Mayo suele ser un mes brutal en cuanto a actividad literaria. Entre la Feria del Libro de Sevilla y la Feria del Libro de Madrid, los actos, encuentros, presentaciones y entrevistas son tantos que difícilmente puedo llegar a todos. ¡Y qué distinto este mayo de 2020! Quedémonos con los recuerdos del pasado y soñemos con un futuro sin coronavirus.
Este mes de mayo, la literatura se ha convertido en un auténtico refugio. El teletrabajo me ha permitido organizarme de otro modo y me ha cundido el tiempo mucho más, tanto que no recuerdo la última vez que leí tantísimo. Os paso a contar.
Este mes de mayo, la literatura se ha convertido en un auténtico refugio. El teletrabajo me ha permitido organizarme de otro modo y me ha cundido el tiempo mucho más, tanto que no recuerdo la última vez que leí tantísimo. Os paso a contar.
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Los comprados
He salido poquísimo a la calle. Cuando se abrió la veda para hacer deporte o pasear, opté por quedarme en casa y sigo sin pisar mucho el exterior. No obstante, ando detrás de unos cuantos títulos que ayer mismo estuve mirando en webs de librerías, así que no creo que tarde mucho en acercarme a alguna. Ahora, más que nunca, es el momento de hacer algunas compras que permitan un respiro a un sector que siempre está asfixiado.
El día que sonó mi portero electrónico y escuché la voz de un mensajero me invadió la felicidad. Aunque el movimiento es aún muy tímido, las editoriales comienzan a ponerse en marcha, distribuyendo esos títulos que tenían que haber ocupado las mesas de novedades de librerías y grandes almacenes en el mes de marzo y abril. Nos espera un aluvión de novelas de cara al verano y todas son bienvenidas.
Algaida Editorial ha publicado las dos novelas galardonadas con el Premio Logroño de Narrativa. En la categoría senior, el galardón se lo llevó Javier Lorenzo con El caballero verde, "la historia del más afamado cruzado aragonés".
De Dimas Prychyslyy, ganador de la categoría joven de este premio, me habían hablado hace tiempo. Becario de la Fundación Antonio Gala entre 2016 y 2017, publica Tres en raya, un compendio de relatos del que pienso dar cuenta en breve.
Y bajo el mismo Grupo Anaya, Alianza de Novela lanzaNiña, mujer, otras de Bernardine Evaristo. "La novela que compartió el premio Man Booker con Margaret Atwood. Una Gran Bretaña como nunca se ha contado."
El aroma de los libros de Desy Icardi no puede ser más atractivo. Es una preciosidad de libro y estoy segura que me va a encantar.
Y al igual que comienza a haber más movimiento editorial, también los autores comienzan a promocionar sus novelas. Aunque todo se ha vuelto algo más frío, y las conversaciones las mantenemos a distancia vía teléfono o Skype, no deja de ser una alegría volver a charlar con los autores. Y para ello, llegó a casa El beso del ángel de Andrés Pascual (Espasa), que ya está leído y reseñado. Y también, he tenido ocasión de leer la última novela de José María Pérez "Peridis", El corazón con que vivo (Espasa) de la que os hablaré la próxima semana.
Los ganados
Como decía al principio, no recuerdo la última vez que leí tantísimo. Si mi media suele rondar los ocho títulos al mes, en esta ocasión he llegado a la decena. Ha sido un mes en el que he leído mucho de lo que tenía atrasado.
Empecé el mes con un volumen de relatos que me gustó bastante. Fantasmas del periodismo de Antonio Manfredi me llevó en volandas al mundo de los periodistas, con diversos cuentos que muestran las tripas de la profesión.
Tengo intención de ponerme pronto con el último volumen de los Episodios de una Guerra Interminable de Almudena Grandes, pero antes quería hincarle el diente a Los besos en el pan. Eso hice. Me encantó.
En marzo me había comprado un precioso libro ilustrado por Benjamin Lacombe y el confinamiento me pareció el momento idóneo para adentrarme en su versión de Carmen. La historia en sí me dejó algo fría, pero hay que reconocer que la edición y las ilustraciones son una belleza.
A Sumidero de Alberto de la Rocha le tenía tantísimas ganas. Ese brazo laxo que aparece en la cubierta me tenía totalmente obsesionada desde que lo vi. La historia me pareció entretenida, aunque esperaba algo más.
De Eduardo Mendicutti no había leído nada. Me estrené con lo último que ha publicado, Para que vuelvas hoy. Me pareció una historia preciosa y muy recomendable.
El beso del ángel es lo último de Andrés Pascual, un thriller del color del vino, enclavado en Logroño, que me ha gustado bastante.
Los amores ausentes de Gabriel Neila, es un volumen de relatos que su autor me mandó hace tiempo. He aprovechado estas semanas para leerlos. Contiene historias bonitas y sencillas pero les he notado, en algún momento, algo de emoción.
Con una cubierta tan sugerente como la que nos ofrece El callejón de los silencios de Paula Izquierdo, me adentré en una historia de amor y desamor, en la que Mirna, su protagonista, sufre un episodio bastante violento.
Que Enid Blyton nos ha marcado a muchos lectores es una realidad. Me acerqué a Los Cinco y yo de Antonio Orejudo por esa misma razón. Un libro peculiar que no debes dejar atrás.
Y El corazón con que vivo de José María Pérez "Peridis" ha sido un cierre precioso para las lecturas del mes de mayo. Un libro del que os voy a hablar la semana próxima.
En cuanto a las entrevistas, empiezan a producirse estos días. Ya os contaré.
Empecé el mes con un volumen de relatos que me gustó bastante. Fantasmas del periodismo de Antonio Manfredi me llevó en volandas al mundo de los periodistas, con diversos cuentos que muestran las tripas de la profesión.
Tengo intención de ponerme pronto con el último volumen de los Episodios de una Guerra Interminable de Almudena Grandes, pero antes quería hincarle el diente a Los besos en el pan. Eso hice. Me encantó.
En marzo me había comprado un precioso libro ilustrado por Benjamin Lacombe y el confinamiento me pareció el momento idóneo para adentrarme en su versión de Carmen. La historia en sí me dejó algo fría, pero hay que reconocer que la edición y las ilustraciones son una belleza.
A Sumidero de Alberto de la Rocha le tenía tantísimas ganas. Ese brazo laxo que aparece en la cubierta me tenía totalmente obsesionada desde que lo vi. La historia me pareció entretenida, aunque esperaba algo más.
De Eduardo Mendicutti no había leído nada. Me estrené con lo último que ha publicado, Para que vuelvas hoy. Me pareció una historia preciosa y muy recomendable.
El beso del ángel es lo último de Andrés Pascual, un thriller del color del vino, enclavado en Logroño, que me ha gustado bastante.
Los amores ausentes de Gabriel Neila, es un volumen de relatos que su autor me mandó hace tiempo. He aprovechado estas semanas para leerlos. Contiene historias bonitas y sencillas pero les he notado, en algún momento, algo de emoción.
Con una cubierta tan sugerente como la que nos ofrece El callejón de los silencios de Paula Izquierdo, me adentré en una historia de amor y desamor, en la que Mirna, su protagonista, sufre un episodio bastante violento.
Que Enid Blyton nos ha marcado a muchos lectores es una realidad. Me acerqué a Los Cinco y yo de Antonio Orejudo por esa misma razón. Un libro peculiar que no debes dejar atrás.
Y El corazón con que vivo de José María Pérez "Peridis" ha sido un cierre precioso para las lecturas del mes de mayo. Un libro del que os voy a hablar la semana próxima.
En cuanto a las entrevistas, empiezan a producirse estos días. Ya os contaré.
¿Y qué decir del cine? Pues también he visto mucho cine pero no todo lo he reseñado. Con Klaus, retrocedí a las navidades. Preciosa película de animación.
Me mudé al Nueva York de los años 60 para vivir una comedia simpatiquísima. Un precioso homenaje al cine de la época. Abajo el amor con Renée Zellweger y Ewan McGregor.
Avanzando con los largometrajes de Alfred Hitchcock, me lancé a ver La sombra de una duda. Aunque me gustó, no llegó a maravillarme tanto como otros títulos del cineasta.
Y terminé el mes, como lo empecé, con cine de animación. Esta vez, con lo último del dúo Disney y Pixar. Onward, una película de grandes valores.
¿Y qué tal está siendo junio?Me mudé al Nueva York de los años 60 para vivir una comedia simpatiquísima. Un precioso homenaje al cine de la época. Abajo el amor con Renée Zellweger y Ewan McGregor.
Avanzando con los largometrajes de Alfred Hitchcock, me lancé a ver La sombra de una duda. Aunque me gustó, no llegó a maravillarme tanto como otros títulos del cineasta.
Y terminé el mes, como lo empecé, con cine de animación. Esta vez, con lo último del dúo Disney y Pixar. Onward, una película de grandes valores.
Pues con algo más de actividad, tratando de recuperar posiciones y espacios. Sin embargo, siento que el mundo se ha desdibujado. Salir a la calle, y ver a la gente con mascarilla (los que la llevan, claro) me produce mucho desasosiego. Me fijo en unos y otros, y suelo toparme con miradas algo triste y desangeladas. Sé que de nada sirve lamentarse, pero no puedo evitar sentir que me han robado mi vida. Menos mal que siempre nos quedarán los libros.
Por otra parte, este mes el blog ha cumplido ocho años y hay que celebrarlo. En unos días traigo sorteo.
Por otra parte, este mes el blog ha cumplido ocho años y hay que celebrarlo. En unos días traigo sorteo.