Editorial: Autoeditado.
Fecha publicación: octubre, 2017.
Precio: 9,97 €
Género: Romántica.
Nº Páginas: 236
Encuadernación: Tapa blanda.
ISBN: 9781977843074
[Disponible en eBook]
Mónica Gutiérrez Artero nació en Barcelona y es licenciada en Periodismo y en Historia. Ha sido galardonada con varios premios y menciones en concursos de narrativa breve y poesía, y desde hace unos años también escribe novela. Es autora de cuatro novelas: "Cuéntame una noctalia" (2012), "Un hotel en ninguna parte" (2014), "El noviembre de Kate" (2016) y "La librería del señor Livingstone" (2017). En la actualidad administra un blog literario, Serendipia, en donde comenta lecturas, lleva a cabo actividades culturales de diversa índole y recoge las opiniones de los lectores sobre sus novelas. Colabora como articulista en otros blogs e imparte un taller de novela feelgood.
Sinopsis
Agnes Martí es una arqueóloga en paro que se ha mudado a Londres en busca de una oportunidad laboral. Una tarde, desanimada y triste por su poco éxito profesional, tropieza en el corazón del barrio del Temple con el pomo de una puerta en forma de pluma, el sonido de unas lúgubres campanillas y el hermoso rótulo azul de Moonlight Books. La librería, regentada con encantador ceño fruncido por Edward Livingstone, debe su nombre a un espectacular techo de cristal que permite contemplar la luna y las estrellas en las noches despejadas. Intrigada por la personalidad y el sentido del humor del señor Livingstone, Agnes decide aceptar la oferta de convertirse en ayudante del librero mientras continúa su búsqueda de trabajo. El té de la tarde en el rincón de los románticos, las visitas de Mr. Magoo, las conversaciones con la bella editora de Edward, las cenas junto a la chimenea del Darkness and Shadow y la buena lectura convencerán a Agnes de que la felicidad está en los pequeños detalles cotidianos. Pero aunque Moonlight Books podría parecer un oasis de paz en el acelerado Londres, las extrañas campanillas de su puerta darán paso a los sucesos más inesperados: una noche de tormenta, el inspector John Lockwood...
La autora de 'Un hotel en ninguna parte' y 'El noviembre de Kate' vuelve con una comedia libresca muy feelgood
[Información tomada directamente de Amazon]
Así empieza La librería del señor Livingstone:
[Lectura de las páginas 7,8 y 9;
Música "Reconciliación" de Ashler Fulero; música libre]
Monica Gutiérrez es esa compañera valiente que, además de administrar su blog -Serendipia-, escribe novelas encantadoras. Sinceramente no llego a comprender por qué no termina de captarla una editorial. La anterior, El noviembre de Kate, de la que muchos disfrutamos, la publicó con Roca Editorial pero ahora vuelve a la autoedición y a mí me da rabia que una historia como la que esconde La librería del señor Livingstone no tenga amparo editorial. También es cierto que he oído comentar a algunos autores noveles y principiantes que les renta más el 'yo me lo guiso, yo me lo como' que ponerse en manos ajenas. Quizá sea este su casopero desde mi posición de lectora creo que Mónica tiene el duende suficiente, por usar una palabra muy andaluza, como para formar parte de la nómina de una editorial. Pero vayamos al libro.
La librería del señor Livingstone es de esos libros que te hacen sentir bien y te inundan de felicidad, es decir, es una novela 'feelgood'.Confieso que los anglicismos es otra de las cosas que me dan rabia porque parece que, si no usamos un término en inglés, la cosa en cuestión resulta menos interesante. Pero obviando ese tema, seguro que la mayoría sabéis a qué tipo de novelas me refiero y si no, uno de los personajes ya se encarga de explicárnoslo.
Sobre el argumento hay poco más que añadir a lo que ya se menciona en la sinopsis. Si acaso habría que incluirdos palabras: suspense y amor. La primera porque en ese mundo idílico que supone la librería, separada de la precipitada vida actual por medio de unas campanitas que cuelgan junto a la puerta, se produce la desaparición de un valioso manuscrito. La segunda porque esa desaparición dará lugar a lo que realmente importa en la novela, el amor. No estamos ante una novela policíaca, así que no esperéis una investigación al uso. Tampoco estamos ante una novela romántica llena de embeleso y almíbar, aunque a algunos personajes el corazón les lata deprisa. Se podría decir que, en conjunto, una parte de la trama no podría haber tenido lugar sin la otra. De cualquier modo dejo que seáis vosotros mismos quienes descubráis qué historia esconde esta historia.
