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LAURA RESTREPO: 'Me interesaba explorar el caldo de cultivo de un asesino'

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En diciembre de 2016, Yuliana Samboní, una niña colombiana de siete años de edad y de familia humilde fue secuestrada, violada, ultrajada, vejada y posteriormente asesinada. Su verdugo, Rafael Uribe Noguera, era un conocido arquitecto bogotano de treinta y ocho años y perteneciente a una familia acaudalada. El asesinato sacudió la sociedad colombiana que no se lo pensó dos veces para echarse a la calle y clamar justicia. Un hecho tan deleznable como este es el origen de la última novela de Laura Restrepo, Los Divinos. Partiendo de la atrocidad cometida contra la pequeña Samboní, la periodista y autora colombiana, comisionada en el proceso de paz durante el gobierno de Belisario Betancur, escribe una novela dura con la que intenta explorar el lado más oscuro del ser humano

Hace unas semanas Laura Restrepo visitó Sevilla y tuvimos la oportunidad de hablar con ella sobre su nueva novela. 

Marisa G.- Laura, un placer volver a verla por Sevilla. 

Laura R.- Estoy encantada.

M.G.- Viene usted a promocionar su última novela, 'Los divinos', que contiene una historia con trasfondo real, el secuestro, la violación y el posterior asesinato de la niña colombiana, Yuliana Samboní. Imagino que usted oyó la noticia y decidió escribir este libro, ¿no es así?

L.R.- No solo fue por escuchar la noticia. Lo que ocurrió es que hubo tal conmoción en el país que nos llevamos muchos meses intentando entender qué había sucedido, cómo y por qué,... Son crímenes que hacen una radiografía del país y que ponen en evidencia realidades que estaban subyacentes. ¿Cómo era posible que a un hombre que tenía el mundo en su mano cometiera semejante maldad contra una chiquita, una víctima absoluta? La secuestró, la maltrató, la violó y la mató. La desbarató por completo. Era algo inimaginable para el país y suscitó una bronca generalizada por el abismo que había entre la víctima, una niña desprotegida, y el asesino, un tipo guapo y carismático, arquitecto, prestigioso, rico. ¿Por qué se mete en un barrio tan humilde a buscar a una niña para masacrarla de esa forma?

M.G.- Ese es el punto de partida pero luego la historia en sí, la que se narra en el libro, es ficción. De todos modos, ¿cuál es el objetivo a la hora de escribir esta novela? ¿Pretende usted con este libro dar a conocer de algún modo aquel suceso tan atroz? Porque si le soy sincera, hasta que el libro no ha llegado a mis manos, desconocía lo que había sucedido.

L.R.- No. No me interesaba tanto el suceso en sí, si bien estremecedor, ni investigar unos hechos que la prensa ya había cubierto ampliamente, sino más bien cómo es la persona que puede llegar a hacer algo así, cómo es su vida, de quién está rodeada, cómo son sus relaciones familiares, quienes son sus amigos. Los personajes de la novela son cinco amigos, que se hacen llamar los Tutti Frutti, entre los que existe un pacto de lealtad desde pequeños, se respaldan los unos a los otros, pase lo que pase. Quería analizar cómo van creciendo dentro de este espíritu infantil de asociación masculina, en el que la prepotencia o el despliegue de dominancia juegan un papel tan importante. Me interesaba explorar el caldo de cultivo de un asesino desde el punto de vista social, psicológico y personal. Quería la historia íntima del asesino dentro del mundo de la ficción.

M.G.- No es una crónica periodística porque, como usted está explicando, el libro es ficción aunque parte de un hecho real. Entiendo entonces que usted lo que quiere hacer es un estudio de la naturaleza humana, de ese tipo de individuo que puede llegar a perpetrar un crimen de estas características.

