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ENTREVISTA a HÉCTOR CASTIÑEIRA o "Enfermera Saturada" (Suero de una noche de verano).

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Enfermera Saturada se define como una enfermera española que busca hacerse un hueco en la sanidad. Empieza los turnos en planta, baja a la UCI, sube a prematuros y termina en urgencias. Esta enfermera se maneja como pocas en las redes sociales, desde donde a diario decenas de miles de personas ven cómo repasa, con humor y descaro, la actualidad de su hospital y la de cualquier hospital de España.

megustaleer - Suero de una noche de verano - Enfermera SaturadaSinopsis

¿Cansada de los interminables turnos de noche? ¿Tu supervisora no paga el bote del café y desayuna tres veces? ¿No soportas a esa compañera que se esconde en el baño cuando timbra el paciente aislado? ¿Tu tutora te manda tomar tensiones con el manguito que no pega?

¡No sufráis más!

¡La Florence Nightingale de las redes sociales ha vuelto a ponerse el pijama!

Este libro no os sacará de hacer noches, pero al menos hará que las hagáis con una gran sonrisa.

Bienvenidas de nuevo al mundo de la enfermería con humor,
bienvenidas al mundo de Enfermera Saturada.

[Biografía y sinopsis tomadas directamente de la web de la editorial]


************************************

A estas alturas ya sabemos todos, o casi todos, que tras el nombre de Enfermera Saturada se encuentra Héctor Castiñeira, un joven gallego, enfermero de profesión que un día se le ocurrió comenzar a contar historias del mundo sanitario bajo el prisma del humor. Inició su andadura con La vida es suero y desde entonces no ha dejado de hacernos reír con las ocurrencias de ese personaje que él creó y que le da una vuelta cómica a la vida hospitalaria.

Tras tres libros publicados, Héctor vuelve al ataque con Suero de una noche de veranoy aprovechando que venía a Sevilla de promoción, tuve la oportunidad de sentarme a charlar con él. Esto es lo que nos contó.



Marisa G.- Héctor que sepas que me he leído todos tus libros y están reseñado en el blog desde antes de saber que nos íbamos a ver.

Héctor C.- Qué bien.

M.G.- Es más, recientemente me leí Las uvis de la ira y mirando la web de la editorial descubrí que estabas a punto de sacar otro libro.

H.C.- Sí, acaba de salir este Suero de una noche de verano.

M.G.- Bueno pues esto te lo habrán preguntado mil veces pero como es la primera vez que nos sentamos juntos, yo quiero saber cómo surge todo esto de Enfermera Saturada, cómo nace el personaje.

H.C.- Pues mira todo esto empieza en febrero de 2012 y concretamente en Twitter. Yo quería compartir todo lo que veía en el día a día de la profesión, anécdotas con los pacientes, con los familiares, con los médicos,... todo lo que comentas durante el turno y en el relevo con los restantes compañeros pero sin salir fuera. Me parecía una pena no contarlo de alguna manera a las personas ajenas al sector, así que empecé a compartir estas pequeñas historias en Twitter. También pensé que sería mucho más divertido hacerlo a través de un personaje y creé a una enfermera, simplemente por una cuestión de mayoría. En España somos unos trescientos mil enfermeros y enfermeras pero casi el 90% son mujeres, por eso cuando uno piensa en la figura de la enfermería lo asocia a una mujer. Así surge lo de Enfermera y lo de Saturada pues por los contratos, por la precariedad, por la supervisora,... Saturada de todo y por todo. Y así quedó. Para nada pensé que todo aquello diera para publicar un libro y mucho menos que llegara a publicar cuatro...

M.G.- Esta enfermera ha tenido mucho tirón. ¿Y cuáles son las características que la definen? Los que la hemos leído sabemos que es una mujer con mucho sentido del humor, algo cotilla,... ¿no?

H.C.- (Risas) Sí, y un poquito de mala leche también. Satu podría ser cualquier enfermera de cualquier hospital de España, por eso la gente se identifica con el personaje. Es una enfermera eventual y sufre lo que sufrimos todos en su misma situación, los recortes, las eventualidades, el hecho de estar cada día en un hospital o centro sanitario distinto, pero que le gusta mucho su profesión, el trato con el paciente, le gusta cuidar, le gusta llevar el humor a su día a día, a los hospitales porque creo que los conceptos de humor y sanidad deben ir unidos. Cuando uno está ingresado en un hospital, salvo para dar a luz, no está por gusto y por eso es mucho mejor que alguien te atienda con una sonrisa, que te haga sentir mejor. Se hace todo más llevadero. 

