Justo antes de Semana Santa tuvimos a María Frisa por Sevilla promocionando su última publicación, Cuídate de mí, una novela negra que está cosechando muy buenas opiniones. Reseña tras reseña se va dejando constancia de que estamos ante una lectura a tener en cuenta, que parte de un par de premisas originales y que nos acerca al mundo de la violencia de género. A la autora afincada en Zaragoza me quedé con ganas de conocerla cuando visitó nuestra ciudad con la anterior novela, así que, en esta ocasión, no quise dejar pasar la oportunidad.
Marisa G.- María tenía muchas ganas de conocerte. En su día leí 'Cómo sobrevivir a la madre de Pavlito (con uve)' y me lo pasé genial.
María F.- Fue una novela que gustó mucho a todos los lectores. Muchos me comentaron que se habían sentido identificado con la protagonista.
M.G.- Yo la recomendé muchísimo. Es que hay muchas madres de Pavlito (con uve) por el mundo (risas).
M.F.- Sí, sí, muchísimas.
M.G.- Y ahora llegas con 'Cuídate de mí', una novela totalmente distinta a la anterior, que viene avalada por esa magnífica frase de Fernando Aramburu que figura en la faja de la cubierta. Desde la editorial se habla de 'la novela negra del año'. La verdad es que cuenta con muchas opiniones positivas, ¿qué es lo que tiene la novela para que reciba estos elogios?
M.F.- Principalmente se trata de una novela negra que cumple los parámetros del género. Tenemos un asesinato cruento, una investigación policial, varios giros argumentales. Es una novela que engancha y además tiene un final impresionante que nadie espera, que no tiene trampa y que no te puedes imaginar. Por eso cuando llegas al final tienes que volver a replantearte todo lo que has leído porque la historia cambia completamente.
Sin embargo, 'Cuídate de mí' no es solo una novela negra, sino una novela psicológica, en la que los personajes no son arquetipos sino que están muy trabajados y cuentan con una importante motivación.
M.G.- Pero sí te he oído decir que es una novela negra para gente que no suele leer este género.
M.F.- Claro porque en esta novela no solo importa la investigación. Además hay dos subtramas relacionadas con la vida de Lara y Berta, la inspectora y la subinspectora que llevan el caso. Hay lectores que se enganchan más a las subtrama que a la trama del asesinato en sí.
M.G.- Y dices también que es la novela negra más feminista. Hay que tener cuidado con el concepto que a mí me da que últimamente se está desvirtuando mucho.
M.F.- Bueno, es feminista porque en primer lugar son dos mujeres las encargadas de llevar la investigación. Esto no es algo frecuente. Además, trabajan en la unidad que vulgarmente llamamos de Violencia de género y esto tampoco se ha hecho en España. En un tipo de novela como esta los investigadores trabajan en homicidios, en la unidad judicial, o son guardias civiles, por eso 'Cuídate de mí' es distinta. Aparte, si las investigadoras trabajan en esta unidad, la novela va a abordar temas como la propia violencia de género o los abusos sexuales. Pero te digo más, yo creo que es feminista porque he querido borrar el papel asignado que las mujeres siempre tienen en las novelas negras. O son víctimas o bien, como ocurre en la novela negra americana, son una 'femme fatale' que viene a hundirle la vida al pobre hombre. No, esto no es así. Las mujeres de mi novela son fuertes, poderosas, sirven de referente. Son como las mujeres en la vida real.
M.G.- A mí me ha resultado llamativo que la investigación la lleven dos mujeres porque siempre son hombres o bien una pareja formada por un hombre y una mujer, como ocurre en las novelas de Lorenzo Silva.
M.F.- Sí, o como en las de Dolores Redondo. La inspectora es una mujer pero su ayudante es un hombre. No, yo quería únicamente dos mujeres porque, además, pretendía huir de los tópicos en la relación entre ellas. Tú sabes, que si una le tiene envidia a la otra y la intenta fastidiar, o que si son súper amigas del alma. Pues no. Lara y Berta son mujeres, compañeras de trabajo pero no tienen por qué ser amigas. Además son diametralmente opuestas algo que hice a propósito para que lo vea y piensa cada una fuera totalmente distinto, para tener dos puntos de vista.