L.R.- Eso es. La novela está contada íntegramente en primera persona por un personaje masculino y los cinco personajes que la conforman son todos varones. Me interesaba tratar de entender qué puede haber dentro de la cabeza de un muchacho que hace una cosa así, sobre todo cuando no se trata de un criminal o de un miembro ligado a una banda, sino más bien lo contrario, un ciudadano libre de toda sospecha, alguien que lo tiene todo. Quería analizar qué hay de común entre esa persona que comete un acto brutal y sus amigos, que no son psicópatas como él, pero que tienen una relación un tanto perversa, de menosprecio, de cosificación,... con sus propias mujeres, un tipo de relación socialmente aceptada en la sociedad contemporánea. 

M.G.- Son cinco los personajes: Muñeco, el Duque, Píldora, Tarabeo y Hobbit, este último es el narrador. ¿Qué los diferencia o cuáles son las peculiaridades de cada uno?

L.R.- Tienen características bien distintas porque no quería hacer ninguna caricatura. El Hobbit que es el narrador, lo necesitaba un poco distinto a los demás porque tenía que ser el que tuviera una visión crítica para no ser yo la que estuviera emitiendo juicios de valor. A través de este personaje se va viendo la ferocidad de la situación. Es un personaje que no pertenece a una familia tan rica, se dedica a hacer traducciones, lo cual le da una cierta relación con la literatura o con la conciencia crítica, la capacidad de raciocinar lo que está pasando. Le tiene miedo a la calle, no le gusta el contacto con la gente, que lo toquen. Le puse el Hobbit porque lo sentía metido en su cueva.

Tarabeo es el más frío y cínico de todos. Tiene un matrimonio perfecto, es el profesional perfecto, el tipo impecable que se viste como un príncipe pero detrás de eso tiene una doble vida, con muchas amantes. 

El Duque es la perfección de lo estético, un tipo alto, longilíneo, que no arruga el lino, como se dice en mi país. Tiene una finca paradisiaca y su novia es parte del 'setting' de su vida.

El Píldora es el personaje más interesante para mí. Su madre se ha hecho rica pero siguen viviendo en el centro de la ciudad en vez de en los suburbios. Quedarse en el centro es algo común de las familias tradicionalistas. Le encanta la poesía. Su relación frente a los demás amigos es de vasallaje.

Y finalmente Muñeco, el más carismático de todos, el más guapo, el más querido, como se dice allá, alguien encantador que te hipnotiza. Es un personaje que empieza a tener una vida propia, más callejera, de callejones oscuros, hasta el punto de que sus amigos se empiezan a dar cuenta de que se está separando.

Como te digo, de pequeño se pusieron los Tutti Frutti e hicieron un juramento de fidelidad. Como si fueran los mosqueteros, ellos dicen Tutti para Frutti y Frutti para Tutti, lo que quiere decir que hagas lo que hagas yo voy a estar aquí, cubriéndote las espaldas. Parece un juego infantil pero en realidad es un pacto de clase. ¿Y qué los diferencia? Pues el dilema que se les presenta, entre ser fieles a su pacto de solidaridad o delatar al criminal a quienes ellos conocen bien. Cada uno lidia con ese dilema de manera distinta a lo largo de la novela.

M.G.- La novela consta de seis capítulos. Cada uno de ellos se dedica a uno de los personajes pero hay un sexto capítulo dedicado a la niña. ¿El propio Hobbit nos habla de la víctima?

L.R.- Sí. Al principio los amigos no saben qué ha hecho el Muñeco. Saben que hay algo atroz pero no lo tienen claro. En ese capítulo el Hobbit hace una búsqueda a través del ordenador del asesino. Anda buscando si hay material pornográfico. Encuentra unas fotos y va atando cabos.

M.G.- Hablando de esos cinco hombres y de una víctima femenina, resulta inevitable pensar en lo que ha ocurrido aquí en España con la Manada. 

L.R.- Es aterrador lo que hace la Manada y es aterrador lo que hacen los jueces después. Que los muchachos jóvenes vean lo que hace la justicia y las sentencias que dictan da mucho qué pensar. Después de lo que ha ocurrido hay mujeres que piensan que ya no hay nadie que las proteja. Les da pánico pensar que la justicia ya no está de su lado sino en su contra. 