En cuanto a los personajes, vamos a encontrar una galería pintoresca. Para empezar, uno de los protagonistas principales será el propio librero, el señor Livingstone -atención al apellido-, un hombre que dice entender mucho mejor a los libros que a los seres humanos y no es de extrañar. Edward Livingstone es un hombre huraño por fuera pero encantador por dentro y que tiene la costumbre de hablar citando fragmento de los clásicos que ha leído a lo largo de su vida. Shakespeare será un autor favorito. A pesar de ser un individuo gruñón resulta del todo imposible cogerle cariño. Su sentido del humor es peculiar, muy ácido, mordaz y protagonizará diálogos muy divertidos.
El otro personaje principal será Agnes Martí, una joven catalana que se muda a Londres para buscar trabajo. Arqueóloga de profesión, sin ningún empleo a la vista y con una crisis económica encima, terminará como ayudante de Edward en la librería. Lo que en principio podría parecer un trabajo por debajo de sus expectativas se convertirá en toda una experiencia que cambiará radicalmente su vida.
En cuanto a los personajes, vamos a encontrar una galería pintoresca. Para empezar, uno de los protagonistas principales será el propio librero, el señor Livingstone -atención al apellido-, un hombre que dice entender mucho mejor a los libros que a los seres humanos y no es de extrañar. Edward Livingstone es un hombre huraño por fuera pero encantador por dentro y que tiene la costumbre de hablar citando fragmento de los clásicos que ha leído a lo largo de su vida. Shakespeare será un autor favorito. A pesar de ser un individuo gruñón resulta del todo imposible cogerle cariño. Su sentido del humor es peculiar, muy ácido, mordaz y protagonizará diálogos muy divertidos.
El otro personaje principal será Agnes Martí, una joven catalana que se muda a Londres para buscar trabajo. Arqueóloga de profesión, sin ningún empleo a la vista y con una crisis económica encima, terminará como ayudante de Edward en la librería. Lo que en principio podría parecer un trabajo por debajo de sus expectativas se convertirá en toda una experiencia que cambiará radicalmente su vida.
Entre ambos personajes terminará por fraguarse una relación casi paterno-filial. Edward sentirá que tiene que proteger a Agnes de todo mal y por su parte, Agnes se verá arropada por este librero gruñón y toda la familia de Moonlight Books, cuando ella tiene tan lejos a su propia familia.
Y luego habrá otros tantos personajes como el pequeño Oliver Twist (sí, como el de Dickens) que pasa las tardes en la librería rodeado de libros de astronomía porque su madre, una ocupadísima abogada, lo 'aparca'allí mientras está trabajando. Oliver es un niño muy inteligente pero también muy solitario que solo parece sentirse cómodo entre los estantes de la librería, aun así, no resulta el típico niño pedante.
Y luego habrá otros tantos personajes como el pequeño Oliver Twist (sí, como el de Dickens) que pasa las tardes en la librería rodeado de libros de astronomía porque su madre, una ocupadísima abogada, lo 'aparca'allí mientras está trabajando. Oliver es un niño muy inteligente pero también muy solitario que solo parece sentirse cómodo entre los estantes de la librería, aun así, no resulta el típico niño pedante.
Sioban Clark es editora en Symbelmyne, una de esas editoriales pequeñas que todavía apuestan por la calidad literaria y el cuidado en sus publicaciones. Mantiene una relación amorosa con Edward pero la relación parece estancada desde hace tiempo. Aún así, la unión entre ambos no puede ser más ..
La señora Dresden representa ese tipo de lectores voraces que exigen lecturas satisfactorias. Crítica y rigurosa, crispará con sus ocurrencias y sus prisas a todo el que le rodea pero es un personaje que arranca la sonrisa en el lector.
Charlie Caldecott, amigo del librero, regenta una sastrería en la acera de enfrente. Se le conoce como Mr. Magoo porque ve poquísimo. No tiene mucho protagonismo pero, al igual que ocurre con la señora Dresden, sus apariciones ponen un punto de humor a la historia.
John Lockwood es un policía de Scotland Yard encargado de investigar la desaparición del manuscrito robado. Inicialmente podremos pensar que es un personaje muy secundario pero tendrá un papel protagonista muy importante.
