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LA CHICA DEL TREN de Paula Hawkins.

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Editorial: Planeta.
Fecha publicación: mayo, 2015.
Nº Páginas: 352.
Precio: 18,90 €
Género: Novela negra y de misterio.
Edición: Tapa blanda con solapas
ISBN: 978-84-08-14342-0
[Disponible en ebooK, 
puedes leer primer capitulo aquí]

Autor

Nacida y criada en Zimbaue, Paula Hawkins se mudó a Londres en 1989, lugar en el que reside desde entonces. Ha trabajado como periodista durante más de quince años, colaborando con una gran variedad de publicaciones y medios de comunicación. 

Sinopsis

¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso? Rachel, sí.

Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas... y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?

Tú no la conoces. Ella a ti, sí. 

[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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«Una por la pena, dos por la alegría, tres por una chica».

Con esta nana tradicional relacionada con las superticiones que giran alrededor de las urracas en algunas culturas, se inicia La chica del tren de Paula Hawkings, una novela que se ha convertido en fenómeno editorial este verano con más de tres millones de lectores en todo el mundo, convirtiéndose así en el best-seller más vendido en EE.UU y Reino Unido.

La chica del tren cuenta con una estructura a modo de diario, con la peculiaridad de que no solo oiremos una única voz, sino tres, la de tres mujeres que, de un modo u otro, guardan una relación entre ellas. La trama se construye con los pensamientos, recuerdos y hechos de estas tres mujeres (Rachel, Megan y Anna) como si de un rompecabezas se tratara. Cada una aporta una parte de la historia y el lector tendrá que ir colocando las piezas en su lugar. 

Conozcamos a los personajes principales.

Rachel

Rachel es una chica que realiza el trayecto Ashbury - Londres cada mañana en el tren de las 8.04 para regresar en el de las 17.56. Desde el primer momento tendremos la certeza de que no anda bien. Sus pensamientos y el hecho de que beba en el tren, ligeramente a escondidas del resto de los viajeros, nos hacen pensar que Rachel tiene algún problema de peso. El mayor de todos ellos, el que la ha convertido en lo que es, tiene como centro neurálgico a su exmarido Tom, del que se divorció hace ya dos años. Rachel no ha podido superarlo. Con una narración que se desplaza al pasado conoceremos los motivos que dieron pie al divorcio, acontecimiento que supuso su declive hasta convertirse en un despojo de sí misma.



En sus desplazamientos, Rachel contempla la vida a través de las ventanillas del tren. A lo largo del recorrido puede observar las viviendas colindantes a la vía, a sus habitantes desayunando en el jardín a los que su imaginación les construirá una vida feliz, plena y satisfactoria, alejada de todo tipo de problemas. Ella sueña con conseguir algo así, o mejor dicho, echa de menos la vida que tuvo. Y entre sueño y sueño, cada mañana su mirada se tropezará forzosamente con otra imagen que le abrirá de nuevo sus heridas.  Y así van pasando sus días, entre trayectos de tren, recuerdos y gin-tonics premezclados,... siempre pensando en su pasado, echándolo de menos y sintiéndose cada vez más hundida. No obstante algo ocurrirá que cambiará su vida por completo. Desde la misma ventanilla del mismo tren en el que viaja todas las mañanas, Rachel observará algo curioso, una visión que le parecerá inquietante y que la enfadará muchísimo. Más tarde vinculará su visión a otro hecho que convulsiona a la pequeña comunidad, un asunto que dará sentido a toda la novela. Gracias a un acúmulo de coincidencias y a que una mañana despierta llena de moratones, con sangre en el labio y una herida en la cabeza, Rachel se verá implicada en una situación que supondrá el despertar de su profundo letargo. Por fin, después de tanto rechazo, se siente útil y con una meta por la que levantarse cada día.


Megan

La segunda voz de la novela será Megan. Ama de casa y casada con Scott, echa muchísimo de menos su vida anterior, cuando trabajaba como marchante en una galería de arte de su propiedad. Por desgracia el negocio fracasó y no tuvo más remedio que cerrar y regresar a sus labores en casa, pero el techo se le cae encima. Megan tiene inquietudes, aspiraciones, pasa demasiadas horas sola y el papel de esposa la asfixia, así que intenta encontrar otra ocupación y durante un tiempo se encargará de cuidar al hijo de una vecina.

Megan es otro personaje con lastre. Al margen de su desplome profesional también arrastra un episodio triste del pasado que marcará extremadamente su presente. Sufre bajones emocionales, ataques de pánico, ansiedad, insomnio,...  que la conducen a la consulta de un psicoanalista por indicación de su marido. Aparentemente todo mejorará. Aparentemente.

Anna

Es la tercera voz y la que parece tener una vida más placentera y estable. Está casada y acaba de tener a su primera hija. La pequeña Eve ocupa todo su tiempo a la vez que inhunda su corazón de felicidad. Se podría decir que la familia de Anna es perfecta. Un marido que la quiere, una hija adorable, una casa preciosa aunque ella hubiera preferido vivir en otro lugar. Sin embargo, la perfección no existe y algo, o mejor dicho, alguien enturbia la felicidad del matrimonio, asusta a Anna, la incomoda y la perturba.

Su aparición en la novela será más tardía que la del resto de los personajes y existe una lógica justificación para ello.  

Y más allá de estas tres mujeres, otros personajes: el psicoanalista de Megan, su marido Scott, el marido de Anna y un hombre pelirrojo de identidad desconocida que aportará tensión al argumento. 




¿Pero qué relación guardan estas tres mujeres? ¿Qué hecho terrible ocurre en la localidad de Witney en el que todos se verán implicados?  Paula Hawkins teje una red de relaciones intrincadas, de secretos y mentiras  que constituyen la base de esta novela con un desenlace inesperado y sorprendente, al menos, cuando lo vi venir estaba demasiado próxima al final.


Confieso que al principio La chica del tren no me enganchó absolutamente nada. Me encontré con una mujer, con Rachel, cuya situación me parecía tan simple y manida, tan cotidiana en algunos aspectos que me decepcionó por completo. Que una mujer se sienta desdichada por los problemas que atraviesa, entre los que figura un divorcio, no me resultaba nada interesante y me temí que toda la trama girara alrededor de sus circunstancias personales.  Por suerte, la autora introduce otros tantos personajes, con sus lados oscuros y sus matices, para tejer un thriller de estructura peculiar y con grandes dosis de intriga.

El hecho de que esté estructurado en forma de diario a tres voces no es lo único interesante de la novela. Además cuenta con la peculiaridad de que los hechos se narran en lapsos cronológicos distintos. La primera historia con la que nos topamos será la de Rachel que comienza el viernes 5 de julio de 2013 y finalizará el 10 de septiembre del mismo año. Poco después la autora nos presenta a Megan, cuya historia, curiosamente, se inicia un año antes, hacia el 11 de mayo de 2012 y llegará hasta el día 13 de julio de 2013. Por último, la historia de Anna, la más tardía, no arrancará hasta el sábado 20 de julio de 2013. Como veis, en algunos periodos las historias se solapan.

En cualquier caso, las referencias temporales son tan exactas que no tendremos problemas a la hora de ubicar los hechos que se describen. Sí que es verdad que la parte correspondiente a Rachel transcurre practicamente de manera lineal mientras que en la de Megan (con avance y retroceso) y en la de Anna hay saltos en el tiempo. Por otra parte también resulta interesante que en ocasiones se nos permita ver la misma escena desde diferentes puntos de vista, con ello se consigue que nuestra percepción deje de estar influenciada por las impresiones de un único personaje y podamos extraer nuestras propias conclusiones sin interferencias de ningún tipo.

Me gustan muchísimo los personajes y la manera en la que la autora nos los va presentando, poco a poco, dejando margen suficiente para ir incorporándolos a nuestras vidas como ocurre cuando conocemos a alguien en la vida real. Creo que están estupendamente definidos y en todo momento sentimos que son ellos los que nos hablan directamente y no  a través de la pluma de la autora. Para mí Paula Hawkins ha desaparecido del horizonte y solo me he sentido frente a Rachel, Megan y Anna, hasta tal punto es absorbente la historia.

Rachel es una mujer muy inestable emocionalmente y eso se aprecia tanto en su comportamiento como en su pensamiento. Piensa que la gente la mira con rechazo porque su dolor es tan patente que nadie puede soportar mirarlo directamente a la cara. Percibimos mucha soledad en todo momento, no solo en el tren donde está rodeada de desconocidos, sino en su propia casa, bueno en la de su amiga Cathy, donde vive como una invitada o al menos es así como ella se siente. Y a veces se le va tanto la pinza, se ahoga tanto en alcohol que pierde el norte y comienza a cometer todo tipo de tonterías. Los momentos bajo los efectos del alcohol provocarán grandes lagunas en su memoria, un recurso estupendo en la construcción de un thriller pues el hecho de que Rachel no recuerde qué hizo o qué ocurrió la noche anterior infieren grandes dosis de intriga a la trama. Habrá que esperar a que la mente de Rachel se despeje y poco a poco le lleguen recuerdos, algunos terribles, en forma de flashes instantáneos. Además su manía de meterse en la boca del lobo sin tener en cuenta las consecuencias consiguen que se convierta en un personaje que nos mantendrá en vilo y encima, como miente con frecuencia, el lector esperará con impaciencia el momento en el que, tarde o temprano, la pillen en sus renuncias.


Por su parte, la apatía de Megan es prácticamente palpable. Al principio pensaremos que no es más que una mujer aburrida y hastiada por la vida tan simple que lleva, pero con el paso de las páginas veremos que sufre graves problemas psicológicos que la conducen en ocasiones a una actitud casi demencial, una locura provocada por un acontecimiento de su pasado y del que nadie sabe nada, ni siquiera su marido. Hay mucho misterio alrededor de este personaje. La autora nos permite asomarnos un poquito a ciertas escenas de las que obtendremos tan poca información que nos empujará a seguir leyendo con avidez.

En cuanto a Anna os diré que ha sido un personaje que me ha despistado en más de una ocasión. Si bien la inestabilidad de Rachel y Megan se ve a leguas, con sus misterios y secretos, pensé que Anna sería un personaje más centrado y transparente pero he advertido que la autora juega un poco al despiste con el lector a través de Anna, cuyos pensamientos dirigen nuestra intuición hacia caminos erróneos. 


La chica del tren, gracias a un argumento cargado de incógnitas y a su estructura en formato de diario, se lee de manera ágil y super rápida. Paula Hawkins hace uso de un estilo absorbente y envolvente, construyendo unos personajes con más matices de los que en apariencia conseguimos apreciar y por eso, tal y como dije antes, olvidé que la autora estaba tras esta historia. 

En definitiva, he disfrutado mucho con la lectura de La chica del trenaunque me costara un poco amoldarme a la historia pues erróneamente pensé que el argumento se encaminaría hacia otros derroteros. Por suerte no ha sido así. Ahora bien, ¿es tan magnífico para la repercusión que ha tenido? Por lo visto es el más vendido en Estados Unidos y Reino Unido y realmente es una lectura que se vuelve adictiva en ciertos pasajes, especialmente cuando comienzan a atarse los cabos de las tramas previas, no obstante, y en mi caso, el hecho de que me costara un tanto adentrarme en la historia ha restado algo de esplendor a la novela. Ahora bien, reconozco que el balance final es más que positivo y por lo tanto sí considero que sea una lectura recomendada y recomendable. Por lo tanto, si te gusta el suspense, la intriga, una historia sólida que no tiene lagunas y unos personajes potentes, La chica del tren es tu lectura.

Agradezco a la editorial el envío del ejemplar.



[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]

Retos:

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