Loreto Sesma.
Zaragoza, 1996. Estudiante
de Periodismo bilingue.
Empieza de pequeña a escribir
canciones hasta que la poesía
llama a su puerta.
Un buen día decide empezar
a contar su historia en YouTube
y reúne un ejército de salvavidas
de más de 56.000 personas.
Así, sobrevive a su primer libro,
Naufragio en la 338, y junta el valor
para llegar a tierra y emprender
un nuevo viaje.
Mañana no sabe qué pasará,
lo único que tiene claro es que
seguirá escribiendo.
Una vez conocí a una niña. Ella pensaba que podría jugar a la rayuela con las líneas de una carretera. Creyó que era verdad que hay una estrella que guía a los viajeros con alma de nómada. Encontró miles de hogares y todos ellos fueron personas. Se abrazó al desastre que supone arrancar sus raíces y amarrarlas a cualquier corazón que creía que latía por algo más que supervivencia. Luchó por llegar a una cima solo para robarle un rayo de luz al sol y así poder alumbrar los ojos tristes de su madre. Amó como solo un niño puede amar: con el pecho abierto y como si no hubiese un mañana. Escribió durante demasiadas madrugadas para sus dientes de leche y lloró cuando su barquito de papel no podía surcar más mares. Sobrevivió a un naufragio y llegó a tierra, donde añadió una vela más a la tarta simplemente para poder soplar un nuevo deseo. "Que empiece el viaje", pidió. Lo escribió en una libreta, porque le habían contado que si los sueños se dicen en alto no se hacen realidad.
Esa niña, que soy yo, se ha hecho mayor.
Ahora comprendo que no entiendo qué es vivir si no es desgastar la suela de los zapatos y las ruedas sobre el asfalto, o quizá es que el mundo no para de girar y yo solo trato de seguir el baile.
Esta es mi historia, mi viaje y mi último baile antes de besar el fuego, enamorarme del incendio y que salte todo por los aires.
[Biografía y sinopsis facilitados por la editorial]
Llego al hotel en el que me había citado con Loreto Sesma para hablar de su último poemario. Junto a una mesa llena de tecnología me encuentro a una chica joven, muy joven, de grandes ojos a través de los cuales se pueden ver sus sueños, hermosa, mujer aún con jirones de niña pero a la que se le intuía una madurez diferente a la que yo tenía a su edad. Se sienta a mi lado, tiene frío y se pone una prenda encima de su vestido que la reconforta. Se la nota segura y cómoda. Sabe moverse.
La charla se inicia y las respuestas se van sucediendo. Pienso: «Sabe lo que quiere», «Tiene las ideas claras». Y con cada pregunta me voy dando cuenta de que esta juventud viene pisando fuerte y que a pesar de la complicada situación económica y laboral que les ha tocado vivir, hay jóvenes que creen en el hoy y que tienen sueños.
Espasa, bajo su sello de reciente acuñación EspasaesPoesía vuelve a publicar un poemario procedente de manos jóvenes,317 kilómetros y dos salidas de emergencia de Loreto Sesma. El formato, del que os hablaré con detalle la semana próxima, es similar al que ya vimos con Siempre Donde Quieras de Diego Ojeda. Yo que nunca fui de poemas, ahora resulta que me gusta esta nueva poesía diferente y original.
Os dejo con la entrevista a Loreto Sesma. Esto es lo que nos contó:
Marisa G.- Loreto llevo varios días escuchando tu libro y al margen de su contenido a mí lo que más me sorprende, y esto te lo habrá dicho mucha gente, es tu edad. Tan joven y con dos poemarios ya en el mercado. Me gustaría saber cómo llega la poesía a tu vida, ¿cuándo empiezas a escribir?
Loreto S.- Escribo desde muy chiquitina. Creo que el primer poema acabado lo escribí cuando tenía 11 años, cuando fui a ver a mi hermano que estudiaba en Bregenz (Austria). En un primer momento no tenía la forma de un poema, no sabía muy bien qué era, pero seguía escribiendo igual y como pasa con todo el mundo que escribe, mis poemas empezaron a coger más forma, se fueron consolidando y cogiendo un patrón cada más definido hasta ser la poesía que es ahora. De hecho, del primer libro al segundo, hay un cambio, los poemas son distintos o la estructura o la forma de escribir.
M.G.- ¿Pero desde un primer momento eran poemas o eran canciones?
L.S.- En un primer momento eran canciones porque yo lo que quería era componer pero me di cuenta de dos cosas o mejor dicho, mi padre, por un lado, me dijo que mis canciones no tenían estribillo por lo tanto eran poemas y no canciones, y por otro lado, yo no iba a poder cantar porque tengo una voz terrible.
M.G.- Y creo que toda esta aventura se inicia cuando abres un canal de YouTube que a día de hoy tiene un montón de seguidores. YouTube está lleno de canales de gente joven hablando de cosmética, de moda,... pero no de poesía. ¿Por qué decides abrir ese canal?