M.G.- La violencia de género y las víctimas que lo sufren es el eje central de la novela, un tema de mucha actualidad. Son tantísimos los casos que ocurren que ya sabemos que las leyes son ineficaces y que los recursos con los que cuenta la mujer, como las órdenes de alejamiento, no funcionan. Ahora que has indagado mucho para escribir la novela, ¿qué crees que se podría hacer para acabar con esta lacra social?
M.F.- Lo tengo muy claro. Lo primero es contar con recursos económicos para que exista una mayor dotación policial o para que la mujer que se quiera separar de su marido, no solo tenga acceso a los pisos de acogida, sino también a un puesto de trabajo con el que poder mantener a sus hijos.
Por otra parte, es inconcebible que un juez le pregunte a una mujer si cerró con fuerza las piernas. Las víctimas se culpabilizan de por sí, ¿cómo se le va a preguntar esto? ¿Por qué no se le pregunta al hombre que le atacó? Muchas mujeres no denuncian su violación o los malos tratos porque supone una revictimización. Esto es algo que dejo muy claro en la novela. En el libro, la víctima de violación es una joven que ha bebido mucho y va borracha por la calle pero eso no es óbice para que te violen. Sin embargo, ella termina por sentirse culpable. Si no hubiera bebido tanto no me hubiera ocurrido eso, piensa. Así es como piensan las víctimas pero no debería ser así. No tienen la culpa de lo que le has ocurrido y por lo tanto un juez no debería hacerle ese tipo de preguntas.
M.G.- Otra frase muy típica: 'Es que se lo estaba buscando'.
M.F.- Exacto. Es que aunque hubiera ido desnuda por la calle no es motivo para que sea violada. Hay que poner en marcha una educación afectiva y sexual desde pequeños, y no solo en el colegio, también en el seno familiar. Si a ti siempre te han querido mal, tú crees que eso es el amor y lo ves normal. Y en cuanto al sexo, hay preadolescentes con acceso ilimitado a Internet que entran en páginas porno cuando no están preparados ni psicológica ni emocionalmente.
M.G.- Todo es educacional. De ahí parte todo.
M.F.- Claro. Los patrones de conducta de hoy en día llevan a pensar que los celos son amor. Si tu pareja no siente celos es que no te quiere. No, amor es confianza, es respetar decisiones. Y si te fijas las preadolescentes y las adolescentes de hoy en día van a peor, estamos involucionando en vez de evolucionando.
M.G.- Es cierto. Es algo que estamos viendo ahora mismo.
M.F.- Y luego el mito del chico difícil, algo que llevamos viendo desde la Bella y la Bestia y en cantidad de libros infantiles. Ese chico, pobre, que está marcado, que ha tenido mala suerte,... Es normal que te trate mal pero no te preocupes, tú ten paciencia que ya verás cómo cambia. Es lo mismo que vemos en las sombras de Grey. Un tío muy maltratador y ella muy sumisa. No, por favor. Que ninguna mujer tiene que soportar eso.
M.G.- Pues anda que no hay chicas que han leído esos libros.
M.F.- Muchísimas.
M.G.- María, en 'Cuídate de mi' la trama principal es la violencia de género pero como has comentado hay dos subtramas que afectan a Lara y Berta, las dos investigadoras. Esto da pie a distintos hilos argumentales. En el caso de Berta, ella ha sufrido acoso algo que por desgracia tú conoces bien.
M.F.- Sí. A la hora de buscar una subtrama para Berta pensé en aprovechar el episodio de linchamiento que yo sufrí en su día. Si hay algo mío en la novela ha sido esto, la experiencia que yo viví, los sentimientos que yo sentí. Contrariamente a lo que todo el mundo piensa, en ese momento no sientes enfado sino una impotencia tremenda. Berta está sufriendo acoso acusada de abuso policial y no puede defenderse porque el caso está bajo secreto de sumario. Eso le provoca muchísima presión y además es que, una vez que en las redes sociales te ponen una etiqueta, la gente no se para a escucharte sino que se suma al linchamiento automáticamente.
