Editorial: Navona.
Colección: Los Ineludibles.
Fecha publicación: septiembre, 2015.
Nº Páginas: 174
Precio: 14,00 €
Género: Novela.
Edición: Tapa dura.
ISBN: 978-84-16259-22-9
Autor
Henry James (Nueva York, 1943 - Londres, 1916), escritor y crítico, era hijo de un renombrado intelectual y hermano del filósofo William James. Enamorado de Europa, fijó en ella su residencia y en muchas de sus obras reflejó con gran penetración psicológica el contraste entre uno y otro continente ejemplarizado en sus personajes, como en Retrato de una dama o en Las bostonianas. Su capacidad analítica y los matices de su exposición lo aproximan y anuncian a Proust: Daisy Miller, Los embajadores, La copa dorada. Escribió veinte novelas, ciento veinte cuentos, una autobiografía y obras de teatro. En su vida social e intelectual frecuentó Turgueniev, Flaubert, Zola y Kropotkin. En 1915 se nacionalizó británico.
Sinopsis
No figura sinopsis en el ejemplar ni en la web.
[Biografía tomada directamente de la web de la editorial]
Hay un dicho popular que viene a decir algo así como que los mejores perfumes se venden en frasco pequeño y eso es lo que ocurre con el libro que os traigo hoy. Los papeles de Aspern es una deliciosa novela de apenas doscientas páginas, una preciosa joya literaria a la que no le hace falta una edición pomposa para brillar con luz propia. Navona aumenta poco a poco su colección de Los Ineludibles y con gran acierto a incluido esta novela de Henry James publicada por primera vez en 1888.
Creo que ya os comenté la sensación que produce en las manos tocar uno de Los Ineludibles.Encuadernados en tela recuerdan a aquellos libros de antaño y es cierto que no es una edición, digamos de lujo, pero os puedo garantizar que en la sencillez está el buen gusto y eso es precisamente lo que nos ofrece esta edición, sencillez y buen gusto.
Pero empecemos a hablar de la novela. Antes de entrar en materia, sorprende que Navona no incluya ni una sola pincelada sobre la biografía del autor. Vale que todo aquel que tenga un mínimo interés por la literatura y la haya ejercitado, conocerá por lo menos de nombre a Henry James, pero a mí me gusta curiosear en la forma en la que cada editorial destaca tal o cual aspecto de un autor. No todas ofrecen la misma información. Pero si me ha sorprendido esto, mucho más lo ha hecho que tampoco encontremos sinopsis alguna. En su lugar, la edición viene acompañada de una faja en papel de cebolla sobre la que se puede leer las impresiones de hombres como Harold Bloom, William Ospina, Gore Vidal. Absolutamente acertado estuvo Italo Calvino al expresar que «Henry James convierte la novela en Arte». Por lo tanto, en esta ocasión está más que justificado que me demore un poco en contaros de qué va esta pequeña gran novela.
Un joven editor viaja a Venecia con la esperanza de conseguir un importante botín. Se trata de unas cartas que el reconocido poeta, atractivo e inteligente, Jeffrey Aspern escribió a su amada Juliana Bordereau cuando ambos eran jóvenes. La Srta. Bordereau es una longeva anciana que vive en la ciudad de los canales junto a su sobrina Tita. Ambas llevan una vida de reclusión dentro de las paredes de un viejo palazzo veneciano, sin compañía ni visitas y con escasos recursos. Se podría decir que ambas viven enterradas en vida. Conociendo la actitud reservada de las damas y el celo con el que la Srta. Bordereau custodia esos papeles, nuestro editor tendrá que valerse de diversas artimañas para llegar al tesoro que anhela, un material inédito cuya publicación supondría un importante logro para su editorial. No obstante, las cosas no salen como se esperaba y las vivencias del editor junto a las dos mujeres desvelarán a unos personajes llenos de matices.
Una de las impresiones más impactantes que he sentido a la hora de leer Los papeles de Aspern es encontrarme con un Henry James muy muy distinto a aquel que escribió Otra vuelta de tuerca. Cierto es que la novela de hoy se publicó casi diez años antes que aquella otra y que por tanto, se pudo producir una evolución hacia ese ambiente tan tenebroso que percibimos en dicha novela. Dejando a un lado si se trata de una falsa impresión, el Henry James de Aspern me ha resultado mucho más nítido, más claro, más mordaz y menos lúgubre. No sabría decir si me ha gustado más, lo que sí es verdad es que, leer a Henry James siempre me ha cautivado.
Los papeles de Aspern es una novela escrita en primera persona y eso nos permite mucha intimidad con el narrador. El lector encontrará a un joven dispuesto a todo por conseguir su objetivo, haciendo uso de ardides bastante criticables y aun así, no he sentido ningún tipo de rechazo, sabiendo qué hilos estaba manejando y qué malos caminos estaba tomando. Considero que, a pesar de que la actitud del narrador deja mucho que desear, el hecho de encontrarme con dos damas envueltas en cierto halo de misterio ha conseguido que excusara el comportamiento tan poco apropiado del narrador. Tanto la Srta. Bordereau como su sobrina me han tenido en vilo durante toda la narración, a la espera de poder descubrir qué hacían siempre encerradas en sus habitaciones incluso en los días de extremo calor cuando se hace necesario salir a la calle a respirar aire fresco, por qué hay un cambio de actitud en ellas y lo más importante, qué induce a la sobrina a proteger al narrador.¿Es acaso amor o es que estaban parapetadas a expensas del momento oportuno para dar un giro enloquecido a la historia? Creo que ambas son más listas de lo que el narrador esperaba.
No obstante, el narrador es un gran ajedrecista también. Sabe colocar con sutileza las piezas en el tablero y moverlas casi sin que nos demos cuenta.
He disfrutado muchísimo leyendo esta novela. Henry James es muy preciso a la hora de describir las emociones humanas, las reacciones, el verbalizar los pensamientos. Da gusto deslizarse por su prosa e ir conociendo a unos personajes llenos de aristas: un narrador astuto que se sentirá acorralado, una joven que al ver la fastuosidad de la ciudad entiende que ha perdido el tiempo y una dama entrada en años que descubre el placer del dinero.
Además hay diálogos cargados de indirectas envenenadas, en los que se aprecia la lucha de poderes entre una astuta anciana y un narrador avispado. Me parece brillante no ya el argumento en sí, sino cómo el autor consigue que los personajes interactúen de manera tan humana, escarbando en su psicología y analizando el comportamiento racional.
Por otra parte, siendo una novela publicada en 1888 es normal que haya diversas referencias al papel que ejercía la mujer de la época, son detalles que en los que me gusta fijarme y que pueden llegar a parecerme hasta divertidos. En Los papeles de Aspern podemos encontrar manifestaciones como «No se supone que sea propio de la naturaleza de las mujeres situarse, por lo general, en el punto de vista más amplio y más liberal, quiero decir, en un proyecto práctico; pero algunas veces me ha impresionado que lancen con singular serenidad una idea atrevida, a la que no habría llegado ningún hombre». [pág. 9]. Sin duda, inteligencia y mujer eran dos conceptos que difícilmente podían conjugar a tenor de lo que acabamos de leer. Pero no queda ahí la cosa.
Henry James nació en Estados Unidos pero prácticamente hizo de Europa su lugar de residencia, solicitando incluso la nacionalidad británica. Es más que probable que estableciera comparaciones entre una nacionalidad y otra, entre una cultura y otra. Esto se puede apreciar ligeramente en Los papeles de Aspern. Hay algunas puntualizaciones sobre la forma de ser y de pensar de los americanos. Las damas protagonistas de esta novela proceden de Estados Unidos pero viven en Venecia hace muchos años y de vez en cuando se dejan caer alguna insinuación sobre lo poco convencional que resultan. Son estos pequeños detalles que bien podrían acercarnos al pensamiento de Henry James o bien, al pensamiento común de los europeos de la época.
Sea como fuere es un placer leer esta novela, no solo por lo que se expresa manifiestamente sino porque lo que se omite o se trata con sutileza. Como muestra, parece ser que el apuesto poeta Aspern, no era precisamente un dechado de rectitud y moralidad. En un momento concreto, el narrador nos insinúa que su relación con la Srta. Bordereau estaba salpicada de ciertos escarceos pero lo mejor de todo es que hay una justificación bastante irrisoria para el comportamiento del poeta.
Esto es todo lo que os quiero contar. El resto es mejor que lo descubráis vosotros. Yo solo os puedo reiterar lo mucho que me ha gustado leer esta novela. Aparentemente puede resultar una historia simple con unos personajes bastante sencillos pero vas descubriendo poco a poco lo que cada uno esconde o puede esconder, especialmente en el caso de las dos damas que para mí han sido protagonistas excepcionales. No dejéis de leerla.
Por cierto, hay adaptaciones al cine. Yo no he visto ninguna pero intentaré poner remedio.
Agradezco a la editorial el envío del ejemplar.