Editorial: Planeta.
Fecha publicación: noviembre, 2016
Precio: 21,90 €
Género: Novela.
Nª Páginas: 768
Edición: Tapa dura con sobrecubiertas.
Nª Páginas: 768
Edición: Tapa dura con sobrecubiertas.
Autor
Marcos Chicot (Madrid, 1971) es licenciado en Psicología Clínica, Psicología Laboral y Económicas. Está casado y tiene dos hijos: Lucía (2009) y Daniel (2012).
Tiene en su haber tres novelas publicadas: El asesinato de Pitágoras, La Hermandad y Diario de Gordon. A lo largo de su carrera literaria ha ganado el Premio de Novela Francisco Umbral, el Premio Rotary Internacional de Novela y, con El asesinato de Pitágoras, obtuvo el Premio per la Cultura Mediterranea 2015 a la mejor novela publicada en Italia. Por este mismo título, la ciudad de Crotona le ha otorgado la distinción Encomio Solenne, y en formato digital ha sido la novela en español más vendida del mundo en el periodo 2013-2016.
Pertenece a la organización Mensa y dona el diez por ciento de lo que obtiene con sus novelas a fundaciones de ayuda a personas con discapacidad.
Sinopsis
Grecia, siglo V a. C.
Un oscuro oráculo vaticina la muerte de Sócrates.
Un recién nacido es condenado a morir por su propio padre.
Una guerra encarnizada entre Atenas y Esparta desangra Grecia.
El asesinato de Sócrates recrea magistralmente la época más extraordinaria de nuestra historia. Madres que luchan por sus hijos, amores imposibles y soldados tratando de sobrevivir se entrelazan de un modo fascinante con los gobernantes, artistas y pensadores que convirtieron Grecia en la cuna de nuestra civilización. A lo largo de las páginas de esta absorbente novela, brilla con luz propia la figura inigualable de Sócrates, el hombre cuya vida y muerte nos inspiran desde hace siglos, el filósofo que marca un antes y un después en la historia de la humanidad.
[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]
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[Lectura de las páginas 17 y 18;
Música: Ancient Greek Music - The Lyre of Classical Antiquity... - Michael Levy]
Cuando me enteré que Marcos Chicot quedaba finalista del Premio Planeta me alegré enormemente por él. Siempre he creído que en esta vida la lucha y el tesón tienen su recompensa y una prueba fehaciente es la trayectoria de este autor, que tímidamente comenzó a darse a conocer entre los blogueros y casi lo hemos visto ir creciendo. En el fondo, y esto es algo que me consta que él también cree, hemos sido compañeros de su viaje. Y si me alegré cuando quedó finalista del Planeta, más me alegré cuando llegó a mis manos la novela, El asesinato de Sócrates.
No se dan con demasiada frecuencia las circunstancias precisas para desear leer un libro con afán desmedido, sin embargo, con El asesinato de Sócrates se cumplen todas las premisas.La temática de esta novela, su título y su portada nos trasladan a la Grecia clásica, donde un oráculo vaticina la muerte de Sócrates, el inigualable filósofo griego. Ese será el punto de partida de un argumento fascinante que nos trasladará como digo a la Época Clásica (499 a.C. – 323 a.C.) que bien pudiera ser el período más extraordinario de la historia de la humanidad. Todo alcanzó cotas hasta entonces inimaginables: la medicina, el arte, la política, la filosofía… De todo ello, el centro fue Atenas. En este contexto histórico comienza nuestra aventura, con la inquietante visita al oráculo de Delfos por parte de uno de los amigos de Sócrates, Querefonte. Ansioso por conocer, obtendrá respuesta a su pregunta sobre la muerte que le espera al filósofo, y su conocimiento marcará el resto de la obra…
El comienzo es genial cargado de intriga. Poco a poco iremos conociendo a los protagonistas que pulularán por toda la novela. Aunque sus vidas corren en Estados diversos (Esparta, Atenas…), Marcos permitirá, haciendo uso una vez más de su maestría, que sus caminos se crucen para tejer y dotar de consistencia al argumento novelístico. En un ambiente de eterna rivalidad entre Atenas, Esparta, Tebas y tantas ciudades estadoque componían la antigua Grecia, conoceremos sus sociedades, sus vidas familiares y costumbres, sus miserias humanas y también sus virtudes.
La lectura será muy sugerente y enseguida nos atrapará. A esto ayudará muchísimo el estilo ágil y ameno de Marcos y que los capítulos vayan saltando de un escenario a otro. Y aquí es donde hay que resaltar una de las muchas virtudes que atesora el autor: con su escritura, hace sentirnos casi físicamente entre las columnas del Partenón, pasear por la Acrópolis, por entre sus templos y sus calles, vivir según las costumbres griegas en sus casas (y según dónde, pues las diferencias sociales entre Esparta y Atenas eran notables), sus debates políticos, estar presentes en unos Juegos Olímpicos en Olimpia… A su vez, cuando toca preparar una batalla–espeluznante relato de la batalla de Delio-, bien en tierra bien en el mar, Marcos nos hace sentir el miedo de la lucha, nos hace oler la guerra; si surge una epidemia de peste, sentimos sus secuelas en nuestro propio cuerpo. Por lo que podéis ver, no importa que cambiamos de escenarios, de paisajes, de personajes, o pasemos de la paz a la lucha porque algo que me ha llamado la atención, y aquí hago un inciso, es ver cómo todos los hombres, fueran más o menos pacifistas, eran llamados a guerrear cuando así fuere preciso. Y así, veremos tanto a Sócrates, como a sus amigos Querefonte, Eurípides o Eurímaco, en más de una batalla y sitio a reinos enemigos. El deber para con los tuyos no admitía réplica alguna. Pero retomo la idea previa, en cualquier momento y situación parece que nos hemos trasladamos al lugar en cuestión en forma de holograma para vivir en primera fila todo lo que ocurre en la novela.
Ni que decir tiene que se nota a leguas que el autor se ha documentado a conciencia. No es algo que sorprenda a los que ya hemos leído algo de Marcos Chicot previamente. Sabemos que se zambulle en la época que le toca escribir y tiene un poderoso conocimiento de la materia. Es de agradecer, además de ser de gran mérito por su parte, que vuelque todo ese caudal de conocimiento de manera maleable; es decir, vamos a aprender sobre la cultura griega, sobre su forma de vida, sobre la democracia, sobre la Historia con mayúsculas o sobre las guerras que libraron Atenas y Esparta por el dominio del mundo griego de una manera amena y entretenida. Vamos a conocer personajes históricos –artistas, militares, filósofos, gobernantes- y, todo ello, disfrutando de su lectura, sin caer en un pesado ensayo filosófico ni un insoportable relato histórico para eruditos. El interés de Marcos no ha sido soltar todo ese trabajo documental sin ton ni son, sino que ha pretendido que el lector vaya adquiriendo esos conocimientos casi sin darse cuenta.
Pero no quiero demorar por más tiempo hablar del personaje que supone el epicentro de la novela. Sócrates asoma a estas páginas como un hombre que no ha dejado de granjearse enemigos simplemente por decir verdades como puños. Como aportan algunas notas que salpican el relato, no es de extrañar que Sócrates sea catalogado como padre del Humanismo o de la filosofía moral.Él destaca el valor del ser humano y otorga una gran importancia a la educación. Intentó preparar a los que iban a ser los futuros gobernantes inculcándoles valores tan esenciales como la verdad, la justicia y el bien. Y, si en su vida Sócrates se fue rodeando de enemistades por decir cosas como estas, no sería muy equivocado pensar que, hoy en día, también hubiera tenido un amplio elenco de opositores y enemigos de ética y moral dudosa…
En cuanto al desenlace no puedo decir más que me ha resultado muy emocionante, sin perder de vista el vaticinio que realizó el oráculo al comienzo de la novela… Cada uno podrá hacer las conjeturas que quiera durante su transcurso pero, a mí personalmente, me sorprendió mucho.
Hablaba yo al principio que la novela está jalonada de personajes, y es una de las riquezas de la misma. Madres, padres, hijos, matrimonios, amigos, soldados, gobernantes… todos perfectamente acomodados y acoplados en su trama. A Perseo lo conoceremos desde su nacimiento, y será uno de los grandes protagonistas junto con su mujer Casandra, su madre Deyanira, el pérfido Aristón, los amigos de Sócrates y su discípulo Platón, Calícrates, Alcibíades, Pericles, Jantipa, Anito…
Escrito en tercera persona, estructuralmente el libro está dividido en seis partes, cada una de las cuales comprende un espacio de tiempo, a lo que se le añade un prólogo. Mención especial también los mapas que aparecen en las primeras páginas, de un gran rigor, y de gran utilidad en el transcurso de la novela. Recomendable también entrar en la web del autor, donde en la sección correspondiente ha introducido un recorrido con imágenes y comentarios, lo cual supone un magnífico complemento gráfico al libro.
En definitiva, y después de haber leído El asesinato de Pitágoras y El asesinato de Sócrates, me quedaba la duda de si se atrevería Marcos con un nuevo asesinato al ver aparecer a Platón, discípulo que fue, como ya comenté anteriormente, del gran Sócrates… En la Carta a mis lectores del final de la obra, totalmente recomendable además de ser realmente emotiva, creo que quedó resuelta…
¿Habrá que esperar mucho tiempo a la nueva publicación de Marcos Chicot? Solo él lo sabe. Mientras tanto, no solo te animo a leer El asesinato de Sócrates sino que te invito a descubrir a este autor desde sus primeras publicaciones. No te va a defraudar.
