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ENTREVISTA a MODERNA DE PUEBLO (Cooltureta)

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Moderna de Pueblo es el pseudónimo de Raquel Córcoles,una joven historietista que ha trabajado cono guionista e ilustradora para revistas como Cuore y El Jueves. Tras publicar su primer libro con Ediciones Glénat, su fama creció exponencialmente y ahora cuenta con cerca de 200.000 seguidores en Facebook y más de 65.000 en Twitter. También ha colaborado con diseñadores de moda y ha trabajado en el mundo del cine. En abril de 2013 publicó Los capullos no regalan flores en Lumen, y, ahora, un año después, repite experiencia en el sello con El Cooltureta.

En esta ocasión, Carlos Carrero ha colaborado en la preparación de este libro.

Sinopsis


El humor de Moderna de pueblo especialmente dedicado al Cooltureta, es decir, al tipo que todo lo sabe. Y si no lo sabe... lo parece.

Moderna de Pueblo presenta a un nuevo personaje de su universo: el Cooltureta, un tipo con un deslumbrante y a menudo irritante conocimiento «moderno».

Algunos modernos, además de llevar pantalones de pitillo y no saltarse ni un festival de música, asisten a ciclos de cine iraní y leen poesía contemporánea en el metro. Si además contestan con un «ya lo había visto» a los post de sus amigos en Facebook o se dedican a arquear las cejas cada vez que alguien hace un inocente chascarrillo de bar, es fácil encasillarlos en una categoría especialmente irritante: la del hipster intelectual. Exactamente eso es El Cooltureta, el nuevo personaje de Moderna de Pueblo, la ilustradora que siempre tiene a punto una ocurrencia para sacar los colores a la comunidad indie española.

Recién mudado al barrio más in de la ciudad, el Cooltureta está dispuesto a aprovechar al máximo su nuevo vecindario. Quiere tener amigos cultos, conocer a una chica sensible que monte en bici vintage e ir todos juntos a cafeterías bohemias con música en directo. Para ello, el protagonista tendrá que superar obstáculos que se presentarán en la forma de sus amigotes mainstream, una antigua compañera del colegio que ahora es retro-nerd o, el peor, sus propias inseguridades. ¿Habrá leído suficiente? Una historia desternillante para reírse de un mismo o de todos los coolturetas que, en el fondo, tienen su punto entrañable.


[Información facilitada por la editorial]



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La última entrevista que os traigo antes del parón del verano es para hablaros del nuevo libro de Moderna de Pueblo (Raquel Córcoles), una divertida novela gráfica que, junto a Carlos Carrero, captura a un esteriotipo de esta sociedad, el cooltureta. Ambos nos visitaron durante la Feria del Libro (es la última entrevista que me queda de esas fechas) y si quieres saber si eres hipster, cultureta de palo o mariliendre, no te pierdas esta entrevista. Esto es lo que nos contaron:


Marisa G.- Los cómics y la novela gráfica siempre me han encantado. Yo no conocía tus anteriores libros y cuando me llegó este, me llamó mucho la atención lo de Moderna de Pueblo. Imagino que te lo preguntará todo el mundo pero ¿de dónde sale ese apodo?

Raquel C.- Bueno, es una realidad en mi vida. Cuando salí del pueblo y llegué a la ciudad vi que era totalmente de pueblo, algo de lo que no te das cuenta hasta que llegas a una ciudad. Cuando empecé a trabajar, iba medio disfrazada con las modas típicas de la ciudad, que si el flequillo, las Ray-Ban, los pitillos, la chupa de cuero,  y en mi empresa me decían ¡Modernaaa! Y yo les contestaba: Sí, pero de pueblo, ¿no? Era un poco la manera de huir de la etiqueta. Y el nombre surgió de aquello, buscando algo llamativo. 

M.G.- Creo que sois pareja, si no me equivoco. ¿Cómo hacéis para trabajar juntos? Porque lo del amor y el trabajo a veces no cuadra bien.

R.C.- Bueno, aunque no sabíamos cómo iba a salir el experimento, sí habíamos hecho viñetas juntos antes y teníamos algo de experiencia.

Carlos C.- Sí, pero ha ido bien. Obviamente existen diferencias respecto a trabajar en otro entorno porque a tu compañero no le dices claramente muchas cosas y a tu pareja sí.

R.C.- Sí, sí,... Exacto. A tu pareja le dices que no te gusta algo y lo dices sin problema.

M.G.- La sinceridad pura y dura, ¿no?

R.C.- Claro, pero también es buena porque te permite acordarlo todo muy claramente. Nos lo decimos todo. El problema es que antes yo lo hacía sola y no tenía que pactar las decisiones con nadie y ahora sí, pero es el doble de enriquecedor porque lo que ven cuatro ojos no lo ve una sola y no me doy cuenta si algo no se entiende.