M.G.- Llevas ya cuatro libros, ¿temes que se agoten las anécdotas o el mundo sanitario es un pozo sin fondo?



H.C.- Bueno yo llevo una libretita en el pijama donde voy anotando todas estas cosas que se me ocurren o las anécdotas que ocurren en el día a día. Nunca faltan cosas que anotar porque los pacientes suelen venir muy nerviosos al hospital y fruto de ese nerviosismo surgen situaciones curiosas. Así que, entre las cosas que me pasan a mí y las cosas que le pasan a mis compañeras -que por cierto me llaman Satu (risas)- y las que me hacen llegar otras enfermeras a través de las redes sociales tengo material suficiente. Así que al final, el personaje, que empezó siendo mío, ahora es ya un personaje que se alimenta de otras muchas personas.

M.G.- Entonces, todas estas cosas que tú cuentas en los libros tienen un trasfondo real, no es fruto de la invención.

H.C.- No, no. Sí que es real. A ver, está exagerado para hacer reír pero, o me ha ocurrido a mí o a alguna compañera.

M.G.- Bueno pero en este último libro cuentas algún que otro episodio paranormal, como esos timbres que suenan en habitaciones desocupadas.

H.C.- Suceden y más a menudo de lo que te puedas imaginar. Eso me pasó a mí y lo conté una vez en redes sociales y hubo muchos compañeros que me dijeron que les ocurría lo mismo en hospitales distintos. Será el espíritu de algún paciente llamando al timbre.

M.G.- Lo paranormal es que en un hospital público  haya camas libres. (Risas)

H.C.- (Risas) ¡Es verdad! Tienes toda la razón.

M.G.- Héctor, en tus libros hay mucho humor pero también tocas temas serios. En tu profesión estáis muy en contacto con el dolor ajeno, con la muerte y en este libro haces una pequeña reflexión sobre ese tema.

H.C.- Sí, en este libro me apetecía hacer algunas pequeñas reflexiones y reivindicar desde el humor algunas cuestiones que para mí fallan. Cuando uno estudia Enfermería le enseñan los conocimientos científicos que va a necesitar en su trabajo pero no te enseñan cómo enfrentarte a esas situaciones y cómo sobrellevarlas para que los dolores ajenos que sufres, que ves y terminan afectándote, por eres humano, no te los lleves a casa. Un día y otro y otro,... es duro y cada uno tiene que crearse su propio escudo. En mi caso yo me escudo en el humor, reírme hasta de mí mismo, y me apetecía hacer esa reflexión, acercar la profesión a la gente ajena al mundo sanitario.

M.G.- Entiendo. No deber ser fácil. 

Los libros anteriores estaban prologados. El primero por Señorita Puri, el segundo por Luis Piedrahita, el tercero parece que era la propia Enfermera Saturada quien hacía el prólogo... En este has optado por prescindir del prólogo.

H.C.- Sí porque en este libro cambia incluso el formato. En los anteriores había muchos capítulos pero mucho más breves, no tan hilados... En este he querido construir un sueño, como dice el propio título. Ese suero de verano hace referencia a ese sueño, a ese contrato de tres meses de verano que todos los eventuales estamos deseando. Eso para nosotros es un sueño de verano. Así que el libro empieza cuando llaman a Satu le dan el contrato de verano y finaliza el mismo día en que ese contrato se le acaba. Realmente no había lugar a hacer prólogo ni introducción.

M.G.- Y también cambian las ilustraciones porque si no me equivoco en los anteriores eran a dos tintas y en esta ocasión se emplea el color.

H.C.- Sí, efectivamente. A nivel de edición esa es la principal novedad que tiene este libro respecto de los otros. Clara, la ilustradora, ha vuelto a hacer un gran trabajo y verlos a color luce mucho más. Esto ha sido cosa de la editorial y yo encantado.

M.G.- Otra novedad más. Incorporas unos apéndices en plan pasatiempos,...

H.C.- Sí, me propusieron la idea de hacer algo diferente e incluí esas cuatro actividades para volver a cerrar el libro con humor, después de alguna que otra reflexión seria, como ya hemos comentado.

M.G.- Lo que yo advierto en este libro Héctor es que quizá sacas a la luz el lado más personal de Satu. En esta ocasión ella habla de sus antiguos amores, de la añoranza que siente por la tierra cada vez que le toca trabajar fuera,... No sé si es solo impresión mía.

H.C.- No, no, es así. Es lo que pretendía también. No quería hablar de Satu únicamente como enfermera y contar solo sus vivencias dentro del hospital sino que quería sacarla fuera y contar más de su vida, hablar de sus vecinas por ejemplo,... Quería mostrar cómo era su vida más allá del trabajo.