Tras mi experiencia, escribí '75 consejos para sobrevivir a las redes sociales' y se lo dediqué a la gente que, antes de tirar la piedra, se paran y piensan. Hubo poquísima gente que se puso en contacto conmigo y me escribió con respeto.
Tras mi experiencia, escribí '75 consejos para sobrevivir a las redes sociales' y se lo dediqué a la gente que, antes de tirar la piedra, se paran y piensan. Hubo poquísima gente que se puso en contacto conmigo y me escribió con respeto.
M.G.- Pero es la inercia con la que nos movemos. Nos dejamos llevar por nuestro entorno.
M.F.- Y el anonimato, el poder que te da el pensar que puedes hundirle la vida a una persona.
M.G.- Es horrible. Y en cuanto a Lara, ella tiene un terrible secreto. Es un personaje que me gusta porque es muy atractiva y vive en sus carnes el machismo.
M.F.- La belleza es un arma de doble filo. Depende de a qué profesión te dediques, te pude abrir muchas puertas o te las puede cerrar. Ella no usa su físico para nada. Es una gran profesional, experta en programación neurolingüística pero nadie se fija en eso, solo en su aspecto.
M.G.- Nuestra costumbre de prejuzgar. Y he comprobado que hay una alternancia de capítulos, uno dedicado a Lara y otro a Berta no solo para hablarnos de sus vidas sino también para enfocar la investigación desde distinto ángulo.
M.F.- Sí, lo que he intentado demostrar es que la verdad no existe y que cada uno tenemos nuestro propio mapa mental con sus filtros. Lo que vive cada uno es realmente distinto aunque estés en la misma situación que otra persona. Y la manera de demostrar esto en la novela es a través de capítulos alternos en el que Lara hace unas cosas y Berta las interpreta con su mapa mental, le atribuye unos motivos que tú, como lector omnisciente, sabes que no son correctos. Y a Lara le pasa igual. Las dos están viviendo la misma situación pero a la vez distinta.
M.G.- Pero para que el lector tenga esa visión omnisciente, utilizas un narrador en tercera persona.
M.F.- Exacto pero lo interesante es que, cuando terminas de leer el libro, tú como lector omnisciente, también has utilizado tu mapa mental y tus propios prejuicios, por eso, cuando acabas la última página también te das cuenta que has juzgado erróneamente.
M.G.- Y para hablar de este tema tan complejo, ¿a qué recursos has echado mano? Tu experiencia como psicóloga te habrá ayudado mucho pero imagino que habrás tenido que hablar con profesionales, con víctimas,...
M.F.- Pues mira, hay un momento en el libro en el que un forense dice que todo está en Youtube y es verdad. Casi todo lo puedes encontrar en Internet. He leído muchos testimonios de víctimas que han sufrido abusos, malos tratos,... El ser humano tiende a pensar que es especial pero al final casi todo el mundo pasa por lo mismo. Por ejemplo, las fases del duelo son las mismas para todo ser humano aunque hay algunas personas que tardan más o tardan menos en pasar por ellas. Pues bien, con todos esos testimonios saqué la conclusión de que el factor culpa se repite. Emocionalmente las víctimas se sienten culpables.
De todos modos, a la hora de documentarme, para mí lo más importante ha sido conocer a profesionales que trabajan en la unidad de violencia de género.
M.G.- Profesionales que tienen que vivir con esto día a día y llevarse esos problemas a casa. Esto debe de terminar por pasar factura, ¿no?
M.F.- No lo dudes. No he trabajado en sí con ellas pero sí he podido hacerles muchas preguntas, pedirle que me contaran una jornada de trabajo. A mí, su día a día ya me parece de una riqueza tremenda.
M.G.- María esta novela, por lo que sé, se empezó a fraguar hace tiempo. Mucho antes de que comenzaras a escribir la saga de 75 consejos.
M.F.- Efectivamente. Yo en realidad era una escritora para novelas de adultos lo que pasa es que surgió escribir el primer volumen de consejos, funcionó muy bien y se convirtió en una saga. Pero desde hace ocho años, esta historia ya existía en mi cabeza y sobre todo el final.
