Editorial: Espasa.
Premio Primavera de Novela 2019
Fecha publicación:marzo, 2019.
Precio: 19,90 €
Género: Narrativa.
Nº Páginas: 256
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.
ISBN: 978-84-670-5423-1
[Disponible en eBook]
Autor
Juan del Val (Madrid, 1970) ha trabajado en varios periódicos, revistas, en radio y en televisión. Guionista, director, presentador y productor, empezó a ganarse la vida en varias obras (de construcción, no de teatro). Entre otros medios, ha trabajado en Radio Nacional de España, Televisión Española, Canal 9 y Telecinco.
Durante cuatro años dirigió Lo mejor que te puede pasar, en Melodía FM. Actualmente colabora con Carlos Alsina en Onda Cero y es guionista en El Hormiguero.
Junto a Nuria Roca, ha firmado Para Ana, de tu muerto y Lo inevitable del amor. En 2017 publicó su primera novela en solitario, Parece mentira.
Sinopsis
Candela es una mujer de cuarenta y pocos años con una vida normal, acostumbrada a la soledad, enormemente observadora y con un ácido sentido del humor. Sus días transcurren sin grandes sobresaltos mientras trabaja de camarera en el bar que regenta junto a su abuela y su madre tuerta. Un bar de barrio por el que, a través de sus clientes, pasa la vida entera.
Candela deberá alumbrar cualquier penumbra, incluso esa que vuelve desde el pasado que creía olvidado.
Juan del Val construye, con una veracidad descarnada y un sentido del humor en ocasiones desternillante, el retrato de una mujer única.
[Información tomada directamente del ejemplar]
Así empieza Candela:
[Lectura de las páginas 9 a 12;
música: 'Italian Morning' de Twin Musicom
está sujeta a una licencia de Creative Commons Attribution
Artista: https://www.twinmusicom.org/
[Biblioteca de audio de Youtube]
Juan del Val regresa en solitario tras la publicación de su anterior trabajo, Parece mentira, y regresa con un premio bajo el brazo, el Premio Primavera de Novela 2019 con un jurado compuesto por Carme Riera, Fernando Rodríguez Lafuente, Antonio Soler, Ana Rosa Semprún y Gervasio Posadas.
Hace unas semanas pudimos hablar con el autor (puedes leer la entrevista aquí) y durante aquella conversación surgieron las claves de la novela, la idea de la que partió esta novela y su pretensión a la hora de escribirla. Y es que Candela narra la vida de tres mujeres, de tres generaciones, de la abuela Remedios, de la madre Teresa y de la propia Candela, protagonista y narradora de esta historia. Las tres trabajan en El Cancerbero, un bar de barrio, humilde y sencillo, donde la gente va a tomar algo para desconectar de runrún de la vida diaria o donde, como Fermín, acostumbran a almorzar allí cada día, pues vive solo y busca esa compañía que tanto añora.
Juan del Val construye una historia de mujeres que se han tenido que buscar la vida desde siempre, mujeres trabajadoras y luchadoras, valientes y resueltas, a las que el destino les ha dado algún que otro revés pero han sabido levantarse de nuevo. Son mujeres que no han tenido mucha suerte que digamos, y mucho menos en el amor. Remedios perdió a su marido siendo joven, el marido de Teresa era un maltratador y Candela abandonó sus estudios universitarios después de que su novio Roberto la dejara. Desde entonces trabaja en el bar y no parece que tenga más interés que el poco que manifiesta dentro del establecimiento. Por no tener, no tiene ni amigas, no sale a divertirse, no se le conoce pareja estable ni tampoco parece tener muchas relaciones sexuales y si le surgen, las vive con poco entusiasmo.
Alrededor de estas tres mujeres orbitan otros personajes más secundarios pero bien trazados. Loli, la mejor amiga de Teresa y su hijo Iván, un joven karateca enamorado de Candela, también trabajan en el bar. Como cocinera tienen contratada a Akanke, una mujer de Malí que llegó a España buscando nuevas oportunidades, Como clientes habituales del bar están Fermín, Matías y Tomás Cifuentes, dos policías que se acodan en la barra tras terminar su servicio.
La vida transcurre entre las paredes del bar. El Cancerbero es el barómetro social del barrio, donde la gente acude a conversar con los demás, a compartir sus penas y alegrías, es ese típico lugar que existen en todos los pequeños barrios de cualquier ciudad, donde todos se conocen y donde todos saben de los demás. Casi que forman una familia. Y si inicialmente en Candela, no ocurre más que eso, la vida, que no es decir poco, pronto se irán sucediendo algunos acontecimientos que marcarán a Candela de un modo significativo pues surgirán también otros personajes que traen grandes novedades y de los que mejor no contar nada.
Si piensas que Candela es una historia sencilla, no vas descaminado pero contiene una dosis de veracidad importante, en el sentido de que sus personajes son de carne y hueso, gente que te puedes encontrar en tu día a día, que te los cruzas por la calle, que pueden ser tus vecinos y cuyas vidas, en mayor o menor medida, son tan parecidas a las nuestras. En este punto tengo que decir que, si inicialmente me pareció que la historia me llevaba de un punto a otro, sin ningún hilo conductor concreto, fluctuando mi interés a lo largo de los primeros capítulos pues no parecía que sucediese gran cosa, pronto se adentra en temas especialmente serios como el abuso de menores, la emigración, el maltrato o el machismo. Pero la intención de Juan del Val en sus novelas es 'Lo único que quiero es que, cuando una persona se enfrente a una novela mía, se lo pase bien, que disfrute, que le enganche, que no le resulte una pesadez', tal y como nos aclaró en la entrevista y efectivamente lo consigue. El lector encontrará entretenimiento en esta novela pero creo que también merece la pena pararse un poco a pensar en los temas que aborda.
Por otra parte, en Candela no falta su punto de suspense pues en algún momento el lector se sentirá intrigado por la presencia de unos personajes que regresan del pasado, incluso es una novela que tiene su toque surrealista lo que provocará cierta diversión en el lector. Y es que a Candela no falta el sentido del humor. Es uno de esos personajes que, si bien no ha tenido nunca una vida fácil sabe hacerle frente a las adversidades y encarar los reveses con filosofía. Esto es importante que lo recalce porque, al principio pensé que Candela era un personaje con poca fuerza o poco definido psicológicamente pues me iba contando sus desdichas con muy poca amargura en la voz y eso me llamó la atención pero, a medida que vas leyendo, comprendes que es su personalidad, que al mal tiempo, buena cara y que hay que seguir para adelante. No es un personaje que se deja someter por el infortunio. Además, llegará a entender y entenderemos con ella, que la vida tiene sus luces y sus sombras, que todo no es tan malo, que hay que reírse de las cosas y que siempre, siempre, hay algo que merece la pena y a eso debemos aferrarnos. A su vez, Candela nos enseña que la vida tiene múltiples comienzos, que cada día puede ser una nueva oportunidad para encontrar la felicidad que radica, precisamente, en las pequeñas cosas y que el ser humano no necesita grandezas para sentirse pleno y satisfecho.
Mucho diálogo, y capítulos muy cortos, hacen de Candela una novela que se lee con suma agilidad, una historia de mujeres, dedicada a un hombre -al padre del autor-, que proporciona un par de tardes de entretenimiento y deja una sensación agradable tras la lectura.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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