La lectura será muy sugerente y enseguida nos atrapará. A esto ayudará muchísimo el estilo ágil y ameno de Marcos y que los capítulos vayan saltando de un escenario a otro. Y aquí es donde hay que resaltar una de las muchas virtudes que atesora el autor: con su escritura, hace sentirnos casi físicamente entre las columnas del Partenón, pasear por la Acrópolis, por entre sus templos y sus calles, vivir según las costumbres griegas en sus casas (y según dónde, pues las diferencias sociales entre Esparta y Atenas eran notables), sus debates políticos, estar presentes en unos Juegos Olímpicos en Olimpia… A su vez, cuando toca preparar una batalla–espeluznante relato de la batalla de Delio-, bien en tierra bien en el mar, Marcos nos hace sentir el miedo de la lucha, nos hace oler la guerra; si surge una epidemia de peste, sentimos sus secuelas en nuestro propio cuerpo. Por lo que podéis ver, no importa que cambiamos de escenarios, de paisajes, de personajes, o pasemos de la paz a la lucha porque algo que me ha llamado la atención, y aquí hago un inciso, es ver cómo todos los hombres, fueran más o menos pacifistas, eran llamados a guerrear cuando así fuere preciso. Y así, veremos tanto a Sócrates, como a sus amigos Querefonte, Eurípides o Eurímaco, en más de una batalla y sitio a reinos enemigos. El deber para con los tuyos no admitía réplica alguna. Pero retomo la idea previa, en cualquier momento y situación parece que nos hemos trasladamos al lugar en cuestión en forma de holograma para vivir en primera fila todo lo que ocurre en la novela.
Ni que decir tiene que se nota a leguas que el autor se ha documentado a conciencia. No es algo que sorprenda a los que ya hemos leído algo de Marcos Chicot previamente. Sabemos que se zambulle en la época que le toca escribir y tiene un poderoso conocimiento de la materia. Es de agradecer, además de ser de gran mérito por su parte, que vuelque todo ese caudal de conocimiento de manera maleable; es decir, vamos a aprender sobre la cultura griega, sobre su forma de vida, sobre la democracia, sobre la Historia con mayúsculas o sobre las guerras que libraron Atenas y Esparta por el dominio del mundo griego de una manera amena y entretenida. Vamos a conocer personajes históricos –artistas, militares, filósofos, gobernantes- y, todo ello, disfrutando de su lectura, sin caer en un pesado ensayo filosófico ni un insoportable relato histórico para eruditos. El interés de Marcos no ha sido soltar todo ese trabajo documental sin ton ni son, sino que ha pretendido que el lector vaya adquiriendo esos conocimientos casi sin darse cuenta.
Pero no quiero demorar por más tiempo hablar del personaje que supone el epicentro de la novela. Sócrates asoma a estas páginas como un hombre que no ha dejado de granjearse enemigos simplemente por decir verdades como puños. Como aportan algunas notas que salpican el relato, no es de extrañar que Sócrates sea catalogado como padre del Humanismo o de la filosofía moral.Él destaca el valor del ser humano y otorga una gran importancia a la educación. Intentó preparar a los que iban a ser los futuros gobernantes inculcándoles valores tan esenciales como la verdad, la justicia y el bien. Y, si en su vida Sócrates se fue rodeando de enemistades por decir cosas como estas, no sería muy equivocado pensar que, hoy en día, también hubiera tenido un amplio elenco de opositores y enemigos de ética y moral dudosa…
En cuanto al desenlace no puedo decir más que me ha resultado muy emocionante, sin perder de vista el vaticinio que realizó el oráculo al comienzo de la novela… Cada uno podrá hacer las conjeturas que quiera durante su transcurso pero, a mí personalmente, me sorprendió mucho.
Hablaba yo al principio que la novela está jalonada de personajes, y es una de las riquezas de la misma. Madres, padres, hijos, matrimonios, amigos, soldados, gobernantes… todos perfectamente acomodados y acoplados en su trama. A Perseo lo conoceremos desde su nacimiento, y será uno de los grandes protagonistas junto con su mujer Casandra, su madre Deyanira, el pérfido Aristón, los amigos de Sócrates y su discípulo Platón, Calícrates, Alcibíades, Pericles, Jantipa, Anito…
Escrito en tercera persona, estructuralmente el libro está dividido en seis partes, cada una de las cuales comprende un espacio de tiempo, a lo que se le añade un prólogo. Mención especial también los mapas que aparecen en las primeras páginas, de un gran rigor, y de gran utilidad en el transcurso de la novela. Recomendable también entrar en la web del autor, donde en la sección correspondiente ha introducido un recorrido con imágenes y comentarios, lo cual supone un magnífico complemento gráfico al libro.
En definitiva, y después de haber leído El asesinato de Pitágoras y El asesinato de Sócrates, me quedaba la duda de si se atrevería Marcos con un nuevo asesinato al ver aparecer a Platón, discípulo que fue, como ya comenté anteriormente, del gran Sócrates… En la Carta a mis lectores del final de la obra, totalmente recomendable además de ser realmente emotiva, creo que quedó resuelta…
¿Habrá que esperar mucho tiempo a la nueva publicación de Marcos Chicot? Solo él lo sabe. Mientras tanto, no solo te animo a leer El asesinato de Sócrates sino que te invito a descubrir a este autor desde sus primeras publicaciones. No te va a defraudar.
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