M.G.- ¿Un final que es tal y como lo conocemos hoy?
M.F.- El final es imposible cambiarlo. Esta novela es imposible que tenga otro desenlace distinto. Llegué a cambiar a las protagonistas, la unidad y otras tantas cosas pero yo tenía mucha confianza en la historia y en el final.
M.G.- Y después de ocho años, ¿te acuerdas como surgió?
M.F.- Pues mira, soy súper despistada pero de esto sí que me acuerdo. Fue una conversación que tuve con un amiga. Yo tenía una niña pequeña y ella un niño. Un día estábamos en el parque y, mientras los niños jugaban, me preguntó de repente: ¿Qué es peor, ser la madre de una niña violada o la madre de un violador? Me quedé sin habla. No sabía qué responder. De hecho hoy, que ya soy madre de una niña y un niño, no sé lo que es peor. Ambas cosas me parecen igual de horrible. Empecé a darle vueltas y fue así como surgió la idea para la novela.
M.G.- La verdad es que nunca me lo había planteado. Es difícil responder a eso. Y en cuanto a la localización, teniendo en cuenta que los hechos transcurren en Zaragoza, ¿la ciudad tiene protagonismo?
M.F.- Sí que lo tiene. Yo vivo en Zaragoza, quería que la novela fuera de denuncia social y para ello hay que ser realistas. He conocido a las mujeres que trabajan en la unidad de Zaragoza, conozco las instalaciones, y mi ciudad. Me pareció que los más adecuado era que todo ocurriera en Zaragoza. Y luego también por la ciudad. Estoy cansada de leer novelas que transcurren en Madrid y Barcelona. Zaragoza es una parte sustancial, los hechos transcurren en junio, hace muchísima calor, toda esa atmósfera pesa sobre las protagonistas....
M.G.- El título viene de un poema que se cita en las páginas iniciales.
M.F.- La primera vez que leí el poema de Alejandra Pizarnik me pareció maravilloso. La expresión 'cuídate de mí' tiene un doble significado. Por un lado, en el sentido de protégete de mí. Luego, cuando terminas de leer el libro, puedes entender el título en el sentido de ayúdame, arrópame. A mí ese doble significado me pareció muy rico y muy acorde con el espíritu de la novela.
M.G.- María, con tanto como está gustando la novela, ¿Berta y Lara se van a convertir en saga?
M.F.- A ver, a mi me encantaría escribir otra pero eso no depende de mí. Dependerá no solo de si se lee sino también de si se compra. El otro día me dijo una amiga que la novela estaba ya en los cinco primeros puestos de descargas ilegales. La cultura no es algo gratuito y de eso no somos conscientes.
M.G.- Mira, conmigo los autores podéis estar tranquilo porque no puedo con el formato digital. Es que me cuesta la misma vida.
M.F.- Yo igual pero sí quiero hacer mucho hincapié en esto porque parece que los escritores somos etéreos. No es así, los escritores vivimos de la literatura.
M.G.- Pues espero poder leer la novela muy prontito.
M.F.- Espero que te guste mucho. Ya me dirás.
M.G.- Dalo por hecho. Ha sido un placer conocerte y conversar contigo.
M.F.- Lo mismo digo. Gracias.
Tantas y tantas buenas reseñas incitan a zambullirse inmediatamente en esta nueva novela de María Frisa. Cuídate de mí caerá muy pronto y será entonces cuando os cuente mis impresiones.
Editorial: Plaza & Janés.
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.
Nº Páginas: 480
Publicación: Febrero, 2018
Precio: 18,90 €
ISBN: 9788401020810
Disponible en e-Book
Puedes empezar a leer aquí.
Ficha completa aquí.
Tantas y tantas buenas reseñas incitan a zambullirse inmediatamente en esta nueva novela de María Frisa. Cuídate de mí caerá muy pronto y será entonces cuando os cuente mis impresiones.
Editorial: Plaza & Janés.
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.
Nº Páginas: 480
Publicación: Febrero, 2018
Precio: 18,90 €
ISBN: 9788401020810
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