M.G.-  Las vecinas tienen gracia pero también hay personajes secundarios que se repiten en todos tus libros como por ejemplo esa señora de la bolsa de empleo o las temidas supervisoras. ¡Son como el monstruo de las galletas!

H.C.- (Risas) Mi supervisora cada vez que lee un libro me pregunta si hablo de ella... Siempre le respondo que no, claro. Y sí, sigo tocando esos personajes clásicos como la mujer de la bolsa de empleo, para nosotros una santa, siempre estamos deseando que nos llame para darnos un contrato y luego pues la supervisora que como jefa que es  hay que criticarla. Eso nos pasa a todos. Pero de todos modos, creo que en el libro se nota que en el fondo se le tiene cariño.

Resultado de imagenM.G.- Y Florence Nightingale que debe ser la crême de la crême en el mundo de la enfermería.

H.C.- Es que es la precursora de la enfermería moderna y cada vez que pasa algo, nos encomendamos a ella. Es la patrona.

M.G.- Algo que me gusta mucho en tus libros son esos listados, esas clasificaciones ya sea sobre los tipos de enfermos, los tipo de familiar del enfermo,... Eres muy dado a enumerar. Y este libro, algo que me ha parecido muy divertido, es ese análisis que haces del ser humano en función de nuestra reacción cuando vemos una ambulancia. Te advierto que yo soy muy rompetechos.

H.C.- (Risas) Bueno eso concretamente es un reflejo de mis vivencias personales. En el último año he trabajado mucho en ambulancias y he podido analizar esas reacciones cuando llevamos la sirena puesta, cómo actúa cada persona cuando ve una ambulancia, como el rompetechos que intenta colaborar, apartar su vehículo y al final termina atravesando el coche y no nos deja pasar, o al que le da igual porque como no va dentro de la ambulancia pues pasa y no se aparta. Hay de todo. Me apetecía hacer ese análisis sociológico de nuestras reacciones.

M.G.- Pero eso dice mucho de ti. Denota que eres muy observador.

H.C.- Sí, creo que lo soy. Me gusta fijarme en las cosas de mi alrededor para luego sacar ese pequeño análisis que llevar a los libros.

M.G.- Oye, ¿y cómo encajan tus compañeros de trabajo todo esto? ¿A alguien le ha molestado alguna vez ese punto exagerado de la profesión?

H.C.- A ver, cuánta más gente te lee a más gente le puedes gustar pero también a más gente le puedes incordiar. No se puede gustar a todo el mundo y sí que es verdad que a algunas personas no le hace gracia estos libros pero por suerte son una minoría. Ellos preferirían algo más riguroso o bien que no les parece correcto mezclar humor y sanidad. Hay de todo pero en general, la gran mayoría de los enfermeros y enfermeras que me leen se ven muy identificados con las historias que cuento, les gustan las historias de Satu y reaccionan bien. Lo importante es que la gente se lo pase bien. Es lo que pretendo.

M.G.- ¿Y tienes en mente seguir esta trayectoria?

H.C.- Historias siempre hay. Como te digo, yo siempre llevo esa libretita para mis anotaciones. Ahora mismo me he vaciado totalmente pero seguro que más adelante surgirán nuevas anécdotas que contar y ojalá dentro de un año venga presentando el siguiente.

M.G.- Pero Héctor, ¿vamos a ver alguna vez a Satu con plaza fija? Es que la pobre no hace más que dar tumbos.

H.C.- ¡Ojalá! De todos modos va evolucionando poco a poco. En el primer libro Satu estudiaba enfermería, luego la mandé a trabajar a Reino Unido y en este libro ha tenido un contrato de verano, algo es algo. A ver si tiene suerte y consigue esa plaza y ¡el creador también! (Risas)

M.G.- (Risas) Eso te quería preguntar, si había paralelismo.

H.C.- (Risas) Lo hay, lo hay. Es así.

M.G.- Vaya, pues ánimo y suerte. Héctor muchas gracias por tu tiempo. Ha sido un placer conocerte por fin y espero seguir disfrutando de Enfermera Saturada.

H.C.- Gracias a ti.



Y así termina la entrevista a Héctor Castiñeira. Quién le iba a decir a él que el primer tuit que colgó en 2012 iba a tener estas consecuencias. Ojalá seguimos leyendo las ocurrencias de Enfermera Saturada por mucho tiempo. Y mientras llega con nuevas aventuras, en breve os contaré mis impresiones sobre Suero de una noche de verano.


 

[Algunas ilustraciones e imágenes tomadas de Google]






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