M.G.- Laura le voy a dar dos titulares de dos autoras que han escrito sobre la violencia contra la mujer. 'Una mujer no denuncia una violación o los malos tratos porque supone una revictimización' y 'Ser mujer es un camino cotidiano con infinitas formas de violencia'. ¿Qué opina?

L.R.- Así es. Eso es lo que me interesaba a mí. Está el hecho visible, monstruoso pero ¿qué hay debajo? El pequeño maltrato cotidiano va minando el respeto por la mujer, va deteriorando su imagen y la va acostumbrando a mantenerse sometida. No importa que trabaje, que aporte dinero, que sea una persona importante fuera de su casa, en las relaciones de pareja de pronto asume un papel o se la fuerza a asumir un papel de segunda fila. Esto todavía sucede. Así que me interesaba explorar las relaciones de cada uno de esos muchachos con su madre, con las personas del servicio, con las secretarias, con las prostitutas,... para averiguar si existe un vínculo entre el crimen monstruoso y toda la pequeña normalidad que corre por debajo. Ese tipo de crímenes no sale de la nada.

M.G.- En este libro se explora ese pacto de lealtad que ya hemos comentado pero también sale a relucir esa situación de poder que tiene la gente de clase acomodada con respecto a las personas más desfavorecidas, como la familia de la niña.

L.R.- Existe un doble maltrato, no solo por ser mujer sino también por pertenecer a una clase humilde. Se maltrata al pobre, se le ignora, es invisible para algunas personas poderosas porque consideran que no es nadie. Hay egos tan gigantescos que quienes los rodean no son importantes, ni los pobres, ni las mujeres,.. El resto de la sociedad no le importa a ninguno de estos amos del universo que lo tienen todo en la mano.



M.G.- Pero ahí entra en juego también el respaldo judicial. 

L.R.- Absolutamente. Son personas que se mueven en la total impunidad. 

M.G.- Por lo que es normal que pensemos que la justicia no es igual para todo el mundo. Sin embargo, en el caso de Yuliana Samboní todo el pueblo colombiano se echó a la calle y si no me equivoco al asesino lo sentenciaron a unos 58 años de cárcel. Me pregunto si aquella sentencia no fue fruto de la presión a la que se vio sometido el sistema judicial tras la respuesta del pueblo, porque no siempre ocurre esto.

L.R.- No podría decirte porque fue todo muy rápido. No tenemos evidencia de que los jueces hubieran actuado de otro modo si el pueblo no hubiera reaccionado. De todos modos, lo que sí es evidente es que estaban trabajando con una presión brutal en la calle. Es uno de los casos que más rápidamente se juzga y se condena por una agresión sexual. A los tres meses, el asesino estaba detenido y preso y con sesenta años de cárcel que es la pena máxima contemplada en el código penal colombiano, sin derecho a reducción de ningún tipo porque se trata de infanticidio. No había lugar a atenuantes.

M.G.- Tal y como comentó antes y también se lo he oído decir en otras entrevistas, existe un cierto maltrato tolerable por la sociedad, incluida por las propias mujeres porque lo tenemos interiorizado y asumido. No nos damos ni cuenta.

L.R.- Exacto. A la luz de este crimen visible, ¿por qué no tratamos de ver lo invisible? Existen malos tratos que no proceden de psicópatas o de sociópatas, sino que proceden de hombres normales, contra mujeres normales, en situaciones normales, todo esto entre comillas. Hay una monstruosidad en la normalidad.

M.G.- Le voy a referir una situación que viví no hace mucho. Estaba en una reunión de amigos, un encuentro muy informal en el que había un matrimonio muy agradable. Ella era bellísima y a él se le veía un hombre de éxito. En esto que ella se levanta para ir al baño y al pasar junto a su marido, él le da un cachete en el trasero. Ahí me bloqueé. De repente me quedé pensando qué significaba aquel gesto. ¿Se podía considerar un simple gesto sin más connotaciones? ¿Aquello era algo cariñoso? Nadie dijo nada, a nadie le pareció raro, y ella simplemente sonrió.

