Autor
S. J. Watson nació en Midlands, Reino Unido, y actualmente vive en Londres. No confíes en nadie, su primera novela se ha convertido en un fenómeno editorial. Se ha publicado en más de treinta países y sus derechos cinematográficos han sido adquiridos por la productora de Ridley Scott.
Sinopsis
La habitación me resulta extraña. Desconocida. No sé dónde estoy ni cómo he llegado hasta aquí. No sé cómo voy a volver a casa...
Christine sufre las secuelas de un terrible accidente: solo logra retener recuerdos durante un día. Vive atrapada en una existencia en la que se despierta cada mañana creyendo que es joven y con el futuro por delante, para descubrir después que es una mujer de cincuenta años, casada y con una vida más que hecha.
Este es el angustioso mapa de los intentos de Christine por lograr que todo lo que la rodea cobre sentido. Cada día aprende que ha estado viendo a un psicólogo que está ayudándola a recuperar la memoria y que, siguiendo sus sugerencias, ha estado escribiendo un diario para documentar sus recuerdos. Pero poco a poco va dándose cuenta de que algo en la imagen que va formando de su vida no termina de cuadrar, hay algo que no encaja en el rompecabezas.
Hoy traigo otro de esos libros que llevan descansando en las estanterías de mi casadesde mucho tiempo atrás. Aunque la cubierta es atractiva (con ese espejo empañado que refleja parte del rostro de una mujer y cuya mirada desvela desconcierto) y la sinopsis bastante atractiva, he tardado muchísimo en leer este libro pero gracias al reto de Carmina en su blog De tinta en vena (12 meses, 12 libros), rescato esta novela que dejará de formar parte de las lecturas pendientes.
No confíes en nadie es una novela de suspense e intriga que se desarrolla entre Londres y Brighton, y que dependiendo del lector, causará mayor o menor angustia. A través de las 374 páginas escritas por S. J. Watson en esta opera prima, el lector llega a conocer la vida de Christine, una mujer que sufre un tipo de amnesia que le impide crear recuerdos nuevos y retenerlos en su mente. De este modo, se despierta cada mañana sin recordar quién es ni cómo es su vida. Las explicaciones de su marido Ben, la ayuda de un psicólogo (el Dtor. Nash) y un diario le permitirán ir tejiendo los hilos de una existencia que se desvanecerá cada noche al cerrar los ojos.
El hecho de que Christine tenga que reconstruir su vida cada día le confiere a la trama cierta repetitividad. Al menos, en algunos pasajes da esa sensación, además de que en un gran número de páginas no acontece absolutamente nada por lo que, según el momento, me ha resultado un poco tediosa. Para combatir el sopor momentáneo, se agradece que el autor vaya introduciendo poco a poco nuevas piezas de información que nos ayudan a conocer mejor la situación.
En el vacío mental del que adolece Christine surgen recuerdos en forma de fogonazos. Dichos recuerdos la perturbarán, le provocarán dudas que terminarán por derivar en sospechas.
Con estas premisas tenemos una novela cuya trama viene revestida con pinceladas de suspense y misterio pero que, en mi caso particular, se me ha quedado a medias.
Watson no se caracteriza por el dibujo que hace de sus personajes en esta novela. Ninguno de ellos me ha atraído especialmente. Por Christine se puede llegar a sentir angustia pero la relación que se establece con el lector no es lo suficientemente sólida como para provocar empatía. Quizás Ben, su marido, es el personaje más interesante por el aire siniestro que en ocasiones respira. Sus palabras, sus gestos, sus expresiones generan vaivenes que nos llevan desde la total confianza a la más absoluta de las sospechas.
En cuanto al final, sí, sorprende. Es un buen final, una guinda aceptable para el pastel que el autor nos presenta pero que no consigue rematar con perfección. Cuando llegas al punto y final es inevitable plantearte algunas cuestiones que no en todos los casos tienen respuestas. Para mi gusto quedan detalles que no son del todo creíbles, flechos sueltos y situaciones que no me cuadran.
Una obra escrita en primera persona, en la voz de Christine, de estilo simple, sin florituras y estructurada en tres partes -Hoy, El diario de Christine y Hoy-, como si de la introducción, nudo y desenlace clásico se tratara. La primera parte se inicia con el despertar de Christine y su desconcierto inicial al no saber dónde se haya. La sedunda parte, y como su propio nombre indica, es un diario en el que la protagonista va anotando todo lo que le acontece. En estas dos partes la trama se mantiene más bien plana para adquirir mucha más tensión en la última parte.
No confíes en nadiees una obra que ha sido llevada al cine en este año de la mano del director Roland Joffe al que conocemos por películas como La Misión y La letra escarlata, y protagonizada por Nicole Kidman y Mark Strong.
No olvidemos que ya existen películas que tratan el tema de la amnesia, aún así será interesante ver esta cinta cuando se estrene en nuestro país.
En el caso del texto escrito, y en lo que a mí concierne, no es una novela que me haya parecido excepcional. Es interesante, entretenida, apta para una tarde en la que te apetezca una lectura de poco peso pero nada más. Me esperaba mucho más de este libro cuya sinopsis prometía bastante pero que al final me ha resultado un misterio un tanto insípido. En cualquier caso, recomiendo su lectura.
Retos:
Cubierta original y autor |
No confíes en nadie es una novela de suspense e intriga que se desarrolla entre Londres y Brighton, y que dependiendo del lector, causará mayor o menor angustia. A través de las 374 páginas escritas por S. J. Watson en esta opera prima, el lector llega a conocer la vida de Christine, una mujer que sufre un tipo de amnesia que le impide crear recuerdos nuevos y retenerlos en su mente. De este modo, se despierta cada mañana sin recordar quién es ni cómo es su vida. Las explicaciones de su marido Ben, la ayuda de un psicólogo (el Dtor. Nash) y un diario le permitirán ir tejiendo los hilos de una existencia que se desvanecerá cada noche al cerrar los ojos.
Parliament Hill, Londres. |
El hecho de que Christine tenga que reconstruir su vida cada día le confiere a la trama cierta repetitividad. Al menos, en algunos pasajes da esa sensación, además de que en un gran número de páginas no acontece absolutamente nada por lo que, según el momento, me ha resultado un poco tediosa. Para combatir el sopor momentáneo, se agradece que el autor vaya introduciendo poco a poco nuevas piezas de información que nos ayudan a conocer mejor la situación.
En el vacío mental del que adolece Christine surgen recuerdos en forma de fogonazos. Dichos recuerdos la perturbarán, le provocarán dudas que terminarán por derivar en sospechas.
Con estas premisas tenemos una novela cuya trama viene revestida con pinceladas de suspense y misterio pero que, en mi caso particular, se me ha quedado a medias.
Watson no se caracteriza por el dibujo que hace de sus personajes en esta novela. Ninguno de ellos me ha atraído especialmente. Por Christine se puede llegar a sentir angustia pero la relación que se establece con el lector no es lo suficientemente sólida como para provocar empatía. Quizás Ben, su marido, es el personaje más interesante por el aire siniestro que en ocasiones respira. Sus palabras, sus gestos, sus expresiones generan vaivenes que nos llevan desde la total confianza a la más absoluta de las sospechas.
En cuanto al final, sí, sorprende. Es un buen final, una guinda aceptable para el pastel que el autor nos presenta pero que no consigue rematar con perfección. Cuando llegas al punto y final es inevitable plantearte algunas cuestiones que no en todos los casos tienen respuestas. Para mi gusto quedan detalles que no son del todo creíbles, flechos sueltos y situaciones que no me cuadran.
Una obra escrita en primera persona, en la voz de Christine, de estilo simple, sin florituras y estructurada en tres partes -Hoy, El diario de Christine y Hoy-, como si de la introducción, nudo y desenlace clásico se tratara. La primera parte se inicia con el despertar de Christine y su desconcierto inicial al no saber dónde se haya. La sedunda parte, y como su propio nombre indica, es un diario en el que la protagonista va anotando todo lo que le acontece. En estas dos partes la trama se mantiene más bien plana para adquirir mucha más tensión en la última parte.
Remate cúpula de San Pablo |
No confíes en nadiees una obra que ha sido llevada al cine en este año de la mano del director Roland Joffe al que conocemos por películas como La Misión y La letra escarlata, y protagonizada por Nicole Kidman y Mark Strong.
No olvidemos que ya existen películas que tratan el tema de la amnesia, aún así será interesante ver esta cinta cuando se estrene en nuestro país.
En el caso del texto escrito, y en lo que a mí concierne, no es una novela que me haya parecido excepcional. Es interesante, entretenida, apta para una tarde en la que te apetezca una lectura de poco peso pero nada más. Me esperaba mucho más de este libro cuya sinopsis prometía bastante pero que al final me ha resultado un misterio un tanto insípido. En cualquier caso, recomiendo su lectura.
Retos: