Sigo publicando todas las entrevistas que se dieron lugar durante la celebración de la Feria del Libro de Sevilla. Hubo tantos encuentros que todavía no puedo regresar a la dinámica habitual del blog.
En esta ocasión os traigo la entrevista con Lorenzo Silva y Noemí Trujillo. Acaban de publicar Si esto es una mujer (Ediciones Destino) y con esta nueva publicación nace una nueva investigadora policial, Manuela Mauri. Aún se desconoce si este nuevo personaje se convertirá en saga pero, en cualquier caso, Mauri se enfrenta al asesinato de una prostituta, un caso que está inspirado en un hecho real ocurrido en Madrid hace quince años, la muerte de Edith Napoleón.
Marisa G.- Lorenzo, Noemí, pregunta típica. ¿Cómo os habéis organizado para escribir esta novela?
En esta ocasión os traigo la entrevista con Lorenzo Silva y Noemí Trujillo. Acaban de publicar Si esto es una mujer (Ediciones Destino) y con esta nueva publicación nace una nueva investigadora policial, Manuela Mauri. Aún se desconoce si este nuevo personaje se convertirá en saga pero, en cualquier caso, Mauri se enfrenta al asesinato de una prostituta, un caso que está inspirado en un hecho real ocurrido en Madrid hace quince años, la muerte de Edith Napoleón.
Marisa G.- Lorenzo, Noemí, pregunta típica. ¿Cómo os habéis organizado para escribir esta novela?
Noemí.- Todo el mundo nos pregunta esto pero está muy bien porque así nos permite hablar del proceso creativo. Antes de ponernos a escribir hubo una parte de conversación, es decir, hubo un acuerdo y un consenso. Esto es fundamental antes de empezar nada. Una vez que tuvimos claras las cosas, repartimos el trabajo. Nos conocemos hace muchos años y Lorenzo sabe lo que puedo aportar y cuáles son mis debilidades. Luego, después de la escritura, viene la parte de revisión mutua, la supervisión del léxico y del estilo para que parezca un libro homogéneo. En realidad, a mí me gusta hablar de un libro escrito con dos sensibilidades, en vez de decir que es un libro escrito a cuatro manos.
Lorenzo S.- El truco es hablar mucho antes y mucho después. Antes de ponernos a escribir estuvimos un año hablando de este personaje. Manuela Mauri ya era personaje de un cuento que escribí hace años, pero solo era un esquema, el dibujo básico porque para quince folios no necesitaba mucho más. En una novela de trescientas páginas ya necesitas un personaje en todas sus dimensiones. A partir de ese embrión, estuvimos mucho tiempo hablando de la historia que queríamos contar. Una vez que tenemos todo eso claro, entonces nos repartimos el trabajo pero van surgiendo cosas sobre la marcha y de manera simultánea. De todos modos, al final hay que producir un solo texto y para ello hay que volver a hablar.
M.G.- Es cierto que, a la hora de leer el libro, no se advierten dos estilos. Pero quiero entender que el estilo conjunto diferirá mucho del estilo individual.
L.S.- Sí. Tenemos una novela en primera persona y una voz. Esa voz no es la de Lorenzo ni la de Noemí, es la suma de las dos.
M.G.- Lo primero que salta a la vista cuando tenemos el libro en las manos es la referencia a Primo Levi. ¿Por qué establecer esa conexión?
N.T.- 'Si esto es un hombre' de Primo Levi es una lectura difícilmente olvidable, es un testimonio muy desgarrador en el que no se juzga nada ni a nadie. Levi fue capturado a los 24 años, toda su vida quedó marcada por ese hecho y él lo cuenta sin más. Al leer ese libro se puede sentir el dolor, el miedo, el frío,... Es una historia recorrida por una pregunta constante, ¿cómo somos capaces de ser lo mejor y lo peor?, ¿cómo una persona puede deshumanizarse tanto? Son preguntas que están vigentes en nuestra sociedad actual. Tenemos lacras sociales muy importantes que no hemos conseguido erradicar. Seguimos mirando al otro con crueldad. Esas preguntas de Levi las hemos querido retomar para contar la historia de la trata de mujeres, de la prostitución, de la deshumanización con las que sus verdugos las manipulan.
M.G.- Manuela Mauri es una inspectora de policía que lleva siete meses de baja por un problema previo a la novela. Me parece un personaje lleno de matices. ¿Cómo la definiríais?
L.S.- Hemos intentado que sea lo más parecida posible a una mujer y a una policía de carne y hueso. La idea de construir al personaje en un momento de crisis surgió de Noemí. Manuela ha perdido la confianza de los suyos, de sus jefes, de sus compañeros, e incluso ha perdido la confianza en sí misma. Es un personaje que este momento se tiene que reconstruir. Y al mismo tiempo que tiene flaquezas y ha cometido errores, es una mujer como todas las mujeres, y una policía como todas las policías, que tiene también sus fortalezas, sus habilidades y su carisma. No nos hemos preguntado si es una heroína o una anti-heroína, no es algo que nos preocupe. Lo que queríamos era hacerla real.
M.G.- La veo muy humana, con sus luces y sus sombras. Creo que últimamente hay un patrón muy claro en la novela negra, una tendencia a presentar a investigadores a los que también vamos a conocer en su ámbito doméstico, quizá en un intento de hacerla más cercana, ¿no?
N.T.- Sí, es verdad que últimamente en novela negra es así. A mí es algo que me parece muy bien. Cuando Lorenzo me hizo la propuesta de colaborar en el libro, yo no conocía nada de la Policía Nacional, ni había conocido a ninguna mujer que investigara ni tuviera el perfil de Manuela. Así que, al principio sentí un poco de pánico pero luego pensé que el no saber nada estaba muy bien porque no tienes prejuicios. De todos modos, necesitaba informarme, conocer a alguien que fuera mujer y tuviera el cargo que tenía Manuela. Estuve hablando con una inspectora y esa mujer me contó muchas cosas de su trabajo pero también me habló mucho de su hijo. Mientras conversábamos, ella estaba muy preocupada porque su hijo se iba de colonias y tenía que organizar la intendencia en casa. Pensé que todo aquello era parte de su vida y había que contarlo. Lógicamente ella no se aislaba de su familia ni de su contexto. Todo tienen que hacerlo compatible con su trabajo y los problemas de su casa le afectan en lo laboral y al revés. Era una pena ceñirnos solo al trabajo y renunciar a todo este contexto personal. Manuela es consciente de los errores que comete tanto en su casa como en su trabajo y hace lo que puede por repararlos, como todo el mundo en la vida real.
M.G.- Es un personaje que reflexiona mucho. Desde la manía que tenemos de estar pendientes todo el día del móvil y hacernos 'selfies 'constantemente hasta tocar temas más serios como el sistema judicial o la cuestión principal de la novela, la prostitución y la trata. ¿Por qué elegir este tema en concreto?
L.S.- Elegimos este tema porque es el trasfondo de un crimen real que hubo en Madrid hace quince años. Lo que contamos en la novela, muchas de ellas atroces, no es fruto de nuestra imaginación calenturienta. Lamentablemente algo así ocurrió en Madrid no hace tanto tiempo y el autor de aquel crimen no era un loco, ni un marginal, ni un inmigrante, sino un español, de buena familia, de buena posición económica y bien educado.
Cuando en su día conocí aquella historia como reportero me impactó mucho y se ha quedado dando vueltas en mi cabeza todos estos años. Aunque teníamos otras alternativas, nos pareció que este era un buen desafío para Manuela tanto a nivel moral como profesional e intelectual. Es una novela que intenta explicar cómo, detrás de la naturaleza humana, existe esta capacidad de indiferencia brutal hacia al otro, la misma indiferencia que tan bien retrata Primo Levi.
M.G.- Me gusta mucho el planteamiento que hacéis del tema. Manuela piensa que la prostitución es un tema social y sin embargo, las instituciones miran hacia otro lado. Las prostitutas reciben más ayuda por parte de las monjas que por parte de los servicios sociales. Algo inaudito.
L.S.- Eso es tal cual. Ahí no nos hemos inventado nada. Si hablas con los policías te cuentan que, si consiguen sacar a una mujer de la prostitución, la única esperanza es ponerlas en manos de una ONG y las mejores son las propias monjas. Ellas se encargan de estas chicas que están destruidas literalmente y se echan a la espalda la tarea de levantarlas por pura voluntad. Ni los servicios sociales, ni los ayuntamientos ni el Estado tienen capacidad para recuperar a estas chicas. La sociedad, después de importarlas como mercancía, después de explotarlas durante mucho tiempo y colocarlas en situación de desecho, lo único que se le ocurre es inhibirse. Si no existieran algunas ONG y las monjas, estas chicas no tendrían ninguna esperanza.
M.G.- Ubicáis la trama de la novela en una zona de Madrid, en la Colonia Marconi. He estado buscando información sobre ese espacio e inicialmente me hice a la idea de que era una zona un tanto abandonada pero no, aquello es un barrio con sus viviendas, sus comercios, sus empresas,... Con lo cual me choca todavía más que las instituciones no hagan nada.
L.S.- En la Colonia Marconi vivieron los trabajadores de la fábrica que Marconi tuvo en su tiempo. Allí se adosó un polígono industrial que se ha desarrollado en parte. Todavía hay parcelas sin edificar aunque cuenta con sus viales y es ahí donde la prostitución se coloca. Esa zona es parte de la ciudad pero los gestores se han olvidado de ella, dejándola en manos de la mafia que tiene perfectamente parcelado el polígono. En una parte se colocan los rumanos, en otra los nigerianos, en otra los chinos. Esa parte de la ciudad se ha abandonado por completo.
N.T.- La novela está ambientada en la Colonia Marconi pero el problema es global. En todas las ciudades hay una Colonia Marconi. Este es un debate que debería avanzar en España y parece que cuando hablamos de trata sólo tienen responsabilidad los tratantes o los proxenetas pero hay más eslabones en la cadena y una de las piezas es el cliente.
L.S.- Hay que echarle mucha voluntad para pensar que las chicas están ahí en pleno invierno, a las dos de la madrugada y medio desnudas porque quieren.
M.G.- La verdad es que el tema es bastante doloroso y es cierto que es un problema de todas las ciudades. Pero volviendo al personaje, ¿habéis pensado en convertir a Manuela en un personaje de saga?
L.S.- Es una posibilidad que está ahí e ideas tenemos porque cuando planteamos esta novela manejamos un abanico de casos que investigar. De todas maneras, no sabemos todavía. Yo tengo una saga en marcha, he tenido otras y las he cerrado en otros géneros. Este libro acaba de salir. Hay que dejarlo respirar y la vida de este libro nos dirá si la intuición que tenemos es correcta o no. Creo que sí, pero hay que esperar la respuesta de los lectores.
M.G.- Noemí, ¿tú estarías dispuesta?
N.T.- Ha sido una experiencia importante para mí. Esa parte de conversación creativa que he tenido con él durante mucho tiempo me ha enseñado mucho de su proceso creativo, de su forma de ser, de cómo se llevan a la práctica las ideas que tienes en tu cabeza. No me importaría nada repetir la experiencia dentro de un tiempo porque ha sido positiva.
M.G.- Pero Lorenzo, tú que llevas muchos años haciendo saga, no sé si lo verás como yo. Percibo que últimamente, cuando nace un autor nuevo y escribe una novela policíaca, enseguida se sube al carro de las sagas. Entiendo que un personaje de saga es muy agradecido porque claro, ya tienes el personaje protagonista para las siguientes novelas pero...
L.S.- Sí, es muy agradecido pero también muy exigente. La saga, una vez que la lanzas, tiene una parte bonita con el primer y segundo volumen pero si sigues llegará el quinto, el sexto, el séptimo libro,... y tienes que empezar a preguntarte si vas a repetir lo que ya has hecho, si vas a contar de nuevo lo que ya has contado. A medida que la saga va avanzando, la cosa se va complicando y tienes que ir encontrando argumentos para convencerte y para convencer al lector de que eso puede continuar. Si los encuentras, pues efectivamente la saga es muy agradecida porque ya tienes un trabajo hecho, porque los lectores te esperan, porque unas novelas se apoyan en otras,... En cualquier caso, hay que dejar que suceda sin forzar nada. Y algo muy importante, si tienes una saga en marcha no la sobre explotes. A mí ya me ha pasado en más de una ocasión con escritores a los que admiro, que se han embarcado en sagas a las que han intentado exprimirles demasiado el jugo e inevitablemente la saga pierde fuelle y originalidad. Es muy fácil caer en historias que se repitan y lo que es peor, hay veces en que las sagas pueden terminan cayendo en la auto-parodia, es decir, uno termina por empezar a citarse a sí mismo. Esto es algo que a mí me horroriza y por eso intento ser muy cuidadoso. Lo fundamental es dejar que suceda y dejar que sean los lectores los que realmente decidan.
N.T.- No estamos preocupados por si Manuela será saga o no. Lorenzo tiene su proyecto de escritura y yo tengo el mío, más otras muchas cosas y encima tenemos que hacerlo todo compatible. Manuela Mauri no ha nacido para competir con Bevilacqua. Son amigos, se llevan bien, se entienden, se conocen,... Cada uno tenemos nuestro proyecto personal y si repetimos será cada dos años, si todo encaja y vemos que tiene sentido. Pensamos que Manuela nos puede dar juego pero no tenemos prisa. Ya veremos dónde nos lleva.
M.G.- Ahora que mencionáis a Vila, me encantó el guiño que se le hace en esta novela.
L.S.- Fue idea de Noemí. De entrada no lo veía claro pero luego, pensándolo, me pareció bien. Por supuesto, no es un personaje principal sino un secundario. Me pareció bonito que un personaje que ha protagonizado unas tres mil quinientas páginas sea secundario en esta novela. Y que además que sea Manuela quien lo describa.
N.T.- Es bonito porque vamos a ver a Vila fuera de una investigación criminal, está más relajado, con una amiga y el lector lo va a ver desde otros ojos, desde los ojos de Manuela. Por supuesto, Bevilacqua y Manuela no van a competir, son amigos, se llevan bien y se ayudan.
M.G.- Son amigos pero pertenecen a dos cuerpos distintos. Él forma parte de la Guardia Civil y ella de la Policía Nacional. En la novela vemos que hay cierta rivalidad entre los dos cuerpos.
L.S.- Y efectivamente la hay pero también hay colaboración. La fiereza en la competición y el compromiso en la colaboración dependen más de las personas que de las instituciones.
M.G.- ¿Y los procedimientos son muy diferentes?
L.S.- No, no,... Tienen una organización distinta pero las técnicas policiales están marcadas por dos cosas, por los avances de la tecnología forense y criminológica que es la misma para un cuerpo y otro, y por la legislación vigente.
M.G.- Lorenzo, a la hora de escribir una novela, ¿tú eres partidario de ajustarse al procedimiento tal y como es en realidad?
L.S.- Me ajusto al máximo pero sin fundamentalismos. No me gusta tomar atajos gratuitos pero sí soy partidario de recurrir a algo que sí aparece en esta novela, la elipsis, para saltarnos lo que sea más fatigoso. Hay muchas tareas de la investigación policial que son tediosas y repetitivas. Eso es una cosa y otra distinta son las transgresiones y hacer que un policía en la novela haga cosas que realmente no hace o forzar la espectacularidad, o tener las pruebas de ADN tres horas después de haber localizado un pelo en la escena de un crimen. Eso es imposible
M.G.- Y Noemí, dado que habéis escrito también novelas juveniles conjuntamente, ¿son estas más fáciles o más difíciles que las novelas para adultos?
N.T.- De las novelas que hemos escrito juntos, para mí la más difícil ha sido esta. La voz y el tono de las juveniles me resultaron más fácil. Soy poeta y mi campo natural son las emociones. En una novela juvenil lo puedo trabajar mejor. Con este proyecto he tenido que aprender mucho.
M.G.- Pues no os robo más tiempo. Ha sido un placer conversar con vosotros y espero que volvamos a ver a Manuela Mauri en el futuro.
L.S.- Eso lo veremos con el tiempo. Gracias.
N.T.- Muchas gracias.
Si esto es una mujer es una novela que gustará a todos los lectores de novela negra. Su personaje, Manuela Mauri, es muy cercano, con sus alegrías y sus penas, como las de cualquier persona, independientemente de que sea mujer o policía. En ese sentido la novela está muy lograda pero ya os daré detalles más concretos en los días venideros.
M.G.- Pues no os robo más tiempo. Ha sido un placer conversar con vosotros y espero que volvamos a ver a Manuela Mauri en el futuro.
L.S.- Eso lo veremos con el tiempo. Gracias.
N.T.- Muchas gracias.
Si esto es una mujer es una novela que gustará a todos los lectores de novela negra. Su personaje, Manuela Mauri, es muy cercano, con sus alegrías y sus penas, como las de cualquier persona, independientemente de que sea mujer o policía. En ese sentido la novela está muy lograda pero ya os daré detalles más concretos en los días venideros.