M.G.- El producto sale más pulido.

R.C.- Claro. Y es además él es super perfeccionista. Yo ya he hecho dos libros antes pero él cogió este con unas ganas tremendas y había que dejarlo todo perfecto, mientras que yo quería pasar a las páginas siguientes.

C.C.- Luego está el problema de que no desconectas nunca. Si nos vamos a cenar por ahí casi siempre andamos dándole vueltas a tal o cual viñeta. 

M.G.- Pues, entonces os tiene que gustar mucho todo este trabajo porque de otro modo no creo que nadie aguante sin desconectar.

C.C.- No, no, claro porque nos gusta y por eso terminamos hablando de lo mismo porque es un poco absorbente. 

R.C.- Cuando lo conocí a él, era muy adicta al trabajo del cómic, algo que me ha venido caído del cielo porque jamás pensé que me dedicaría a esto y como es tu propio negocio o proyecto todo lo relacionas con lo mismo. Con este personaje, él ha aportado muchísimo porque se ha obsesionado igual que yo y a ninguno de los dos nos molesta que estemos todo el día pensando en lo mismo.

M.G.- Y el Cooltureta es un personaje de tu anterior libro, Los capullos no regalan flores. Entiendo que habéis querido hacer un spin-off, ¿no? ¿Por qué ha sido así?

C.C.- Primero pensamos en varias ideas que queríamos hacer juntos y se nos ocurrieron algunas cosas difusas. Poco a poco intentamos simplificar las ideas. Ya habíamos observado que por el tema del coolturetismo había interés y este personaje nos permitía contar todo lo que queríamos, con la ayuda de otros personajes secundarios. Nos molaba la idea. 

R.C.- En las firmas también te venía gente diciendo que el Cooltureta era su capullo favorito... Era un prototipo que puebla las ciudades. Das una patada y salen miles. Había que explotar ese filón.

C.C.- También nos servía para hablar de temas masculinos.

M.G.- Pero ¿cómo os organizáis? Carlos, ¿tú haces los textos y ella las ilustraciones?

C.C.- No, el guión lo hemos hecho juntos porque hemos pensado un montonazo de ideas juntos y luego, quizás, yo he tenido más peso a la hora de...

R.C.- Sí, a la hora de ordenar el argumento. 

C.C.- Y luego en la fase final, cuando ella dibujaba la escena, a veces funcionaba el guión y otras veces había que cambiarlo.

R.C.- Y es que dibujando se nos ocurrían cosas nuevas que íbamos incorporando. Es un trabajo continuo. De hecho nos hemos quedado con las ganas de que la editorial nos concediera dos meses más para poder añadir más detalles pero así, nunca lo hubiéramos acabado. Hay que poner fecha.

M.G.- Raquel, el personaje de tu libro anterior era una chica, ¿cómo haces para acercarte a la perspectiva de un chico? Imagino que él te ayudará pero también entiendo que no debe ser fácil ponerse en la mente de un chico, ¿no?

R.C.- Claro, él me ha ayudado mucho. Es un personaje que yo no hubiera hecho sin él porque hubiera hecho que el personaje respondiera lo que yo respondería y Carlos me decía que no, que así respondería Moderna de Pueblo pero no el Cooltureta. Con su ayuda he aprendido a mirar desde dos perspectivas diferentes. 



C.C.- Cuando dibujó la primera página, con ese barrio bohemio, ella dibujó una cafetería con todo color rosa, con muffins y claro esa imagen no cuadraba con el personaje.


R.C.- Es que yo puse unos cupcakes, todo rosa, y él me dijo que era una ilustración poco masculina. He tenido que cambiar el chip por completo para adaptarme al personaje.

M.G.- ¿Y cómo definís al Cooltureta? ¿Qué lo caracteriza?

C.C.- Es un tío cuya motivación es ser muy culto y muy interesante pero en verdad es un poco pedante e irritante a veces. 


M.G.- ¿Hay muchos coolturetas por el mundo?


R.C.- ¿Tú qué crees? 


C.C.- Es que en casi todos mis amigos veo rasgos de esto. No hay que ser necesariamente todo lo que tiene este personaje pero un poquito sí.


R.C.- Todos hemos sido así en algún momento, diciendo que sí tal película está sobrevalorada y te ves a ti mismo diciendo estas cosas y... Es un poco para reírnos de nosotros mismos.


M.G.- Yo me he sentido identificada con algunas situaciones.


R.C.- Pero es normal. Es todo una parodia.


M.G.- Y el resto de los personajes, por ejemplo Mariliendre que me produce mucha ternura o el Cultureta de palo, ¿son todos nuevos?


