Autor
Mª del Pilar Muñoz Álamo nació en Pozoblanco (Córdoba), en agosto de 1967. Con ocho años de edad dejó su pueblo natal y se trasladó a la capital cordobesa donde reside desde entonces. Es licenciada en Psicología - especialidad en Psicología Clínica- por la UNED y funcionaria de la Administración General del Estado, desempeñando actualmente su labor en profesional en el Ministerio de Trabajo e Inmigración. Su formación académica y su propio temperamento han hecho que posea una visión crítica, pero constructiva, de la vida, de la sociedad, de la personalidad de cuantos la rodean y en particular, de la actitud hacia la mujer, lo que unido a su eterna afición a la escritura ha constituido el origen y la razón de ser de esta recopilación de relatos que es, por el momento, su primera obra publicada.
Sinopsis
Nosotras también soñamos, amamos, sufrimos... Somos partícipes de múltiples e interesantes vivencias con las que disfrutamos, aprendemos, reímos o lloramos, con las que crecemos física y emocionalmente, y que gustamos de compartir abiertamente con quienes nos rodean. Calificadas injustamente como el sexo débil y relegadas en muchos casos al silencio y al olvido, gozamos de buenas razones para alzar nuestra voz y expresar sin miedo lo que pensamos, lo que sentimos, lo que opinamos y lo que vivimos, en conjunción con la riqueza de matices que envuelve nuestra femenina forma de ser y que, indudablemente, nos hace ser especiales.
Esto no es sólo una recopilación de relatos. Es un paseo repleto de sentimientos y emociones que te llevará, de la mano de sus protagonistas, a sumergirte en un mundo de vivencias y experiencias que te cautivarán, y cuyo final, sin duda alguna, no te dejará indiferente.
Hoy me voy a permitir la licencia de empezar la casa por el tejado, es decir, deiniciar esta reseña con la conclusión. Así, a lo bestia. Saltándome todas las pautas a seguir. Y no lo hago por darle un toque original a esta entrada sino para que lo primero que leáis y lo que, quizás se os quede de lo que os cuente, sea precisamente mi recomendación.
Ellas también viven es un libro que me ha hecho disfrutar de principio a fin con cada uno de sus relatos. Recalco la frase porque no hay ninguno del que no haya aprendido algo, que no me haya emocionado, o arrancado una sonrisa. Por esto y por otros muchos motivos que os desvelaré, me veo en la obligación voluntaria de recomendaros este libro al ciento por ciento. Recomendable para las lectoras porque muchas se verán reflejadas en estas mujeres que Pilar nos trae, encontrando similitudes entre sus pensamientos, sus emociones, sus sentimientos, sus ideas.., sus vidas. Pero recomendable también para los lectores (masculinos) porque a través de las palabras de Pilar encontrarán un camino para acercarse a ese ser que es la mujer, con sus virtudes y sus defectos, sus miedos y sus angustias,... su forma de ver la vida. Aunque los relatos no sea tu género favorito, no puedes perderte esta lectura y te lo digo con la mayor de las sinceridades. Aquí no hay trampa ni cartón.
Tenía muchas lecturas pendientes previas pero la impaciencia me podía. Unas horas es lo que dura su lectura pero no quise ser demasiado ambiciosa así que lo fui saboreando poco a poco. Un par de relatos o tres a lo sumo al día. Los suficientes como para reposar una lectura que se estaba convirtiendo en un placer.
Dieciseis son los relatos que nos trae Ellas también viven. El subtítulo Relatos de mujer, nos adelanta que todas su protagonistas serán mujeres pero no serán excelsas bellezas exentas de defectos, sino mujeres como tú y como yo, de las de a pie, de las que madrugan cada día y terminan su jornada cuando el día ya no puede más. Entre estas páginas encontramos mujeres de toda índole y condición pero todas ellas con problemas y preocupaciones tan comunes que bien podrían ser los de una amiga, una compañera de trabajo, una hermana que nos estuviera contando su vida. Algunos de los relatos me han calado tan hondo o me han tenido tan en vilo que el mundo dejó de existir por un momento.
Nada más pasar las primeras hojas nos topamos con la vivencia de una prostituta en Falsa apariencia. La prostitución es la profesión más antigua sobre la faz de la tierra y sobre la que a día de hoy sigue pesando una losa tremenda. A mi modo de ver, este relato es un alegato en favor de esta profesión porque ellas también tienen penas, dolor, angustia, miedo, corazón, sangre en las venas y algo tan importante como motivos. ¿Por qué una mujer termina prostituyéndose? Múltiples son las respuestas que podemos encontrar y no voy a repetir aquí la que me ha tocado escuchar especialmente de boca de más de un hombre (e incluso de alguna mujer), aquellos a los que es mejor mantener en la distancia. Entre todas esas respuestas la más evidente sea posiblemente la necesidad. Una necesidad o necesidades que pueden tener una edad temprana y que además poseen un nombre propio. La familia, los hijos, el tener que tirar pa'lante es la razón por la que la protagonista de este primer relato se adentra en un mundo que te pasará factura.
Nada más pasar las primeras hojas nos topamos con la vivencia de una prostituta en Falsa apariencia. La prostitución es la profesión más antigua sobre la faz de la tierra y sobre la que a día de hoy sigue pesando una losa tremenda. A mi modo de ver, este relato es un alegato en favor de esta profesión porque ellas también tienen penas, dolor, angustia, miedo, corazón, sangre en las venas y algo tan importante como motivos. ¿Por qué una mujer termina prostituyéndose? Múltiples son las respuestas que podemos encontrar y no voy a repetir aquí la que me ha tocado escuchar especialmente de boca de más de un hombre (e incluso de alguna mujer), aquellos a los que es mejor mantener en la distancia. Entre todas esas respuestas la más evidente sea posiblemente la necesidad. Una necesidad o necesidades que pueden tener una edad temprana y que además poseen un nombre propio. La familia, los hijos, el tener que tirar pa'lante es la razón por la que la protagonista de este primer relato se adentra en un mundo que te pasará factura.
Pilar también toca con su varita mágica otro temas tan actuales como:
* El adulterio, parcela que no corresponde en exclusiva al hombre aunque, dependiendo de si se trata de un adúltero o una adúltera, la sociedad te mirará con unos ojos u otros. Porque, seamos realistas, siguen existiendo matices en función del sexo.
* El acoso sexual en el trabajo que rompe con el tópico jefe - secretaria.
* El maltrato, esa lacra social que permite que un ser humano, ya sea hombre o mujer, permanezca junto a un monstruo por miedo, costumbre o falta de recursos económicos y que, para no variar, acaba en desgracia.
* Los sueños premonitorios que cambiarán de dirección en el último momento, la enfermedad, la traición de un esposo,...
* El adulterio, parcela que no corresponde en exclusiva al hombre aunque, dependiendo de si se trata de un adúltero o una adúltera, la sociedad te mirará con unos ojos u otros. Porque, seamos realistas, siguen existiendo matices en función del sexo.
* El acoso sexual en el trabajo que rompe con el tópico jefe - secretaria.
* El maltrato, esa lacra social que permite que un ser humano, ya sea hombre o mujer, permanezca junto a un monstruo por miedo, costumbre o falta de recursos económicos y que, para no variar, acaba en desgracia.
* Los sueños premonitorios que cambiarán de dirección en el último momento, la enfermedad, la traición de un esposo,...
Pero en Ellas también viven no todo es seriedad y sobriedad. Pilar tiene el buen gusto de salpicar algunos de sus relatos con un humor fino que te permite una lectura relajada, amena y distendida. Son el caso de Una abierta infidelidad, El lenguaje del amor y la tronchante La crisis llegó al pelo cuya protagonista es mi mismo reflejo.
Pero si me tengo que quedar con un relato mi elección será Carta a una madre. Las circunstancias personales en las que he estado inmersa las últimas semanas provocaron que me acercara a este relato con pasos medidos porque sabía que estas páginas concretas terminarían por aumentar el nudo que la vida me había colocado en la garganta. Sentada en el sofá, con mi pareja al lado, tentada estuve de leerle este relato, pero me contuve porque si a mí me había dejado muerta («Pilar me has dejao muerta» fueron las palabras textuales que anoté en mi cuaderno tras la lectura de este relato) para él hubieran sido demoledoras. Demasiada tristeza irradiaba ya su figura.
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Escrito en primera persona, Pilar posee una prosa fresca y cercana que permite una empatía total con sus protagonistas. Algunos de sus relatos me han parecido tan gráficos que podías sentirte como parte de la escena y otros están hilvanados con mucha elegancia.
Me gusta la forma que Pilar tiene de narrar, la manera en la que presenta «a sus niñas», como ella las llama cariñosamente. Son mujeres valientes y auténticas luchadoras que han conseguido transmitirme su rabia, su angustia, y su dolor, temiendo incluso llegar al final de sus historias. Otras muchas son chispeantes, divertidas, hilarantes, con mucho desparpajo... que te arrancan una sonrisa. Los giros con los que adorna sus relatos, algunos tan vertiginosos que nos dejan con la mandíbula colgando, son tan sorprendentes como los golpes de efecto que coronan un final brillante.
No me demoro más. Tan sólo quisiera lanzar una reflexión. A lo largo de la lectura me iba preguntando ¿hasta qué punto estos relatos son fruto de las confidencias íntimas entre amigas delante de un café? Eso, sólo Pilar lo sabe.
Como dije al principio, es una obra muy recomendable y para que lo comprobéis podeís pinchar aquí y oír así la vida de estas maravillosas mujeres.
Pero si me tengo que quedar con un relato mi elección será Carta a una madre. Las circunstancias personales en las que he estado inmersa las últimas semanas provocaron que me acercara a este relato con pasos medidos porque sabía que estas páginas concretas terminarían por aumentar el nudo que la vida me había colocado en la garganta. Sentada en el sofá, con mi pareja al lado, tentada estuve de leerle este relato, pero me contuve porque si a mí me había dejado muerta («Pilar me has dejao muerta» fueron las palabras textuales que anoté en mi cuaderno tras la lectura de este relato) para él hubieran sido demoledoras. Demasiada tristeza irradiaba ya su figura.
Escrito en primera persona, Pilar posee una prosa fresca y cercana que permite una empatía total con sus protagonistas. Algunos de sus relatos me han parecido tan gráficos que podías sentirte como parte de la escena y otros están hilvanados con mucha elegancia. Me gusta la forma que Pilar tiene de narrar, la manera en la que presenta «a sus niñas», como ella las llama cariñosamente. Son mujeres valientes y auténticas luchadoras que han conseguido transmitirme su rabia, su angustia, y su dolor, temiendo incluso llegar al final de sus historias. Otras muchas son chispeantes, divertidas, hilarantes, con mucho desparpajo... que te arrancan una sonrisa. Los giros con los que adorna sus relatos, algunos tan vertiginosos que nos dejan con la mandíbula colgando, son tan sorprendentes como los golpes de efecto que coronan un final brillante.
No me demoro más. Tan sólo quisiera lanzar una reflexión. A lo largo de la lectura me iba preguntando ¿hasta qué punto estos relatos son fruto de las confidencias íntimas entre amigas delante de un café? Eso, sólo Pilar lo sabe.
Como dije al principio, es una obra muy recomendable y para que lo comprobéis podeís pinchar aquí y oír así la vida de estas maravillosas mujeres.
