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KLAUS (ANIMACIÓN - 2019)

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Año: 2019


Nacionalidad: España

Dirección: Sergio Pablos

Reparto:--

Género: Animación

Sinopsis: Un cartero es enviado a una ciudad congelada en el norte, donde descubre que Papá Noel está escondido. A Jesper (voz de Quim Gutiérrez), el peor estudiante de la academia postal, le destinan a Smeerensburg, una gélida isla más allá del Círculo Polar Ártico, donde sus conflictivos habitantes apenas intercambian palabras y, mucho menos, cartas. Jesper está a punto de rendirse cuando encuentra una aliada, Alva (Belén Cuesta), la profesora del pueblo. También descubre a Klaus (Luis Tosar), un misterioso carpintero que vive aislado en una cabaña repleta de juguetes hechos a mano. Estas improbables amistades traerán la alegría de nuevo a Smeerensburg, y crearán un nuevo legado de vecinos generosos, leyendas mágicas y calcetines colgados con cariño en las chimeneas.

[Fuente: Filmaffinity]


Ya sé que no es el momento de una película infantil de corte navideño. Estamos en mayo y habría que estar pensando más en las vacaciones de verano, en la playa, en el buen tiempo, antes que en las Navidades y en el frío, pero ¿qué queréis que os diga? ¿Acaso este año 2020 es normal? No, no lo es. Así que, aunque las temperaturas superen los treinta grados y por algunos puntos cardinales ya vistamos ropa de verano, hoy vengo a hablaros de Klaus, una película de animación que me han recomendado muchísimo y que yo también tenía muchas ganas de ver. Además, los niños siguen en casa, mientras el virus siga haciendo de las suyas y nuestra clase política no se ponga de acuerdo en cómo solucionar este lío, por lo tanto, aquí tenéis un largometraje de animación para tenerlos entretenidos, mientras vosotros, padres, intentáis trabajar o, como mínimo, intentáis no volveros locos en el intento. Vamos allá.

En estos tiempos de la era digital ya nadie escribe cartas a amigos y familiares. El buzón ha perdido parte de su encanto y ya no nos acercamos a él con la ilusión de antaño, cuando lo abríamos con la esperanza de encontrar aquella misiva de un amigo, de un familiar, de un amor. Hoy, nuestro buzón se llena de publicidad y de cartas del banco. Sin embargo, hay una muy especial que los niños (y no tan niños) escriben todos los años, una que tiene un destinatario mágico, que viaja muchísimo kilómetros y que siempre devuelve mucha felicidad. Y de esto va Klaus, de "una historia sobre cartas".

Jesper es un joven al que le gusta la dolce far niente, es decir, no dar ni palo al agua. Su padre es el director general de la Real Academia Postal, encargado de dirigir todo el servicio postal del mundo, con una legión de carteros a su cargo que se encargan de recibir y entregar todo tipo de cartas,  sin que se extravíe ni una sola de ellas. Ha intentado que su hijo se incorpore a la red de carteros pero es un completo inútil (o demasiado listo, según se vea) porque no sabe clasificar las cartas, o trata bruscamente los paquetes frágiles. Pero a Jesper las cosas se le complican cuando su padre le plantea un ultimátum. Le propone encargarse de la oficina de correos de Smeerensburg, una remota isla en el Círculo Polar Ártico, donde tendrá que prestar servicio y gestionar seis mil cartas, si no quiere perder su estatus y todos los privilegios económicos que le proporciona el padre. Después de recorrer un camino lleno de calamidades, llegará a su destino y el alma se le caerá a los pies. El lugar es totalmente inhóspito y gélido, y sus habitantes están en una batalla constante. Dos clanes, los Krum y los Elingboe, se pasan el día peleándose, siguiendo la tradición de sus antiguos ancestros. Hasta los niños de un grupo y otro son crueles y siniestros. El panorama no puede ser más desolador para Jesper, pero hará todo lo posible por cumplir su misión y regresar a la ciudad donde le espera una vida de confort. Mientras trata de desempeñar su labor, conocerá a Alva, una joven maestra que se vio obligada a transformar el colegio en una pescadería maloliente, y también a Klaus, un leñador que reside en la parte más lejana de la isla, donde Jesper encontrará una historia maravillosa. 

Klaus parte de una idea muy original. Todos conocemos, de un modo u otro, la historia de los Reyes Magos de Oriente pero, ¿qué sabíamos de Santa Claus o Papá Noel? Todo lo máximo que sé es que se trata de un viejo barrigón de profusas barbas blancas que vive en Laponia, pero ¿por qué reparte juguetes a los niños el día de Navidad? Esta película explica la leyenda de Santa Claus, todo lo que sabemos del barbudo barrigón: el porqué de los regalos en Navidad, por qué algunos niños reciben carbón al portarse mal, el trineo y los renos que vuelan por el cielo, los regalos bajo el árbol o dentro de los calcetines, el traje rojo, el descenso por las chimeneas..., incluso el típico "ho, ho, ho" cobra sentido en esta película. Todo tiene una explicación real y lógica, de ahí que,lo más interesante de la cinta es que no se recurre a motivos religiosos, algo peculiar siendo una película navideña, ni tampoco se recurre y abusa de la magia, elemento que aparece puntualmente.

Esta película no solo tiene como objetivo explicar los orígenes de Santa Claus sino también mostrar que los niños pueden dar importante lecciones a los adultos. El rencor, el odio, la ira y el deseo de venganza que sufren los adultos de un clan y otro queda sepultado por el deseo de los más pequeños de la isla, que, unidos por la ilusión, se juntan en comunidad, dejando a un lado las rencillas de sus distintos clanes, siendo generosos los unos con los otros, y ayudando en todo lo posible.

Por su parte, Jesper, un personaje muy divertido, aprenderá una gran lección, que detrás de cada obra buena viene otra obra buena, o lo que es lo mismo, si haces el bien, recibirás el bien. Será un personaje al que se le coja cariño. Aunque es muy protestón inicialmente, le irá cambiando el carácter con el paso del metraje, hasta convertirse en una persona adulta y responsable, que sabe valorar lo que realmente tiene importancia en la vida.

En cuanto a Klaus, su personaje comienza a despegar a mitad de película. En los inicios vamos a ver a un hombre de gran estatura, taciturno, serio, poco hablador que, junto a las barbaridades que ocurren en el pueblo, aportará el toque "terrorífico" a la cinta, esos momentos en los que Jesper lo pasa bastante mal. Sin embargo, Klaus no es el viejo leñador, encerrado en su solitaria cabaña, que todo el mundo teme. En realidad, es un hombre que sufre por un zarpazo de la vida, un suceso que lo sumió en una profunda tristeza, y por eso no quiere tener contacto con nadie. No obstante, su participación en la transformación del pueblo es vital, y una cosa llevará a la otra. Klaus recuperará la ilusión por vivir. 

Otro personaje interesante es Alva, la profesora. Una joven maestra con mucha ilusión y vocación que, al igual que le ha pasado a Jesper, se desanimó completamente al llegar a Smeerensburg. Cuando se dio cuenta que los niños del pueblo estaban más interesados en hacer trastadas que en ir a la escuela, se sintió acorralada en un lugar del que no sabía cómo salir. Su plan de escapatoria pasa por convertir el colegio en una pescadería donde vende arenques y bacalao, para ganar algo de dinero, ahorrar y largarse de aquel horrible sitio. No obstante, también será un personaje que evolucione y se transformará cuando cosas luminosas empiecen a ocurrir en el pueblo.

Por último, en cuanto a personajes, quiero destacar una escena que me parece divertidísima. En el pueblo hay un grupo de niños, dibujados muy a lo Tim Burton, con ojos redondos y enormes, y oscuras intenciones, que me han arrancado una carcajada cada vez que los veía. No he encontrado ninguna imagen para mostraros pero, si veis la película los vais a reconocer enseguida. 

Con una preciosa banda sonora, que en algún momento potencia el sentido épico de la película, y unas ilustraciones que pasan de tonos oscuros a otros muchos más luminosos cuando la magia se produce, la animación de esta película no tiene nada que envidiarle a otras industrias como Pixar o Disney. Cierto es que, al pensar en técnicas de animación, soy incapaz de olvidar aquel cabello rojo de Brave, cómo se movía al viento, el nivel de detalle,  su definición, pero en Klaus, la animación, fruto del ilustrador y director Sergio Pablos, recuerda mucho a los dibujos clásicos, y tienen un toque nostálgico. 

En cuanto a las voces, la versión española cuenta con la colaboración de Quim Gutiérrez (Jesper), Luis Tosar (Klaus) y Belén Cuesta (Alva). A esta última es a la única que he podido reconocer, con esa pizpireta entonación, tan propia de la actriz. Hay algunos espectadores que no creen muy acertado la elección de los actores de doblaje pero a mí me han parecido bastante correctos, cuyas voces casan muy bien con el carácter de los personajes. 

En definitiva, Klaus me ha parecido una película preciosa, simpática, enternecedora y bella, con un final que casi me obliga a soltar alguna lagrimilla, que no solo contribuye a explicar una leyenda sino que también contiene un mensaje necesario.

Que tus hijos no se la pierdan. Ni tú tampoco.





Tráiler:   







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