R.C.- Sí, son todos nuevos.


C.C.- El personaje de Mariliendre se da mucho en las ciudades grandes, en los entornos en los que hay mucho moderno, porque es un entorno gay, les gusta mucho la modernidad, les gusta cómo visten los gays pero claro ahí no consigue nada y si se mueven en otros ambientes ya no se sienten bien.


R.C.- Un hetero es un bien escaso para una Mariliendre y cuando encuentra a uno se centra mucho en él porque encuentra muy pocos. 


C.C.- También queríamos plasmar ese tipo de relación en el que uno se fija en la persona que idealiza.


M.G.- ¿Y las ideas cómo surgen? ¿Os fijáis en vuestros amigos?


R.C.- Un poco de todo.


C.C.- Desde las cosas que vivimos, analizando nuestra realidad o lo que hablamos con nuestros amigos y luego nos documentamos. Leemos en internet entrevistas para ver cómo hablan un tipo de gente o cómo actúa.


R.C.- Seguimos en las redes sociales a mucha gente que consideramos prototipos y de ahí sacamos los clichés. 


M.G.- ¿Y alguien se ha sentido tan identificado que os ha pedido explicaciones? ¿La gente se lo toma con humor?


C.C.- A mal no se lo ha tomado nadie. A algún amigo sí le he dicho que hay un personaje al que se parece mucho y si se sentía incómodo no lo pondría pero me decía que no había problemas, que todo era humor.


M.G.- El Cooltureta es un tío que vive mucho de las poses, de quedar bien ante los demás, de cumplir con unos estándares sociales,... Proyecta una imagen para agradar a los demás aunque realmente lo que proyecta no concuerda con él mismo.


R.C.- Sí, eso es así en cualquier sector. Lo hemos enfocado en el mundo del Cooltureta pero ocurre en otros ambientes. Por ejemplo, un choni intentará aguantar la fiesta hasta el final aunque esté molido, con su coche ahí dando caña,... Este tipo de cosas únicamente para dar la talla entre sus amigos a los que quiere impresionar. Pues a un cooltureta le pasa exactamente igual pero tiene que dar la talla culturalmente con sus gustos, las opiniones,...


M.G.- Aunque sea todo mentira y no le interese nada de eso... En ese sentido somos un poco hipócritas.


R.C.- Pues sí.


M.G.- Antes os decía que me siento identificada con algunas de vuestras viñetas, por ejemplo en la que aparece el Cooltureta disfrutando de una tarde leyendo, con su copa de vino, oyendo música... Hay amigos míos que no entienden que a veces yo prefiera quedarme en casa haciendo esto en vez de salir a la calle. Lo que pasa es que a mí no me llaman cooltureta sino friki.



R.C.- Ahh, sí. (Risas)

M.G.- Pero una de las viñetas que más me han gustado es una en la que el Cooltureta va a ver una película que está catalogada como de culto y él aguanta el tipo durante toda la proyección hasta que llega un momento que no lo soporta más porque realmente la película le parece un espanto.

R.C.- Sí, sí,... en esos casos no puedes ni gastar una broma porque en el tema de la cultura hay mucha seriedad.

M.G.- Pero esta viñeta muestra que nos da miedo dar nuestra propia opinión sincera. Me reí mucho porque el personaje lucha contra sus propias emociones.

R.C.- Sí y luego se destapa y sus amigos se ríen, porque no han experimentado lo mismo que él.

C.C.- Esto mismo nos ha pasado a nosotros. Muchas veces hemos ido a ver una peli que se nos ha hecho super larga y luego leemos críticas y vemos que si el final es sutil, maravilloso, tal,...

R.C.- ...obra maestra, y te quedas pensando que el tonto eres tú.

M.G.- Si, parece como si, por tener otra opinión, eres un ignorante. 

Yo ya tengo unos años y algunos términos del libro se me escapan. No los he querido buscar en internet porque prefería que me los explicárais vosotros. Por ejemplo, ¿qué es un hipster intelectual?

C.C.- La tribu urbana de los modernos, en Madrid y Barcelona sobre todo...

R.C.- Bueno, aquí en la Alameda también hemos visto algunos.

C.C.- Son los modernos con pantalones de pitillo y demás. Empezaron a llamarse hipster, un término americano.

R.C.- Sí, el término americano para denominar a los modernos, pero aquí se usa porque la palabra «moderno» ya estaba muy pasada. Como todo es moderno, los más, más modernos prefieren ser hipsters.

C.C.- «Este no es un moderno, este es un hipster».

R.C.- A veces se buscan vocablos para que mucha gente no se entere de lo que hablas y así parecer más enterado.

