Nacionalidad: EE.UU
Director: Fritz Lang.
Reparto: Glenn Ford, Gloria Grahame, Jocelyn Brando, Alexander Scourby, Jeanette Nolan, Lee Marvin, Peter Whitney, Willis Bouchey, Robert Burton, Adam Williams, Howard Wendell, Chris Alcaide.
Género: Thriller.
Sinopsis: Tras suicidarse el policía Tom Duncan deja una carta en la que confiesa haberse dejado sobornar por una banda de gangsters, pero también denuncia la corrupción de altos funcionarios. Cuando el sargento Dave Bannion trata de esclarecer su muerte tropieza con toda clase de obstáculos.
[Fuente: Filmaffinity]
Da gusto saber que todavía hay buenas películas en blanco y negro por descubrir, de buenos directores y con buen reparto. A pesar de los años pasados, este cine tiene algo especial que sigue haciéndolo apetecible y que, en muchas ocasiones, supera en calidad a las películas que se hacen hoy en día.
Estamos ante una obra de cine negro y policíaco, de corte clásico donde los mafiosos se enfrentan a la policía y viceversa. Los sobornados es un título que resume perfectamente la temática de esta película y es que todo se reduce a eso, a los sobornos que permiten hacer la vista gorda, reportando pingues beneficios a los corruptos.
El largometraje empieza con un suicidio. Tom Duncan es un policía que ha decidido acabar con su vida, no sin antes dejar una carta dirigida al Fiscal del distrito explicando los motivos que lo conducen a tal acto. El cadáver y la carta son descubiertos por su esposa que no parece ni sorprendida ni afligida, más bien se diría que esperaba que algo así ocurriera o que le fastidia sobremanera que su marido se haya quitado la vida. Tras leer la carta, la hace desaparecer y telefonea a Mike Lagana, para darle la noticia. A priori no sabremos quién es este individuo pero las piezas del puzle se irán colocando en su lugar debidamente.
De la investigación por la muerte del policía se hará cargo Dave Bannion, quien inmediatamente interroga a la supuesta desconsolada esposa. Ella se comporta de tal modo que a todos nos hace pensar en la locución latina 'Excusatio non petita, accusatio manifesta', lo que pone en alerta a Bannion y es 'Algo huele podrido en Dinamarca', como diría el príncipe Hamlet. Efectivamente, Bannion irá averiguando más sobre Duncan, su esposa y un grupo de maleantes que campan a sus anchas. Su investigación genera alguna muerte más y a medida que el metraje avanza, la trama se va enredando hasta dar lugar a una serie de venganzas entrecruzadas que nos conducirán a un desenlace en el que la justicia y el orden prevalece sobre la delincuencia. Es decir, los buenos se salvan y los malos mueren, aunque para ello tenga que perder la vida algún inocente.
Del argumento destaco un par de cosas. Todo se reduce a una relación 'contractual' entre los mafiosos y algunos policías, de diferentes estamentos en la jerarquía, que miran hacia otro lado a cambio de una cantidad de dinero importante. Es decir, policías corruptos frente a otros totalmente íntegros. Esta confrontación queda perfectamente reflejada en la otra parte de la película, la que muestra las escenas domésticas en casa de los Bannion. Dave es un excelente marido y padre, un policía humilde y honesto que mantiene a su adorada familia con su escaso sueldo. No importa que cobre poco. El dinero no trae la felicidad aunque no todo el mundo piensa igual en la película.
Otra cosa que me ha parecido curiosa es la nula necesidad de mostrar ni una sola gota de sangre en la escena del suicidio. ¿Para qué? Estamos ante una película, todo es mentira, para qué vamos a invertir en recursos innecesarios... No sé, me resultó curioso.
En cuanto al reparto, Glenn Ford interpreta a Dave Bannion. No es que sea un actor que me guste mucho pero en esta ocasión encarna bien su papel, especialmente en las escenas de puñetazos o cuando le toca diálogos cargados de ironía porque otra cosa distinta son las escenas domésticas y almibaradas. Ahí no se lo cree ni él mismo. Pero si tengo que hablar del reparto, me decanto por Gloria Grahame, la chica rubia del matón, el florero que queda bonito en cualquier parte y de lo que ella se burla. Me ha gustado su interpretación y su papel, ese as en la manga que se guarda como último recurso, esa reacción que nadie espera pero que desata la resolución del filme en buena dirección. Es una mujer hermosa, de esa belleza antigua tan admirable.
Pero Los sobornados no es de las películas de Lang que más me gustan. Al margen de un argumento poco original, aunque esto no es tan poco un gran obstáculo, no hay gran cosa en este largometraje que me parezca digno de mención. La banda sonora no me ha resultado atractiva, no hay encuadres imposibles, ni una dirección que resulte llamativa. Aunque es un largo que tiene una crítica espectacular, para mí no basta que sea una película de género a la que no le falta ni uno solo de sus elementos, ni los polis buenos, ni los polis malos, ni los matones, ni la rubia guapa, ni la víctima inocente, ni los antros, ni el whisky, ni los puñetazos, ni los finales felices.
Los sobornados está bien pero no creo que sea una joya del cine y esta es solo mi opinión. Que nadie me asalte al cuello. Me sigo quedando con otros títulos del cineasta austriaco. De todos modos, si no la has visto y te gusta el género, no deberías dejarla pasar, aunque solo sea para rebatir todos mis argumentos.