Editorial: Suma de letras.
Fecha publicación: Octubre, 2013
Nº Páginas: 450
Nº Páginas: 450
Precio: 17,00 €
Género: Novela.
Edición: Rústica con solapas.
ISBN: 978843655542
Autora
Elísabet Benavent (Gandía, Valencia, 1984) es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Cardenal Herrera CEU de Valencia y máster en Comunicación y Arte por la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad trabaja en el Departamento de Comunicación de una multinacional. Su pasión es la escritura. La publicación de En los zapatos de Valeria y Valeria en el espejo en Internet reunió a un ejército de nuevos lectores que empezaron a interesarse y a hablar en redes sociales de las peripecias de Valeria y de sus amigas. El sueño de Elísabet era ver sus novelas en papel y por fin se ha hecho realidad.
Sinopsis
Valeria encuentra un sujetador que no es suyo en casa de Víctor.
Valeria se siente humillada, engañada, estúpida,...
Y de pronto conoce a Bruno, ¡peligro!
Y mientras el mundo se pone patas arriba...
...Lola conoce a Rai en sus clases de chino.
...Carmen tiene problemas en la organización de su boda.
...y Nerea se han cansado de ser Nerea la Fría.
Elísabet Benavent ha revolucionado las redes sociales con la publicación de En los zapatos de Valeria y Valeria en el espejo, que se han convertido en imprescindibles para miles de lectores. Las aventuras de Valeria y de sus amigas atrapan y envuelven, y su lectura se convierte en una experiencia ágil, llena de humor. Divertida, contemporánea, sensual, Valeria vuelve de nuevo con más dudas que nunca, escéptica, desconfiada... Pero el destino le tiene reservadas muchas sorpresas.
Fuente: Lacuarta.com |
La situación es ideal para Víctor, pero Valeria es otro cantar. Lleva genes femeninos, y aunque sea generalizar mucho, por muy moderna, muy chic y muy actual que sea, en el fondo desea otra cosa. ¿Estabilidad? ¿Seguridad emocional? Llámalo como quieras. Ella lo que necesita es una relación normal, con sus altibajos, con sus momentos de sexo desenfrenado y sus ratos de arrumacos varios, y sobre todo donde exista un mínimo de compromiso y respeto por la otra persona. En estos momentos Víctor no está por la labor de ofrecer un compromiso serio y ahí anda Valeria, aguantando el pulso como puede porque exigirle más a Víctor es verlo salir huyendo inmediatamente. Ella cumple a rajatabla con lo pactado pero ¿es Víctor tan cumplidor? Va a resultar que no porque Valeria encuentra un sujetador minúsculo y desconocido en la casa de Víctor. Arderá Troya.
Por otra parte, la editorial le pide que asista a una conferencia sobre autores noveles en la que tendrá que contar su experiencia. Allí conoce a Bruno Aguilar, un escritor no tan guapo como Víctor pero sí resultón, con el que hace muy buenas migas. Desde el primer momento se establece un juego de coqueteo entre ambos en el que Valeria se siente cómoda, especialmente tras la tremenda discusión con Víctor por el hallazgo del sujetador maldito. Bruno tiene 35 años, está divorciado y es padre de una niña de 5 años.
Esto en cuanto al lado sentimental. En lo laboral parece que las flores comienzan a brotar. Gracias a su agente literario ha conseguido una colaboración en una revista femenina. Si su corazón late cada vez con menos brío, al menos su bolsillo tintineará algo más.
Así está la vida de Valeria en el momento de comenzar la tercera entrega escrita por Elísabet Benavent. ¿Y el resto de las chicas? Carmen sigue entusiasmada con Borja e ilusionada después de que este le pidiera en matrimonio. Una boda tiene muchos preparativos y embarcarse en ellos altera los nervios pero el amor puede con todo. Las chicas le organizan a su amiga una despedida de soltera de la que Carmen no sabe nada. Un fin de semana en Amsterdam, donde además de pasear en bici y contemplar los canales también podrán probar los productos «autóctonos» del lugar.
En cuanto a Lola, tras dar carpetazo definitivo a Sergio, se apuntará a clases de chino. Necesita mantener la mente ocupada y para eso no hay nada como un buen idioma oriental. En el centro de enseñanza conocerá a Rai, un joven de 24 años con el que enseguida congenia. Los breves encuentros durante los descansos de las clases servirán para intimar más y tantear el terreno.
¿Y la fría Nerea? La bella y cuadriculada rubia ha cogido su vida por los cuernos. Los hombres quedan en un discreto segundo plano (bueno no sé yo si tan discreto) en favor de su proyecto empresarial consistente en la organización de eventos de mucho postín para lo que Nerea se ve muy cualificada por su buen gusto y su estilo perfeccionista. Realizar contactos, captar clientes, abrirse al mercado,... son los únicos temas que le preocupan en estos momentos. Incluso se podría decir que su faceta empresarial ha cambiado un poco su carácter dejando atrás algo de su mojigatería habitual.
Resumiendo, que En Valeria en blanco y negro,nuestra protagonista principal sigue con sus problemas sentimentales. No os voy a decir si sigue su relación con Víctor o si el tal Bruno es la mancha de mora que con otra verde se quita. Lo que sí os puedo decir es que un problema de salud sacará a la luz de manera momentánea a Adrián, del que ya casi nadie se acuerda. Tampoco os voy a contar si Lola y Rai tendrán algo más que una relación de amistad, aunque ya sabéis que a Lolita le gusta mucho el sexo y si es del joven mejor que mejor. Además vamos a asistir a su fiesta de cumpleaños que organizará Nerea y ahí se verá si Lola está realmente interesada en Rai o si solo lo ve como un jovenzuelo con el que poder acostarse. Y nuestra Carmen, como todos esperábamos, se casa con Borja.
Los personajes femeninos siguen en la misma línea. Estas chicas son mortales y tienen sus alegrías y sus penas. La unión que las ha caracterizado desde que las conocimos sigue estando ahí.
En cuanto a los masculinos, de Adrián apenas sabremos nada y apenas hará acto de presencia. Es un personaje que en esta ocasión, se ha difuminado mucho pues su existencia ya no tiene mucho sentido según se desarrolla el argumento. Víctor..., bueno es Víctor. Con eso está todo dicho. Ahora bien, ¿qué me ha parecido el nuevo personaje de Bruno Aguilar? Pues no me ha gustado ni lo más mínimo. Desde su primera aparición me lo figuré el típico caradura, fresco y sin gracia alguna. Es demasiado adulador, pedante y engreído que solo piensa en llevarse a Valeria al huerto. Cierto es que Víctor también cojea del mismo pie pero no sé, él es diferente, creo que está hecho de otra pasta menos repelente. Quizás sea porque lo hemos visto en sus dos facetas: la frívola y la sentimental. La cuestión es que a mí Bruno me cae fatal y en cambio Víctor, con todos sus defectos, me parece un tipo más honesto.
En cuanto a los masculinos, de Adrián apenas sabremos nada y apenas hará acto de presencia. Es un personaje que en esta ocasión, se ha difuminado mucho pues su existencia ya no tiene mucho sentido según se desarrolla el argumento. Víctor..., bueno es Víctor. Con eso está todo dicho. Ahora bien, ¿qué me ha parecido el nuevo personaje de Bruno Aguilar? Pues no me ha gustado ni lo más mínimo. Desde su primera aparición me lo figuré el típico caradura, fresco y sin gracia alguna. Es demasiado adulador, pedante y engreído que solo piensa en llevarse a Valeria al huerto. Cierto es que Víctor también cojea del mismo pie pero no sé, él es diferente, creo que está hecho de otra pasta menos repelente. Quizás sea porque lo hemos visto en sus dos facetas: la frívola y la sentimental. La cuestión es que a mí Bruno me cae fatal y en cambio Víctor, con todos sus defectos, me parece un tipo más honesto.
La narración se sigue manteniendo en tercera voz omnisciente teniendo a Valeria como nexo de unión con el lector. Del mismo modo, el lenguaje sigue siendo actual, fresco, desenfadado, lleno de expresiones del día a día y con los típicos exabruptos y comentarios picantones de Lola.
Siempre he recalcado dos cosas en los libros de Elísabet Benavent. Por una lado, la habilidad que tiene a la hora de describir escenas de sexo y por otra, la credibilidad de sus diálogos y la forma de presentarnos escenas tensas llenas de discusiones. Lo sigo manteniendo. En cuando al primer punto, creo que en esta tercera entrega hay menos sexo, o quizás menos explícito. Me da la impresión de que hay más carga sentimental, más reflexionar sobre la vida, sobre encauzarla y tomar un buen camino. Valeria quiere sentar la cabeza y medita sobre la forma de conseguir estabilidad en su vida. Creo que el resto de las chicas también buscan dejar atrás aquellos años locos y encontrar un puerto en el que atracar.
En cuanto a las broncas y discusiones, asistimos a una de tamaño espectacular entre Víctor y Valeria, de tanta intensidad que me dieron ganas de interceder entre ambos.
Por lo demás, poco más. Valeria en blanco y negro es la tercera entrega de esta tetralogía que tiene enganchada a muchas lectoras. Para mí sigue resultando una historia entretenida, donde los personajes tienen mucho peso. Resulta adictiva y se lee con suma facilidad y gusto. Un chick-lit apetecible y del que espero sumergirme en su desenlace en breve. En mi opinión, recomendable.
Agradezco a Suma de Letras el envío del ejemplar.