M.G.- Y a estos coolturetas les gusta lo vintage porque hay alguna viñeta que así hacen referencia. Es un poco mosqueante lo de tanto vintage porque parece que vivimos anclados en el pasado y que el pasado siempre es mejor que el presente y ser vintage es tener caché.

C.C.- Es que en este rollo de los hipster, los modernos, tal... siempre ha estado de moda la estética pop. Cosas antiguas, iconos populares como series del pasado, o dibujos que fueron en su día muy conocidos,...

R.C.- Yo creo que como no hemos madurado pues no paramos de hablar de cosas de antes, pero en realidad, los modernos combinan cosas muy modernas como el IPhone y luego les encanta conservar cosas antiguas...

M.G.- O el IPhone tiene una funda vintage.

R.C.- Sí, eso mismo. O coges la montura de las gafas de tu abuelo y las arreglas.

C.C.- También lo que es raro o único les gusta mucho, entonces cualquier cosa antigua lo intentan combinar...

M.G.- Y cambiando de tema, el tema de la ilustración, ¿en qué situación está actualmente? ¿Empieza a pisar fuerte? ¿Sigue en segundo plano?


R.C.- No está tan extendido como en Francia, Estados Unidos o Japón, donde el cómic se consume de manera mucho más natural, pero sí que noto que, ahora que hay muchos más autores y sobre todo autoras, la gente está más acostumbrada y el cómic gusta mucho porque vinimos en una época muy visual. Y es más lógico porque es mucho más agradable leer un cómic que está ilustrado y la lectura es mucho más amena. Yo creo que cada vez será más habitual que la gente se anime a leer cómics o  novelas gráficas.

M.G.- ¿Y muchas más ilustradoras entonces?

R.C.- Sí, muchas más.

M.G.- Eres la segunda con la que hablo en un par de semanas. 

R.C.- A Agustina te refieres, ¿no? [Agustina Guerrero, autora de Diario de una volátil]

M.G.- Si, exacto.

R.C.- Nosotros, también hablamos mucho con ella. Creemos que se está abriendo un mercado o un sector que estaba muy apagado. 

M.G.- Yo creo que es un género muy agradable. Vamos, yo lo primero que leí en mi vida fueron cómics y no me disgusta seguir haciéndolo. 

Bueno, ¿y vais a seguir trabajando juntos?

R.C.- Sí, ya nos ha dicho la editorial que hagamos otro libro. Y aunque cuando acabamos este dijimos que no repetiríamos porque acabas muy cansado, luego se te pasa y tienes ganas de ponerte otra vez.

C.C.- Ahora vamos a hacer uno de relaciones con Moderna de Pueblo. 

R.C.- De relaciones de pareja porque ella ya tiene pareja y ha pasado a otra faceta y luego de otro tipo de relaciones....

M.G.- ¿Qué tiempo os lleva hacer un trabajo como este?

C.C.- Este ha sido un poco complicado porque yo tenía otro trabajo y ella también y entonces lo hemos hecho en unos ocho meses o así y solo nos poníamos los fines de semana. 

R.C.- Y luego dibujarlo me llevó cuatro meses enteros, los fines de semana incluidos...

M.G.- ¿Y tú Raquel has dibujado desde siempre? Porque, ahora que hemos hablado de Agustina, ella me explicó que ha aprendido a dibujar. Y es que yo pensaba que los que dibujáis, nacíais sabiendo.

R.C.- Y Agustina encima dibuja a mano pero yo no sé dibujar a mano.

M.G.- ¿Ah, no?

R.C.- No, no... Todo con ordenador y fue accidental porque me presenté con tres tiras de cómics a una beca y gané. El premio era hacer un libro. Si te fijas he mejorado mucho en la ilustración de entonces a ahora y no porque sea un genio ahora sino porque el primer libro era muy limitado. 

M.G.- ¿Y es más fácil dibujar con el ordenador que a mano?

R.C.- Sí, porque al final es técnica. El ordenador te da muchas posibilidades, te permite corregir mucho,... Yo no sé dibujar de otra manera y por lo tanto tengo solo este estilo. 

M.G.- ¡Qué interesante! Pues me he reído mucho con vuestro libro, me ha gustado este cooltureta con el que me he sentido identificada a veces, así que me apunto al cómic, me apunto a la novela gráfica y espero que tengáis mucha suerte.

R.C.- Muchas gracias.

C.C.- Gracias. 

Y esta es la entrevista que nos concedió Raquel y Carlos sobre esta novela gráfica de la que os hablaré en breve. Me he aficionado mucho a este género, tanto es así, que hace unos días me planté en la biblioteca y arrasé con el anaquel correspondiente. Creo que son lecturas muy agradables y amenas. 




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