L.R.- Era un gesto que denotaba propiedad. Son formas de desprecio que van mermando la situación de la mujer incluso ante sus propios ojos. Es lo mismo que ocurre con la esposa a la que se tiene comprada con las tarjetas de crédito, o con la novia que en realidad no se la desea pero sí se la muestra como un trofeo para alimentar el ego. Todo esto era lo que me interesaba, el crimen monstruoso es la punta del iceberg pero ¿qué hay debajo del agua?

M.G.- Muchas cosas de las que no nos damos cuenta pero una pregunta Laura, ¿es un libro duro de leer? ¿Cómo se debe enfrentar el lector ante este libro?

L.R.- El tema es muy duro pero lo que me han dicho los lectores es que no pueden soltar el libro porque se meten en el mundo aterrador y fascinante de estos muchachos, entre los que existen relaciones de dominio y vasallaje. La novela tiene un sentido del humor muy bogotano, muy caustico, que moralmente tiene sus implicaciones porque todo lo relativiza. Las cosas atroces dejan de serlo tanto si se hace un buen chiste. De todos modos no hay suspense en relación a la identidad del asesino porque esa información la tiene el lector pero sí hay suspense en cómo cada uno de ellos enfrenta lo que ha sucedido, el dilema moral que se le plantea cada uno. Y luego está la pregunta que se hacen los cuatro amigos del Muñeco: ¿en qué momento cambió el Muñeco para convertirse en ese horror que es hoy? ¿Sucedió de la noche a la mañana o bien viene sucediendo desde hace tiempo y lo hemos ido asumiendo? Son temas que llevan al lector a engancharse a la lectura.

M.G.- En sus libros, al menos en los últimos, siempre encontramos violencia y mal. Creo que ya lo comentamos la última vez que nos vimos. ¿Se sigue usted sintiendo atraída por estas cuestiones?

L.R.- Sí pero en mis libros también está el otro lado de la moneda, la contraposición, como las ganas de vivir, un sentido de la dignidad que siempre he querido que tengan mis personajes. Quiero transmitir que pese a todo merece la pena vivir y hacerlo dignamente aunque sea muy difícil. Siento admiración y respeto por el humano y me gusta que eso se refleje en mis libros.

M.G.- No puedo obviar como última pregunta la dedicatoria. Dice así: 'Al día que todos los hombres, a la par que las mujeres, se manifiesten en las calles contra el feminicidio'. Me ha parecido muy original y muy bonita.

L.R.- Sí, y por eso la novela está contada por la voz de un hombre. Está claro que las mujeres somos las que tenemos que llevar la voz cantante en una pelea sin cuartel, para que estas cosas no sucedan y la justicia falle a favor de la víctima y no a favor del victimario. Pero hay muchos hombres buenos con los que hay que entablar un diálogo. El apoyo de los hombres es necesario para acabar con el feminicidio y el maltrato, son hombres que se horrorizan con este tipo de situaciones. No hay que dejarlos de lado porque son parte de esta lucha.

M.G.- Laura, no le voy a robar más tiempo. Me ha parecido muy interesante todo lo que nos ha contado y estoy convencida que la novela me va a gustar mucho.

L.R.- Eso espero. Ya me contarás.

M.G.- Por supuesto. Muchas gracias por visitarnos.

L.R.- Gracias a ti.

Os podéis imaginar, a juzgar por el germen de la novela, que Los divinos no narra una historia sencilla. Es una lectura dura y aun así, esa inmersión que hace la autora en unos personajes que tienen un doble cara bien merece la pena. Os daré detalles más pronto que tarde.






Ficha novela

Editorial: Alfaguara.
Encuadernación:Tapa blanda con solapas.
Nº Páginas: 256
Publicación: Abril, 2018
Precio: 18,90€
ISBN: 9788420432687
Disponible en e-Book
Puedes empezar a leer aquí.
Ficha completa aquí.









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