L.S.- Vi un vídeo en YouTube titulado Co-Razones. Era de Escandar, al que consideramos el origen de toda esta nueva corriente poética que hay ahora. En ese vídeo, Escandar recitaba uno de sus poemas. Me pareció una forma muy diferente y original de hacer las cosas. Luego un amigo me animó a hacer lo mismo porque mis poemas se podían parecer en cierta forma a lo que escribía Escandar. Así que por mail le mandé un audio y me dijo que le gustaba mucho como lo hacía y que tenía que intentarlo. Y abrí el canal. Subí un vídeo, dos,... lo dejaba estar. Subía otro de vez en cuando por gusto y de repente, el número de seguidores comenzó a subir, mil cada día, mil cada día,... hasta ahora.
M.G.- Curioso. Pero cuando nosotros pensamos en poesía, y digo nosotros refiriéndome a la gente de mi edad, de cuarenta y algo para arriba, los primeros nombres que se nos vienen a la cabeza son, no sé, Bécquer, Machado, Miguel Hernández,... Pero, tal y como tú has mencionado, ahora hay una nueva corriente poética que está menos encorsertada, que no se adapta tanto a esas pautas clásicas,... La poesía es el género literario que más ha evolucionado con el tiempo. ¿Por qué crees que ha sido así?
L.S.- La poesía y todo se va adaptando a los tiempos en los que se produce. De todos modos tampoco hemos inventado nada nuevo. Alberti ya utilizaba el verso libre y escribía sobre bombillas. Lo único que creo que sí hemos cambiado es el hecho de incorporar esa poesía, que siempre hemos visto en un libro, a las redes sociales. Ese es el único cambio y creo que con eso hemos conseguido ampliar el público, llegar a gente más joven y siempre es el publico joven el que hace más ruido. El lector de poesía de siempre, se compraba su libro, se iba a su casa y allí lo masticaba. Sin embargo, cuando una persona joven va a una librería y se compra un libro, lo primero que hace al ver una frase que le gusta es publicarla en una red social, que es el nuevo boca a boca. Una red social es poder acceder a todo el mundo con un solo clic.
M.G.- Pero me queda una duda. Es una poesía hecha por gente muy joven, pero ¿también está dirigida a gente joven? ¿Crees que un señor de sesenta años que ha leído poesía toda su vida también se sentirá atraído por la poesía que hacéis ahora?
L.S.- Sí.
M.G.- ¿Seguro?
L.S.- Sí. Al fin y al cabo la poesía de lo que trata es de sentimientos, emociones y plasmar una realidad desde el punto de vista del que lo escribe. El que lee poesía lo que está buscando es identificarse de alguna manera con la poesía que está leyendo y eso lo puede conseguir con un poeta clásico o con uno moderno. Otra cosa es que le guste más o menos. Eso depende del criterio de cada uno pero también ocurre con los poetas de toda la vida. Yo prefiero unos poetas clásicos antes que a otros, lo mismo que prefiero unos poetas modernos antes que otros. Pero da igual la edad y da igual el hábito de poesía que tengas porque, al fin y al cabo, la esencia de la poesía es la misma.
M.G.- Vosotros rompéis la figura prototípica del poeta clásico. Sois muy, muy jóvenes, no solo escribís poesía sino que además la recitáis porque estos libros que publica EspasaesPoesía son muy originales, vienen acompañados de un cd de audio. Yo os veo más como cantautores.
L.S.- Pero date cuenta que los poetas clásicos consagrados también fueron jóvenes y esta es la pregunta de siempre: ¿el poeta nace o se hace? Creo que tienes que nacer con una chispa. El poeta, aunque luego se consagre, tiene que tener algo. Por ejemplo, tú lees a Lorca en sus inicios y su poesía es diferente a la que escribió cuando ya era un poeta consagrado.
Lo que nosotros hemos hecho es combinar diferentes artes. Siempre tendemos a etiquetar o a clasificar las cosas y nosotros lo que hemos hecho es juntar todo. En mi caso incluyo el cd con el audio porque quería evocar esa sensación que a veces tenemos cuando oímos música. A veces escuchas una canción y la relacionas con alguien o bien te viene algún recuerdo y a partir de ese momento, cada vez que oigas la misma canción te acordarás de esa persona o de ese recuerdo. Yo quería hacer lo mismo con los poemas.
M.G.- Bueno, este es tu segundo poemario. El primero fue Naufragio en la 338, un libro que tengo entendido que se vendió muy bien. Me pregunto si, siendo tan joven, ¿no te dio vértigo encontrarte con algo que salía de tus manos y tan aceptado por el público?
L.S.- Vértigo no, lo que me dio fue terror (Risas). Me acuerdo que hablaba con Gonzalo, mi representante y le preguntaba qué pasaría si todo salía mal. ¿Quién iba a comprar un libro de Loreto Sesma? Si es que nadie sabe quién es Loreto Sesma... Pero Gonzalo siempre me decía que confiara, que iba a salir bien y salió bien. Y luego surgió la idea de hacer un segundo libro pero, ¿quién va a comprar un segundo libro? Y de repente me llama Espasa. Da mucho vértigo siempre porque tienes miedo a fracasar como le ocurre a todo el mundo, ya sea al escribir un libro, o a la hora de ser madre. Da miendo fracasar en cualquier ámbito profesional. Mi miedo era publicar un libro que se quedara en el olvido o incluso tenía miedo por fallar a las personas que habían apostado por mí, publicando un libro porque publicar un libro conlleva muchísimo trabajo, y más hoy en día, que es un auténtico sacrificio. Pero tuve mucha suerte y la tengo ahora.
M.G.- Y llega este libro, 317 kilómetros y dos salidas de emergencia. Dos libros, dos títulos y dos cifras. ¿Por qué esos números?
L.S.- Bueno, la 338 era el número de mi habitación en la residencia en Pamplona y 317, son los kilómetros que separan Madrid de Zaragoza que son mis dos salidas de emergencia. Da la casualidad que ambos son trescientos y algo pero esto no estaba buscado para nada, aunque de todos modos, también me gustaba la idea de que tuviera cierta unión. Creo que la trayectoria tiene que tener una continuidad. No se trata de publicar un libro y olvidarse de él para meterse en otro, y por eso mi camino es Naufragio, llego a tierra y comienza el viaje. Quiero que sea como una historia, la mía.
M.G.- Y los poemas que encontramos en tus libros, ¿cómo los definirías?, ¿qué caracteriza a tus poemas?
L.S.- Creo que lo que mejor los define es la honestidad brutal, la que duele. El hecho de mirarte al espejo y que no te guste lo que estás viendo pero es lo que hay. Eso es lo que yo he intentado ser siempre, muy sincera y muy honesta porque escribo en primer lugar para mí y procuro ser honesta conmigo misma. A través de mis poemas me voy conociendo.
M.G.- ¿Para ti escribir un poema es darle una vía de escape a las situaciones complicadas que atraviesas?
L.S.- Creo que todo el mundo que empieza a escribir lo hace porque es su forma de desahogarse pero conforme vas escribiendo más y más, acaba siendo una forma de ahogarse. Al principio, cuando te sientes mal, escribes y parece que eso te hace sentir mejor, pero conforme vas cogiendo más forma a la hora de escribir, te vas dando cuenta, o al menos a mí me pasa, de que a veces no sé lo que siento hasta que lo veo escrito y cuando lo veo escrito y sé lo que me está pasando es cuando realmente me duele. Al principio es una vía de escape que luego se va transformando en el incendio.
M.G.- ¿Y ves una evolución desde los poemas del primer volumen a los de este?
L.S.- Sí, lo he notado muchísimo y no solo por lo que me dice la gente sino porque yo misma, al escribirlos, he notado que he cambiado. Con Naufragio... todo era más mariposeo, como yo me imaginaba que era la vida y con Kilómetros reflejo cómo he conocido la vida, más cruda, más tajante. De Naufragio... a Kilómetros, la niña se ha hecho mayor.
M.G.- Antes me hablabas de la música, pero ¿qué te inspira Loreto? La música, tu día a día,...
L.S.- Me inspira la realidad. Creo que todo lo que veo, lo que siento, lo que me pasa a mi, eso es lo que realmente me inspira.
M.G.- Y una curiosidad, ¿qué sueles leer? ¿Solo lees poesía? Imagino que no, ¿no?
L.S.- No, no, no... En mi casa siempre ha habido libros de diferente tipo y fui probando cosas. Mi madre es una loca de las novelas policíacas, a mi hermano le encantan las novelas históricas... Creo que el primer libro que leí entero y me encantó fue Luces de Septiembre de Carlos Ruiz Zafón y a partir de entonces recuerdo que me compré todos los del autor que salían, pero también leo poesía de los clásicos o de compañeros míos como Diego Ojeda, Escandar, Irene X,... Y ahora me he aficionando bastante a las biografías. Me parece una forma muy interesante de conocer a otras personas.
M.G.- Bueno, eres muy joven, estudias periodismo, tienes mucho futuro por delante. ¿Qué vas a hacer con todo ese futuro que te espera?
L.S.- Voy a disfrutarlo y más hoy en día que nunca se sabe dónde vas a estar mañana. Hoy voy a intentar sacarme las castañas, como dice mi madre, y luego mañana ya veré. De momento, estoy con el libro, voy a sacarme la carrera, voy a intentar combinar las dos cosas lo mejor que pueda y luego ya veremos lo que surge.
M.G. Y como última pregunta, hay algunos poetas que a veces prueban con otros géneros. ¿Te has planteado cambiar?
L.S.- Me lo he planteado pero no quiero porque no me siento cómoda en otros géneros. Donde soy más honesta y donde más cómoda me siento es en la poesía porque escribo para mí, para reconocerme y con otros géneros no lo conseguiría.
M.G.- Muy bien Loreto pues lo vamos a dejar aquí. Te deseo mucha suerte y espero poder verte pronto de nuevo.
L.S.- Gracias.
Y hasta aquí la entrevista con Loreto Sesma. Como dije antes, la semana próxima os hablaré sobre el libro para que, aquellos que os gusta la poesía, que sé que estáis ahí, sepáis qué os podéis encontrar en este poemario.