Editorial: Anantes.
Fecha publicación: abril, 2016
Precio: 15,00 €
Género: Narrativa.
Nª Páginas: 155
Edición: Tapa blanda con solapas.
Nª Páginas: 155
Edición: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 978-84-943670-1-4
Autora
Carmen de la Rosa es autora de las novelas El Al Mizar, El inglés de Serón, La Carta de Lucrecia y Amapola 15, además de 25 relatos inéditos y cuentos infantiles, entre ellos, ¡Arre, burro, arre! presentado en la Fundación Zenobia-Juan Ramón de Moguer en el Año de Platero. Escribe en un blog culinari, fruto de sus estudios de gastronomía en Le Cordon Bleu de Londres y de su experiencia como chef en la agencia de publicidad GoYa!, que creó hace una década en la localidad de Heidelberg.
Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense, realizó dos años de Doctorado y un curso de Relaciones Internacionales en el Instituto Ortega y Gasset de Madrid. Obtuvo la licencia de piloto privado y el título de profesora de danza española en el Conservatorio de Murcia.
Nació en Sevilla, en una familia de la burguesía rural. Ha vivido en Sevilla, Almeria, Madrid y Múnich, Hamburgo, Dusseldorf y Londres. Actualmente reside en Heildelberg.
Sinopsis
En el verano de 1981 el Américo Vespucio atracaba en el puerto de Málaga procedente de México portando consigo un Matisse y un misterio: el de la desaparición durante la travesía de Olvido y Mirando Ortiz de Peñarroya, propietarias de un valioso cuadro que ha pertenecido a su familia durante varias generaciones.
A principios del siglo XX, Alberto Ortiz e Isabel de Peñarroya adquieren el lienzo a un marchante parisino durante su luna de miel. A lo largo de todo un siglo el cuadro pasa de mano en mano entre distintos familiares y es testigo de sus peripecias en México, a donde parte de ellos se exilia durante la Guerra Civil Española. A través de las cartas intercambiadas desde ambas orillas del Atlántico, Vita, su madre y su inclasificable abuela mexicana, últimas depositarias del lienzo, reconstruyen el laberinto de fortunas y miserias, infidelidades, celos y alegrías de la familia hasta el presente, en el que se ven en la tesitura de tener que vender el Acuario con peces rojos de Matisse para salvar su negocio de antigüedades.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar] ************************************
Así empieza Acuarios con peces rojos:
[Lectura de las páginas 24, 25 y 26 - Capítulo ;
Música: Dúo para piano y violín (Óscar G. Villegas)]
A Carmen de la Rosa se la puede conocer perfectamente de cerca o de lejos. De origen sevillano, reside actualmente en la ciudad alemana de Heidelberg, a muchos kilómetros de distancia de cualquier ciudad española, pero su carácter y su personalidad permiten sentirla a nuestro lado, nada más comienzas a interactuar con ella a través de las redes sociales.
Desde hace unos años le sigo la pista aunque tan solo he leído un par de sus publicaciones, Amapola 15 (cuya reseña puedes leer aquí) y la novela de la que vengo a hablaros hoy, Acuario con peces rojos. Si algo me gusta de esta autora es el cuidado y el cariño que le pone a todo, a sus publicaciones en Facebook, a sus comentarios, a sus novelas, a sus presentaciones,... siempre con una sonrisa y una palabra amable en los labios. Será ese mismo aire de alegría el que ella transmita en sus novelas, incluso cuando la trama desgrane episodios dramáticos, construyendo historias llenas de ternura y con personajes entrañables.
Acuario con peces rojos es ni más ni menos que la historia de una familia, la de los Ortiz Peñarroya, contada a través de unas cartas que diversos miembros se fueron escribiendo y enviando con el paso de los años. Se tratará de una familia en la que siempre estará presente un cuadro, una pieza pictórica de más valor del que inicialmente se podía pensar, ese Acuario con peces rojos que será testigo de las vicisitudes de la familia década tras década.
La encargada de relatar las peripecias familiares será Lupe, una mujer de sesenta años, aquejada de hepatitis y que regenta un negocio de antigüedades en Málaga. Como si de las Mil y una noches se tratara, Lupe se encargará de poner a su hija Vita al corriente de todas las vivencias de la familia y como si de una madura Sherezade se tratara, irá hilando una historia con otra, día tras día, para mantener el interés de su hija y, de paso, el de los lectores.