John Lockwood es un policía de Scotland Yard encargado de investigar la desaparición del manuscrito robado. Inicialmente podremos pensar que es un personaje muy secundario pero tendrá un papel protagonista muy importante.
Y otros personajes más como Jasmine, compañera de piso de Agnes, o R. Cadwallager, el cocinero del pub, o Sarah, la novia de John contribuirán a desarrollar una trama no exenta de momentos divertidos y entrañables
La ciudad de Londres también tiene su protagonismo. Son diversas las referencias que se hacen a sus calles, plazas y parques de tal modo que bien podríamos sentir que estamos dando un paseo por la City en plenas Navidades. Muy destacables son las descripciones del entorno y de los lugares más pintorescos, como el pub Darkness & Shadow, tan precisa que uno puede sentir que está degustando una pinta de cerveza en su interior.
Pero si hay que hablar de referencias, y dado que la acción transcurre en una librería, no podían falta las literarias. Los libros ilustrados, que tanto gustan al señor Livingstone, vienen representado por la mención a ilustradores como Benjamín Lacombe, Sara Morante o Iban Barrenetxea, pero también encontraremos alusiones a novelas cuyos títulos muchos conocernos como 'Cosas raras que se oyen en las librerías'de John Campell o....
Todo esto por no mencionar la larga lista de hermosas frases y párrafos que un lector puede extraer de la historia como 'Los libros no son nuestro negocio, son nuestra vida' [pág. 30]
Con un total de dieciocho capítulos que culminan en un epílogo, la novela incluye notas al pie que nos aclaran la procedencia de esas citas literarias que Edward Livingstone va intercalando en sus conversaciones. Y aquí tengo que aplaudir a Mónica porque dudo mucho que sea fácil encontrar la cita exacta que encaje a la perfección en el contexto de un diálogo.
Cuenta la novela además con una prosa fresca y actual, lo que unido a todo lo anterior consiguen que La librería del señor Livingstone suponga una lectura amable, divertida y entrañable, con su toque justo de romance sin llegar al empalago y un desenlace que, sin ser abierto, bien podría dar para una segunda parte. Pero sobre eso, ya se pronunciará Mónica Gutiérrez.
Por lo demás, nada más que añadir. La librería del señor Livingstone ha supuesto un par de días de lectura sencilla y ágil con la que he disfrutado mucho.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
Puedes adquirirlo aquí:
La ciudad de Londres también tiene su protagonismo. Son diversas las referencias que se hacen a sus calles, plazas y parques de tal modo que bien podríamos sentir que estamos dando un paseo por la City en plenas Navidades. Muy destacables son las descripciones del entorno y de los lugares más pintorescos, como el pub Darkness & Shadow, tan precisa que uno puede sentir que está degustando una pinta de cerveza en su interior.
Pero si hay que hablar de referencias, y dado que la acción transcurre en una librería, no podían falta las literarias. Los libros ilustrados, que tanto gustan al señor Livingstone, vienen representado por la mención a ilustradores como Benjamín Lacombe, Sara Morante o Iban Barrenetxea, pero también encontraremos alusiones a novelas cuyos títulos muchos conocernos como 'Cosas raras que se oyen en las librerías'de John Campell o....
Todo esto por no mencionar la larga lista de hermosas frases y párrafos que un lector puede extraer de la historia como 'Los libros no son nuestro negocio, son nuestra vida' [pág. 30]
Con un total de dieciocho capítulos que culminan en un epílogo, la novela incluye notas al pie que nos aclaran la procedencia de esas citas literarias que Edward Livingstone va intercalando en sus conversaciones. Y aquí tengo que aplaudir a Mónica porque dudo mucho que sea fácil encontrar la cita exacta que encaje a la perfección en el contexto de un diálogo.
Cuenta la novela además con una prosa fresca y actual, lo que unido a todo lo anterior consiguen que La librería del señor Livingstone suponga una lectura amable, divertida y entrañable, con su toque justo de romance sin llegar al empalago y un desenlace que, sin ser abierto, bien podría dar para una segunda parte. Pero sobre eso, ya se pronunciará Mónica Gutiérrez.
Por lo demás, nada más que añadir. La librería del señor Livingstone ha supuesto un par de días de lectura sencilla y ágil con la que he disfrutado mucho.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
Puedes adquirirlo aquí: