaje especial, que conoce al ser humano a la perfección. Los que hayáis leído el libro sabréis a quién me refiero. La Muerte. Se trata de una voz grave, cálida, en la que a veces se intuye la ironía y el sarcasmo como no podía ser de otro modo. Tanto en el libro como en la película, el uso de este personaje como recurso me parece muy acertado. Creo que imprime a la narración un aire de misterio y suspense. ¿Quién pone voz a este personaje en la versión española? Tenía curiosidad por saberlo porque tiene una voz realmente bonita. Mientras que en la versión original es el actor Roger Allam quien interpreta a la Muerte, en la versión española contamos con el actor de doblaje Manolo García, una magnífica voz y un nombre de lo más castizo.
En cuanto al rodaje, mucho estudio y decorados. Si no estoy equivocada, algunas escenas, concretamente la famosa quema de libros, se rodó en la ciudad de Görlitz, mientras que la mansión que hace las veces de la casa familiar del alcalde y su mujer está ubicada en la región de Wansee.
La banda sonora a cargo de John Williams opta a un Óscar. Aunque también estaba nominada para los Globos de Oro, al final se quedó sin galardón. En mi caso, y al margen de que los temas musicales son buenos, no me parecieron muy significativos, no me aportó mucho, la verdad.
Para darle quizás más veracidad a la historia, se hace uso de expresiones alemanas en los diálogos. Palabras tales como «dummkopf» (tonto) o «saukerl» (bastardo) asoman de vez en cuando, pero en todo momento se sobreentiende por el contexto que no son precisamente palabras de cariño.
Y ahora la pega. Bajo mi punto de vista es larga. Son 131 minutos para una historia que exige un ritmo pausado y lento por el propio argumento en sí, para paladear los acontecimientos y los sentimientos de las personas. Se puede pasar por alto esta circunstancia porque, si no recuerdo mal, creo que se trata de una adaptación bastante ajustada al texto original y ya se sabe que a más fidelidad, probablemente mayor longitud. También es posible que a mí me pareciera larga porque conocía de ante mano la historia y cómo iba a finalizar.
En definitiva, La ladrona de libros es una película muy recomendable. La ternura del argumento que a veces muestra su lado más crudo, unido a un reparto bastante conseguido hace de este largometraje una alternativa que no raya en lo imprescindible pero sí en lo aconsejable.La ladrona de libros es una historia agradecida y bondadosa con la que el espectador se acercará a un episodio de la Historia muy conocido, a través de los ojos de unos niños que no entienden el por qué y de unos adultos que intentan seguir con su vida a pesar de la locura del mundo. Por todo ello, desde aquí os invito a descubrir a Liesel, ya sea en formato papel o en formato celuloide. Creo que os gustará.
Un detalle final, la película nos enseña cómo darle verdadera utilidad al libro Mein Kampf.
Mi puntuación:
Trailer: