Editorial: Suma de Letras.
Autor
Vicente Martín Terán (Madrid, 1968) es director y guionista de cine y televisión. Durante seis años fue jefe de estudios y profesor de historia del cine, de guión y de dirección en la Escuela de Cine Pedro Almodóvar. También ha impartido clases en diferentes escuelas e instituciones. Como escritor ha publicado estudios, críticas y artículos relacionados con el séptimo arte.
Sinopsis
Que despacio pasa el tiempo cuando aguardas al hombre al que vas a matar.
Semana Santa de 1928, Madrid es una ciudad convulsa donde se mezcla lo nuevo y lo viejo. Mientras la dictadura del general Primo de Rivera da sus últimos estertores, Tomás Halcón, antiguo policía y legionario de la guerra de África, recibe la visita de Marcial, amigo y excompañero del ejército, para que colabore en la resolución de un asesinato.
La violencia con la que se ha perpetrado el homicidio pone en alerta a los altos cargos del Gobierno, pues temen que el asesino pueda ser un militar. Su nerviosismo aumenta con cada víctima; saben que sólo Halcón puede resolver el caso.
Entre el desasosiego producido por los recuerdos de la guerra, los crímenes y la barbarie aparece Ana, una mujer que hará que Tomás recupere la cordura entre tanto desconcierto.
Haciendo gala de un estilo muy visual, casi cinematográfico, Vicente Martín Terán construye un thriller trepidante en el que el cazador y presa quedarán atados para siempre. Mezclando crónica histórica y novela negra, realiza una indagación psicológica sobre el origen del mal, la venganza y la culpa y el amor como única vía de redención posible.
[Información facilitada por la editorial]
Te acordarás de mí suena a amenaza, a desafío, a afrenta. En cuanto vi el título de esta novela me sentí atraída, especialmente tras leer la sinopsis bastante acertada pues, sin desvelar hechos importantes, cuenta lo suficiente como para ejercer sobre mí un poder de atracción total.
Tomás es un hombre solitario que vive en una pequeña buhardilla de Lavapies junto a dos gatas, Calle y Lara. Es vigilante en la obra del edificio de la Telefónica, un trabajo muy modesto al que llegó tras su paso por la policía, empleo que le permitía una vida mucho más holgada que la disfruta ahora. Pero la labor policíaca también tiene un lado amargo que a Tomás le tocó vivir. Desde entonces, rehusó seguir en el cuerpo y cambió de vida. Y hubiera continuado con su vida tranquila y solitaria si no llega a ser por Marcial, antiguo compañero de la policía a quien conoció cuando ambos luchaban en África.
Marcial reaparece en la vida de Tomás en busca de ayuda. Ha aparecido un hombre asesinado por el que se han interesado los altos estamentos del gobierno. La víctima ha sido torturada brutalmente y asesinada siguiendo un modus operandi muy particular y muy conocido por ambos. Aunque Tomás no quiere saber nada del asunto, al final termina accediendo y su implicación en el caso llegará incluso a terrenos personales.Él, junto con Marcial y Ricardo, seguirá la pista a un asesino que va dejando un camino regado de víctimas de distintas edades, sexo y condición sexual.
El primer asesinado del que tenemos constancia, aquel por el que la policía se ha movilizado para localizar a Tomás, será Fernando Minaya, un hombre que siempre ha vivido atormentado. Desde pequeño luchó contra su tendencias sexuales y siempre pensó que todas las desgracias que ocurren son la consecuencia de un castigo divino. Fernando era un prestigioso abogado perteneciente a una familia de bombo y platillo de Madrid que solía frecuentar locales y prácticas mal vistas.
Posteriormente nuevas víctimas irán surgiendo, todas ellas representando un lado oscuro de la sociedad. La investigación desvelará que el asesino no está actuando por primera vez. En el pasado se cometieron otros asesinatos siguiendo el mismo patrón: degollados, amarrados con alambre de espinos, con los genitales cortados introducidos en la boca y sin orejas.
Además se da la circunstancia de que todas las víctimas son asesinadas en días en los que se celebra alguna festividad religiosa: la Epifanía, la Pasión de Jesús, el día de la Ascención, el día del Corpus Christie, Nochebuena,... que compone el ciclo cristológico anual que se repite en lapsus temporales.
¿Del asesino se sabe algo? Vicente Martín va dando pequeñas piezas de información sobre el verdugo. Referencias a una misión, a ser un soldado de Dios, nos hacen pensar que es un fanático religioso, sobre todo, cuando descubrimos que actúa siguiendo un calendario litúrgico. Este desconocido verdugo, descrito físicamente con pelo canoso y con apenas treinta años de edad, se considera un salvador, un redentor que purifica el alma de sus víctimas, librándolas de sus pecados más terribles para su mayor gloria. Los motivos que mueven al asesino a pertrechar sus asesinatos no son excesivamente originales pero a mí, como lectora, poco me ha importado porque la trama me han mantenido pegada a las páginas del libro.
Y hasta aquí os voy a contar de su argumento, una historia que me ha parecido bastante entretenida conformando un thriller al que no le falta ningún elemento típico. Especialmente me ha parecido interesante el hecho de que el autor no solo se centre en la investigación policial. Tomás es un hombre que guarda un pasado complicado y difícil y que todavía le afecta a día de hoy. Es hermético y le cuesta mucho abrirse a los demás. Pero una mujer, Ana, aparecerá en su vida y gracias a ella, a su interés por Tomás, conoceremos por qué él dejó la policía y cómo fue su infancia y adolescencia. Ana será un motor de impulso en la novela y en la vida de Tomás. Por ella, la búsqueda y captura del asesino se convertirá en algo personal para este solitario hombre que intenta tener una existencia tranquila. Sin embargo, no todo es lo que parece.
De este modo podemos decir que Te acordarás de mí se ramifica en tres partes: la investigación policial, el pasado de Tomás y la relación amorosa con Ana. No obstante, el Madrid de la época también queda convenientemente retratado. Hay diversas referencias a los cambios que sufre la ciudad, la llegada de las costumbres europeas, la modernidad de la Gran Vía, entonces conocida como Conde de Peñalver, frente a la antigüedad del resto de las calles, la convivencia de automóviles, tranvías, coches y carretas,... Detalles que ayudan a recrear el ambiente y crear la atmósfera en la que el asesino acecha a sus víctimas.
El primer asesinado del que tenemos constancia, aquel por el que la policía se ha movilizado para localizar a Tomás, será Fernando Minaya, un hombre que siempre ha vivido atormentado. Desde pequeño luchó contra su tendencias sexuales y siempre pensó que todas las desgracias que ocurren son la consecuencia de un castigo divino. Fernando era un prestigioso abogado perteneciente a una familia de bombo y platillo de Madrid que solía frecuentar locales y prácticas mal vistas.
Posteriormente nuevas víctimas irán surgiendo, todas ellas representando un lado oscuro de la sociedad. La investigación desvelará que el asesino no está actuando por primera vez. En el pasado se cometieron otros asesinatos siguiendo el mismo patrón: degollados, amarrados con alambre de espinos, con los genitales cortados introducidos en la boca y sin orejas.
Además se da la circunstancia de que todas las víctimas son asesinadas en días en los que se celebra alguna festividad religiosa: la Epifanía, la Pasión de Jesús, el día de la Ascención, el día del Corpus Christie, Nochebuena,... que compone el ciclo cristológico anual que se repite en lapsus temporales.
¿Del asesino se sabe algo? Vicente Martín va dando pequeñas piezas de información sobre el verdugo. Referencias a una misión, a ser un soldado de Dios, nos hacen pensar que es un fanático religioso, sobre todo, cuando descubrimos que actúa siguiendo un calendario litúrgico. Este desconocido verdugo, descrito físicamente con pelo canoso y con apenas treinta años de edad, se considera un salvador, un redentor que purifica el alma de sus víctimas, librándolas de sus pecados más terribles para su mayor gloria. Los motivos que mueven al asesino a pertrechar sus asesinatos no son excesivamente originales pero a mí, como lectora, poco me ha importado porque la trama me han mantenido pegada a las páginas del libro.
Y hasta aquí os voy a contar de su argumento, una historia que me ha parecido bastante entretenida conformando un thriller al que no le falta ningún elemento típico. Especialmente me ha parecido interesante el hecho de que el autor no solo se centre en la investigación policial. Tomás es un hombre que guarda un pasado complicado y difícil y que todavía le afecta a día de hoy. Es hermético y le cuesta mucho abrirse a los demás. Pero una mujer, Ana, aparecerá en su vida y gracias a ella, a su interés por Tomás, conoceremos por qué él dejó la policía y cómo fue su infancia y adolescencia. Ana será un motor de impulso en la novela y en la vida de Tomás. Por ella, la búsqueda y captura del asesino se convertirá en algo personal para este solitario hombre que intenta tener una existencia tranquila. Sin embargo, no todo es lo que parece.
De este modo podemos decir que Te acordarás de mí se ramifica en tres partes: la investigación policial, el pasado de Tomás y la relación amorosa con Ana. No obstante, el Madrid de la época también queda convenientemente retratado. Hay diversas referencias a los cambios que sufre la ciudad, la llegada de las costumbres europeas, la modernidad de la Gran Vía, entonces conocida como Conde de Peñalver, frente a la antigüedad del resto de las calles, la convivencia de automóviles, tranvías, coches y carretas,... Detalles que ayudan a recrear el ambiente y crear la atmósfera en la que el asesino acecha a sus víctimas.
En Te acordarás de mí conviven dos voces narrativas. La tercera nos hace tener una posición privilegiada, nos coloca en una atalaya desde donde poder observar los movimientos del verdugo y sus víctimas. Sin embargo, el autor usa la primera persona cuando sitúa nuestra atención en Tomás para posicionarnos junto a él y formar parte de la investigación de manera directa.
El ritmo que se emplea en la novela me ha parecido más pausado de lo habitual en novelas de este género. Tal y como he dicho, su autor no siempre va directo al grano, centrándose en la investigación policial, sino que se detiene a describir las escenas de alrededor en un intento de recrear el ambiente que se respira o bien se para a contarnos la vida personal y familiar de Tomás, por medio de unas cartas que él escribe a Ana. Aún así, los acontecimientos se desarrollan de manera ágil y el hecho de que los capítulos sean de mediana longitud, que se alternan con otros más cortos, genera que el lector avance a buena velocidad sin que en ningún caso sintamos la sensación de pesadez.
Últimamente he leído varias novelas escritas por guionistas y, hasta donde yo recuerde, no me ha decepcionado ninguna. La profesión da a estos autores una agilidad y unas habilidades que encajan perfectamente con mis gustos e incluso, me atrevería a decir que con este género tan particular. Suelen manejar muy bien los hilos que unen y desunen a los personajes, intercalan escenas de tal manera que la atención, el suspense y la intriga del lector no decaiga. En el caso concreto de esta novela, y como ya he dicho, es verdad que el ritmo me ha parecido más pausado, concretamente en esas partes en las que Tomás recuerda su pasado pero toda la novela está escrita de tal manera que el lector puede imaginársela perfectamente en una pantalla de cine o televisión, de lo visual, de lo cinematográfica que es, tal y como se especifica en la sinopsis.
En definitiva, considero queTe acordarás de mí es una buena novela policíaca, un thriller con una buena trama y magnífica ambientación, en la que se suceden una serie de asesinatos bien argumentados que tendrán que ser resueltos por un policía taciturno con un pasado que le asusta. Te acordarás de mí es una buena lectura para todos aquellos lectores que disfruten sumergiéndose en un argumento lleno de claroscuros, que se lee con ganas y de manera ágil y amena.
Agradezco a Suma de Letras el envío del ejemplar
Podéis adquirirlo aquí:
En definitiva, considero queTe acordarás de mí es una buena novela policíaca, un thriller con una buena trama y magnífica ambientación, en la que se suceden una serie de asesinatos bien argumentados que tendrán que ser resueltos por un policía taciturno con un pasado que le asusta. Te acordarás de mí es una buena lectura para todos aquellos lectores que disfruten sumergiéndose en un argumento lleno de claroscuros, que se lee con ganas y de manera ágil y amena.
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