Las cartas y los recuerdos nos hará remontarnos muy atrás en el tiempo, cuando los bisabuelos - Alberto Ortiz e Isabel Peñarroya-, se conocieron y contrajeron matrimonio. Fue precisamente durante la luna de miel cuando adquirieron el cuadro, ese legado que ha pasado de mano en mano y siempre ha permanecido en la familia.
Los hijos llegarán al matrimonio como también lo hará la guerra civil, momento complicado para la familia pues son gente de ideas liberales y demócratas, activistas en el círculo de la política pero siempre con una fuerte tendencia al izquierdismo. Para librarse de una muerte asegurada, algunos de los Ortiz Peñarroya huirán a Francia, donde les esperaba Argelés-Sur-Mer con lo que eso conllevaba, un campo de internamiento en malísimas condiciones más que un refugio. Posteriormente viajarán a México donde rehacerán su vida no sin dificultades.
La trama que Carmen de la Rosa nos propone se mueve con suave vaivén entre el pasado y el presente.A las aventuras y desventuras de los antepasados familiares en México, donde encontrarán éxitos y fracasos, amores y desamores, además de pasiones, celos e infidelidades, se unirá casi de manera alternativa la vida cotidiana de Lupe y su hija Vita, por lo que se podría decir que existen dos voces narrativas. Por un lado, Lupe y las cartas que nos hablan del pasado. Por otro, Vita que nos ayuda a comprender el presente. Esta última reside en Madrid junto con a su abuela mexicana Guadalupe, que bien merece un aparte, y ocasionalmente visitará a su madre en Málaga donde será testigo de las historias familiares. De la actualidad destacan historias llenas de humor que, en ocasiones rozan lo histriónico, con un elenco de personajes dispares, excéntricos y muy carismáticos pero también será reflejo de los días que nos ha tocado vivir, donde la crisis campa a sus anchas y las personas nos asomamos al mundo a través de las nuevas tecnologías.
Numerosos son los personajes que transitan por las algo más de ciento cincuenta páginas que tiene la novela. De todos ellos, la que más llamativa me ha resultado es la abuela Guadalupe, una mujer mexicana que no posee parangón. Enérgica, vital, moderna, sin pelos en la lengua y a la última, sus ochenta años solo figuran en su documento de identidad pues esta mujer es un terremoto que lo alborota todo a su paso. Simpático y muy divertido es verla moverse por las redes sociales, buscando partenaire en Meetic o bien embarcada en el mundo vintage. A su lado, y junto a su mejor amiga, Mariona, una pitonisa que se dedica a editar libros, los lectores vivirán alguna que otro episodio aventurero.
Y aunque en las novelas de Carmen de la Rosa no faltan los personajes masculinos, siempre son las mujeres las que llevan la voz cantante. Lupe, Vita, Miranda, Olvido, Isabel, Isabella,... Mujeres de ayer y hoy perfectamente dibujadas, engarzadas en su época y que nos transportarán.
Con veintidós capítulos titulados y una prosa cercana, Acuario con peces rojos se inicia con un prólogo cargado de suspense. En el verano de 1981 parte de la familia que había hecho su vida en México regresa a España pero pisan el puerto de Málaga con un desgraciado suceso a las espaldas. Dos de los tres miembros que habían viajado en el Americo Vespucio han desaparecido, como si se hubieran volatizado, dejando algunas pistas tras de sí que hace pensar que se han caído por la borda.
Este inicio tan prometedor nos puede inducir a pensar que estamos ante una novela de misterio, y por supuesto alguna incógnita habrá que resolver, pero Acuario con peces rojos es eminentemente una saga familiar, quedando un poco difuminado en el espacio el caso de desaparición pues la trama no gira exclusivamente alrededor de este hecho. En cualquier caso, será un asunto que volverá a ser retomado y debidamente resuelto.
Sin duda ha sido una lectura amena, con buen ritmo y muy entretenida en la que los diversos ingredientes combinan perfectamente. Una pieza clave será el humor a pesar de que también se relata alguna desgracia pero es que esta novela refleja esa mezcla propia de la vida y de ahí que la trama nos resulte tan cercana y los personajes tan queridos.
Vuelvo a recalar gratamente en una novela de Carmen de la Rosa y vuelvo a disfrutar de la lectura de sus historias. De sobra está decir que recomiendo Acuario con peces rojos si quieres acercarte a una historia familiar donde hay un poquito de todo y cuya lectura te resultará tan agradable. Estoy convencida de que no será la última novela que lea de la autora, ni la última vez que recomiende una publicación suya.
[Algunas imágenes e ilustraciones tomadas de Google]
Retos:
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